INTRODUCCIÓN
La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante en todo el mundo1-3. Los últimos datos disponibles indican que el 31% de la población mundial no alcanza la recomendación mínima de actividad física, con proporciones que van desde 17,0% en el sureste de Asia hasta alrededor del 43% en el continente Americano y el Mediterráneo oriental4. La actividad física se encuentra en un lugar destacado en el Plan de Acción Global de la Organización Mundial de la Salud para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles 2013-20205) y entre las metas e indicadores dentro de un marco de vigilancia mundial de las enfermedades no transmisibles5. En España, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 20126, la proporción de sedentarismo en la población española mayor de 55 años se sitúa entre un 42 y 43 %.
En el trabajo de la enfermería comunitaria, el papel de promoción de la salud forma parte de su rol profesional y los diagnósticos enfermeros son una herramienta necesaria para la práctica diaria. NANDA International (NANDA-I) define un diagnóstico enfermero como un juicio clínico relativo a una respuesta humana, a condiciones de salud, a procesos vitales o a la vulnerabilidad de un individuo, familia, grupo o comunidad7. La enunciación de estilo de vida sedentario (EVD) como diagnóstico enfermero fue conceptualizada tras la realización de un estudio de validez aparente de la taxonomía NANDA-19908, siendo con posterioridad incluida en la taxonomía II NANDA9.
De esta etiqueta diagnóstica se ha estudiado la validez de contenido10,11, se ha realizado un análisis conceptual12 y se ha estudiado su precisión diagnóstica mediante el análisis de sensibilidad y especificidad utilizando el grado de acuerdo entre enfermeras clínicas expertas para identificar el EVD13-14.
Parker y Lunney15 invitaban a la comunidad científica de enfermeras a investigar la validez de criterio y de constructo de los diagnósticos enfermeros en los entornos clínicos superando los estudios de validez de contenido basados en la opinión de enfermeras expertas.
Los objetivos de esta investigación fueron identificar la validez de criterio del diagnóstico enfermero EVD así como estudiar su sensibilidad y especificidad y validez de constructo en personas mayores de 50 años.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño. Se realizó un estudio descriptivo transversal de validación de criterio y constructo.
Participantes. La población fuente del estudio estuvo formada por personas mayores de 50 años que acudieron a la consulta de enfermería de un centro de atención primaria en una zona urbana de Valencia (Centro de Salud Natzaret). Se seleccionaron sujetos que participasen de forma voluntaria.
Se incluyó a personas mayores de 50 años que no presentaban ninguna discapacidad o patología que les impidiese realizar actividad física. Los sujetos participaron de forma voluntaria y no remunerada en el estudio tras haber firmado el consentimiento informado de participación. Asi mismo, se excluyó a las personas que presentaban algún tipo de discapacidad física o intelectual diagnosticada o patología que les impidiese realizar actividad motora.
El muestreo, que se realizó entre mayo de 2009 y mayo de 2010, fue por conveniencia. Para seleccionar la muestra, la enfermera explicó a todos los pacientes que acudían a su consulta en qué consistía el estudio y les ofrecieron participar en él. Se citó a quienes aceptaron participar con el investigador, al inicio de la entrevista se procedió a informar nuevamente sobre el estudio, se facilitó por escrito una hoja de información y una declaración de consentimiento informado que los participantes debían firmar antes de comenzar la recopilación de datos.
Aspectos éticos. El estudio se llevó a cabo siguiendo las normas deontológicas reconocidas por la Declaración de Helsinki (revisión de Hong-Kong, septiembre de 1989) y siguiendo las recomendaciones de Buena Práctica Clínica de la Comunidad Europea (documento 111/3976/88 de julio de 1990) y la normativa legal vigente española. El estudio se sometió a valoración por parte del Comité Científico y Ético de investigación de la Fundación para la investigación del Hospital Universitari La Fe de Valencia, que informó de forma favorable el proyecto.
Las personas participantes en el estudio recibieron información detallada sobre el objetivo y los procedimientos del estudio, pudiendo someter al investigador a cualquier tipo de cuestión antes de firmar el consentimiento informado.
Variables. Para recopilar la información se elaboró un cuestionario que recogió las siguientes variables:
Edad, nivel de instrucción, peso, talla y morbilidad, utilizando la nomenclatura de la Encuesta Nacional de Salud. No se seleccionaron todas las condiciones de morbilidad, sólo las patologías que podían condicionar la actividad física. Con estas condiciones se calculó un índice de morbilidad16.
