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Educación Médica
versión impresa ISSN 1575-1813
Educ. méd. vol.8 no.2 jun. 2005
original
¿Qué opinan los médicos sobre la formación continuada, la evaluación de la competencia y la recertificación?
Resultados de las encuestas del I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña
What do doctors think of continuing education, competence evaluation and recertification?
Helios Pardell1, Carme Gomar1, Arcadi Gual1 y Miquel Bruguera2
1 Miembros de la Ponencia "Educación de los médicos y mantenimiento de la competencia", del I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña, 2 Presidente del I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña
Se presentan los resultados de las encuestas llevadas a cabo durante el I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña (Sitges, 19-20 de noviembre, 2004), en el que participaron 1.200 médicos, relacionadas con la formación médica continuada (FMC), la evaluación de la competencia (EC) y la recertificación (RC). Palabras clave: Formación médica continuada, evaluación de la competencia, recertificación, revalidación, profesionalismo. | The main results of the I Congress of the Catalan Medical Profession (Sitges, 19-20 November, 2004) on the subjects of continuing medical education (CME), competence evaluation (CE) and recertification (RC) are presented. Around 1200 physicians participated in it. Most doctors think that CME will be mandatory, provided during work time and with specific warnings / sanctions for physicians who do not participate. Key words: Continuing medical education, competence evaluation, recertification, revalidation, professionalism.
|
Correspondencia:
Dr. Helios Pardell
Consejo Catalán de la FMC
Córcega, 257
08036 Barcelona, España
e-mail: ccfmc@comb.es
INTRODUCCIÓN
En 1990 se llevó a cabo el primer estudio de opinión de los médicos catalanes sobre la formación médica continuada (FMC)1, que sirvió de elemento de base para la puesta en marcha del sistema de acreditación del Consejo Catalán de la FMC.
Desde entonces, aunque el Colegio de Médicos de Barcelona ha realizado sendas encuestas de opinión entre sus colegiados sobre diversos aspectos de la profesión y el ejercicio profesional, ninguna otra iniciativa en el campo de la FMC se había llevado a cabo hasta que, hace unos meses, el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña decidía organizar el I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña, en el que una nutrida representación de la misma debatió diversas ponencias y, concretamente, algunos aspectos relacionados con la FMC y los otros dos temas de los que nos ocupamos aquí.
Las conclusiones de algunas de las ponencias y las respuestas a los cuestionarios constituyen el material de análisis de este artículo, en el que pretendemos exponer las tendencias prioritarias entre los médicos catalanes acerca de los tres campos interrelacionados de la FMC, la evaluación de la competencia y la recertificación, con el objetivo de establecer comparaciones y obtener conclusiones que permitan orientar las acciones futuras de los colegios de médicos y demás organizaciones profesionales médicas.
MATERIAL Y MÉTODOS
El I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña tuvo lugar los días 19-20 de noviembre de 2004, en Sitges (Barcelona), con la participación de unos 1200 médicos de Cataluña, seleccionados por un procedimiento mayoritariamente aleatorio y, además, por razón de su participación activa en la preparación de los materiales de las ponencias.
La metodología de las discusiones y de las votaciones ha sido descrita prolijamente en un número anterior de esta misma revista 2. Bástenos mencionar aquí que los resultados que analizamos constituyen las respuestas de los asistentes a los cuestionarios de preguntas cerradas que se sometieron a votación secreta en las sesiones de la subponencia "Formación continuada y evaluación periódica de la competencia", de la ponencia 2, y de la subponencia "Limitaciones de la práctica profesional y reciclaje de los menos competentes", de la ponencia 3 (ver miembros de la Subponencias).
Todas estas respuestas fueron computadas "in situ" informaticamente y autentificadas y pueden consultarse en la web del Congreso (www.congresprofessio.org). El análisis de los resultados aquí descritos se ha hecho en base a dicha información, eligiendo las preguntas que hemos considerado más relevantes para nuestro propósito. Los enunciados de algunas de las preguntas y respuestas se han modificado ligeramente por razones de espacio, respetando siempre su sentido original.
