INTRODUCCIÓN
España contempla impertérrita el progresivo envejecimiento de su población, tal y como pronosticaron desde hace décadas todos los organismos nacionales e internacionales que se encargan de advertir los cambios venideros en las poblaciones y sus características.
Las políticas y estructuras sociales tienen que adaptarse a estos cambios si quieren cumplir con la finalidad de su existencia; esto es, el servicio a la población.
También las profesiones tienen que asumir un compromiso de adaptación a la nueva sociedad que se presenta, con un estrecho seguimiento por parte de los poderes públicos que son los que supervisan y otorgan legitimidad a los cambios que se generen en el ordenamiento de cada profesión.
La Organización Mundial de la Salud define la Enfermería de la siguiente manera: “abarca la atención autónoma y en colaboración dispensada a personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención dispensada a enfermos, discapacitados y personas en situación terminal”1.
Entre los diversos campos de actuación de la enfermería, el de la geriatría y gerontología es uno de los que se puede prever una demanda en aumento debido al crecimiento de la población mayor. Según los datos del Padrón Continuo (Instituto Nacional de Estadística [INE]), a 1 de enero de 2017 había en España 8.759.634 personas mayores (de 65 años o más), el 18,8% del total de la población (46.539.026)2. Según proyección del INE, en el año 2066 habrá más de 14 millones de personas mayores, un 34,6% del total de la población, que alcanzará los 41.068.643 habitantes3.
Además del aumento de este grupo de población, la importancia de la asistencia de salud que se presta a los mayores viene reforzada por las características de las necesidades de estos. No solo en cantidad, sino en calidad de la atención es en lo que este grupo de población tiene unos requerimientos especiales. En atención primaria de salud (APS), mantener estilos de vida saludables, especialmente aquellos que se relacionan con la alimentación y la actividad física, sigue siendo prioritario para los mayores de 65 años; a nivel de atención especializada, las personas mayores generan el 42% de la demanda hospitalaria en el Sistema Nacional de Salud; de los Servicios Sociales, los mayores disfrutan de los servicios de ayuda a domicilio (SAD), hogares para personas mayores (atención diurna y/o nocturna), centros de día, atención residencial (viviendas para mayores, centros residenciales)3. En todos los ámbitos de la salud, el individuo mayor está presente, incluso en mayor medida que otros perfiles de población; por lo tanto, cabe esperar que el profesional de enfermería también lo tenga presente en sus expectativas como sujeto de sus cuidados. Esto podría significar que un número importante de profesionales puede estar interesado en la especialidad de Geriatría.
La profesión de enfermería, como tantas otras, está sumida en este proceso de cambio y adaptación, desde el ámbito asistencial que mantiene el contacto directo con la población, hasta el ámbito docente, donde se forma la próxima generación de enfermeras que se enfrentará a la nueva población envejecida de España. Los John A. Hartford Foundation Centers of Geriatric Nursing Excellence publicaron en 2006, en los Estados Unidos, cuáles son las pautas para el éxito del reclutamiento de futuros estudiantes de Enfermería Geriátrica4.
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
¿Conocen los estudiantes de Grado en Enfermería la existencia de la especialidad en Enfermería Geriátrica? ¿Es posible enfocar su futura trayectoria profesional a la asistencia de las personas mayores? Conocer esta realidad es a lo que aspira esta investigación.
JUSTIFICACIÓN
Hasta el momento, pocos estudiantes de enfermería se planteaban continuar su formación universitaria más allá de la diplomatura o el grado, pues no existía un camino posgrado ni una opción de especialización (con la excepción de las especialidades de matrona y enfermera de empresa, tal y como se denominaron en ese tiempo).
Pero, en la actualidad, el escenario formativo ha cambiado y las posibilidades de formación son múltiples, tanto en posgrado como en especialidades. El 63,3% de los estudiantes de enfermería explorados en una investigación sobre sus preferencias profesionales mostró interés por la formación posgrado5.
