INTRODUCCIÓN
Los estereotipos están ligados al surgimiento de prejuicios y discriminación1 y se encuentran dentro de las llamadas representaciones sociales, las cuales corresponden a influencias que las personas reciben de la sociedad y los orientan dentro de un contexto social2. De este modo, identifican una idea predeterminada por la sociedad hacia un grupo de la comunidad, el cual presenta un conjunto de rasgos típicos que los caracteriza1. En la sociedad actual, los adolescentes perciben la vejez como una etapa de aislamiento del trabajo, con predisposición a enfermedades y pérdida de fuerza para los enfrentamientos diarios2.
Por otra parte, los niños en etapa escolar comienzan a abrir su mundo a nuevas actividades y pensamientos, lo cual los hace más susceptibles a adoptar las ideas de la sociedad, más aún los niños con menos autoestima, los cuales son más influenciables en el intento por incluirse en ella3. Es así como en la vida escolar uno de los factores influyentes en cuanto a los estereotipos negativos de la vejez son los textos escolares4.
Desde la visión de enfermería, los estereotipos de la vejez y los numerosos prejuicios existentes en la sociedad pueden condicionar los cuidados que se otorguen a los ancianos, a consecuencia de las actitudes sociales adheridas, que van desde el rechazo a la sobreprotección o infantilización de aquellos. Ante esto, se hace necesario profundizar en esta área mediante la investigación, para poder otorgar cuidados adecuados a los ancianos, que se enfoquen en promover la autonomía y participación activa en el proceso salud y enfermedad. Y el profesional de enfermería es quien debe saber contener situaciones en las que predominen dificultades, ya sean personales, familiares y/o sociales en el entorno del anciano que pudieran llevarle a presentar complicaciones5.
Sumado a lo anterior, existe exigua evidencia sobre este tema en Chile, aún más en el área rural. A nivel internacional, España y Costa Rica presentan investigaciones que abordan la problemática6,7. Pero es el sector urbano donde se pueden identificar más investigaciones tanto nacionales como internacionales1,8 9-10.
Considerando lo anteriormente expuesto, el propósito de esta investigación es determinar el nivel de negatividad de los estereotipos de la vejez en estudiantes de establecimientos rurales de la Región de Ñuble en Chile, y de este modo generar evidencia que sea un primer paso en estudios que incorporen esta temática en el país.
OBJETIVO
Determinar el nivel de negatividad de los estereotipos de la vejez en estudiantes de establecimientos rurales, Región de Ñuble, Chile.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo transversal en estudiantes de 5.º a 8.º básico de establecimientos rurales, Región de Ñuble, Chile. La población total fue de 172 estudiantes de dos establecimientos, de los cuales se excluyó a aquellos que no fueron capaces de comprender las instrucciones para contestar el cuestionario y/o cursaban por segunda o más veces el mismo nivel. Se obtuvo una muestra total de 114 estudiantes que aceptaron participar previa firma del consentimiento informado por representante legal.
Los datos fueron recogidos mediante dos instrumentos: Cuestionario de caracterización sociodemográfica de la población, que fue elaborado por los autores de este estudio, y que consta de 7 preguntas, donde las cuatro primeras determinan las características sociodemográficas de los estudiantes y las siguientes buscan conocer la relación de este con el adulto mayor, mediante preguntas de respuestas dicotómicas cerradas. El segundo instrumento correspondió al Cuestionario de estereotipos negativos de la vejez (CENVE)11, conformado por 15 ítems en total, con formato de respuesta graduada tipo Likert de cuatro valores. Su medición se basa en tres factores: salud, motivacional-social y carácter-personalidad, con 5 ítems cada uno. El factor salud evalúa lo relacionado con el deterioro de la salud, cognitivo, de la memoria y enfermedades mentales; el factor motivacional-social lo componen los ítems relacionados con la pérdida de interés por las cosas, incapacidad para resolver problemas e interés disminuido por el sexo; y, finalmente, el factor carácter-personalidad destaca por indicar que los defectos de las personas se agudizan con la edad. La puntuación del cuestionario va de 15 a 60 puntos, y la puntuación por factor fluctúa entre 5 y 20 puntos. La clasificación de la puntuación del cuestionario es la siguiente: a) de 15 a 28 puntos corresponde a muy bajo nivel de estereotipo negativo, b) de 29 a 39 puntos corresponde a bajo nivel de estereotipo negativo, c) de 40 a 50 puntos corresponde a alto nivel de estereotipo negativo, d) de 51 a 60 corresponde a muy alto nivel de estereotipo negativo hacia los adultos mayores. Los cuestionarios fueron administrados por dos encuestadores por curso, una vez que los estudiantes recibieron las instrucciones para su cumplimentación. Dado el carácter autoadministrado de los cuestionarios, cada estudiante contestó de manera individual en su puesto de trabajo en la clase. Se buscó favorecer un ambiente propicio en la sala para la aplicación objetiva y uniforme de los cuestionarios, con buena iluminación, libre de ruidos y distractores. Adicionalmente, se contó con la presencia de un docente para resguardar el orden dentro del aula. Se obtuvieron las autorizaciones del comité de ética y de los establecimientos educacionales participantes.