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Medidas objetivas:
Medida objetiva de actividad física. Para cuantificar la actividad física objetiva se utilizó un acelerómetro triaxial RT3 que se colocó en la cintura y que registró la medida de actividad en los 3 ejes cada segundo. La media de cada eje se calculó cada minuto y se registró en el acelerómetro. El acelerómetro fue portado desde que el sujeto se levantaba hasta que se acostaba excluyendo los momentos en los que se podía mojar. Se portó durante tres días laborables y los dos días del fin de semana, dado que se identifican diferencias en cuanto a la actividad realizada entre los días laborables y el fin de semana2. El volcado de los datos al ordenador se realizó mediante un programa de software que informa sobre los equivalentes metabólicos por minuto durante el tiempo en que el usuario ha llevado el acelerómetro21. A partir de estos datos se estimó el total de equivalentes metabólicos semanales (MET-SEM).
Medida objetiva de desempeño. Para medir el desempeño físico objetivo se utilizó la prueba de velocidad de marcha de la Short Physical Perfomance Battery del estudio EPESE24 siguiendo el protocolo establecido en la versión española24,25, que pretende medir la velocidad de la marcha al paso "habitual" en una distancia de 4 metros y categoriza a los sujetos en 5 niveles. Para medir el tiempo se utilizó el Cronómetro de Precision C510 de Oregon Scientific.
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Medidas subjetivas:
Estados de cambio en ejercicio (SEB). Este cuestionario valora la predisposición y etapa de cambio en que se encuentra la persona respecto a la realización de actividad física y se ha mostrado fiable, válido y sensible al cambio22,23.
Para medir el desempeño subjetivo se utilizó la subescala PF10 del SF-36 HealthSurvey26 en la versión española27.
El diagnóstico EVD según la taxonomía NANDA-I9 presenta tres características definitorias: La actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y género. Muestra mala forma física y Preferencia de actividades de bajo contenido físico.Para medir las características definitorias de EVD7 se utilizaron los siguientes instrumentos y preguntas (Tabla 1):
Característica definitoria | Medición |
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CD1 | Puntuación≤ 5 en RAPA-e |
CD2 | Puntuación< 3 en la lámina de forma física COOP-WONCA |
CD3 | Contesta de forma afirmativa al ítem: Habitualmente prefiero realizar actividades en las que hago ejercicio o me muevo. |
CD1: La actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y sexo. CD2: Muestra mala forma física. CD3: Preferencia de actividades de bajo contenido físico.
El cuestionario RAPA-e en su versión administrada mediante entrevista que clasifica a los pacientes en cuatro niveles de actividad física: sedentario, poco activo, moderadamente activo, y activo. Este instrumento se ha mostrado fiable y válido en población española17,18.
La lámina de forma física COOP-WONCA es un instrumento que mide el grado subjetivo de desempeño de actividad física en cinco niveles y que se ha mostrado fiable y válido19,20.
Para valorar la presencia de la tercera característica definitoria del diagnóstico, se realizó la siguiente pregunta con tres opciones: Señale la opción que mejor se ajuste a usted: a) Habitualmente prefiero actividades en las que me muevo o hago ejercicio, b) Habitualmente prefiero actividades en las que estoy sentado o no me muevo, c) Habitualmente prefiero tanto actividades en las que me muevo o hago ejercicio como actividades en que no me muevo o estoy sentado.
Recolección de datos. La obtención de los datos se realizó mediante entrevista personal durante la cual se cumplimentó el cuestionario. A continuación se procedió a realizar el test de velocidad de marcha.
Tras este proceso se explicó al entrevistado el funcionamiento del acelerómetro y cómo debía llevarlo. Se concertó una nueva cita una semana después para recuperar el acelerómetro. Los datos obtenidos del acelerómetro se procesaron obteniendo los MET semanales.
Análisis estadístico. Para el análisis descriptivo, en las variables continuas se calcularon las medias y desviaciones típicas. Para las variables categóricas se calcularon porcentajes de cada una de las categorías.
La validez de criterio mide la relación entre una variable externa, un índice o un indicador del concepto que se está midiendo y el instrumento que se considera. Por lo general, se mide usando un patrón de oro con el que se compararán todos los nuevos instrumentos. En el caso de la actividad física se considera como patrón oro el agua doblemente marcada (DLW) como el método de mayor precisión, sin embargo es un método bastante caro y complejo28,29. Otros cuestionarios, como el 7-Day PAR, han utilizado el acelerómetro como criterio para evaluar este tipo de validez30. Sus ventajas son que los acelerómetros triaxiales proporcionan una valoración precisa de la actividad física y es un método menos costoso que el DLW, aunque como limitación presentan dificultad para detectar toda la energía gastada en personas mayores29.
