Introducción
El consumo de alcohol produce el 3,8% de la mortalidad general a nivel mundial, es la tercera causa de mortalidad prematura y discapacidad, y reduce un 4,5% los años de vida ajustados por discapacidad1)(2. En Europa y en concreto en España, los expertos alertan de que cada vez es más frecuente el consumo de alcohol de forma episódica pero excesiva3)(4. Esto ocurre tanto en población adulta como en jóvenes1)(4, por lo que sus consecuencias negativas podrían incrementarse en un futuro5.
El Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA) en adolescentes, conocido internacionalmente como binge drinking, es uno de los grandes problemas de salud pública, caracterizado por la ingesta de grandes cantidades de alcohol en un único episodio: usualmente 5 bebidas o más en hombres y 4 o más en mujeres, con 80 mg/dl de concentración en sangre o superior y 60 mg/dl, respectivamente6. El riesgo para la salud se resume en una mayor probabilidad de ingreso hospitalario, enfermedad crónica y mortalidad, suicidio, violencia y victimización sexual, accidentalidad viaria, policonsumo de sustancias, bajo rendimiento escolar, problemas neurocognitivos y trastornos de la conducta alimentaria, entre otros7.
Según la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), en 2014, el 78,9% del alumnado de 14-18 años había consumido alcohol en alguna ocasión en su vida, el 76,8% en los últimos 12 meses, el 68,2% en los últimos 30 días, el 57,6% admitió haberse emborrachado en los últimos 12 meses y el 22,2% en los últimos 30 días. El 32,2% realizó un CEEA en el último mes, de modo que podemos decir que existe una importante proporción de adolescentes que desarrolla este patrón de consumo8. A nivel internacional, el estudio Health Behaviour in School Aged Children (HBSC-2010)9)(10 confirma que no existen diferencias significativas en cuanto al consumo de alcohol de adolescentes en España y en países europeos y extraeuropeos. En dicho estudio el 43% de los participantes manifestaron haber experimentado episodios de embriaguez.
El CEEA es una conducta de riesgo, y una forma de aproximarse al estudio de la misma es indagando sobre los factores que influyen en su adopción. En esta investigación nos basamos en el Modelo Integrado para la exploración del cambio motivacional y conductual o Modelo I Change11, según el cual el comportamiento está determinado por la motivación e intención para adoptarlo, pero existen barreras que pueden reducir la probabilidad de que la intención se traduzca en acción, mientras que las capacidades de la persona pueden aumentar dicha probabilidad. Los factores motivacionales, como la actitud, las influencias sociales y la autoeficacia determinan la intención de una persona de cambiar y son los elementos centrales del modelo. Existen tres tipos de influencias sociales: el modelo social o de consumo percibido de figuras relevantes; la norma social, o lo que las personas de tu entorno opinan sobre qué es lo que se debería hacer y la presión social percibida de estas personas para realizar el comportamiento12)(13)(14.
En una revisión de la literatura, se han encontrado cuestionarios que valoran distintos aspectos relacionados con la conducta de CEEA15, como, por ejemplo, la percepción del riesgo, en la encuesta ESTUDES perteneciente al Plan Nacional sobre Drogas en España8. Otros instrumentos exploran rasgos de personalidad de riesgo y grado de impulsividad, respectivamente, para el consumo de sustancias en adolescentes, como la escala SURPS (Substance Use Risk Profile Scale)16 y el cuestionario ImpSS (The Impulsive Sensation Seeking)17. En Holanda, han desarrollado un cuestionario validado para valorar los determinantes del CEEA, que contiene cinco escalas basadas en los factores motivacionales propuestos por el Modelo I Change: actitud, influencia social (Modelo Social, Norma Social y Presión Social), y autoeficacia12.
El objetivo de este trabajo ha sido comprobar la fiabilidad y estructura factorial de la versión adaptada al español de dichas escalas12)(18.
