Introducción
Las lesiones por presión (LPP) se constituyen como lesiones relacionadas con la dependencia (LRD)1, representan un problema de salud pública que día a día va en aumento en las instituciones hospitalarias, afecta a la calidad de vida relacionada con la salud tanto de las personas que las padecen como la de sus familiares, y trae consigo implicaciones económicas al incrementar los días de estancia para su tratamiento2,3,4,5,6,7,8,9.
Estas lesiones, muchas veces se subvaloran o no se consideran como una prioridad de atención en los centros hospitalarios10. Se constituyen en un evento adverso asociado al cuidado de la salud2,6,7,11,12, con implicaciones a nivel legal, atribuido en su mayoría al equipo de enfermería y que en el 95% de los casos, si se establecen las medidas adecuadas, se pueden prevenir13.
La visión holística de enfermería aborda a la persona en todas sus dimensiones de manera integral, y el cuidado de la piel se constituye en el objetivo principal articulado con la prevención, el diagnóstico y el tratamiento; elementos fundamentales en el abordaje del paciente con LPP o con riesgo de padecerlas14. La identificación oportuna de los factores de riesgo y el establecimiento de estrategias efectivas para su prevención, evitarán el desarrollo de estas lesiones en el paciente hospitalizado teniendo en cuenta que se considera como un indicador de calidad en la atención en salud10.
Algunos datos sobre prevalencia e incidencia de LPP en el ámbito hospitalario muestran que la problemática sigue vigente. La mayor incidencia ocurre en el hospital y la prevalencia se presenta con mayor frecuencia en las unidades de larga estancia, como los hogares de ancianos y los domicilios de los pacientes15,16.
En términos epidemiológicos, el panorama de las LPP a nivel mundial es bastante amplio. En el año 2013, España realizó el 4.º estudio nacional de prevalencia de LPP, y encontró una prevalencia en hospitales de adultos y niños del 7,87 y el 3,36%, respectivamente. El 65,6 % del total de LPP se presentaron en el hospital17.
A finales de 2017 se desarrolló el 5.º estudio nacional de prevalencia de LPP y otras LRD en población adulta en hospitales españoles18, en el cual se tuvo en cuenta lo establecido en el nuevo modelo propuesto por García-Fernández et al.1, relacionado con la clasificación de las LPP y otros tipos de LRD, obteniendo por primera vez datos epidemiológicos discriminados por cada tipo de lesión (presión, fricción, humedad, desgarros cutáneos y lesiones combinadas). Este estudio contempló diferentes centros de atención en salud como: hospitales, centros de atención primaria en salud, centros sociosanitarios y residencias de ancianos18.
En este estudio, se contó con la participación de 554 unidades de hospitalización de adultos de 70 hospitales españoles. La prevalencia global de LRD fue del 8,7%. De acuerdo con la clasificación de las lesiones, se encontraron las siguientes prevalencias: LPP, 7,0%; por humedad, 1,4%; por fricción, 0,9%; combinadas, 1,5%; laceraciones, 0,9%. Para el caso de las LPP, las unidades con prevalencias más altas fueron: cuidados paliativos (16,7%), UCI (14,9%) y unidades posquirúrgicas y reanimación (14,0%). En su mayoría, las lesiones se presentaron en el ámbito intrahospitalario asociadas al cuidado de la salud19.
En otros hospitales de Europa se evidenció que la prevalencia de LPP es similar a la de España, como el caso de Italia, cuya prevalencia fue del 8,3%, Francia del 8,9%, Alemania del 10,2%, Portugal del 12,5%, Irlanda del 18,5% y País de Gales del 26,7%20. En Jordania, la prevalencia de LPP se encuentra en el 12%21. Hasta el momento, China es el país que ha registrado la prevalencia más baja en LPP con un 1,8% en un hospital con 3.000 camas22. Para el caso de América: Canadá reportó una prevalencia global del 26%. En hospitales de Estados Unidos, la incidencia está entre el 2,7 y el 29,5%23.
