Introducción
El procedimiento de cirugía menor (CM) ambulatoria se realiza en el ámbito de atención primaria (AP) e incluye una serie de procedimientos quirúrgicos sencillos y generalmente de corta duración, que se realizan sobre tejidos superficiales y/o estructuras fácilmente accesibles, bajo anestesia local, que tienen bajo riesgo y tras los que no son esperables complicaciones posquirúrgicas graves 1. Su aplicación es coste eficiente, acorta los tiempos de espera y evita desplazamientos a los pacientes 1,2.
En un estudio epidemiológico en el que se analiza el impacto en 3 áreas sanitarias de Asturias, se describe que el 6,8% de la población pasó por el programa de CM en 1 año (2009) 3. En otro estudio, llevado a cabo en un centro de salud, en el período 2001-2012 se han atendido 2.814 pacientes dentro del programa de CM 4.
En las 2 unidades de gestión clínica (UGC) del presente estudio, ambas pertenecientes al Área de Gestión Sanitaria (AGS) Este de Málaga-Axarquía, se han atendido en el período 2016-2020 un total de 4.919 pacientes dentro del programa de CM.
Por otra parte, en diferentes estudios 5,6 se cuantifican y describen las posibles complicaciones derivadas de este procedimiento, datos relevantes para comparación y discusión de los resultados expuestos en este estudio.
Compete a los profesionales de enfermería la cura y seguimiento posterior de los pacientes sometidos a estas intervenciones. Actualmente, no se dispone de un procedimiento específico o de una metodología estandarizada para la cura de estas lesiones, por tanto, queda a criterio y al conocimiento de cada profesional la metodología a seguir, dando lugar a variabilidad en el abordaje de la herida quirúrgica tras la CM.
En la CM ambulatoria, para el cierre de las heridas quirúrgicas se usan suturas, también se pueden usar otros materiales como el cianocrilato (adhesivo de secado rápido), que, aun teniendo sus ventajas en heridas poco profundas, presentan desventajas como la dehiscencia en zonas de tensión, y no se pueden aplicar en contra de las líneas de Langer 7.
En la bibliografía nos encontramos artículos donde se describen técnicas específicas de cura en ambiente húmedo para tratar la herida quirúrgica en intervenciones de cirugía general y ortopédica, comparándola con la cura tradicional y otras metodologías 8-14, así como revisiones sistemáticas y metaanálisis 15,16. En las conclusiones se apunta que estas técnicas reducen la aparición de complicaciones (flictenas, infección, etc., aumenta la confortabilidad del paciente y acorta el número de curas, lo que se traduce en una reducción del tiempo enfermero y disminución de los costes) 8,17-22.
Entre las técnicas descritas, se hace referencia a la técnica Mölndal, que consiste en aplicar un apósito de hidrofibra de hidrocoloide en contacto con la herida quirúrgica suturada, bajo un film de poliuretano al acabar el proceso quirúrgico y en el mismo quirófano. Esta técnica se describió por primera vez por Agnetha Folestad (2002) 23, tiene como finalidad evitar complicaciones en el proceso de cicatrización de heridas quirúrgicas (previniendo infección, formación de flictenas en la piel perilesional, maceración o dehiscencia), promover el confort en el paciente (reduciendo los cambios de apósito y permitiendo una higiene corporal sin limitación debida a la herida quirúrgica) y optimizar los recursos sanitarios (mejorando el coste-efectividad, disminuyendo el tiempo y la carga de trabajo de enfermería) 24. Actualmente, esta técnica goza en nuestro entorno de buena aceptación clínica y se utiliza de forma habitual en varios hospitales de nuestro país 17, tras intervenciones quirúrgicas de cirugía ortopédica y traumatológica.
En un reciente artículo publicado por López De los Reyes et al. 13, se describe lo que en opinión de los autores se considera como el mejor procedimiento para la aplicación de esta técnica una vez finalizado el acto quirúrgico, y concluye que la técnica Mölndal puede hacerse extensible a todo tipo de heridas quirúrgicas.
La técnica Jubilee es una modificación de la técnica Mölndal, en la que se aplica el apósito de hidrofibra de hidrocoloide y, en lugar de cubrir con un film de poliuretano, se utiliza como apósito secundario hidrocoloide extrafino 22,25.
