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Anales del Sistema Sanitario de Navarra

versión impresa ISSN 1137-6627

Anales Sis San Navarra vol.32 no.2 Pamplona may./ago. 2009

 

EDITORIAL

 

El esosinófilo: ¿"sigue siendo el rey"?

The eosinophil: "is it still the king"?

 

 

B.E. García

Servicio de Alergología. Hospital Virgen del Camino. Pamplona.

 

 

Desde su descripción morfológica por Paul Herlich en 1879, los eosinófilos han sido insistentemente identificados en multitud de enfermedades, pero clásicamente se ha considerado que su reinado fundamental son las infestaciones parasitarias, las enfermedades atópicas, el asma alérgico o no alérgico y los síndromes hipereosinofílicos. En estas situaciones clínicas la infiltración tisular por esosinófilos es una constante. Estas células están dotadas de un potente arsenal de mediadores preformados y sintetizados de novo con actividad proinflamatoria, capaces de inducir aspectos fisiopatológicos clásicos de la rinitis alérgica y el asma bronquial, incluyendo edema de la mucosa, hipersecreción mucosa, broncoconstricción, daño epitelial e hiperreactividad bronquial y nasal. Son muy abundantes las evidencias en este sentido1-4.

Con tales evidencias, aunque sean circunstanciales, el eosinófilo se erigió en monarca absoluto de estas entidades clínicas, de las que se le consideró principal célula efectora5.

Posteriormente el concepto "absolutista" fue mutando hacia una visión en la que el eosinófilo actuaría bajo el mandato de los linfocitos T de fenotipo Th2. En el caso del asma, en los últimos años se ha descubierto que los eosinófilos también están atentos a los dictados de las células epiteliales6-8 y del músculo liso bronquial9. Este conjunto de células orquestan la inflamación eosinofílica a través de la producción de citoquinas y quimioquinas, incluyendo RANTES, IL-5 y eotaxina. De esta forma el "reinado del eosinófilo" sería más bien de una "monarquía democrática".

Los pilares del reinado del eosinófilo en el asma se tambalearon con los hallazgos de Leckie y col10 y Flood-Page y col11. Leckie y col no encontraron efecto de la administración de anti-IL-5 monoclonal en la prevención de la respuesta inmediata ni tardía en respuesta a la inhalación bronquial del alérgeno, ni modificación del incremento de la hiperreactividad bronquial inespecífica, aunque obtuvo una abolición del habitual incremento de eosinófilos en sangre y en esputo en respuesta a la provocación bronquial con el alérgeno. Aunque este trabajo fue objeto de críticas metodológicas12, pocos años después Flood-Page y col en pacientes con asma leve-moderado no observaron eficacia clínica del tratamiento con anti-IL-5, aunque suprimió la presencia de esosinófilos tanto en sangre como en el lavado broncoalveolar. ¿Es posible que los eosinófilos en el asma sean meramente un marcador de actividad de otros tipos celulares tales como los linfocitos?

Con estos precedentes, en los últimos años ha ido cobrando fuerza la convicción de que en el asma existen distintos fenotipos13. Esta afirmación probablemente sea extensible a la rinitis crónica. Atendiendo a sus características inflamatorias podríamos hablar de un fenotipo de asma eosinofílico y otro sin eosinofilia, siendo los pacientes con el primer tipo quienes cursan con más exacerbaciones14-16. En el fenotipo de asma en el que persiste la eosinofilia incluso a pesar de tratamiento antiinflamatorio, es en el que el tratamiento con el monoclonal anti-IL-5 mepolizumab no sólo reduce la inflamación eosinofílica sino que también ha probado eficacia en la reducción de la tasa de exacerbaciones17,18.

El eosinófilo parece haber reducido en cierta medida la extensión de su reino en el campo del asma mientras que paralelamente parece haberlo ampliado en los desórdenes gastrointestinales eosinofílicos19, en donde estudios preliminares muestran eficacia de un tratamiento tan específicamente dirigido contra la inflamación eosinofílica como es mepolizumab20.

En este número de la revista Anales del Sistema Sanitario de Navarra se publica un trabajo sobre correlación de la inflamación esosinofílica bronquial y la medición de óxido nítrico en aire exhalado, otro sobre calidad de vida en la rinitis alérgica y una revisión de una serie de casos de esofagitis eosinofílica en adultos. Esta entidad, inicialmente descrita como una enfermedad predominantemente infantil, parece estar aumentando su incidencia tanto en niños como en adultos y ha sido comparada con el asma21, con quien parece compartir aspectos patogénicos. Las tres entidades, rinitis, asma y esofagitis eosinofílica rinden tributo al que, como dice la canción, "sigue siendo el rey".

 

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