Y tan importante es la posibilidad de recorrer un camino como la inquietud para iniciarlo. La información es imprescindible para alimentar esta inquietud, con lo que si no existe información entre los estudiantes ningún camino podrá ser recorrido.
Numerosos estudios revelan que la intención de ampliar su formación u orientar sus trayectorias futuras al ámbito del cuidado de las personas mayores ocupa los últimos lugares entre las preferencias manifiestas de los estudiantes universitarios de Grado de Enfermería6 7 8-9. En un estudio elaborado sobre una muestra de 300 alumnos de último curso de Enfermería (Mangalore, India, 2015), el cuidado a las personas mayores y los enfermos mentales interesaba a un 6,7%, por detrás de la docencia (21,0%), los cuidados críticos (19,7%), pediatría (12,7%), ginecología y obstetricia (11,3%) y enfermería quirúrgica (7,3%)5.
CONTEXTO TEÓRICO
En el año 2005, mediante el Real Decreto 450/2005, de 22 de abril, sobre especialidades de Enfermería (L1 en anexo II, que contiene todas las referencias legislativas) se derogan diez especialidades de Enfermería existentes hasta ese momento y que obedecían a iniciativas legislativas estatales de diferentes épocas. Al mismo tiempo, se establece un sistema de especialización en Enfermería dentro del modelo de Espacio Europeo de Educación Superior surgido de la Declaración de Bolonia, orientado a proporcionar una mejor atención sanitaria a los ciudadanos. El nuevo catálogo de especialidades de Enfermería definido en este Real Decreto consta de siete especialidades, entre las que se encuentra la especialidad de Enfermería Geriátrica.
En el año 2009 se produce otro avance en el desarrollo de la especialidad de Enfermería Geriátrica mediante la Orden SAS/3225/2009, de 13 de noviembre, por la que se aprueba y publica el programa formativo de dicha especialidad (L2). Se define y justifica la especialidad, detallando las disciplinas de sus contenidos y la ponderación de las prácticas. La creación de las unidades docentes responsables de la formación depende de cada comunidad autónoma (CC. AA.), por lo que se ha generado la actual situación de desigualdad con territorios que las han creado y territorios que no.
Es en el año 2013 cuando se materializa la consecución del título de Especialista en Enfermería Geriátrica por parte de miles de enfermeras españolas a través de la vía excepcional, mediante la prueba objetiva publicada en la Resolución de 30 de agosto de 2013, de la Dirección General de Política Universitaria en el Boletín Oficial del Estado (L3).
ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN
No se hallaron estudios en los que se cuantificara el conocimiento de los estudiantes de Grado de Enfermería respecto a la existencia de esta u otras especialidades. Sí existen numerosas referencias a la preferencia o atracción que ellos sienten5,6,8.
HIPÓTESIS
Los alumnos que estudian Grado de Enfermería en una ciudad donde se forma a residentes de Enfermería Geriátrica están mejor informados acerca de esta especialidad.
OBJETIVOS
Objetivo general. Evidenciar si existe relación entre la presencia de unidad docente de especialistas internos residentes (EIR) en la especialidad de Enfermería Geriátrica en una ciudad y cómo de informados están sus estudiantes universitarios de grado acerca de esta especialidad.
Objetivo específico 1. Medir el conocimiento acerca de la especialidad de Enfermería Geriátrica que tienen los estudiantes de una ciudad que no posee una unidad docente de EIR de Enfermería Geriátrica: estudiantes de tercer curso de Grado de Enfermería de la Universidad de Jaén.
Objetivo específico 2. Medir el conocimiento acerca de la especialidad de Enfermería Geriátrica que tienen los estudiantes de una ciudad que posee unidad docente de EIR de Enfermería Geriátrica: estudiantes de tercer curso de Grado de Enfermería de la Universidad de Albacete.
Objetivo específico 3. Comparar la inquietud de ambos grupos para continuar su carrera profesional en este ámbito.
Objetivo específico 4. Divulgar entre los estudiantes la situación actual de la especialidad y su relevancia social y laboral a corto plazo.