Para el procesamiento de datos se utilizó el software SPSS Statistics v.15, donde se analizaron variables cualitativas mediante frecuencias observadas como valores absolutos y frecuencias relativas porcentuales, y las variables cuantitativas por medio de media y desviación típica.
RESULTADOS
Las edades de los estudiantes se encontraban entre los 9 y los 13 años, un 57,9% (n = 66) fueron mujeres, un 71,9% (n = 82) pertenecía a la religión católica, un 22,8% (n = 25) a la evangélica y un 5,3% (n = 6) refirió ser de otra confesión (testigos de Jehová, Judaica, mormón y ateo). La evaluación del nivel de estereotipo negativo por medio del CENVE arrojo que el 53,5% (n = 61) de los estudiantes obtuvo un alto nivel de estereotipo negativo (tabla 1). Con respecto a la media de la puntuación obtenida en los tres factores, el 14,86 fue en el factor salud, el 13,56 en el factor motivacional-social y el 12,81 en el factor carácter personalidad (tabla 2). En el momento de describir las puntuaciones de los factores respecto al sexo de los estudiantes, se obtuvo una diferencia de 1,52 puntos en el factor salud, 0,75 puntos en el factor motivacional-social y 0,27 puntos en el factor carácter personalidad (tabla 3). Cuando se evalúan las puntuaciones de los factores respecto a la religión, se observa que aquellos de la categoría “otras” presentaron una puntuación media superior en los factores salud y motivacional-social con respecto a los que pertenecían a la religión católica y a la evangélica (tabla 4). Respecto a la relación que presentaban los estudiantes con los ancianos y la media de puntuaciones obtenidas en los diferentes factores, se observó que no hubo grandes diferencias en las medias obtenidas en los tres factores entre los estudiantes que tenían a sus abuelos vivos, vivían o no con los ancianos o compartían con los ancianos (tabla 5).
Tabla 2. Medidas de resumen de la puntuación obtenida en las tres dimensiones que evalúa el nivel de negatividad del estereotipo vejez de los estudiantes participantes del estudio
![](/img/revistas/geroko/v31n1//1134-928X-geroko-31-01-2-gt2.jpg)
aCorresponde a la puntuación mínima y máxima por cada dimensión del instrumento.x̅ ± DE: media aritmética ± desviación estándar; P25: percentil 25; P25: mediana; P75: percentil 75.
Tabla 3. Puntuación de las tres dimensiones, que evalúa el nivel de negatividad del estereotipo vejez de los estudiantes participantes del estudio desagregado por sexo
![](/img/revistas/geroko/v31n1//1134-928X-geroko-31-01-2-gt3.jpg)
Media aritmética ± desviación estándar.
Tabla 4. Puntuación de las tres dimensiones que evalúa el nivel de negatividad del estereotipo vejez de los estudiantes participantes del estudio desagregado por religión
![](/img/revistas/geroko/v31n1//1134-928X-geroko-31-01-2-gt4.jpg)
aTestigos de Jehová, Judaica, mormón y ateo.Media aritmética ± desviación estándar.
