Introducción
Desde su inicio en diciembre del 2019 la enfermedad por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (Covid-19) ha supuesto un desafío sin precedentes para toda la comunidad científica. Aunque todavía no se conocen las consecuencias a nivel mundial de la pandemia, los datos existentes ya indican un grave impacto tanto a nivel sanitario, como económico y social. Hasta el 15 de diciembre del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) había confirmado más de 71 millones de casos y más de 1.6 millones de muertes en todo el mundo1. Por lo que concierne a España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social informó de más de 1.7 millones de personas infectadas hasta el 14 de diciembre del 20202.
Frente a esta situación excepcional, el personal sanitario se ha situado en la primera barrera de lucha contra la pandemia, cuestión que no ha estado exenta de riesgo3. Según informes del Ministerio de Sanidad del 11 de mayo del 2020, datos que corresponden a la primera ola de contagios en España y que, por lo tanto, se ajustan a nuestro período de estudio (inicio 15 de marzo, final 21 de junio de 2020), se informó que un 24% de los infectados fueron personal sanitario y sociosanitario, resultando ser uno de los colectivos más expuestos y con más riesgo de infección4. Posteriormente este porcentaje ha ido disminuyendo hasta un 4,6%, según datos recogidos por el Ministerio de Sanidad entre el 11 de mayo y el 9 de diciembre de 2020. Es relevante mencionar que estos casos han presentado significativamente un mayor porcentaje en las mujeres que entre los hombres (6,8% vs 2,1%)5.
Por lo anteriormente expuesto, puede resultar de interés indagar en las características de dicho grupo. Esto permitirá, en primer lugar, poner de manifiesto lo que ha ocurrido en la primera ola de contagios y, en segundo lugar, podría ser de ayuda para introducir cambios en una futura gestión, respecto a posibles medidas de protección y/o formación adecuada según el riesgo observado de contagio en nuestra población de estudio.
El presente estudio tiene como objetivo los factores de riesgo asociados en una población de profesionales que trabajan en un consorcio sanitario que incluye diferentes centros relacionados con la atención a la salud.
Material y Métodos
Se ha realizado un estudio epidemiológico observacional analítico, de tipo retrospectivo. El período de estudio fue la duración del estado de alarma en España (15-3-20 hasta 21-6-20).
Muestra de estudio: 2 620 trabajadores del Grupo SAGESSA (Grup d’Assistència Sanitària i Social). SAGESSA es una entidad de titularidad pública dedicada a la promoción de servicios asistenciales que se dividen en tres grandes áreas: la sanitaria, la social y la educativa, en el ámbito geográfico de las comarcas del sur de Cataluña. La plantilla total en 2019 (última fecha de la que hay registros) era de 3 957 trabajadores. El área de Salud se conforma de 7 hospitales, del cual el de mayor volumen de pacientes es el Hospital Universitari Sant Joan de Reus (HUSJ) que cuenta con 352 camas (250 de agudos, 24 de pediatría, 22 de críticos, 14 de neonatos y 42 de sociosanitario) contando solo este centro con 1 258 profesionales, 5 centros de atención primaria, 6 PADES (programa de atención domiciliaria equipo de soporte), 6 centros de rehabilitación, 1 hospital de día de enfermedades neurodegenerativas, 1 unidad de radioterapia y 2 CAS (centro de atención a las drogodependencias). El área Social se compone de 7 residencias de ancianos, 12 centros de día, 4 SAIAR (servicio de atención integral de ámbito rural), 2 CRAE (centro residencial de acción educativa), 2 SAD (servicio de atención domiciliaria), 2 EVO/SEVAD (servicio de valoración de la discapacidad y la dependencia), 1 centro de acogida y actividades para personas con drogodependencias, 1 punto de encuentro para familias y 1 punto Omnia. Por último, el área Educativa se conforma de diversas escuelas y lugares de apoyo para infantes de todas las edades. Las comarcas del sur de Cataluña en las que prestan su servicio son: Baix Camp con 25 centros y 2.309 profesionales; Ribera de Ebro 11 centros y 531 personas; Terra Alta 5 centros y 107; Baix Ebre 7 centros y 644 y Montsià con 7 centros y 3886,7,8.