No se ha encontrado en revisión bibliografía ninguna referencia al uso de ambas técnicas (Mölndal o Jubilee) en CM ambulatoria. Con el presente estudio, este equipo investigador propone analizar el impacto de las técnicas Mölndal/Jubilee modificándolas mediante el cambio de la hidrofibra de hidrocoloide por hidrofibra de hidrocoloide con plata, ocluyéndola con hidrocoloide extrafino, para los procedimientos que acaben en sutura. En AP la técnica de CM ambulatoria no se realiza en quirófano aséptico, sino en consultas polivalentes, por lo que la posibilidad de contaminación-colonización y posterior infección es alta.
Objetivos
General: comparar la técnica de cura en ambiente húmedo Mölndal/Jubilee modificada para las suturas en CM ambulatoria en relación con la cura seca.
Específicos:
Metodología
Tipo de estudio
Ensayo de intervención, longitudinal, prospectivo, multicéntrico y aleatorizado, con grupo control.
Ámbito de estudio
El estudio se desarrolló en las UGC de Algarrobo y de Vélez-Norte. Ambas pertenecientes al AGS Este de Málaga-Axarquía. Desde enero 2020 hasta diciembre 2020.
Unidad de estudio
Población perteneciente a las UGC de Algarrobo y de Vélez-Norte mayores de 16 años y que hayan firmado el consentimiento informado.
Criterios de inclusión: pacientes atendidos dentro del programa de CM ambulatoria en las UGC referenciadas y a los que se les haya realizado procedimientos quirúrgicos en cualquiera de las siguientes patologías: nevus, verruga, quiste epidérmico, quiste pilar, granuloma piógeno, cuerno cutáneo, CA basocelular, ganglión, papiloma, lipoma, neurofibroma o cuerpo extraño, y que terminen en sutura.
Criterios de exclusión: no querer participar en el estudio. Pacientes en los que la técnica realizada haya sido con bisturí eléctrico o extirpación ungueal. No permanezcan en la UGC hasta la retirada de la sutura.
Tamaño de la muestra: se calculó de forma previa al comienzo del estudio, se estimó una muestra de 192 pacientes, de los cuales 96 fueron asignados al grupo control y 96 al grupo intervención, la asignación se realizó mediante una Tabla aleatorizada al grupo control o intervención. Tanto los pacientes como los profesionales que les atendieron conocían si estaban asignados al grupo control o intervención.
Metodología de cura en el grupo intervención: después de la finalización de la técnica de CM, se limpió con suero fisiológico, se aplicó clorhexidina al 1% dejando actuar y se retiró con suero fisiológico. Se aplicó hidrofibra de hidrocoloide con plata y se cubrió con apósito secundario de hidrocoloide transparente. La primera revisión se realizó a las 72 h si no hubo signos de complicaciones se mantuvo la cura sin levantarla. Se revisó nuevamente a las 72 h manteniéndola hasta la retirada de la sutura (de 7 a 10 días dependiendo de la localización).
Metodología de cura en el grupo control: tras la finalización de la técnica de CM, se limpió con suero fisiológico, se aplicó clorhexidina al 1%, nitrofural o gasa vaselinada y se cubrió con apósito de gasa seca, fijándose con esparadrapo. La primera revisión se realizó a las 48 h si no había signos de complicaciones, se continuó con el mismo procedimiento de cura, continuando las revisiones cada 48 h hasta la retirada de la sutura.
Variables analizadas
Edad, sexo, días hasta la cicatrización, número de curas realizadas, tiempo invertido en la cura en minutos (desde que se colocan los guantes hasta su retirada), dolor mediante escala visual analógica (EVA), complicaciones: hemorragia (sangrado en sabana), infección (al menos 2 de los signos como celulitis, pus, absceso, exudado hemopurulento, seropurulento, mal olor, exudado seroso con eritema, dolor espontáneo a la palpación), dehiscencia de sutura (despegamento de los tejidos con separación de bordes), dermatitis de contacto (a cualquiera de los materiales usados en las curas), eritema (enrojecimiento doloroso alrededor de la herida), dolor medido con EVA (tras el acto quirúrgico, desde la cirugía hasta la primera cura, en el transcurso de una visita a otra, tras finalizar cada visita). Localización anatómica de la sutura. Cambios de apósitos realizados (número de cambios de apósitos realizados a cada paciente), saturación del apósito (en el grupo intervención se cambiará cuando el apósito primario esté saturado en tres cuartas partes de su medida o transcurran 7 días desde su aplicación, en el grupo control en cada visita). Diagnóstico del proceso (diagnóstico clínico de la patología intervenida).