Material y métodos
Descripción del instrumento
El cuestionario utilizado18 incluye datos generales del encuestado y su familia, el consumo de alcohol y CEEA medido como el consumo de 4 vasos o más de alcohol en mujeres y 5 vasos o más de alcohol en hombres en una misma ocasión19, Escala de Actitud (8 ítems, tipo Likert de cinco puntos desde “Totalmente en desacuerdo” a “Totalmente de acuerdo”), Escala Modelo Social (12 ítems, tipo Likert de cinco puntos desde “No tengo” y “Nunca” a “a menudo” y 5 ítems con respuestas numéricas), Escala Norma social (6 ítems, tipo Likert de cinco puntos desde “Que definitivamente no debería...” a “Que definitivamente debería...”), Escala Presión social (6 ítems, tipo Likert de cinco puntos desde “nunca” a “siempre”, y Escala de Autoeficacia (10 ítems, tipo Likert de cinco puntos desde “Es muy fácil” a “Es muy difícil”) (Anexo I).
Adaptación transcultural
En el proceso de adaptación se siguieron las recomendaciones generales para la adaptación cultural y validación de instrumentos de medida. En primer lugar, se constituyó un panel de expertos para supervisar el proceso de adaptación. El cuestionario original fue traducido por una traductora bilingüe independiente del holandés al español (España). El panel de expertos revisó la traducción y elaboró una versión de conciliación. Dicha versión fue pilotada en una muestra de 20 adolescentes para valorar la comprensibilidad de los términos y de las preguntas. No habiéndose encontrado dificultades de comprensión ni sesgos de respuesta apreciables, la versión se consideró lingüísticamente aceptable. Con respecto a la equivalencia de criterio, nos cercioramos de que, la interpretación de la medida, se mantiene igual cuando se compara con las normas de cada cultura. La definición de CEEA en España es la misma que en Holanda, reflejada en la utilizada por el Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías8. En ambos países no se permite la compra de bebidas alcohólicas hasta los 18 años20.
Validación
La investigación fue diseñada como un estudio observacional, transversal y multicéntrico. Se administró el cuestionario a una muestra de 397 adolescentes de entre 15 y 18 años de edad que cursaban 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.), 1º de Bachillerato o Ciclo Formativo de Grado Medio (C.F.G.M.) en Sevilla y Huelva. El tamaño muestral se definió calculando un mínimo de diez participantes por cada ítem de las escalas validadas. La muestra mínima necesaria era de 170 adolescentes, teniendo como referencia la escala Modelo Social que consta de un número mayor de ítems. Se utilizó un muestreo por conglomerados, tomando como unidad el instituto. Dentro de cada conglomerado se invitó a todos los alumnos/as que cursaban 4º E.S.O., 1º de Bachillerato y C.F.G.M.
En los centros seleccionados, se mantuvo una entrevista con los directores para exponer los objetivos de la investigación. Posteriormente se envió una carta informativa a los padres, se solicitó consentimiento informado a estos y al alumnado. El estudio fue autorizado por el Comité Ético de Experimentación de la Universidad de Sevilla.
Los cuestionarios fueron cumplimentados en el aula TIC9 siguiendo un protocolo y en presencia de los investigadores y/o profesores. Se utilizó un formato autoadministrado vía on-line, garantizando la voluntariedad, el anonimato, y la protección de datos. La administración de los cuestionarios duró en torno a 45 minutos. El trabajo de campo se realizó entre febrero y mayo de 2015. La tasa de respuesta fue del 49,6%, tras eliminar también los cuestionarios que no estaban adecuadamente cumplimentados, que fueron 23.
Análisis
Se exploró la distribución de frecuencias en cada ítem y los valores perdidos. Se realizaron los siguientes análisis:
- Validez de constructo: se realizó un análisis factorial exploratorio (AFE) con rotación ortogonal Varimax. La adecuación muestral se valoró mediante la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) con valores >0,5020 y la prueba de Esfericidad de Bartlett, con valores significativos21. Se tuvo en cuenta que los ítems tuvieran una r de Pearson >0,30 en el primer factor durante la extracción y >0,40 en la matriz de componentes rotados; que el primer factor explicara un mínimum del 20% de la varianza con respecto a los demás; y que la varianza total explicada por los factores principales extraídos fuera >50%21.
- Fiabilidad de la consistencia interna: se utilizó el Alpha de Cronbach y se consideraron aceptables los valores >0,70 y buenos cuando eran >0,8021.
- Multidimensionalidad: se valoró mediante el coeficiente de correlación de Spearman; correlaciones <0,70 indican que los factores pueden ser interpretados como escalas separadas22.