Para el estudio se ha utilizado como fuente de datos el registro para la vigilancia de la Covid-19 de la Unitat de Vigilància de la Salut del grupo SAGESSA.
Los criterios de inclusión fueron los siguientes: 1) tener contrato laboral vigente en alguno de los centros del grupo durante algún momento del período del estado de alarma; haber estado en activo durante algún momento del período 2) estar incluido en el registro de la unidad de vigilancia de la salud.
El tratamiento de la información se realizó previa anonimización de los datos identificativos de los profesionales.
El estudio ha sido aprobado por el comité de ética del Institut d’Investigació Pere Virgili, código de referencia CEIM 237/2020.
Las variables independientes recogidas fueron: edad, género (Hombre/Mujer); años trabajados en la empresa; categoría profesional y lugar de trabajo. En categoría profesional se incluyeron: médicos (especialistas y médicos internos residentes-MIR-), enfermería, técnicos clínicos auxiliares de enfermería (TCAE), personal de limpieza, personal parasanitario (asistentes sociales, auxiliares geriatría, dietistas, farmacéuticos, fisioterapeutas, comadronas, logopedas, odontólogos, portaliteras, psicólogos, y trabajadores familiares) y no sanitarios (administrativos, informáticos, dirección, servicios técnicos y hotelería). En cuanto al lugar de trabajo, los diferentes servicios se clasificaron en función a los niveles asistenciales en grupos homogéneos. Esta distribución se puede observar en la Figura 1. Estas agrupaciones en base al nivel asistencial y al riesgo a priori de contacto con personas contagiadas por el SARS-CoV-2 también permitieron dificultar la posible identificación de cualquiera de los profesionales cuando la unidad de agrupación era reducida.
La variable dependiente fue definida como haber padecido Covid-19, recogiendo los resultados de las pruebas de detección de la enfermedad Covid-19, activa o pasada, que incluían: la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y/o Test Serológicos detectores de IgM/IgG mediante la técnica ELISA realizados en suero. La definición para determinar haber padecido la Covid-19 fue profesional cuyas pruebas diagnósticas específicas para la enfermedad en cualquier momento comprendido en la temporalidad del estudio hayan dado como resultado detección de IgM/IgG en suero positivo para IgM y/o IgG y/o que la PCR haya dado positivo para SARS-CoV-2.
Para cada variable independiente categórica se estableció el grupo de referencia “no riesgo” en función de los datos de la literatura y/o el menor grado de contacto asistencial con los pacientes. Sexo Masculino, edad ≤30 años, >30 años de antigüedad, profesionales no sanitarios y lugares de trabajo sin contacto con pacientes.
Análisis estadístico: La descripción de las variables se ha realizado utilizando media, desviación estándar y rango para variables cuantitativas; y frecuencias absolutas (nº) y relativas (%) para variables categóricas.
La comparación de grupos se ha efectuado utilizando la prueba de la Chi al cuadrado o exacta de Fisher para variables categóricas. Se ha calculado la Odds Ratio (OR) de exposición y su Intervalo de Confianza al 95% (IC 95%).
Finalmente, para conocer el grado de asociación de cada variable independiente ajustando el posible efecto de confusión del resto, se ha realizado un análisis de regresión logística múltiple, modelo fijo, método máximo likelihood ratio. Los resultados se presentan como OR (IC 95%).
El nivel de significación estadístico aceptado fue p≤0,05.