Métodos e instrumentos para la recogida de datos
Se construyó un cuaderno de recogida de datos ad hoc, en el que se recogieron todas las variables citadas anteriormente. El cuaderno y el consentimiento se remitieron al enfermero/a responsable del seguimiento de la cura, para su cumplimentación.
Una vez finalizado el proceso y dado de alta al paciente, el enfermero/a envió en sobre cerrado el cuaderno a los investigadores mediante el circuito establecido en las UGC para los documentos confidenciales.
Análisis de los datos
Para analizar si las diferencias observadas en las frecuencias de las variables de interés son estadísticamente significativas, en el caso de variables cualitativas se ha evaluado mediante el test de chi-cuadrado o a través de la prueba exacta de Fisher en el caso de que el porcentaje de valores esperados menores de 5 supere el 20%.
Para analizar las diferencias entre variables cuantitativas continuas en 2 grupos independientes se ha aplicado la prueba de la t de Student para 2 muestras independientes en el caso de que se pueda aceptar la condición de normalidad de las variables en cada uno de los grupos, lo cual se ha comprobado mediante el test de Shapiro-Wilk. En caso de que no se pueda aceptar la normalidad se ha aplicado la correspondiente prueba no paramétrica de la U de Mann-Whitney.
Aspectos éticos
El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación de referencia en el Área Sanitaria Este de Málaga-Axarquía. Asimismo se les solicitó la firma del consentimiento informado para la inclusión en el estudio. Se garantizó la confidencialidad de los datos asignando a cada persona un número, por lo que no se utilizaron sus nombres, ni en el informe final ni durante la codificación, análisis y difusión de los datos según la Ley Orgánica 3/2018 de 5 de diciembre de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, y la legislación sobre protección de datos española (Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre). Asimismo se siguieron los principios éticos recogidos en la declaración de Helsinki, declaración sobre principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos, Helsinki (1964), y sucesivamente revisada en Tokio (1975), Venecia (1983), Hong Kong (1989), Somerset West (1996), Edimburgo (2000), Washington (2002), Seúl (2008), incluyendo la solicitud de consentimiento informado a todos los pacientes que se incluyeron en él.
Resultados
Tanto el grupo intervención, 96 casos, como el grupo control, 96 casos, son grupos homogéneos respecto a edad y sexo. La edad se agrupó en 4 rangos de 20 años, desde los 10 hasta los 90 años, los datos de edad y sexo se muestran en la Tabla 1.
Grupos edad | Pacientes grupo intervención | % | Pacientes grupo control | % | |
---|---|---|---|---|---|
Edad | 10 a 30 años | 2 | 2,1 | 10 | 10,4 |
31 a 50 años | 31 | 32,3 | 44 | 45,8 | |
51 a 70 años | 55 | 57,3 | 33 | 34,4 | |
71 a 90 años | 8 | 8,3 | 9 | 9,4 | |
Sexo | Hombres | 61 | 63,5 | 51 | 53,1 |
Mujeres | 35 | 36,5 | 45 | 46,9 |
En las localizaciones de las suturas destaca la espalda, con 31 intervenciones (32,3%) en el grupo intervención y 37 (38,5%) en el grupo control, le sigue la cara, con 15 (15,6%) en el grupo intervención y 10 (10,4%) en el grupo control y los brazos, con 10 (10,4%) para el grupo intervención y 16 (16,7%) para el grupo control. Tras estas localizaciones, siguen las piernas con 10 intervenciones para el grupo intervención y 9 para el grupo control, y el tórax, con 12 en el grupo intervención y 5 en el grupo control. Todas las localizaciones y su distribución se muestran en la Tabla 2.
