Introducción
La sarcopenia es una enfermedad muscular progresiva y generalizada asociada con un aumento de los resultados adversos para la salud (caídas, fracturas, discapacidad y mortalidad)1. Desde sus orígenes en 19892, su definición se ha ido modificando y adaptando (inicialmente solo incluía la pérdida de masa muscular)3. Actualmente, se sabe que la sarcopenia afecta, no solo la cantidad de masa muscular, sino también la fuerza muscular y el rendimiento funcional. Actualmente, la definición más aceptada es la establecida en 2018 por el Grupo de Trabajo Europeo para la Sarcopenia en Adultos Mayores (EWGSOP), que establece como criterio principal la baja fuerza muscular sobre la baja masa muscular, aunque ambos forman parte de los criterios diagnósticos. Es una enfermedad que multiplica por 4 el riesgo de muerte por cualquier causa4 y tiene un gran impacto en otros resultados de salud como la pérdida de funcionalidad (inmovilidad, caídas, fracturas de cadera, y enfermedades cardiovasculares y respiratorias), dependencia, institucionalización y pérdida de calidad de vida5,6. Todo ello incrementa los ingresos hospitalarios, así como los costes tanto en el hospital como en la comunidad. Los datos antes mencionados tienen un impacto a nivel sanitario, económico, funcional y social en el sistema de bienestar7-9.
Aunque la sarcopenia se ha asociado tradicionalmente con edades avanzadas de la vida, actualmente se sabe que su aparición se establece a una edad más temprana. Se ha demostrado que la velocidad de pérdida de fuerza muscular es de 2 a 5 veces más rápida que la de la pérdida de masa muscular. La sarcopenia se considera actualmente un síndrome geriátrico y está reconocida desde 2016 por la CIE-10CM (M62,84). La prevalencia de sarcopenia varía según diferentes estudios, se establece en el 15,5% para sarcopenia y entre el 9,9-40,4% para sarcopenia probable (cuando se comprueba baja fuerza muscular sin poder determinar la cantidad o calidad de masa muscular) en adultos mayores entre los 60-70 años, y alcanza el 50% en los mayores de 80 años. En hogares de ancianos, la prevalencia de sarcopenia es de alrededor del 60%10-12.
La patogenia de la sarcopenia es compleja y multifactorial. Las causas de la sarcopenia secundaria incluyen causas metabólicas (sarcopenia diabética, sarcopenia urémica en pacientes con enfermedad renal crónica y obesidad sarcopénica), causas hormonales (sarcopenia hipogonadal), causas neurológicas por pérdida de neuronas motoras (sarcopenia neurológica, esclerosis lateral amiotrófica) o disminución de la formación de uniones neuromusculares. Entre las causas principales, los factores que juegan un papel relevante son las citocinas proinflamatorias, la disminución de la función mitocondrial, la producción anormal de miocinas, la pérdida de peso y apetito, y la activación de la apoptosis celular a través de la vía ubiquinina-proteasoma6,11. Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran la edad avanzada, el bajo nivel socioeconómico, la inactividad física, la hipovitaminosis D, el mal estado nutricional y dental, y comorbilidades como la osteoporosis. La resistencia a la insulina o los factores de riesgo cardiovascular como la diabetes, la hipertensión o la dislipidemia se asocian a un menor flujo sanguíneo muscular y también actúan como factores de riesgo independientes13,14.
A nivel poblacional, se recomienda realizar un cribado mediante el cuestionario SARC-F. Es una herramienta rentable en la práctica clínica diaria, que analiza el riesgo de sarcopenia mediante un cuestionario de 5 ítems. Sin embargo, para establecer el diagnóstico es necesario cuantificar el déficit de fuerza y masa muscular6.