Para el análisis de los datos, se ha utilizado el programa de análisis estadístico IBM SPSS Statistic Base 22.0 con licencia de estudiantes de la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Resultados
Se han incluido en el estudio 2.620 individuos, de los que 112 (4,3%) cumplían criterios de haber padecido Covid-19. En la Tabla 1 se presentan las características de la muestra y la prevalencia de infección por SARS-CoV-2 en cada subgrupo.
Variable | Población | % | casos | % Casosa | |
---|---|---|---|---|---|
Género | Hombre | 553 | 21% | 21 | 3,79% |
Mujer | 2067 | 79% | 91 | 4,40% | |
Edad (años) | ≤30 | 545 | 21% | 33 | 6,05% |
31-40 | 587 | 22% | 26 | 4,42% | |
41-50 | 697 | 27% | 25 | 3,58% | |
51-60 | 605 | 23% | 23 | 3,80% | |
>60 | 186 | 7% | 5 | 2,68% | |
Antigüedad (años) | 0-1 | 586 | 22% | 25 | 4,26% |
2-3 | 299 | 11% | 16 | 5,35% | |
4-10 | 488 | 19% | 24 | 4,91% | |
11-20 | 692 | 26% | 31 | 4,47% | |
21-30 | 303 | 12% | 9 | 2,97% | |
>30 | 200 | 8% | 1 | 0,50% | |
Categoría profesional | Médicos | 488 | 19% | 20 | 4,09% |
Enfermería | 641 | 24% | 45 | 7,02% | |
Técnicos Clínicos Auxiliares de Enfermería | 387 | 15% | 26 | 6,71% | |
Limpieza | 177 | 7% | 9 | 5,08% | |
Parasanitarios | 348 | 11% | 18 | 5,17% | |
No sanitarios | 637 | 24% | 3 | 0,47% | |
Lugar de trabajo | Primaria | 309 | 12% | 6 | 1,94% |
Servicio Ambulatorio Hospitalario | 137 | 5% | 2 | 1,45% | |
Servicios Médicos del Hospital con Ingreso | 198 | 7% | 4 | 2,02% | |
Servicios Quirúrgicos de Hospital | 137 | 5% | 5 | 3,64% | |
Quirófano | 143 | 5% | 5 | 3,49% | |
Pediatría | 80 | 3% | 8 | 10,00% | |
Medicina Interna | 101 | 4% | 5 | 4,95% | |
Clínica de Hospitalización Médico-Quirúrgica (HMQ) | 166 | 6% | 22 | 13,25% | |
Unidad de Vigilancia Intensiva | 60 | 2% | 2 | 3,33% | |
Urgencias | 163 | 6% | 9 | 5,52% | |
Sociosanitario (SS) | 100 | 4% | 21 | 21,00% | |
Residencias | 202 | 8% | 2 | 0,99% | |
Sin contacto con pacientes | 263 | 10% | 1 | 0,38% | |
Hospitales de día + Centros de día + Gabinetes. | 114 | 4% | 4 | 3,50% | |
Otros | 262 | 10% | 14 | 5,34% | |
Total | 2620 | 100% | 112 | 4,27% |
a % de casos positivos Covid 19 respecto al total de individuos del subgrupo.
En la Tabla 2 se recogen los resultados del análisis bivariable.