En Colombia, los 2 últimos estudios realizados en los años 2013 y 2016 mostraron una prevalencia del 2,210 y el 5,2%24, respectivamente (baja en comparación con otros estudios), de lo que se puede inferir que existe algún tipo de subregistro en la información recolectada. Sin embargo, los hallazgos dan cuenta del panorama de las LPP en el país.
Diversos estudios evidencian las múltiples intervenciones enfocadas solo al tratamiento de pacientes con LPP2,3,4,5,6,7,8,9, en los que se demuestra además las diversas estrategias existentes y el conocimiento que tienen los enfermeros para su prevención25, sin embargo, la problemática se sigue presentando. Los conocimientos que el equipo de enfermería tenga relacionados con la prevención de LPP garantizarán el éxito en la implementación de programas de prevención, que se deben fortalecer y sustentar en la evidencia científica para dar respuesta a las necesidades de los pacientes, los profesionales y las instituciones de salud.
Objetivos
El objetivo general de la investigación fue determinar el nivel de conocimientos que tiene el equipo de enfermería sobre prevención de LPP en un hospital universitario de Colombia, a través de la aplicación del cuestionario de conocimientos sobre prevención de LPP CPUPP-31.
Como objetivos específicos se establecieron:
Realizar una caracterización sociodemográfica del equipo de enfermería de un hospital universitario.
Aplicar el instrumento CPUPP-31 en el equipo de enfermería de un hospital universitario.
Identificar los cuidados brindados por el equipo de enfermería de un hospital universitario sobre la prevención de LPP.
Metodología
Tipo de estudio
Descriptivo con abordaje cuantitativo de corte transversal desarrollado entre los meses de marzo y abril de 2021.
Unidad de estudio
Población: 141 enfermeros(as) y 210 auxiliares de enfermería que trabajan en un hospital universitario en la ciudad de Bogotá, D.C., Colombia. Participaron 98 enfermeros(as) y 97 auxiliares de enfermería con un porcentaje de respuesta del 55,5%.
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Criterios de inclusión:
- Enfermeros(as) con título de pregrado en enfermería con o sin formación posgradual, con y sin formación en cuidado de paciente con heridas, y pertenecientes a las 3 jornadas laborales (mañana, tarde y noche) de todos los servicios de la institución.
- Auxiliares de enfermería pertenecientes a las 3 jornadas laborales (mañana, tarde y noche) de todos los servicios de la institución, con y sin formación en cuidado de paciente con heridas.
Criterios de exclusión: enfermeros(as) y auxiliares de enfermería que no aceptaron participar en la investigación.
Recolección de los datos
Se aplicó el cuestionario CPUPP-3126 al equipo de enfermería. Debido a la pandemia por COVID-19, el cuestionario se diligenció a través de un formulario electrónico.
El cuestionario de conocimientos sobre prevención de LPP CPUPP-31 es uno de los resultados del proyecto de investigación de la Universidad de Jaén en España, Prevención del efecto adverso “Úlceras por presión” en el marco de seguridad del paciente: conocimientos, actitudes y barreras percibidas en profesionales de Enfermería (Proyecto SECOACBA)26. Este cuestionario permite medir el nivel de conocimientos sobre prevención de LPP. Es aplicable al personal de enfermería (enfermeras tituladas y auxiliares de enfermería). La versión CPUPP-31 es una modificación de la versión inicial CPUPP-37 tras la validación clínica26. Los autores recomiendan usar esta versión CPUPP-31 que ofrece mejores propiedades psicométricas de fiabilidad y validez26.
El manejo y análisis de los datos fueron tratados exclusivamente por el investigador, tabulados en base de datos y manejados bajo custodia, asegurando la confidencialidad y el anonimato.
Análisis de los datos
Se realizó a través de estadística descriptiva y analítica, uso de frecuencias y medidas de tendencia central, desviación estándar y prueba de la t de Student para muestras independientes. El uso de cada técnica se determinó de acuerdo con los hallazgos en el proceso de análisis. Para el procesamiento de la información se registraron de forma codificada los datos sociodemográficos y los resultados del instrumento CPUPP-31. Se utilizaron los programas SPSS 24 y Microsoft Excel 2019.