Para el diagnóstico de sarcopenia, la fuerza muscular se puede estimar utilizando la fuerza de presión medida con un dinamómetro calibrado. La fuerza de presión se correlaciona bastante bien con la fuerza de otras áreas del cuerpo. Los puntos de corte establecidos dependen de la población estudiada. En Europa, los puntos de corte establecidos por el EWGSOP son 27 kg (59,5 libras) en hombres y 16 kg (35,2 libras) en mujeres7. En poblaciones asiáticas, el Asian Working Group of Sarcopenia (AWGS) establece en 2019 el punto de corte en 28 kg (61,7 libras) en hombres y 18 kg (39,7 libras) en mujeres1,15,16.
La masa muscular se mide cuantificando la masa muscular total o la masa muscular apendicular. Nuevamente, requiere un ajuste de acuerdo con la población estudiada. El EWGSOP establece el punto de corte para la masa muscular total en 20 kg (44 libras) para los hombres y 15 kg (33 libras) para las mujeres. Se recomienda utilizar la masa muscular apendicular ajustada según la altura con un punto de corte de 7 kg/m2 (15,43 libras/m2) para hombres y 6 kg/m2 (13,2 libras/m2) para mujeres. Esta cuantificación se puede realizar mediante resonancia magnética o tomografía computarizada, DXA (absorciometría dual de rayos X) o BIA (análisis de impedancia bioeléctrica). Las pruebas de imagen no se utilizan de forma rutinaria debido a la falta de puntos de corte bien establecidos, al coste y a los requisitos de personal altamente capacitado. Aunque a nivel de imagen, la cuantificación de la masa muscular se establece a nivel de L3, actualmente no existen referencias estándar para su diagnóstico17. La DXA es un instrumento más utilizado, aunque su portabilidad y coste no ayudan a generalizar su uso. El BIA permite estimar la masa a través de la conductividad eléctrica del cuerpo, de forma rápida, portátil y rentable18,19.
La gravedad de la sarcopenia se establece en función de los criterios de rendimiento funcional. La limitación funcional se establece mediante la velocidad de la marcha (< 9 m/s), SPPB (batería de rendimiento físico corto; punto de corte < 8 puntos), TUG (timed up y go; más de 20 s) o la “prueba de caminata de 400 m” (> 6 min)16.
Establecer un diagnóstico precoz permite la implementación de medidas preventivas encaminadas a revertir o frenar la pérdida de fuerza y masa muscular. Los tratamientos que han mostrado más evidencia hasta ahora son el ejercicio físico de resistencia (preferiblemente entrenamiento de alta intensidad), la suplementación de proteínas (asegurando una ingesta de 1-1,5 g de proteínas por kg del paciente por día), la suplementación con aminoácidos enriquecidos en leucina o hidroximetilbutirato, y suplementación con vitamina D. La insuficiencia o deficiencia de vitamina D está relacionada con la atrofia de las fibras musculares, aumento del riesgo de dolor musculoesquelético crónico, sarcopenia y caídas20-23.
Objetivo
El objetivo principal de esta investigación es establecer tanto la prevalencia como las variables relacionadas con la sarcopenia en pacientes del Hospital de Día Geriátrico (HDG) del Hospital Insular de Lanzarote.
Metodología
El HDG se centró en pacientes de la comunidad que han sufrido deterioro funcional o cognitivo y pacientes en convalecencia tras ingreso hospitalario por enfermedad neurológica aguda, traumatismo agudo o descompensación orgánica crónica.
El diseño de la investigación es observacional descriptivo-analítico. Se basa en la cuantificación y análisis de factores de riesgo de sarcopenia.
La muestra cumple criterios no probabilísticos (por intención de tratar), ya que está formada por pacientes que asisten al HDG desde septiembre de 2018 a enero de 2019.
Para la realización de este estudio, el geriatra responsable del HDG procede tanto a la recogida de datos como a la realización de las pruebas de los usuarios durante el período de estancia en esta unidad. Para ello, la hoja de recogida de datos se completa con:
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Variables independientes:
- Variables sociodemográficas: edad, sexo, estado civil, cuidador/a principal.