Variable | p-valor | OR | IC 95% | ||
---|---|---|---|---|---|
Inf. | Sup. | ||||
Género | Hombre | -- | 1 | -- | -- |
Mujer | 0,61 | 1,17 | 0,72 | 1,89 | |
Edad (años) | ≤30 | -- | 1 | -- | -- |
31-40 | 0,27 | 0,72 | 0,42 | 1,22 | |
41-50 | 0,05 | 0,58 | 0,34 | 0,98 | |
51-60 | 0,10 | 0,61 | 0,36 | 1,06 | |
>60 | 0,11 | 0,43 | 0,17 | 1,12 | |
Antigüedad (años) | >30 | -- | 1 | -- | -- |
0-1 | 0,02 | 8,87 | 1,19 | 65,88 | |
2-3 | 0,01 | 11,25 | 1,48 | 85,53 | |
4-10 | 0,01 | 10,29 | 1,38 | 76,61 | |
11-20 | 0,01 | 9,33 | 1,27 | 68,79 | |
21-30 | 0,11 | 6,09 | 0,77 | 48,46 | |
Categoría profesional | No sanitarios | -- | 1 | -- | -- |
Médicos | 0,00 | 9,03 | 2,66 | 30,57 | |
Enfermería | 0,00 | 15,95 | 4,93 | 51,61 | |
Técnicos Clínicos Auxiliares de Enfermería | 0,00 | 15,22 | 4,57 | 50,63 | |
Limpieza | 0,00 | 11,32 | 3,03 | 42,28 | |
Parasanitarios | 0,00 | 6,99 | 1,87 | 26,02 | |
Lugar de trabajo | Sin contacto con pacientes | -- | 1 | -- | -- |
Primaria | 0,19 | 5,18 | 0,61 | 43,30 | |
Servicio Ambulatorio Hospitalario | 0,56 | 3,88 | 0,34 | 43,19 | |
Servicios Médicos del Hospital con Ingreso | 0,21 | 5,40 | 0,59 | 48,71 | |
Servicios Quirúrgicos de Hospital | 0,03 | 9,92 | 1,14 | 85,80 | |
Quirófano | 0,04 | 9,49 | 1,09 | 82,05 | |
Pediatría | 0,00 | 29,11 | 3,58 | 236,57 | |
Medicina Interna | 0,00 | 13,64 | 1,57 | 118,29 | |
Clínica de Hospitalización Médico-Quirúrgica (HMQ)a | 0,00 | 40,02 | 5,34 | 300,02 | |
Unidad de Vigilancia Intensiva | 0,16 | 9,03 | 0,80 | 101,32 | |
Urgencias | 0,00 | 15,31 | 1,92 | 122,02 | |
Sociosanitario (SS) | 0,00 | 69,6 | 9,22 | 525,95 | |
Residencias | 0,81 | 2,62 | 0,23 | 29,09 | |
Hospitales de día + Centros de día + Gabinetes | 0,05 | 9,52 | 1,05 | 86,20 | |
Otros | 0,00 | 14,79 | 1,93 | 113,31 |
a HMQ se comportó como un centro sociosanitario para dar apoyo a Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
Como puede observarse haber padecido enfermedad por SARS-CoV-2 se asoció significativamente a tener ≤20 años de antigüedad en la empresa, siendo significativa la asociación entre todas las categorías. En cuanto al lugar de trabajo fueron S. H. Quirúrgicos, Quirófano, Pediatría, MI, HMQ, Urgencias, SS, HD+CD+Gabin y Otros los que mostraron asociación significativa. El grupo de edad 40-50 años mostró una disminución de la probabilidad de enfermar del 42% respecto al grupo ≤30 años (OR=0,58; IC 95%: 0,34-0,98).
