INTRODUCCIÓN
Entre las actividades y competencias del Pediatra de Atención Primaria están el manejo de los problemas de comportamiento y salud mental no complicados o en estadios iniciales, el seguimiento de las patologías crónicas y la práctica de una Pediatría familiar con un enfoque biopsicosocial.
La importancia del pediatra de Atención Primaria en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la anorexia nerviosa, en coordinación con los servicios de Salud Mental Infanto-Juvenil, está recogida en todas las guías de esta enfermedad.
RESUMEN DEL CASO
En marzo de 2019, la madre de una niña de 11 años, prepuberal y sana, acude a mi consulta porque su hija estaba perdiendo peso y había consultado páginas de internet para adelgazar rápidamente. Con la sospecha inicial de anorexia nerviosa, contacto con Salud Mental para acordar el manejo y cito a la niña en consulta para una aproximación diagnóstica. Inicialmente se consiguió un manejo ambulatorio, donde fue muy importante la coordinación con la psicóloga de Salud Mental Infanto-Juvenil. Posteriormente, la niña ha permanecido gran parte del tiempo ingresada en el hospital y mi dedicación a este caso fue más de acompañamiento a la familia, de seguimiento de la niña a través de los informes que elaboraban los profesionales que la atendían y la profundización en el conocimiento de la enfermedad y su abordaje a través de la revisión de diferentes publicaciones y los testimonios de enfermos y familiares en las redes sociales.
COMENTARIOS
En relación a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), los pediatras de Atención Primaria debemos realizar actividades preventivas en la población general y en los grupos de riesgo, decidir si se pueden tratar en el propio centro de salud o derivar a Atención Especializada, iniciar el tratamiento nutricional, realizar la supervisión y seguimiento de los casos, informar al paciente y a los familiares, intervenir con las familias afectadas y controlar las posibles complicaciones físicas, todo ello en coordinación con los servicios de Salud Mental.
Los TCA son enfermedades que no solo implican a la persona afectada, sino también a su familia y entorno más próximo, e incluso de una manera diferente, a los profesionales de la salud, que nos vemos directa o indirectamente involucrados, sin disponer en ocasiones de guías ni experiencia para abordar estos trastornos con éxito.