- Variables clínicas: índice de Barthel (IB) definido como dependencia leve-moderada para IB > 50 y grave < 50 puntos (para obtener más información, visite https://www.academia.edu/36129482/Barthel_Index_of_Activities_of_Daily_Living), test de Pfeiffer (TP) (para más información, consulte referencia 24), índice de fragilidad basado en una evaluación geriátrica integral (IF-VGI) (para obtener más información, visite la referencia 25), se define como fragilidad leve un IF-VGI < 0,4, moderada un IF-VGI entre 0,4-0,6 y severa un IF-VGI > 0,6, escala de deterioro global (GDS) (para obtener más información, visite https://geriatrictoolkit.missouri.edu/cog/Global-Deterioration-Scale.pdf), SPPB (para obtener más información, visite https://www.researchgate.net/figure/Short-Physical-Performance-Battery-components-and-scoring_tbl1_235690883), polifarmacia (más de 5 fármacos) y supervivencia al año de la inclusión.
- Variables analíticas: hemograma, proteínas totales, albúmina, colesterol, vitamina D.
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Variables dependientes:
- Fuerza muscular medida con el dinamómetro Camry EH101 (validado), diseñado para evaluar y comprobar la fuerza máxima en la contracción muscular. Método rápido y fácil de aplicar. Utiliza puntos de corte establecidos por el EWGSOP (27 kg para hombres y 16 kg para mujeres).
- SARC-F en versión española.
Las variables se analizan con el paquete estadístico SPSS versión 25.0 y los resultados se presentan desde el punto de vista descriptivo (estudio de prevalencia) así como analítico, para establecer relaciones entre las variables estudiadas relacionadas con la sarcopenia.
La puntuación y la evaluación del resultado total de la SPPB resulta de la suma de las 3 subpruebas y varía de 0 (peor) a 12 (mejor); los cambios en 1 punto tienen importancia clínica. Una puntuación por debajo de 10 indica fragilidad y un alto riesgo de discapacidad, así como caídas.
Resultados
Muestra de 55 pacientes: 40 mujeres (73%) y 15 hombres (27%), con una edad media de 73,25 años (desviación estándar [DE]: 13,4), rango: 54-95 años, predominantemente viudos (56%), casados (30%), solteros (8%), divorciados (6%), con hijo/a como cuidador principal (54,3%), cónyuge (40%), sin cuidador (5,7%). La muestra mostró dependencia leve a moderada en el 42% de los pacientes y severa en el 58%.
El 35% de la muestra presentó fragilidad leve, el 54% fragilidad moderada y el 11% fragilidad severa. El promedio, con un dinamómetro, fue de 14,4 kg para las mujeres (DE: 7,68) y 21,5 kg (DE: 10,34) para los hombres. El 66% de los hombres y el 77,5 de las mujeres tenían fuerza de agarre patológica. La cantidad promedio de medicamentos era 8,89 (DE: 3,69). El 94,7% de la muestra presentó polifarmacia.
En cuanto a la supervivencia, hubo 7 fallecimientos. El 87% de los pacientes sobreviven al año de seguimiento. La muerte más prematura se produjo a los 51 días (Tabla 1: descriptivos generales).
Variable | Media (DE) | Rango |
---|---|---|
Edad, años | 73,25 (13,4) | |
Sexo | Mujeres: 73% Hombres: 27% | |
IB | 63,7 (33) | 0-100 |
TP | 3,5 (4,7) | 0-10 |
GDS | 2,3 (2,3) | 1-7 |
IF-VGI | 0,37 (0,10) | 0-1 |
SPPB | 6,25 (2,21) | 0-12 |
Dinamómetro | Mujeres: 14,4 kg Hombres: 21,5 kg | |
Albúmina | 4,3 g/dl (0,44) | 3,4-5 g/dl |
Ptoteínas totales | 6,7 g/dl (0,35) | 6,4-8,2 g/dl |
Hemoglobina | 12,4 g/dl (1,5) | 11-17,5 g/dl |
Colesterol | 172,7 mg/dl (34,9) | 150-220 mg/dl |
Vitamina D | 41 ng/ml (25) | 20-40 ng/ml |
DE: desviación estándar; GDS: escala de deterioro global; IB: índice de Barthel; IF-VGI: índice de fragilidad/evaluación geriátrica integral; SPPB: batería de rendimiento físico corto; TP: test de Pfeiffer.
