Sr. Director:
Hemos leído con interés el trabajo publicado en su revista sobre la identificación de las carencias asistenciales y las propuestas de mejora en la atención clínica del asma en España donde se concluye que los futuros programas de implementación de guías deberían abordar diferentes aspectos relacionados fundamentalmente con la Atención Primaria, la Medicina de Urgencias y Emergencias y la Enfermería 1.
En lo que respecta a la Atención Primaria, nos gustaría enfatizar la dificultad y heterogeneidad de los centros de salud a la hora de poder adquirir dispositivos para la realización de la espirometría y poder tener así un diagnóstico objetivo 2. Además, existe limitada disponibilidad de tiempo y de formación entre los profesionales que desarrollamos la actividad asistencial en dicho ámbito asistencial, de cara a cumplir con los estándares mínimos en referencia al diagnóstico, la estratificación de la enfermedad, el tratamiento, especialmente en circunstancias especiales como la población pediátrica y la embarazada, la educación y el control evolutivo de la enfermedad. En este último aspecto, pensamos que podría ser de utilidad la incorporación de nuevas estrategias formativas basadas en medios digitales para facilitar la difusión a todos los profesionales de las guías clínicas actuales y sus recomendaciones 3.
En referencia a la Medicina de Urgencias y Emergencias, el trabajo también muestra que la exacerbación asmática es un área de mejora prioritaria, y que existe la necesidad de mejorar el conocimiento del manejo en los servicios de urgencias. De hecho un trabajo reciente sobre el manejo de la población pediátrica con asma agudizado en dicho escenario, mostró que no se alcanzan los estándares para ningún indicador de calidad siendo las causas de no cumplimiento diversas, por lo que es necesario introducir una serie de medidas para mejorar su cumplimiento 4. Por ello, pensamos que hubiera sido de gran interés incorporar también a los médicos de urgencias en este proceso de identificación y propuestas de mejora de la atención clínica del asma, ya que dicho colectivo es, en muchas ocasiones, nexo de unión entre la atención primaria y la especializada, y esto facilitaría la continuidad asistencial del proceso.
Respecto a la enfermería, se necesita incrementar la participación de la enfermería en todas las etapas del proceso, siendo clave su rol en la educación del paciente y la familia. Esto permitiría una mayor adherencia al tratamiento y un mejor control de la enfermedad y la calidad de vida del paciente 5)(6)(7.
Por último, y no por ello menos importante, este tipo de trabajos de investigación debería ir incorporando progresivamente a las asociaciones de pacientes de cara a conocer su opinión y aportaciones en vista a mejorar la atención en los procesos crónicos 8)(9.
Como conclusión, creemos que en este trabajo se debería haber incluido otros colectivos sanitarios implicados en este proceso, como los médicos de urgencias y la enfermería, así como las asociaciones de pacientes de cara a tener una visión más global de las carencias asistenciales y oportunidades de mejora en la atención clínica del asma en España. Además, es necesario hacer una reflexión sobre la aplicabilidad actual de las guías de práctica clínica del asma en los distintos niveles asistenciales en España, debiendo potenciarse estrategias para asegurarse su implantación y cumplimiento 10, dotando de los medios necesarios a todos los ámbitos asistenciales requiriendo todo ello cierto grado de inversión y concienciación tanto a los profesionales de la salud como a los gestores sanitarios.