El análisis estadístico se realizó con el programa informático SPSS 21.0.
Resultados
El 82,9% de los participantes tenía entre 15 y 17 años; el 51,1% eran chicos. Respecto al nivel de estudios de los padres y madres, en torno al 50% presentaban estudios primarios y aproximadamente un 15% estudios universitarios. El 48,3% de los adolescentes realizaron CEEA en los últimos 30 días con un intervalo de confianza (IC) al 95% de 43,4-53,3% (Tabla 1).
Validez de constructo
Se obtuvieron valores de KMO>0,58 para todas las escalas, y la muestra se estimó adecuada para la realización del análisis factorial (Tablas 2, 3 y 4). Los ítems obtuvieron pesos r>0,30 en el primer factor sin rotar, excepto en las escalas Norma y Presión Social para las preguntas que hacían referencia a la pareja, pero se decidió no eliminar estos ítems, ya que al hacerlo el índice KMO disminuía, y el α de Cronbach solo aumentaba levemente. Antes de las rotaciones, el primer factor explicó mas del 28% de la varianza en todas las escalas y la varianza total explicada por los factores extraídos fue siempre mayor del 60%.
Tras la rotación ortogonal Varimax, las cargas factoriales de los ítems fueron r>0,40 para el factor al que pertenecían, excepto para el ítem ¿Te sientes presionado/a por tu novio/novia para beber 4/5 vasos o más de alcohol? de la Escala Presión Social, que obtuvo un peso de r=0,34.
Fiabilidad o consistencia interna
La Escala de Actitud se divide en dos factores, que representan las ventajas y desventajas que perciben los adolescentes con respecto al CEEA. Dicha escala mantuvo los ocho ítems iniciales obteniendo un valor α=0,623, y sus componentes α=0,763 y α=0,793, respectivamente.
En las escalas referidas a la Influencia Social, la de Modelo Social quedó divida en tres factores referidos al grado en el que influyen los modelos de consumo de: 1) padre/madre, 2) grupo de amigos (incluyendo novio/a), y 3) hermanos/as. Dicha escala, formada originalmente por diecisiete ítems, se redujo a catorce ítem, obteniendo un α=0,766, y sus componentes α=0,683, α=0,774 y α=0,887, respectivamente. Los ítems eliminados fueron: ¿Cuántos amigos tienes?, ¿Cuántos de tus amigos consumen alcohol? y ¿Cuántos de tus amigos beben 4/5 vasos o más de alcohol en una sola ocasión? (Tabla 5).
Las Escalas Norma Social y Presión Social mantuvieron los seis ítems iniciales, obteniendo un valor α=0,754 y α=0,694, respectivamente. Se configuraron dos factores: la influencia de padre/madre y la de iguales (hermanos/as, amigos/as y novio/a). En estas escalas, se obtuvieron α=0,802 y α=0,905 para el factor formado por padre/madre y α=0,722 y α=0,685 para el formado por iguales, respectivamente.
La Escala de Autoeficacia se dividió en dos factores que podrían corresponderse con estados de introversión o influencias internas y con estados de extroversión o influencias externas. Dicha escala formada por diez ítems obtuvo un α=0,909 y sus componentes α=0,850 y α=0,872, respectivamente (Tablas 4 y 5).
Multidimensionalidad
Al correlacionar los factores de las distintas escalas, en todas, excepto en la de Autoeficacia, se observaron coeficientes de correlación de Spearman <0,70 (Tabla 6).
Discusión
La prevalencia de Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA) encontrada en este estudio en estudiantes andaluces, 48,3%, ha sido superior a la reflejada en estudios españoles como SIVFRENT 201323) (31,8%) o la encuesta ESTUDES 20148 (43%). Según EUROBAROMETER 201024, el porcentaje de adolescentes europeos y españoles que realizaron CEEA fue del 29 y el 34% respectivamente. Las divergencias encontradas pueden deberse a diferencias en el rango de edad estudiado o en la definición de CEEA usada. En los estudios europeos, la edad de la población estudiada está comprendida entre los 15 y 24 años y definen el CEEA como el consumo de 5 o más bebidas alcohólicas. De los estudios españoles, SIVFRENT va dirigido a población de 15 a 16 años de edad y lo definen como el consumo de 60 cc puros de alcohol o más; y la encuesta ESTUDES define el CEEA de forma similar a nuestro estudio y su población diana son adolescentes de 14 a 18 años. Otra posible razón por la que la prevalencia de CEEA es superior a otros resultados anteriores podría deberse a que la población de estudio sea diferente en cuanto a variables como el nivel socioeconómico o nivel de estudios de los padres.