Al realizar el cribado SARC-F, la muestra se dividió en positiva o negativa, es decir, probabilidad de padecer sarcopenia o no. Pero se desconoce la calidad muscular (Tabla 2: descriptivos SARC-F).
SARC-F (+) | SARC-F (-) | |
---|---|---|
Sexo | 70% mujer | 100% mujer |
Edad | 81,65 años | 73,25 años |
IB | 54 | 63 |
TP | 4 | 3 |
GDS | 3 | 2 |
IF-VGI | 0,39 | 0,37 |
SPPB | 1,73 | 6,25 |
Dinamómetro | 16,3 kg | 18,5 kg |
Vitamina D | 23,77 mg/dl | 41,6 mg/dl |
GDS: escala de deterioro global; IB: índice de Barthel; IF-VGI: índice de fragilidad/evaluación geriátrica integral; SPPB: batería de rendimiento físico corto; TP: test de Pfeiffer.
Cribado negativo. SARC-F negativo: 4 mujeres (7%), con una edad media de 73 años (DE: 13), con GDS de 2, TP: 3 errores, media de IB de 63, fuerza del dinamómetro de 18,5 kg, IF-VGI de 0,37, SPPB de 6,25 puntos y valores de vitamina D de 41,6 mg/dl.
Cribado positivo. SARC-F positivo: 92% de todos los pacientes. 36 mujeres (70%) y 15 hombres (30%); edad media de 81,65 años (DE: 4); GDS de 2,94, TP: 4 errores; IB promedio de 54,3 puntos, fuerza del dinamómetro de 16,3 kg, IF-VGI de 0,39, SPPB de 1,73 y vitamina D de 23,7 mg/dl.
Descripción de pacientes mayores de 80 años
Representa el 66% del total de la muestra. El 97,1% (33) presentó un cribado de sarcopenia positivo, solo 1 paciente (2,9%) tuvo un cribado negativo. El 79,4% eran mujeres y 7 hombres (20,6%) (tablas 3 y 4).
Variable | Dinamometría normal (n = 15) | Dinapeniaa (n = 29) | Valores de referencia | p |
---|---|---|---|---|
Edad | 79,67 ± 9,82 | 82,48 ± 6,87 | ||
Medicación | 8,253 ± 3,89 | 9,17 ± 3,97 | ||
GDS | 2,14 ± 1,1 | 3,27 ± 1,89 | Máximo 7 | < 0,05b |
TP | 3,20 ± 2,274 | 4,54 ± 3,43 | Máximo 10 | |
IB | 71,337 ± 15,64 | 57,21 ± 19,39 | Máximo 100 | < 0,01c |
SPPB | 2,53 ± 2,56 | 1,72 ± 1,83 | Máximo 10 | |
IF-VGI | 0,37 ± 0,09 | 0,39 ± 0,12 | Máximo 1 | |
SARC-F | 5,8 ± 2,93 | 7,19 ± 1,79 | Máximo 10 |
GDS: escala de deterioro global; IB: índice de Barthel; IF-VGI: índice de fragilidad/evaluación geriátrica integral; SPPB: batería de rendimiento físico corto; TP: test de Pfeiffer.
aSarcopenia: mujer < 16 kg; hombre < 27 kg.
bTest de la t de Student comparación de medias.
cp < 0,05.