Consideraciones éticas
La investigación fue avalada por el Comité de Ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia con el código AVAL 026-19, y de la institución hospitalaria universitaria con el código CEI2019-11-09. El investigador contó con la autorización de los autores para el uso del instrumento CPUPP-31, y cada participante firmó el consentimiento informado electrónico donde aceptó participar libre y voluntariamente en la investigación.
Resultados
Datos sociodemográficos
La Tabla 1 muestra la caracterización sociodemográfica de la muestra: participaron 97 auxiliares de enfermería y 98 profesionales, con una tasa de respuesta del 55,5%.
Aplicación del cuestionario de conocimientos CPUPP-31
La Tabla 2 presenta las respuestas ítem x ítem obtenidas por los participantes donde hubo un porcentaje elevado de aciertos (clasificadas con el #1 en la Tabla). Se identificaron respuestas erróneas en los ítems 8, 10, 11, 13, 16, 17, 18, 22 y 25, con porcentajes de respuesta inferiores al 80%. Estos ítems se relacionan con cuidados básicos de la piel: valoración, uso de dispositivos para la redistribución de la presión, protección de la piel frente a dispositivos médicos, uso de ácidos grasos y/o apósitos liberadores de presión, reposicionamiento del paciente en cama o en silla y los cambios de posición junto al uso de superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP).
Fuente: datos de la investigación.
LPP: lesiones por presión.
Cifras en negrita: respuestas erróneas.
El nivel global de conocimientos sobre prevención de LPP se estableció como puntuación obtenida/31 x 100. La puntuación mínima obtenida fue de 19 y la máxima de 31, con una media de respuesta de 25,3 y desviación estándar de 2,2. El índice global de conocimientos fue del 80,6% (25/31 x 100), por lo que se puede inferir que es un adecuado nivel de conocimientos sobre prevención.
Otro aspecto que evaluó el instrumento es el nivel de desconocimiento sobre prevención, que está determinado como número de respuestas No sé/31 x 100. Para la presente investigación, el número de respuestas No sé fue de 270 para un índice global de desconocimiento del 4,5%.
Finalmente, se realizó una prueba de la t de Student para muestras independientes, en la que se comparó el nivel de conocimientos en prevención de LPP obtenido por los profesionales con el de los auxiliares de enfermería, que dio como resultado para varianzas iguales una diferencia estadísticamente significativa, con una p = 0,001, y fue representativo el nivel de conocimientos de los profesionales de enfermería (Tabla 3).
Identificación de cuidados brindados por el equipo de enfermería
Estos cuidados se relacionaron según las recomendaciones de las guías de práctica clínica27 y se establecieron dentro del protocolo institucional como: cuidado e inspección de la piel, movilidad, cambios de posición y uso de escalas de valoración del riesgo de LPP (EVRLPP) en los pacientes hospitalizados, evidenciando que dichas actividades son conocidas y de amplia divulgación en la institución, pero que, dada la complejidad y características de los servicios, en ocasiones se omiten.
Discusión
La prevención desempeña un papel importante en la identificación de los mecanismos mediante los cuales se producen las LPP y este debe ser el objetivo del cuidado de enfermería, disminuyendo así los factores de riesgo que las generan, teniendo en cuenta lo propuesto en el nuevo modelo teórico para el desarrollo de LPP y otras LRD por García-Fernández et al.1.
No obstante, Monzón Ferrer28 afirma que hay una falta de conocimientos relacionados con la prevención de LPP en el equipo de enfermería y, por otra parte, los conocimientos teóricos ya adquiridos no se aplican a la práctica clínica diaria. Se resalta la importancia del empoderamiento en el liderazgo de los equipos directivos de enfermería en el compromiso con la seguridad del paciente.
El porcentaje de participación del equipo de enfermería en la presente investigación fue del 55,5% (98 auxiliares de enfermería y 97 enfermeros[as]) (Tabla 1), que administraron el cuestionario CPUPP-31 de manera virtual a través de un formulario electrónico debido a las restricciones establecidas por la pandemia por COVID-19. Estos aspectos pudieron constituirse como un factor limitante para el desarrollo del estudio, sin embargo se cumplieron con los objetivos propuestos en la investigación.