Variable | p-valor | OR | IC 95% | ||
---|---|---|---|---|---|
Inf. | Sup. | ||||
Género | Hombre | -- | 1 | -- | -- |
Mujer | 0,79 | 1,08 | 0,59 | 1,98 | |
Edad (años) | ≤30 | -- | 1 | -- | -- |
31-40 | 0,39 | 0,75 | 0,39 | 1,43 | |
41-50 | 0,30 | 0,69 | 0,34 | 1,40 | |
51-60 | 0,82 | 1,09 | 0,50 | 2,38 | |
>60 | 0,51 | 0,66 | 0,19 | 2,27 | |
Antigüedad (años) | >30 | -- | 1 | -- | -- |
2-3 | 0,02 | 12,19 | 1,41 | 105,71 | |
4-10 | 0,03 | 11,28 | 1,35 | 93,94 | |
11-20 | 0,02 | 10,84 | 1,36 | 86,25 | |
21-30 | 0,08 | 6,54 | 0,78 | 54,62 | |
0-1 | 0,053 | 8,36 | 0,97 | 72,08 | |
Categoría Profesional | No Sanitarios | -- | 1 | -- | -- |
Enfermería | 0,00 | 14,03 | 3,19 | 61,66 | |
Técnicos Clínicos Auxiliares de Enfermería | 0,00 | 9,77 | 2,17 | 43,96 | |
Limpieza | 0,03 | 6,94 | 1,22 | 39,44 | |
Parasanitarios | 0,02 | 6,83 | 1,33 | 35,01 | |
Médicos | 0,00 | 11,04 | 2,36 | 51,57 | |
Lugar De Trabajo | Sin Contacto con Pacientes | -- | 1 | -- | -- |
Servicio Ambulatorio Hospitalario | 0,57 | 2,05 | 0,18 | 23,57 | |
Servicios Médicos del Hospital con Ingreso | 0,95 | 1,07 | 0,11 | 10,79 | |
Servicios Quirúrgicos de Hospital | 0,39 | 2,61 | 0,29 | 23,46 | |
Quirófano | 0,47 | 2,29 | 0,25 | 21,11 | |
Pediatría | 0,07 | 7,44 | 0,87 | 63,68 | |
Medicina Interna | 0,29 | 3,27 | 0,36 | 29,86 | |
Clínica de Hospitalización Médico-Quirúrgica (HMQ)a, b | 0,01 | 13,43 | 1,70 | 106,13 | |
Unidad de Vigilancia Intensiva | 0,56 | 2,08 | 0,18 | 24,52 | |
Urgencias | 0,27 | 3,37 | 0,39 | 28,68 | |
Sociosanitario (SS)a | 0,01 | 17,77 | 2,19 | 144,04 | |
Residencias | 0,98 | 1,03 | 0,08 | 12,79 | |
Primaria | 0,75 | 1,42 | 0,16 | 12,37 | |
Hospitales de día + Centros de día + Gabinetes | 0,21 | 4,29 | 0,45 | 40,95 | |
Otros | 0,15 | 5,03 | 0,57 | 44,71 |
a En HMQ y SS se detectaron clúster intracentro.
b HMQ se comportó como un centro sociosanitario para dar apoyo al Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
Por último, los resultados del análisis multivariable (Tabla 3) tras ajustar los posibles efectos de confusión, mostraron que las variables independientes asociadas significativamente a haber padecido la infección fueron: antigüedad (haber trabajado >1 y ≤20 años) y profesión. En cuanto al lugar de trabajo, únicamente mostraron asociación significativa las categorías de SS y HMQ.
Discusión
Existen estudios que han observado un riesgo aumentado de contagio de SARS-CoV-2 en profesionales sanitarios comparados con la población general9, siendo también los niveles de incidencia comunitarios un factor que puede influir en estos. A fecha de 28 de junio los casos totales diagnosticados en Cataluña eran de 61.355 representando el 24,7% del total nacional y siendo 1 171 casos en los 14 días anteriores10.En nuestro estudio, los trabajadores más jóvenes y con menor antigüedad tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad que los de mayor antigüedad y/o mayor edad. Puede deberse a hábitos sociales distintos o bien a mayor conocimiento sobre el uso de equipos de protección. Contrariamente, los subgrupos de mayor edad y antigüedad no han resultado en una asociación significativa.
Al realizar un análisis multivariable para ajustar por factores de confusión, se observa que las variables que alteran el riesgo de forma significativa son las de categoría y lugar de trabajo. Al comparar cada una de las categorías laborales con el personal no sanitario contratado en estos centros, todas se comportan aumentando el riesgo. Se debe destacar que estos resultados apoyan el que se deba considerar la Covid-19 una enfermedad profesional, y particularmente interesante el personal de limpieza quien a fecha de la redacción de este artículo es uno de los colectivos en los que no es considerada como tal11. Shields A et al. describieron una prevalencia del 33% de anticuerpos con Sars-CoV2 en el personal de limpieza en su estudio, siendo el colectivo con más positivos de todos los observados12.