METODOLOGÍA
Estudio descriptivo transversal, de naturaleza cuantitativa.
La población estudiada comprende a los estudiantes de tercer curso de Grado de Enfermería que se encuentran desarrollando el prácticum de Enfermería Geriátrica en centros de atención a personas mayores, en las ciudades de Albacete y Jaén, durante el comienzo del curso académico 2017/18. La elección de ambas ciudades obedece a que la primera posee la unidad docente que forma a los residentes de la especialidad de Enfermería Geriátrica, con las directrices que en su día estableciera la Orden SAS/3225/2009, de 13 de noviembre, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Enfermería Geriátrica (L4), y la segunda carece de ella (no existe la posibilidad de formarse). Además de esta diferencia cualitativa, existe otra de carácter cuantitativo: Castilla-La Mancha es la CC. AA. que más plazas ha ofertado en todo el territorio español para formarse en esta especialidad durante 2018 (L5), con ocho plazas. Análogamente, Albacete es la provincia española con mayor número de plazas (en la misma convocatoria) (L5). Sin embargo, Jaén y Andalucía ofrecieron cero plazas en el mismo año (L5).
Dado el escaso volumen de la población de estudio, no se hace necesario la selección de una muestra, pues es posible entrevistar a todos los individuos. La N de Albacete es de 34 estudiantes y la N de Jaén es de 32 estudiantes.
Las variables de estudio son:
-
Demográficas:
Edad medida en años. Se establece una escala ordinal de tres niveles (véase anexo I). Variable dependiente.
Sexo. Variable nominal dicotómica (hombre/mujer). Variable dependiente.
-
De conocimiento:
Conocimiento de la existencia de la especialidad. Nominal dicotómica (Sí/No). Variable dependiente.
Orden de preferencia. Se establece escala jerárquica de siete niveles (en relación con las siete especialidades existentes). Variable dependiente.
Conocimiento de posibilidad de formarse en su CC. AA. Nominal dicotómica (Sí, se puede/No lo sé). Variable dependiente.
Conocimiento de la existencia de puestos de trabajo. Nominal dicotómica (Sí, existen/No existen). Variable dependiente.
Los valores de todas estas variables se recogen a través del cuestionario elaborado expresamente para este estudio (anexo I). Es el único instrumento utilizado. Se autoadministra después de una breve introducción acerca de la evolución de las especialidades de Enfermería. El tiempo estimado requerido para cumplimentar el cuestionario es de 5 minutos. El tiempo total estimado requerido en cada intervención es de 20 minutos, en los que se incluye:
Presentación del proyecto.
Presentación y cumplimentación del consentimiento informado.
Presentación y cumplimentación del cuestionario.
Comentario de dudas de contenido que se generan tras la cumplimentación del cuestionario.
La variable “existencia de Unidad Docente” es la variable independiente; es nominal y dicotómica (Sí/No).
El análisis estadístico es descriptivo y se ocupa exclusivamente de los porcentajes de los valores de las variables demográficas y de las respuestas dadas (análisis estadístico univariable).
El proyecto fue autorizado por el comité ético de cada universidad y no existió conflicto de intereses entre los autores y el contenido de la investigación. El anonimato de las personas entrevistadas queda garantizado.
RESULTADOS
En la población de la Universidad de Albacete (34 individuos), el 91,17% de los individuos pertenecen al primer intervalo de edad (2025 años); el 23,53% son hombres y el 76,47%, mujeres. En la población de la Universidad de Jaén, el 87,50% de los individuos pertenecen al primer intervalo de edad (20-25 años); el 28,12% son hombres y el 71,88%, mujeres.
Las respuestas ofrecidas por la población de la Universidad de Albacete fueron:
El 100% conocía la existencia de la especialidad de Enfermería Geriátrica.
El 0% elegiría esta especialidad como primera opción; el 20,59% la elegiría como segunda opción; el 38,23%, como tercera opción; el 26,47%, como cuarta opción; el 8,82%, como quinta opción, y el 2,94%, como sexta opción. El mismo porcentaje elegiría esta especialidad como séptima opción.