El nivel de conocimientos sobre prevención de LPP estuvo por encima del 80%, que, si bien representa un adecuado nivel de conocimientos, otros aspectos relevantes como la complejidad, las características de los servicios y las labores administrativas llevan a un segundo plano actividades preventivas, que muchas veces se omiten, tal como lo expone Monzón Ferrer28.
González-Consuegra et al.29 realizaron un estudio de intervención prospectiva en un hospital universitario en Bogotá, con prueba de entrada diagnóstica para identificar el conocimiento del equipo de enfermería sobre la prevención de LPP. Se identificó que el grado de conocimiento es superior a mayor edad y tiempo de experiencia laboral. No obstante, en la presente investigación no se encontraron diferencias significativas en cuanto a nivel de conocimientos en los diferentes grupos etarios ni lo relacionado con años de experiencia laboral, teniendo en cuenta que el 50,3% de los participantes poseen formación técnica, el 49,7% tiene formación profesional, y de estos, el 64,9% cuenta con posgrado (especialización y/o maestría) (Tabla 1).
Por otra parte, el instrumento evaluó el índice de desconocimiento, que puede dar luces en la identificación de errores sobre conocimientos en el cuidado de la piel y soportar la creación de programas enfocados en la prevención de las LPP, que a largo plazo se convertirán en estrategias coste-efectivas para las instituciones de salud.
El índice global de desconocimiento en la presente investigación fue del 4,5%, bajo, pero que representa un indicador importante para determinar la aparición de lesiones de piel en personas sometidas a un proceso de hospitalización.
Este desconocimiento estuvo relacionado con cuidados básicos de la piel como: valoración, uso de dispositivos para la redistribución de la presión, protección de la piel, cambios de posición y reposición del paciente, uso de ácidos grasos y/o apósitos liberadores de presión como medida preventiva. Dichas actividades se conocen y son de amplia divulgación en la institución, pero que dada la complejidad y características de los servicios, en ocasiones son omitidas, lo que concuerda con lo expuesto en otros estudios28,30,31,32.
En primer lugar, se encuentra la valoración de la integridad de la piel, que debe realizarse en las primeras 24 h del ingreso, teniendo en cuenta factores de riesgo extrínsecos e intrínsecos1, valoración del riesgo de presentar LPP a través de instrumentos validados (EVRLPP)33,34 y abordaje de estrategias para la prevención25,35,36 establecidas en el protocolo institucional, todo esto acompañado de los registros de enfermería en la historia clínica respectiva.
En segundo lugar, se encuentran los cambios de posición y el reposicionamiento del paciente en cama. El objetivo en el plan de cuidados para paciente con LPP37 debe estar enfocado en la prevención, y la inmovilidad es el principal factor de riesgo relacionado con la aparición de este tipo de lesiones1. Disminuir sus efectos sobre la piel puede constituirse como una intervención esencial en términos de prevención.
El equipo de enfermería concuerda en que el cambio de posición se constituye como una estrategia efectiva para la prevención de LPP. Sin embargo, hay evidencia que lo expone como la intervención más costosa en términos de consumo de recursos humanos para su ejecución28,38. Representa cerca del 40% del tiempo de una jornada laboral diurna de un profesional en enfermería y se requiere de un equipo suficiente y capacitado, que puede verse afectado por factores como la carga laboral, relación enfermera-paciente y absentismo laboral, entre otros28.
En la actualidad, no existe consenso sobre el intervalo de tiempo idóneo para realizar el cambio de posición, sin embargo, el realizado cada 2 h es el que se ha establecido como regla general28,39. Monzón Ferrer expone que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre los cambios de posición cada 2, 3 y 4 h que justifique la existencia de un intervalo óptimo para la prevención de LPP. De acuerdo con los hallazgos del estudio, el cambio de posición realizado cada 4 h en combinación con el uso de SEMP, se constituye como el óptimo en términos de prevención, coste-efectividad y calidad de vida del paciente2,3,4,11,28.