La terminología utilizada es comprensible en su conjunto. Sin embargo, para evitar confusiones, conviene clarificar que el término "recertificación" se refiere a algún tipo de requerimiento profesional para mantener el estatus profesional o la licencia de ejercicio y equivale a lo que en el lenguaje internacional, de forma más genérica, se denomina "revalidación" 3. El termino "evaluación de la competencia", por su parte, se refiere a la aplicación de las diversas metodologías existentes, solas o combinadas, que permiten evaluar conocimientos, y/o habilidades y/o actitudes, e inferir de los resultados obtenidos un grado o dintel de la competencia del profesional 4.
RESULTADOS
En las tablas 1 y 2 se compendian las respuestas al cuestionario de la sesión de la subponencia "Formación continuada y evaluación periódica de la competencia".
En dicha sesión participaron en la votación 431 médicos, el 90% de los cuales estuvo plenamente de acuerdo con el contenido en conjunto del texto de la subponencia, preparado por 10 ponentes (ver miembros de las subponencias).
De los datos de la tabla 1 se desprende, como información relevante, que más del 60% de los médicos opinan que la FMC debe ser obligatoria para todos; que una proporción semejante cree que los participantes en actividades de FMC deben recibir créditos/diplomas; que hasta un 40% manifiestan preferir una FMC interactiva por ordenador; que el 70% dicen que la FMC debe llevarse a cabo en el horario laboral; y que más de la mitad opinan que los médicos que no hacen FMC deben ser objeto de algún tipo de advertencia/sanción o desventaja profesional.
En la tabla 2 se puede ver como más del 50% de los médicos opinan que la introducción de algún sistema de evaluación de la competencia no debería tener connotaciones punitivas; únicamente el 23% estiman que debería ser obligatoria; más de la mitad opinan que conceder un tiempo para corregir las deficiencias competenciales detectadas contribuiría a hacer el sistema más aceptable en la práctica; el 47% y el 22% respectivamente creen que deberían ser las sociedades científicas y los colegios los encargados de dicha evaluación de la competencia; y bastante más del 60% manifiestan aceptar la existencia de algún registro, de los cuales el 27% lo aceptarían si fuera abierto a la población.
En la tabla 3 se incluyen las respuestas al cuestionario de la sesión de la subponencia "Limitaciones a la práctica profesional y reciclaje de los menos competentes". En tal sesión participaron 342 médicos, el 88% de los cuales manifestaron estar de acuerdo con el texto de la subponencia, preparado por 11 ponentes (ver miembros de las subponencias).
De la información contenida en dicha tabla cabe destacar que un 90% de los médicos opinan que con evaluaciones periódicas de la competencia (53%) y con el curriculum de FMC (37%), se podría combatir la existencia de profesionales cuya competencia no es adecuada; que la mitad y el 37% respectivamente estiman que habría que obligar al médico incompetente a reciclarse y a concederle un período de tiempo prudencial para que se actualizara, evaluándolo al final; que un 49% creen que es el propio médico el máximo responsable de su competencia; que casi la mitad (43%) manifiestan que es en beneficio de los pacientes qué debe introducirse un sistema de evaluación de la competencia; que el 50% dicen estar de acuerdo con la implantación de la evaluación con el propósito de la recertificación; y que prácticamente se dividen por igual las opiniones acerca de la influencia de un mayor rigor de los colegios en lo concerniente a la competencia de sus profesionales sobre la consideración que merecen a la sociedad.
DISCUSIÓN
La posibilidad de utilizar la información de la encuesta sobre FMC de 19901 nos permite analizar los cambios ocurridos en este campo concreto en Cataluña. Por otro lado, tanto en éste como en los otros dos objeto de nuestro estudio, vamos a utilizar la información nacional a internacional disponible, con objeto de contextualizar la situación en Cataluña.
Por lo que se refiere al carácter obligatorio de la FMC para todos los médicos, si en 1990 eran 41.1% los que opinaban en tal sentido en 2004 son 61% (p < 0.05), lo que nos da una idea de la evolución sufrida en estos quince años. Por aquella primera fecha, la encuesta llevada a cabo por el Ministerio de Sanidad y Consumo a nivel estatal, en 1989, entre los médicos de atención primaria, arrojaba una proporción del 51% 5.
En la encuesta actual llama la atención que únicamente el 18% de los médicos consideren la FMC como un deber del médico, lo que habla en favor de la pérdida relativa del sentido del profesionalismo que ha experimentado la profesión, que uno de nosotros ha analizado en otra parte6.
