Hemos leído con interés el estudio realizado por Ruiz-Romero et al sobre las variables relacionadas con los ingresos evitables por insuficiencia cardíaca1. Creemos que el trabajo presenta un enfoque original basado en ambulatory care sensitive conditions u hospitalizaciones evitables. Desde nuestra perspectiva de urgenciológos hay algunos aspectos que queremos comentar.
La insuficiencia cardíaca aguda es un motivo de consulta muy frecuente en urgencias y conlleva el ingreso hospitalario en un 80% de los casos, aparece en personas de edad muy avanzada, por lo que se ha definido como un síndrome geriátrico2. En este sentido, las características sociodemográficas, clínicas y de manejo terapéutico de la población del presente estudio son, de una forma global, similares a las de la cohorte EAHFE3. Se trata de una cohorte prospectiva que selecciona pacientes que consultan en los servicios de urgencias nacionales por insuficiencia cardíaca aguda. Si bien sorprende la cifra de mortalidad durante el ingreso, que fue del 20,9%, en comparación con el estudio EAHFE, que muestra una mortalidad al mes del 9,4%. Este dato sugiere que en el presente trabajo se seleccionó a los sujetos participantes en la investigación en una fase muy evolucionada de su enfermedad por lo que difícilmente se podría manejar de forma ambulatoria. Otro resultado a destacar es el predominio de mujeres entre las fallecidas, 17 (83,7%), resultado que puede explicarse por el pequeño tamaño muestral, 110 pacientes de los que 23 fallecieron. Creemos que con un mayor tamaño muestral esta relación desaparecería.
La consulta en urgencias de pacientes como los descritos, con edad avanzada, pluripatología y descompensados sumado a la elevada saturación de urgencias4 dificulta iniciar las medidas que eviten el ingreso una vez que ya han acudido al centro hospitalario. Tal y como sugieren los autores, de cara a evitar la hospitalización deberían tomarse medidas previas a la consulta.
En este sentido, existen recomendaciones recientes que plantean un enfoque multidisciplinar con el objetivo de mejorar el manejo de esta patología y disminuir el número de hospitalizaciones así como su mortalidad5. En las últimas guías clínicas de insuficiencia cardíaca se recomienda el uso de unidades multidisciplinares coordinadas en las que participan atención primaria y servicios hospitalarios (cardiologia, medicina interna) con el objetivo de mejorar el manejo de los pacientes con insuficiencia cardiaca, y entre otras cosas evitar descompensaciones que motiven ingreso, con un grado de evidencia 1A6. Su uso aún no está generalizado en nuestro medio, aunque existen experiencias que ya han demostrado su utilidad en pacientes ancianos y comórbidos7 y con criterios de fragilidad8, sin que conlleven un menoscabo en la calidad de la atención de los pacientes9.
En el entorno actual de fuertes restricciones económicas y predominio de las políticas de austeridad10 queda por definir de qué manera se podrían implementar dichas estrategias de forma global y equitativa.