Sr. Editor:
Hemos leído con interés el trabajo publicado Sainz de los Terreros Errea y col sobre los efectos de un protocolo de estrecho seguimiento telefónico en los pacientes diabéticos tras el alta hospitalaria, documentando una mejoría del perfil glucémico a los tres meses1. Este protocolo estaba dirigido fundamentalmente a los pacientes diabéticos ingresados, conocidos o diagnosticados durante la hospitalización, que habían sido evaluados por el servicio de Endocrinología y donde se habían realizado cambios en el tratamiento al alta hospitalaria1.
Se sabe que aproximadamente tres de cada diez visitas a urgencias son realizadas por pacientes diabéticos, de los cuales la mayoría son dados de alta directamente desde los servicios de Urgencias2. En un número no despreciable, los médicos de Urgencias nos vemos obligados a iniciar o modificar tratamientos antidiabéticos2-3. Además, se ha documentado que el tener un tratamiento antidiabético no adecuado al alta es un factor pronóstico de sufrir un resultado adverso en los tres primeros meses (revisita a Urgencias o mortalidad por cualquier causa)4-5.
Teniendo en cuenta lo anteriormente escrito, existe la necesidad de mejorar la educación, la transición asistencial y los protocolos de seguimiento de los pacientes con inicio o modificación de tratamiento antidiabético en los servicios de Urgencias. En la actualidad, la transición de cuidados de estos pacientes se limita a documentar en el informe de alta de Urgencias las modificaciones realizadas de cara a su próxima revisión con Atención Primaria2. Estas visitas de seguimiento no siempre se cumplen por parte de los pacientes6.
Desde nuestro punto de vista, la experiencia positiva publicada por Sainz de los Terreros Errea y col1 podría ser adaptada a un perfil determinado de paciente en los servicios de Urgencias. De hecho, ya existen experiencias de colaboración conjunta entre los servicios de Endocrinología y de Urgencias para la educación y el seguimiento de pacientes diabéticos. La implantación de un protocolo de seguimiento precoz no presencial en pacientes dados de alta desde Urgencias, donde se ha iniciado o modificado el tratamiento antidiabético, es una oportunidad de intervención de cara a mejorar el control glucémico y la adherencia pero, sobre todo, de minimizar la presencia de hipoglucemias, intolerancia o reacciones adversas a los nuevos tratamientos. Esto ya se está llevando a cabo en otros procesos crónicos pulmonares o cardiovasculares7-8.
La educación y la transición de cuidados en los pacientes dados de alta desde Urgencias hoy en día es un reto que debemos afrontar conjuntamente los médicos y las enfermeras del ámbito hospitalario y comunitario9-11. No podemos seguir dejando esta responsabilidad en manos de los pacientes12, ya que el escalón es demasiado grande y debemos minimizarlo entre todas las partes implicadas en la atención y los cuidados sanitarios.