Localización sutura | Grupo intervención | % | Grupo control | % |
---|---|---|---|---|
Cuello | 9 | 9,4 | 5 | 5,2 |
Pie | 3 | 3,1 | 4 | 4,2 |
Mano | 0 | 0,0 | 1 | 1,0 |
Cara | 15 | 15,6 | 10 | 10,4 |
Espalda | 31 | 32,3 | 37 | 38,5 |
Cabeza | 6 | 6,2 | 7 | 7,3 |
Pierna | 10 | 10,4 | 9 | 9,4 |
Tórax | 12 | 12,5 | 5 | 5,2 |
Abdomen | 0 | 0,0 | 1 | 1,0 |
Axila | 0 | 0,0 | 1 | 1,0 |
Brazo | 10 | 10,4 | 16 | 16,7 |
Los procesos más prevalentes fueron los quistes epidérmicos, con 45 en el grupo intervención y 49 en el grupo control; el carcinoma basocelular, con 12 en el grupo intervención y 5 en el grupo control; el dermatofibroma, con 9 en ambos grupos, y el lipoma, con 8 en el grupo intervención y 11 en el grupo control (Tabla 3). Entre otros procesos menos prevalentes estaría el quiste pilar, con 3 intervenciones para cada grupo, o el carcinoma epidermoide, con 1 en el grupo intervención y 3 en el grupo control.
Diagnósticos | Grupo intervención | % | Grupo control | % |
---|---|---|---|---|
Quiste epidérmico | 45 | 46,9 | 49 | 51,0 |
Carcinoma basocelular | 12 | 12,5 | 5 | 5,2 |
Dermatofibroma | 9 | 9,4 | 9 | 9,4 |
Lipoma | 8 | 8,3 | 11 | 11,5 |
Las complicaciones posteriores al proceso supusieron el 6,2% en el grupo intervención, 6 complicaciones, mientras que en el grupo control se observaron 27 complicaciones, el 28,1%. Se encontraron diferencias significativas (p = 0,00013) a favor del grupo intervención (Tabla 4). Respecto al tipo de complicación en el grupo control destaca la infección con 7 casos (25,9%), el eritema con 4 casos (14,8%) y la dehiscencia de sutura con 3 casos (11,1%). En el grupo intervención, las 6 complicaciones se distribuyen en 2 dermatitis, 2 eritemas y 2 reacciones al material de sutura.
Complicaciones | Grupo intervención | % | Grupo control | % |
---|---|---|---|---|
Ninguna | 90 | 93,8 | 69 | 71,9 |
Alguna | 6 | 6,2 | 27 | 28,1 |
Infección | 0 | 0 | 7 | 25,9 |
Eritema | 2 | 33,3 | 5 | 18,5 |
Dehiscencia de sutura | 0 | 0 | 3 | 11,1 |
Dermatitis | 2 | 33,3 | 5 | 18,5 |
Reacción sutura | 2 | 33,3 | 3 | 11,1 |
Hemorragia | 0 | 0 | 2 | 7,4 |
Reacción esparadrapo | 0 | 0 | 2 | 7,4 |
χ2* | p = 0,00013 |
*Comparación grupo intervención-grupo control.
La medición de la variable dolor se realizó en distintos momentos del estudio con la EVA. Tras finalizar la intervención y aplicación del apósito, el dolor fue de 1,6 de media para el grupo intervención, con una desviación típica (DT) de 2,3, para el grupo control fue de 1,7 de media con una DT de 2,2. Los pacientes declararon un dolor entre la intervención y la primera cura de 1,5 como media para el grupo intervención con DT de 1,8, y de 3,6 para el grupo control con DT de 1,8. Para el dolor medido en la primera cura refirieron las cifras de 1,3 de media con DT de 1,8 para el grupo intervención y de 3,9 con DT de 1,9 para el grupo control. En el transcurso entre la primera y la segunda cura declararon 0,4 de media para el grupo intervención con DT de 0,7 y 2,8 en el grupo control con DT de 1,8. En el acto de la segunda cura declararon 0,5 de media en el grupo intervención con DT de 0,9 y en el grupo control 2,9 con DT de 1,8. Igualmente se midió en el transcurso de la segunda y la tercera cura, en el acto de la tercera cura, en el transcurso entre la tercera y la cuarta cura y en la cuarta cura. Los datos se reflejan en la Tabla 5. Con estos datos se obtuvo el dolor medio, que fue de 0,5 de media para el grupo intervención con DT de 1,0 y de 2,1 de media para el grupo control con 1,2 de DT. Siendo el valor de p < 0,001 en favor del grupo intervención, obtenido con la prueba U de Mann-Whitney-Wilcoxon.