En el análisis para identificar la presencia del EVD se consideró que las características definitorias debían presentar una correlación significativa con alguna de las medidas de carácter objetivo. Para estudiar la validez de criterio se utilizó como patrón oro la actividad desempeñada medida con el acelerómetro en METs semanales y se calculó la correlación de Spearman entre las características definitorias del EVD y los METs. Este tipo de análisis permitió identificar qué características definitorias deben estar al menos presentes para diagnosticar a una persona con EVD. Para identificar la validez de criterio del diagnóstico se calculó la correlación de Spearman entre una variable denominada grado de EVD, determinada por el número de características definitorias presentes y las medidas objetivas de actividad física y desempeño. Se calculó la sensibilidad y especificidad de la etiqueta diagnóstica EVD para identificar a personas inactivas utilizando como patrón oro la actividad en METS.
La validez de constructo se estimó calculando la correlación entre la presencia de EVD y la edad, nivel de estudios, índice de masa corporal, índice de morbilidad, función física SF31, disposición para el cambio de conducta SEB y test de velocidad de marcha de la EPESE. Para ello se calcularon los coeficientes de correlación de Spearman.
Se estimó la capacidad de discriminación entre grupos que presentaban EVD y los que no, se compararon las medias y se calculó la t de Student para los casos en que la variable de comparación era cuantitativa. Cuando la variable de comparación fue cualitativa se calculó la prueba de chi2 para variables categóricas o la prueba exacta de Fisher cuando la frecuencia esperada en alguno de los grupos de comparación era menor a 5. Se estimó el valor de p como significativo en los casos en que fue menor a 0,05.
RESULTADOS
La muestra final estuvo formada por 85 personas cuya edad media fue de 65,4±9,3 años. En el caso de los sujetos que portaron acelerómetros fueron 79, seis menos debido a errores en el uso del acelerómetro. La actividad física media semanal de la muestra fue de 465,5±208,3 METS. En la Tabla 2 se puede observar la descripción de las características de las personas de la muestra.
CD1: La actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y sexo. CD2: Muestra mala forma física. CD3: Preferencia de actividades de bajo contenido físico. EVD: estilo de vida sedentario. SEB: Estados de cambio en ejercicio.
En este estudio se identificó que las características definitorias (CD) que se correlacionaron de forma significativa con medidas objetivas fueron la "la actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y sexo" que se correlacionó con la actividad física medida en METs (0,389; p<0,001) y la velocidad de marcha EPESE (0,347; p=0,001). La segunda manifestación "muestra mala forma física" se correlacionó con la actividad física medida en METs (0,338; p<0,001) y la velocidad de marcha EPESE (0,215; p=0,049) (Tabla 3). La prevalencia de EVD fue del 68,2%. En la Tabla 4 se describe la prevalencia de cada una de las características definitorias que determina el grado de EVD.
Características definitorias | Actividad física METS n=79 | Velocidad de marcha EPESE n=85 |
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CD1 | 0,389; p<0,001 | 0,347; p=0.001 |
CD2 | 0,338; p<0,001 | 0,215; p=0.049 |
CD3 | -0,082; p=0,498 | 0,069; p=0.556 |
CD1: La actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y sexo. CD2: Muestra mala forma física. CD3: Preferencia de actividades de bajo contenido físico.
Características definitorias presentes | n (%) |
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CD1 y CD2 y CD3 | 9 (10,6) |
CD1 y CD2 | 13 (15,3) |
CD1 o CD2 | 36 (42,4) |
CD1: La actividad física desempeñada es menor a la recomendada para su edad y sexo. CD2: Muestra mala forma física. CD3: Preferencia de actividades de bajo contenido físico.
Al estudiar la correlación entre el grado de EVD y la actividad física medida en METS se obtuvo una r=0,441(p<0,001) y con la velocidad de marcha EPESE una r=0,431(p<0,001). En cuanto a la sensibilidad de la etiqueta diagnóstica fue del 85,1% y la especificidad del 65,2%.
Al estudiar la correlación entre EVD con diferentes variables se observó una relación inversa con la edad (r=-0,211;p=0,053) y directamente proporcional con el nivel de instrucción (r=0,214;p=0,049), con la medida subjetiva de función física del cuestionario SF-36 (0,432; p<0,001) y la disposición al cambio de conducta del cuestionario SEB (r=0,408;p<0,001) (Tabla 5).
Variable | Rho de Spearman; p |
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Edad | -0,211; p=0,053 |
Nivel de estudios | 0,214; p=0,049 |
Función física SF36 | 0,432; p<0,001 |
Disposición para el cambio de conducta | 0,408; p<0,001 |
Respecto a la capacidad que tiene la etiqueta diagnóstica EVD para discriminar personas sedentarias de las que no lo son se observa en el grupo diagnosticado con EVD la actividad física en METS fue 406,5+/-182,6 y de 400,7+/- 119,8 décimas de segundos en el tiempo de velocidad de marcha, mientras que los que no presentaban un EVD tuvieron una actividad de 592,8+/-206,5 METs y 318,6 +/-43,3 décimas de segundo. Cuando se utilizó el cuestionario SEB para discriminar entre las personas que tuvieron EVD de las que no lo presentaron se observó que fue estadísticamente significativa poner el valor de las variables (chi2 15,15 p=0,004).