Para todos los casos, el éxito en la realización de los cambios de posición radica en que se deben ejecutar e individualizar teniendo en cuenta las características particulares de cada paciente y sus necesidades de cuidado, por lo tanto, se deben enmarcar dentro del plan de atención de enfermería institucional.
En tercer lugar, se encuentra la gestión del riesgo a través del uso de una EVRLPP, que definida por Pancorbo et al.40 es “un instrumento que establece una puntuación o probabilidad de riesgo de desarrollar LPP en un paciente en función de una serie de parámetros considerados como factores de riesgo”. El equipo de enfermería concuerda en que el uso de estos instrumentos es una parte indispensable dentro de las actividades preventivas, es allí donde se identifican a los pacientes en alto riesgo y se establecen las estrategias para su prevención.
La gestión de estos instrumentos debe realizarse de manera objetiva teniendo en cuenta las características de cada paciente y, por tanto, es importante que se encuentren validados y adaptados al contexto colombiano33,34.
Los resultados de la presente investigación demuestran que existe un adecuado nivel de conocimientos sobre prevención de LPP, sin embargo, a pesar de que existen múltiples estrategias para su prevención25, es un problema que se sigue presentando en las instituciones de salud tal como lo reportan Hommel et al.7, y que puede estar enmarcado en un nuevo concepto denominado como el cuidado omitido.
En este sentido, el cuidado omitido es una problemática que se presenta en la práctica clínica y que se define como la falta o el retraso en la prestación de cualquier aspecto relacionado con el cuidado demandado por el paciente41,42. El fenómeno del cuidado omitido se basa en el modelo missed nursing care, que afirma que la forma como están estructuradas las organizaciones, las características del hospital, la unidad y el personal, interfieren con las actividades de los profesionales de enfermería, lo que resulta en cuidados omitidos que traen consecuencias negativas como insatisfacción, absentismo, y para los pacientes implica eventos adversos como infecciones, caídas y LPP, que impactan en la seguridad del paciente42.
Estudios recientes reportan una alta prevalencia en la omisión de uno o más componentes del cuidado de enfermería relacionados con actividades básicas de prevención como: cambios de posición, movilidad/deambulación, cuidado de la piel y educación del paciente y la familia para el alta41,42. Estas omisiones representan una variable importante para generar reflexión sobre la necesidad de revaluar la forma como está organizado el modelo de salud y las relaciones de trabajo del equipo de enfermería en las instituciones hospitalarias, lo que puede estar generando obstáculos para la obtención de resultados favorables en calidad y oportunidad en la atención.
Teniendo en cuenta los hallazgos, el acto del cuidado puede verse limitado por aspectos relacionados con la sobrecarga laboral, la relación enfermero-paciente, la rotación de personal, el estado crítico de los pacientes, la alta tasa de absentismo laboral, lo que dificulta la implementación de las medidas preventivas.
Conclusiones
La aplicación del cuestionario CPUPP-31 demostró ser una herramienta efectiva para identificar el nivel de conocimientos del equipo de enfermería de un hospital universitario. De acuerdo con los resultados descritos, hay un adecuado nivel de conocimientos sobre prevención de LPP entre profesionales y auxiliares de enfermería, sin embargo, la problemática se sigue presentando, y este es un indicador de calidad asociado al cuidado de enfermería y que tiene implicaciones sobre la seguridad del paciente.
Aunque el nivel de desconocimiento sobre prevención de LPP es bajo, este puede representar errores en aspectos coyunturales en el cuidado de la piel de los pacientes hospitalizados, que crean la necesidad de establecer un plan de formación y educación continuada para el equipo de enfermería enfocado en la prevención y gestión eficaz del riesgo, y así favorecer la implementación temprana de estrategias efectivas para la prevención de lesiones de piel como las LPP.
Los resultados de la presente investigación se constituyen en un valioso aporte para el diseño e implementación de programas, cuyo foco central sea la prevención de LPP soportados en la evidencia científica, que sin duda disminuyen los tiempos de trabajo, la carga física, la complejidad del cuidado y cualifica las ayudas técnicas garantes del acto del cuidado