Momento medición dolor | Grupo | Media | DT |
---|---|---|---|
Dolor tras la intervención una vez aplicado el apósito de cierre | Intervención | 1,6 | 2,3 |
Control | 1,7 | 2,2 | |
Dolor entre la intervención y la primera cura | Intervención | 1,5 | 1,8 |
Control | 3,6 | 1,8 | |
Dolor en la primera cura | Intervención | 1,3 | 1,8 |
Control | 3,9 | 1,9 | |
Dolor entre la primera y la segunda cura | Intervención | 0,4 | 0,7 |
Control | 2,8 | 1,8 | |
Dolor en la segunda cura | Intervención | 0,5 | 0,9 |
Control | 2,9 | 1,8 | |
Dolor entre la segunda y la tercera cura | Intervención | 0,2 | 0,6 |
Control | 2,2 | 1,9 | |
Dolor en la tercera cura | Intervención | 0,5 | 1,1 |
Control | 2,4 | 2,1 | |
Dolor entre la tercera y la cuarta cura | Intervención | 0,0 | 0,0 |
Control | 1,6 | 1,3 | |
Dolor en la cuarta cura | Intervención | 1,3 | 2,1 |
Control | 1,8 | 1,3 | |
Dolor medio | Intervención | 0,5 | 1,0 |
Control | 2,1 | 1,2 | |
U de Mann-Whitney-Wilcoxon* | p < 0,001 |
DT: desviación típica.
*U significativa en favor del grupo intervención.
En la Figura 1 se puede observar, comparativamente entre el grupo intervención y el control, la evolución del dolor referido por los pacientes, por EVA, hasta la retirada de la sutura (finalización del procedimiento).
El número de curas o revisiones que se realizaron en el grupo intervención hasta la retirada de la sutura resultaron de 2 en 45 pacientes, el 46,9% del grupo, el mismo número, 45 pacientes, necesitaron 3 visitas y 6 pacientes, el 6,2%, necesitó 4 visitas. En el grupo control no hubo ningún paciente que necesitara menos de 3 visitas; hasta la retirada de la sutura, necesitaron 3 visitas 18 pacientes, el 18,8% del grupo, 4 visitas 41, el 42,7%, 5 visitas 30 pacientes, el 31,2%, y 7 visitas 7 pacientes, el 7,3%. La diferencia en favor del grupo intervención resultó significativa, con una p = 0,0005 obtenida con el test de Fisher (Tabla 6).
Diagnósticos | Grupo intervención | % | Grupo control | % |
---|---|---|---|---|
2 | 45 | 46,9 | 0 | 0,0 |
3 | 45 | 46,9 | 18 | 18,8 |
4 | 6 | 6,2 | 41 | 42,7 |
5 | 0 | 0,0 | 30 | 31,2 |
7 | 0 | 0,0 | 7 | 7,3 |
Test de Fisher* | p = 0,0005 |
*Test de Fisher significativo en la comparación del número de curas en grupo intervención y grupo control.
El tiempo medio en minutos invertido por los profesionales, desde la colocación de guantes hasta su retirada, a la hora de realizar las visitas con la metodología del grupo intervención en la primera visita fue de media de 2,4 min, mientras que para el grupo control resultó ser de 3,3 min, en la segunda visita se usó de media 2,6 min en el grupo intervención y 2,9 min en el grupo control, en la tercera 3,2 min en el grupo intervención y 2,9 min en el grupo control, en la cuarta visita 3,3 min en el grupo intervención y 3,2 en el grupo control, en la quinta visita solo quedaron pacientes del grupo control, y fue de 3,5 min, en la sexta visita de 2,6 min y en la séptima visita de 3,3 min, estos datos se reflejan en la Tabla 7. El tiempo medio de las visitas para el grupo intervención resultó ser de 2,7 min, con una DT de 0,6, y para el grupo control de 3,1 min, con DT de 0,6, con diferencia significativa (p < 0,001; prueba U de Mann-Whitney-Wilcoxon) en favor del grupo intervención.