DISCUSIÓN
Se identificaron dos características definitorias que se correlacionan con la medida objetiva de la actividad física. Fueron la baja actividad física desempeñada y la mala forma física. La preferencia de actividades de bajo contenido físico no mostró correlación con las medidas objetivas de actividad física ni desempeño. Al estudiar la validez de criterio de la etiqueta diagnóstica se observó que mostró validez de criterio al correlacionarse de forma significativa con la actividad medida en METS y con la velocidad de marcha de la batería EPESE. Del mismo modo es sensible para discriminar a las personas activas de las que no lo son. Respecto a la validez de constructo el diagnóstico muestra correlación con el nivel de estudios, la función física y la disposición al cambio.
En este trabajo encontramos una prevalencia EVD superior a la hallada por Gomes Guedes13,14 en un estudio realizado en Brasil a una población de 18 a 69 (55,8%) tal vez debido a las diferencias existentes en ambas poblaciones estudiadas. La población brasileña estaba formada por personas que asistían a un programa hospitalario de hipertensión arterial, frente a nuestra población que era población atendida en una consulta de atención primaria.
Los resultados que obtuvimos en este estudio, respecto a la prevalencia de sedentarismo, son superiores a los que se hallaron en la población general española mayor de 55 años según los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2012, que encontró una proporción de sedentarismo entre un 42 y 43 %6. Esta diferencia podría atribuirse por una parte a la distinta definición del constructo EVD y, por otra, a que la población en la que se realizó este estudio tiene enfermedades crónicas y por lo tanto no es un estudio de base poblacional general. Por otra parte estos resultados también podrían deberse al mayor número de mujeres mayores de 55 años en nuestra muestra, que son quienes padecen mayores problemas de movilidad y condiciones de morbilidad debido en parte a su mayor esperanza de vida y otros factores. Estos resultados son similares a los de otros estudios que analizaron la inactividad en población adulta entre 45 y 64 años, que encontraron que la prevalencia de EVD entre las personas con estudios primarios, como la de nuestro estudio, fue del 68,4% para hombres y 61,5% para las mujeres31. En el estudio de Varo32 para población española los resultados fueron similares 71%.
Respecto a la validez de criterio, no existieron estudios previos con los que poder comparar nuestros resultados. Los estudios previos sobre la validez de criterio utilizaron como patrón oro el juicio clínico de enfermeras expertas. Desde nuestro punto de vista este criterio se acerca más a la definición de validez de contenido que a la de criterio15. En nuestro caso, los resultados mostraron validez de criterio claramente con la actividad física medida con un acelerómetro y con la prueba de velocidad de marcha de la batería EPESE. Por otra parte la sensibilidad de la etiqueta diagnóstica de la etiqueta diagnóstica enfermera EVD fue alta y la especificidad aceptable.
En relación a la validez de constructo, en nuestro estudio se identificó una correlación negativa aunque no es estadísticamente significativa, y sí se correlacionó la presencia de EVD de forma directa con el nivel de instrucción, del mismo modo que concluyeron en el estudio de Mestre-Miquel31 que asoció la inactividad física con el nivel de estudios. La correlación que se estimó en nuestro estudio entre la disposición al cambio de conducta y la actividad es coherente con lo planteado en un estudio europeo que estimó el grado de actividad física en función del estado de cambio32.
Si analizamos tanto la validez discriminante como la validez convergente observamos que la etiqueta diagnóstica EVD fue capaz de discriminar los grupos de sujetos activos frente a los que no lo fueron al utilizar tanto la actividad física objetiva medida en METs, como para el desempeño medido con la velocidad de marcha.
Una limitación del estudio viene determinada por las limitaciones inherentes al uso de los acelerómetros, dado que presentan dificultad para detectar la energía realizada por las personas mayores a causa de su baja intensidad29. Sin dejar de tener en cuenta esta limitación, hay estudios que indican que los acelerómetros triaxiales, como los usados en este estudio, dan valoraciones precisas de la actividad física33.
Otra limitación es que los resultados no son generalizables a la población general dado que el método de selección de la población fue entre pacientes que acuden a una consulta de enfermería general y con participación voluntaria, por lo que se debe contemplar un posible sesgo de selección. Por otra parte, los resultados se deben tomar con precaución por el tamaño reducido de la población estudiada. Por lo cual sería interesante realizar más estudios de validez en muestras más amplias de población y con un mayor rango de edad.