En relación al proceso de validación, la muestra utilizada es mayor a la propuesta en estudios previos para estabilizar las respuestas a cada uno de los ítems en el análisis factorial25. Esta prueba resulta más estable a medida que aumenta el tamaño muestral, lo que da potencia y solidez a dicho proceso21)(26)(27.
La factorización resultó adecuada, no hallando ítems que no saturasen en ningún factor o que saturasen, predominantemente, en un factor teóricamente erróneo. Además, las subdimensiones encontradas en las escalas han demostrado elevados valores para Alfa de Cronbach por separado. La Escala de Actitud podríamos dividirla en dos subescalas que mediría las ventajas y desventajas que perciben los adolescentes en relación al consumo de alcohol. Con respecto a ello, nos podríamos plantear si el/la adolescente actúa en términos de estos parámetros a la hora de adoptar dicho comportamiento. Dicha escala cumple los criterios propuestos por Morales20 para tratarse de una escala multidimensional: 1) idéntico número de ítems para que las puntuaciones directas sean fácilmente comparables; 2) la estructura factorial (rotación ortogonal) debe ser clara: cada variable debe tener un peso en el factor ≥0,40 y <0,30 en los demás; 3) el coeficiente α de cada subescala debe ser alto (en torno a 0,60 o poco más). El resto de las escalas muestran igualmente multidimensionalidad, aunque es preciso asumir ciertas limitaciones. Las escalas de Influencia Social cumplen los criterios excepto el de tener idéntico número de ítems y la Escala de Autoeficacia cumple igualmente los criterios excepto que el peso de cada variable en los demás factores no son <0,30, aunque sí >0,40 en el factor al que pertenecen. Respecto al criterio de Garcia-Subirats22, todas las escalas excepto la de Autoeficacia, presentaron un coeficiente de Spearman <0,70 pudiendo ser consideradas multidimensionales, por tanto, de acuerdo con los puntos de corte establecidos por estos autores, esta escala aunque cumplió dos de los criterios expuestos, no pudieron considerarse como dimensiones independientes20)(22.
Respecto a la fiabilidad del instrumento, los valores Alfa de Cronbach fueron aceptables para las escalas Actitud, Modelo Social, Norma Social y Presión Social, y buenos para la Escala Autoeficacia28. Al comparar estos valores con los obtenidos por el instrumento original, fueron similares respecto a las escalas Modelo Social y Autoeficacia, aunque para el resto de las escalas nuestros valores fueron inferiores18. Sin embargo, cuando se han obtenido valores α<0,70, fueron muy cercanos a esta cifra, y un criterio habitual en estudios descriptivos es considerar aceptable un α≥0,6020.
Las limitaciones del presente trabajo han sido: 1) Autores previos afirman que en el proceso de adaptación de instrumentos, es recomendable hacer una retrotraducción al idioma original, lo que no fue posible en nuestro estudio. 2) No se han explorado otras propiedades psicométricas, como la fiabilidad test-retest o reproductivibilidad, la validez de criterio comparando los instrumentos con un gold estándar o medida objetiva, o la estructura factorial mediante análisis confirmatorio. En este sentido, se podría replicar el estudio, comprobando las propiedades psicométricas de la escala en otros contextos o con una muestra representativa de la población española. 3) La tasa de respuesta ha sido inferior al 60%, aunque superior a la habitual en encuestas basadas en Internet29.
En conclusión, se presentan cinco escalas que han demostrado indicios de validez de constructo mediante su adecuada estructura factorial y de fiabilidad (consistencia interna), que pueden resultar útiles para valorar los factores determinantes del CEEA en la adolescencia. Desde el punto de vista de su aplicación práctica pueden ser de interés para contribuir a la salud pública, facilitando el conocimiento de dichos factores, y en el desarrollo de estrategias de promoción y prevención del CEEA, para fomentar la adquisición de hábitos de vida saludables12)(30.