Momento medición dolor | Grupo | Media | DT |
---|---|---|---|
Tiempo primera visita | Intervención | 2,4 | 0,9 |
Control | 3,3 | 0,9 | |
Tiempo segunda visita | Intervención | 2,6 | 0,9 |
Control | 2,9 | 0,7 | |
Tiempo tercera visita | Intervención | 3,2 | 0,7 |
Control | 2,9 | 0,8 | |
Tiempo cuarta visita | Intervención | 3,3 | 0,5 |
Control | 3,2 | 0,9 | |
Tiempo quinta visita | Intervención | 0,0 | 0,0 |
Control | 3,5 | 0,6 | |
Tiempo sexta visita | Intervención | 0,0 | 0,0 |
Control | 2,6 | 0,5 | |
Tiempo séptima visita | Intervención | 0,0 | 0,0 |
Control | 3,3 | 0,8 | |
Tiempo medio | Intervención | 2,7 | 0,6 |
Control | 3,1 | 0,6 | |
U de Mann-Whitney-Wilcoxon* | p < 0,001 |
DT: desviación típica.
*U significativa en favor del grupo intervención.
Respecto a los días hasta la retirada de la sutura o la resolución, en el grupo intervención se invirtieron de media 9,2 días, con una DT de 2,1, mientras que para el grupo control se emplearon 10,5 días, con una DT de 2,3. La diferencia resultó significativa, p = 0,001, para el grupo intervención (Tabla 8).
Discusión
La aplicación del apósito de hidrofibra de hidrocoloide con plata y la oclusión con un hidrocoloide extrafino transparente, ha reducido el tiempo de cicatrización, además de mejorar el nivel de dolor y disminuir las complicaciones, comparada con la cura tradicional.
El presente estudio se diseñó para conocer el impacto de unas técnicas de curas (Mölndal o Jubilee) usadas en cirugía y traumatología en distintos hospitales tras la sutura de la herida quirúrgica, y que se podrían usar en CM en AP con ciertas modificaciones. La técnica modificada podría servir para evitar las complicaciones, el tiempo empleado por los profesionales para resolver las suturas, mejorar el dolor de los pacientes atendidos, poder realizar su higiene diaria sin restricciones y mantener su calidad de vida posterior a la CM.
Este cambio de técnica, usando una hidrofibra de hidrocoloide con plata y ocluyendo con hidrocoloide extrafino y transparente (a partir de ahora técnica GHA) en lugar de la hidrofibra de hidrocoloide sin plata ocluyendo con poliuretano en la técnica Mölndal, o hidrofibra de hidrocoloide sin plata y ocluyendo con hidrocoloide transparente en la técnica de Jubilee, viene motivada por la circunstancia que la CM en AP se realiza en consultas polivalentes y no en quirófanos asépticos, por lo que existe una probabilidad añadida de contaminación-colonización de la herida quirúrgica.
Como se desprende de los resultados (Tabla 1), tanto el grupo intervención como el grupo control son homogéneos, por tanto, los resultados son comparables en ambos grupos.
Respecto a la localización de las lesiones intervenidas, esta no difiere de la de los estudios publicados 26-30. Igualmente sucede con los procesos sometidos a intervención, que no se diferencian de los de la literatura publicada 3,26,28,31-33.
Dentro de los objetivos de este estudio está la comparación de las complicaciones entre las 2 metodologías usadas, la técnica GHA y la cura tradicional.
En un estudio previo realizado por este grupo de expertos y presentado al VIII Congreso Internacional Virtual de Enfermería y Fisioterapia en 2017 34, se aportaban datos relativos a las complicaciones tras las CM ambulatorias realizadas en la UGC de Algarrobo. En los resultados destacaba la infección como complicación, que alcanzaba el 3,2% de las intervenciones, cifras superiores a las de otros estudios publicados 35,36. Aunque, igualmente, existe algún estudio cuyos datos superan a los publicados por este equipo en el año 2017 30.