En cuanto al reconocimiento de la FMC, los datos actuales prácticamente no difieren de los de la encuesta anterior. En efecto, si en 1990 un 53.1% de los médicos opinaban que el curriculum individual de FMC debía ser tenido en cuenta a la hora de las convocatorias de plazas y de conceder algunas ventajas económicas individuales, en la encuesta actual son el 60% quienes opinan que, en caso de ser voluntaria, la FMC debiera reflejarse en tales ámbitos.
Una de las áreas en la que se ha producido un cambio mas aparente es el del tipo de actividad formativa preferida. En efecto, en la encuesta actual únicamente el 6% de los médicos se inclinan por los materiales escritos (documentos, artículos y similares), mientras que en 1990 el 67.7% (p<0.01) decían utilizar los libros y revistas como método principal de FMC. En la encuesta del Ministerio de Sanidad y Consumo anteriormente mencionada, el perfeccionamiento en un centro acreditado era la modalidad elegida en primer lugar, seguida de las sesiones en equipo o con profesionales de otros centros y cursos monográficos.
En la opinión expresada por los médicos catalanes que participaron en el I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña, llama poderosamente la atención que hasta un 43% se inclinen por un curso anual de puesta al día como método de FMC. De seguir este criterio, la FMC progresivamente se convertiría en una actividad institucionalizada y burocratizada, a cargo de un centro especializado en formación, que muchas administraciones autonómicas de nuestro país están contemplando como prioridad en sus planes de invasión creciente de los ámbitos profesionales médicos.
Afortunadamente, entre estos mismos médicos, un 40% afirma preferir un sistema interactivo por ordenador, incluyendo documentación y problemas clínicos a resolver. Lo que resulta mucho mas acorde con los planteamientos modernos de lo que deben ser los programas formativos para toda la vida profesional.
Otra área de interés es la del lugar y horario de realización de la FMC. Si en 1990 eran más de la mitad los médicos (59.2%) que afirmaban llevarla a cabo fuera del centro de trabajo, en la encuesta actual únicamente un 2% (p<0.01) se inclina por dicha opción. Por lo que se refiere al horario, en la encuesta actual un 60% afirman decantarse decididamente por el horario laboral, no pudiendo establecerse comparaciones al no haberse formulado la pregunta explícitamente en la encuesta anterior.
Estos datos nos ponen sobre la pista de la transformación progresiva que se ha experimentado en la consideración de la FMC como un derecho del médico-empleado de las organizaciones sanitarias actuales, explícitamente reconocido en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias7, que plantea problemas importantes relacionados con el mantenimiento del ideario profesional en este nuevo contexto laboral8.
Resulta altamente esperanzador que la práctica totalidad de los médicos catalanes (94%) expresen su convencimiento de que hay que tomar alguna acción, más o menos coercitiva, con los colegas que no hacen FMC sistemáticamente. No parece muy aventurado suponer que esta opinión traduce un sentimiento favorable a la introducción de medidas de regulación profesional y, muy concretamente, de autorregulación en una proporción no desdeñable (23%), que afirman que debieran ser los colegios de médicos los que llevaran a cabo tales medidas. Esta opinión conecta estrechamente con la expresada en las respuestas a otra pregunta, cuando entre aquellos que opinan que debieran ser los colegios los responsables de la evaluación de la competencia de los profesionales (22%) y los que opinan que debieran ser las sociedades científicas (47%), suman casi las tres cuartes partes (69% ) del colectivo. Ello va en línea con los principios del profesionalismo, uno de cuyos componentes esenciales es, justamente, la práctica de la autorregulación9.
Asimismo esperanzador resulta el hecho que el 91% de los médicos opine que sería conveniente introducir algún sistema de evaluación de la competencia, exigible para mantener el derecho al ejercicio profesional y que el 90% crea que con ello, junto con la exigencia del curriculum de FMC, se podría combatir mejor la existencia de colegas no adecuadamente competentes. Esto traduce un sentimiento de compromiso con la sociedad (como explícitamente afirman el 28% de los médicos), que entronca, de nuevo, con el ideario profesional, en su vertiente trascendental del compromiso social10,11.
Aparentemente más difícil de explicar resulta la constatación de que la gran mayoría (77%) cree que dicho sistema de evaluación de la competencia debiera ser voluntario. Sin embargo, si analizamos más detalladamente la cuestión, podemos darnos cuenta de que entre quienes estiman que debiera ser obligatorio de entrada (23%) y aquellos que dicen que debiera serlo al cabo de un tiempo, tras un período de voluntariedad (24%), suman casi la mitad del colectivo (47%).