DISCUSIÓN
Este estudio identifica los niveles de estereotipos negativos en estudiantes de establecimientos rurales, donde destaca el predominio de un alto nivel de estereotipo negativo, seguido de un bajo nivel de estereotipo negativo; por tanto, estos resultados nos sugieren que en Chile, de acuerdo con la evidencia científica, indistintamente en el área urbana o rural existe una percepción negativa hacia la vejez por parte de la población12,13. Por otro lado, estos resultados difieren de dos investigaciones, una realizada en Colombia y otra en España, donde predominó un bajo nivel de estereotipo negativo14,15. Estas diferencias podrían deberse a los diferentes grupos de estudios analizados en estas investigaciones, donde se estaría comparando escolares de 9 a 13 años con adultos, además de las vivencias propias de cada persona, donde la cultura cumple un papel importante. En esta misma línea, un estudio de estereotipos, de tipo cualitativo realizado en España a una comunidad educativa, arrojo que los estudiantes asociaban la vejez con decadencia, enfermedad, pérdida, deterioro e incapacidad10, características que se asemejan a las encontradas en el presente estudio, donde predomina un alto porcentaje de estereotipo negativo, asociado a características del anciano como incapacidad, deterioro mental y dependencia, entre otros. Estos resultados se muestran preocupantes en el momento de analizar un estudio realizado a adolescentes de un instituto rural donde el 93% piensa que los ancianos son una carga para la sociedad y un 68% refiere que son menos tolerables6, lo cual estaría indicando que la visión que se tenga de los ancianos desde la etapa escolar se conservaría en la adolescencia y quizás en la adultez. Debido a la limitación del estudio por ser descriptivo y no permitir establecer relaciones entre variables para determinar causalidad, se buscó otra explicación a esta problemática, tomando como referente las visiones de las corrientes más clásicas del pensamiento del ser humano, donde filósofos como Platón veían la vejez como sinónimo de pérdida, enfermedad y deterioro, pero también, el concepto que se tenga de vejez irá de acuerdo con la cultura, época y lo socialmente valorado, lo cual influye en la representación que tendrán los niños de la vejez16.
Basándonos en la percepción de terceros sobre los ancianos, resulta necesario realizar intervenciones que se enfoquen en cambiar la visión negativa respecto a ellos, para que puedan sentirse integrados y valorados en la sociedad. Para lograr que este cambio sea posible, no solo se debe intervenir en los estudiantes, sino también en la comunidad, ya que la familia es el primer factor influyente en las representaciones que tienen los niños en cada ámbito de la sociedad, por lo que, si estos ven a los ancianos como sinónimo de algo negativo, esta percepción se traspasará a los estudiantes. Es aquí donde los profesionales de enfermería tienen como misión potenciar los esfuerzos para ir disminuyendo la existencia de estereotipos hacia los ancianos, en conjunto con organizaciones que trabajen con estos, y además, fomentar la participación intergeneracional para crear instancias de diálogo entre ambos grupos, para que disminuyan de esta forma los estereotipos existentes. Del mismo modo, los gobiernos deberían implementar campañas a todo nivel para educar respecto al envejecimiento saludable y combatir el estereotipo negativo del envejecimiento que aún se hace presente en la sociedad actual.
CONCLUSIONES
Los resultados de esta investigación concluyen que los escolares de nivel básico de establecimientos rurales presentan predominio de un alto nivel de estereotipo negativo, lo cual proporciona una de las primeras evidencias en Chile sobre este grupo de estudio que permitirá forjar las bases para investigaciones futuras.
LIMITACIONES
Dentro de las limitaciones se encuentran:
La investigación es de naturaleza descriptiva; por tanto, no permite determinar relaciones o causalidad del fenómeno.
Presencia de alumnos inscritos en los establecimientos rurales, que no concuerda con la población real que asistía a las clases. Por este motivo, se procedió a cambiar el total de población con la que realmente asistía como alumno regular; por tanto, los no inscritos fueron excluidos de la población de estudio.
El espacio físico utilizado para la recolección de datos no contó en ocasiones con el silencio requerido, debido a la infraestructura de las aulas.