Destacar la diferencia significativa entre la técnica GHA y la metodología tradicional respecto a las complicaciones en general, con un nivel de significación de 0,00013. Solo se ha presentado un caso de infección en el grupo intervención, con 7 en el grupo control. Aunque no hay estudios en CM de la utilización de la técnica GHA, sí existen acerca de la aplicación de la técnica Mölndal con la variación de la utilización de la hidrofibra de hidrocoloide con plata, aunque ocluyendo con poliuretano, como la técnica original, en pacientes intervenidos de sinus pilonidal, cadera o en la colecistectomía laparoscópica en cirugías hospitalarias 10,11.
Por otro lado, cabe destacar que las complicaciones ocurridas en el grupo control son más susceptibles de provocar estancamiento o cronificación de las lesiones (infección y dehiscencia de sutura) que las referidas en el grupo intervención (dermatitis y eritema, esta última con menor número de casos en grupo intervención).
Al comparar el dolor en cada visita mediante EVA o cura realizada y en el transcurso de cada visita en ambos grupos y obteniéndose el dolor medio para cada intervención, resulta con diferencias significativas, p = 0,001, a favor de la técnica GHA. Es decir, con la aplicación de la técnica GHA los pacientes refieren menor dolor que con la cura tradicional.
Un artículo referido al cambio de la cura tradicional por la técnica Mölndal 17, recoge datos sobre el dolor de la herida y la periherida y en sus resultados se comenta que no hay diferencias significativas dado que la muestra es muy pequeña, estos datos fueron recogidos por encuesta telefónica, haciendo referencia a otros artículos con los mismos resultados 9,37. Asimismo, en otro artículo de revisión bibliográfica 38 se hace referencia a la debilidad de los datos, sobre todo en cuanto a la fiabilidad y la validez. En estos artículos se recaban datos tras la cirugía mayor ambulatoria (cirugía realizada en quirófano hospitalario) y al dolor posterior a esta. Por el contrario, nuestros datos están basados en la opinión directa de los pacientes en el mismo momento de las intervenciones, por EVA, y la muestra es suficientemente amplia para refrendarlos.
El número de visitas realizadas por los enfermeros fue menor en el grupo intervención, con 3 como máximo, en comparación con las que precisaron los pacientes del grupo control, con un rango entre 3 y 7 (p = 0,005). Asimismo, el grupo intervención necesitó menos tiempo de intervención por cada cura que el grupo control (p = 0,001). Datos que concuerdan con otro estudio 13, aunque referido a la cirugía realizada en quirófano hospitalario, en el que también se refiere a la disminución del número de curas y la consiguiente reducción de las cargas de trabajo para enfermería, así como la disminución de costes. Esta disminución de la frecuencia de cambios se debe a las propiedades de los materiales usados en esta técnica 8,19,39. El confort del paciente mejora con la aplicación de esta técnica al poder realizar su higiene diaria.
Con esta técnica aplicada una vez terminado el acto de CM ambulatoria, se reduce el tiempo de cicatrización de las heridas cerradas por sutura, con diferencias significativas entre el grupo intervención y el grupo control. Debe aplicarse como tratamiento de elección en la cicatrización de las heridas quirúrgicas suturadas por la experiencia clínica descrita en la literatura 40.
Conclusiones
Con la aplicación del apósito de hidrofibra de hidrocoloide con plata y la oclusión con un hidrocoloide extrafino transparente han transcurrido menos días hasta la cicatrización, los pacientes refieren menos dolor y se han observado menos complicaciones, comparado con la cura seca, en pacientes de CM en AP, cuyos procesos acabaron en sutura.
El número de curas y el tiempo invertido en ellas se han visto reducidos, lo que implica una disminución de cargas de trabajo para enfermería, además de incidir positivamente en los costes adicionales.
Se han reducido las complicaciones en el grupo intervención, sobre todo referidas a la infección, mientras que en el grupo control se mantienen las que entorpecen el mecanismo normal de cicatrización, como es la referida a la infección y otras asociadas a la sutura, como la dehiscencia.
Tras la experiencia clínica descrita en la literatura y los datos aportados en este estudio, el uso de la hidrofibra de hidrocoloide con plata se podría aplicar al finalizar el acto quirúrgico de la CM ambulatoria una vez suturada la herida.
Sería necesario realizar otros estudios para comparar los resultados obtenidos en el presente, con el objeto de corroborar o refutar sus conclusiones.