El que más de la mitad de los médicos (58%) afirmen que los temores iniciales a la implantación de un sistema de evaluación de la competencia se mitigarían en gran manera si se concediera un período de tiempo razonable para que el interesado pudiera corregir sus deficiencias competenciales, apunta hacia el interés por la que internacionalmente se conoce como FMC "remedial"12, orientada precisamente a la superación de aquellas lagunas en las áreas de los conocimientos, habilidades o actitudes. En esta misma línea va la opinión del 37% de los médicos de que ante un caso de incompetencia manifiesta, debiera obligarse al interesado a seguir una actividad tutelada de reciclaje y la del 50% de que habría que concederle un período de tiempo para que se actualizara, sometiéndolo al final a una evaluación de la competencia.
En el contexto sociológico actual, en que el colectivo médico en general y el del Colegio de Médicos de Barcelona en particular13 se siente acosado y escasamente valorado, sorprende que el 67% de los médicos catalanes apueste decididamente por la implantación de un registro colegial que incluya información sobre su curriculum de FMC y los resultados de la evaluación de la competencia. Y sorprende aun más que el 27% se declare dispuesto a aceptar, incluso, un registro abierto a la población, un tema objeto de debate en otros países que lo han introducido14,15. De estas afirmaciones no podemos sino concluir que el colectivo médico estudiado está altamente sensibilizado hacia la transparencia de su actuación, su profundo compromiso con la sociedad y la necesidad de la autorregulación, en línea con el ideario moderno derivado del profesionalismo redefinido16.
En el mismo sentido de autorregulación y de compromiso profesional antes mencionados, cabe interpretar la constatación de que prácticamente la mitad de los médicos (49%) decididamente afirman que es el propio médico el máximo responsable de su competencia/discompetencia y de que hasta el 43% crean que los colegios de médicos debieran implantar sistemas de control de la competencia para proteger a los pacientes. Este punto debe hacer reflexionar a muchos de los colegios de nuestro país, que siguen creyendo que su papel primordial es la defensa de los intereses de sus miembros, en contraposición con las organizaciones profesionales de otros paises o del nuestro propio que han entendido mejor sus obligaciones para con la sociedad y el gobierno17.
Esta misma tendencia es la que se deduce de la respuesta mayoritaria (50%) a favor de la introducción de la recertificación en la práctica, que parece apoyar las opiniones de distintos autores de que es posible y oportuno implantar algún sistema de recertificación en España3,18, como medida de profundización en la autorregulación profesional, para legitimar el nuevo contrato social de la profesión con el estado19 y para contribuir a mejorar la imagen de aquella.
Sobre este último punto, sin embargo, las opiniones de los médicos catalanes se hallan divididas por igual entre aquellos que creen que, efectivamente, la mayor exigencia de los colegios en el ámbito de la competencia contribuiría a mejorar la imagen de la profesión (48%) y los que creen que no serviría para este propósito (52%).
En conclusión, a la vista de los resultados analizados, podemos concluir que los médicos catalanes apuestan decididamente por la FMC, mayormente adaptada a la nueva situación laboral que viven; que entienden bien la incardinación de dicha FMC en el nuevo modelo de desarrollo profesional continuado20,21; que apuestan por la introducción de algún sistema de evaluación de la competencia; y, finalmente, que ven con buenos ojos la implantación de la recertificación, en un contexto de afirmación de la autorregulación y el profesionalismo y, sin duda, en base a la experiencia pionera que desde hace unos cuatro años se está llevando a cabo en el ámbito del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, con unos niveles de aceptación esperanzadores por parte de los médicos colegiados en los cuatro colegios que lo conforman 22.
MIEMBROS DE LAS SUBPONENCIAS
Subponencia "Formación continuada y evaluación periódica de la competencia": P. Arrizabalaga, JM Bertrán, G. Coll, R. García Guasch, A. Gual, A. Martin Zurro, H. Pardell, A. Ramos, J. Sala y J. Sellarés
Subponencia "Limitaciones de la práctica profesional y reciclaje de los menos competentes": A. Artemán, J. Benavent, J. Camps, FX Carreras, X de las Cuevas, JL López Colomés, A. Nogueras, M. Pallerola, A. Planes, A. Rodríguez y S. Schwartz
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