Variable | Dinamometría normal (n = 15) | Dinapenia*(n = 29) | Rangos |
---|---|---|---|
Hemoglobina | 12,06 ± 1,40 | 12,12 ± 1,62 | 11-17,5 g/dl |
VCM | 91,1 ± 5,35 | 88,76 ± 7,69 | 77-99 fl |
HCM | 30,27 ± 2,14 | 28,35 ± 7,07 | 26-32 pg |
Linfocitos | 2,19 ± 2,07 | 3,11 ± 7,14 | 0,9-5,2 células/µl |
Linfocitos % | 29 (15) | 37 (58) | 24-44% |
Proteínas totales | 6,17 ± 0,94 | 6,57 ± 0,63 | 6,4-8,2 g/dl |
Albúmina | 4,06 ± 0,43 | 4,22 ± 1,07 | 3,4-5 g/dl |
Colesterol | 173,46 ± 37,47 | 174,44 ± 36,58 | 150-220 mg/dl |
Vitamina D | 25,23 ± 19,40 | 24,60 ± 10,90 | 20-40 ng/ml |
HCM: hemoglobina corpuscular media; VCM: volumen corpuscular medio.
*Dinapenia: mujer < 16 kg; hombre < 27 kg.
El coeficiente de correlación de Pearson resultó significativo con correlación positiva (p < 0,01) para:
El coeficiente de correlación de Pearson resultó significativo con correlación negativa (p < 0,05) (fig. 1) para:
Según el modelo de regresión logística (razón de verosimilitud), la edad es una variable de dependencia para la sarcopenia. Cada año que pasa a partir de los 60 años, el riesgo de contraer la enfermedad aumenta un 10%. El IB y el SPPB son factores de protección contra la sarcopenia (cuanto mayor sea la puntuación en el IB, o mayor puntuación en el SPPB, menor riesgo de sarcopenia).
Discusión
La sarcopenia y la fragilidad se consideran fuertes predictores de morbilidad, discapacidad y mortalidad en las personas mayores. En el análisis se puede confirmar que es necesario utilizar herramientas de cribado y evaluación para la detección precoz de la sarcopenia y así prevenir la discapacidad, revertir la fragilidad y evitar la mortalidad prematura en adultos mayores.
Existe suficiente evidencia para apoyar que la inactividad física constituye un factor de riesgo modificable para el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, obesidad, hipertensión, depresión y sarcopenia. Mejorar la adherencia a los programas de ejercicio multicomponente no es suficiente, entre otras razones porque no se cubren adecuadamente las necesidades nutricionales. Además, se necesita una intervención nutricional individualizada con énfasis en la ingesta alta de proteínas y la suplementación con vitamina D.
A pesar de la edad de los pacientes (el 66% mayor de 80 años), la intervención con ejercicio y suplementación nutricional no puede considerarse como una intervención temprana, sin embargo, muestra una efectividad global en la recuperación funcional.
En este estudio se puede concluir que el factor principal de sarcopenia es la edad. Cuanto mayor es la edad, mayor es el riesgo de sarcopenia. Por otro lado, todos los hombres incluidos son positivos para SARC-F. El SARC-F tiene una sensibilidad baja o moderada, pero una especificidad muy alta para predecir la fuerza muscular. En el análisis, llama la atención que pacientes con SARC-F positivo y con fuerza muscular normal mostraron diferencias significativas en la situación cognitiva (GDS) y funcional (IB).
Conociendo el perfil descrito en el HDG, la comorbilidad es moderada-alta, pero en este estudio no se ha definido y esto produce debilidad en los resultados, al mismo tiempo que abre nuevas vías para futuros estudios.
En los mayores de 80 años se obtiene una prevalencia muy alta (97,1%) si se compara con otros estudios, que la establecen alrededor del 60%10-12. Esto podría explicarse por la derivación de la muestra que se selecciona con intención de tratar, es decir, los pacientes son seleccionados después del ingreso hospitalario.
Reconocemos varias debilidades a lo largo de la presentación de resultados. La falta de equipamiento para cuantificar la masa muscular es nuestra principal limitación. Esperamos que este estudio ayude a nuestra unidad a seguir mejorando nuestros protocolos para detectar, diagnosticar y tratar sistemáticamente la sarcopenia en nuestro HDG.