El 58,82% afirma que podrían formarse en su CC. AA; el 41,18% restante no lo sabe.
El 58,82% cree que existen puestos de trabajo para esta especialidad; el 41,18% restante cree que no.
Las respuestas ofrecidas por la población de la Universidad de Jaén fueron:
El 100% conocía la existencia de la especialidad de Enfermería Geriátrica.
El 0% elegiría esta especialidad como primera opción; el 0% elegiría esta especialidad como segunda opción; el 15,62% la elegiría como tercera opción; el 31,25% la elegiría como cuarta opción; el 25,00%, como quinta opción; el 21,87%, como sexta opción y el 6,25% la elegiría como séptima opción.
El 25,00% afirma que podría formarse en su CC. AA; el 75,00% restante no lo sabe.
El 59,37% cree que existen puestos de trabajo para esta especialidad; el 40,63% restante cree que no.
En síntesis, véanse las respuestas representadas en forma de gráfica en las figuras 1 a 3.
La hipótesis se cumple parcialmente: en una de las dos cuestiones que miden el conocimiento sí existe diferencia en las respuestas (fig. 2); en la otra no (fig. 3).
DISCUSIÓN
La literatura revisada nos muestra varias claves para entender la perspectiva de los estudiantes universitarios de Enfermería respecto a la especialidad de Enfermería Geriátrica.
Como clave preliminar avanzaremos que los resultados de los diferentes estudios consultados son similares con independencia del país en el que se han publicado. Culturas tan distintas y distantes entre sí (Estados Unidos, Grecia, Israel, La India o Suecia) coinciden en sus resultados.
La primera clave consiste en que el interés de los estudiantes por este ámbito de desarrollo profesional es bajo5,6,8,9. El interés mostrado por los estudiantes de las universidades incluidas en el presente estudio podría calificarse como de moderado (Albacete) a bajo (Jaén).
Cada vez tenemos al alcance mayor número de instrumentos cuantitativos que miden distintas variables en torno a la actitud de los estudiantes universitarios de enfermería respecto a las personas mayores10. Dicha actitud suele ser negativa7,11,12, además de predictiva, para más tarde orientar su actividad profesional6,13, y se transforma en positiva cuando tienen una experiencia real de acercamiento a este sector etario o cuando la proyectan sobre lo que será su propio envejecimiento7,9,14 15-16. Este fenómeno también está descrito en estudiantes de otras disciplinas de las Ciencias de la Salud17.
Y por último, subrayar la trascendencia que ostentan el profesorado, los tutores y mentores de los estudiantes. El rol de enfermera especialista en el cuidado de las personas mayores ejerce una notable influencia en el estudiante6,11, pues considera a sus instructores como modelos de rol18.
CONCLUSIONES
Todos los estudiantes de tercer curso de Grado de Enfermería que estudian en las universidades de Albacete y Jaén y desarrollan su prácticum de la asignatura de Enfermería Geriátrica conocen la existencia de la especialidad de Enfermería Geriátrica, con independencia de la ciudad en la que estudian.
La existencia de unidad docente de una especialidad en la ciudad en la que se estudia el Grado de Enfermería podría aumentar el conocimiento sobre esa especialidad que los estudiantes de la titulación tienen e incluso estimular su elección para formarse una vez terminado el grado.
Sin embargo, no hay evidencia de que influya en que los estudiantes conozcan la existencia de puestos de trabajo específicos para esa especialidad: las respuestas de los estudiantes de ambas universidades son similares (mayoritariamente creen que existen), aunque este resultado se contradiga con la realidad.
Tampoco se evidencia que influya en la edad y sexo de los estudiantes que determinan estudiar la titulación de Grado de Enfermería, pues son poblaciones similares en ambas universidades.
En definitiva, para llegar a hacerse la pregunta que titula esta investigación (¿quiero ser especialista en Enfermería Geriátrica?), concluimos que es relevante la existencia de una unidad docente de referencia