Al observar el comportamiento para la variable de lugar de trabajo, se puede apreciar que hay dos lugares donde el riesgo aumenta significativamente al tomar de referencia los lugares donde no hay contacto con pacientes. Clínica de hospitalización y sociosanitario, la característica común entre estos dos lugares es que durante el tiempo en el que se recogían los datos, se detectó por PCR varios positivos para Covid-19 entre los pacientes de dichas unidades, que además compartían pacientes, ya que algunos fueron trasladados del sociosanitario a HMQ. Este hecho que ha alterado nuestros resultados nos puede resultar de utilidad para realizar nuevas hipótesis. Wesley H. et al. Proponen que los dos principales factores que influencian el contagio entre profesionales son la utilización correcta de los equipos de protección individual (EPIs) y el contacto con pacientes sin el uso de cobertura facial13. En esta línea nuestros resultados indican que la infección por coronavirus en pacientes de servicios que no están dedicados al tratamiento de esta patología podría incurrir en un aumento del riesgo para los profesionales. Basándonos por tanto en la hipótesis de estos autores podría ser interesante la realización de futuros estudios comparando la correcta utilización de los EPI en personal de diferente servicio. Esta hipótesis se ve reforzada por la ausencia de aumento de riesgo en aquellos servicios donde sí se trataban pacientes por SARS-CoV-2. Además, la gran proporción de pacientes infectados de forma asintomática puede provocar que unos pocos pacientes puedan aumentar de forma significativa el riesgo de contagio entre profesionales, esta hipótesis se refuerza con que en lugares donde sí se trataban pacientes con coronavirus, la buena utilización de los EPI no resulta en un aumento del riesgo de contagio. Esto puede invitarnos a pensar que las propuestas para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 entre profesionales deben ir dirigidas a los servicios y centros en los que no se tratan enfermos de coronavirus, puesto que, en estos lugares las medidas de prevención son menos estrictas.
Nuestro estudio no está carente de limitaciones, a parte de las propias de un estudio analítico observacional retrospectivo, hemos podido cometer sesgos al agrupar los lugares de trabajo por exposición, además tenemos presente que nuestros datos son de un momento inicial de la pandemia y que aunque pueden servir como referencia, también pueden ser indicativos de una realidad muy distinta a la que existe ahora mismo, puesto que el ambiente epidemiológico cambia en poco tiempo y las instituciones sanitarias aprenden e implementan nuevas medidas en los protocolos continuamente. También queremos destacar el posible sesgo que pueda producir en nuestros resultados el no haber considerado lo establecido en los protocolos en materia de limitación de la exposición a pacientes infectados por parte de profesionales por distintos factores como edad o enfermedades de base. No obstante, también tiene ciertas fortalezas, como son el gran tamaño muestral, la variedad de centros sanitarios que se han podido incluir y comparar en el estudio (hospitales, asistencia primaria, residencias de larga estancia, centros de día), así como la obtención de los datos recogidos por un servicio de vigilancia que lo hace de forma longitudinal y sistematizada, haciendo que se pueda en el futuro repetir el análisis con los datos recogidos de la misma población en otros periodos de la pandemia.
Se podría afirmar que la principal vía de transmisión en el ámbito sanitario se produce desde los pacientes hacia los trabajadores sanitarios y que esta tiene una fuerza mayor que la vía entre trabajadores, y por esta razón cualquier categoría laboral tiene un riesgo mayor que aquellos que son personal no sanitario. También refuerza esta teoría que en el análisis bivariable enfermeras y auxiliares de enfermería presenten un mayor riesgo. M. Zhang et.al. proponen que el nivel de conocimiento teórico sobre el virus de las enfermeras es inferior respecto al de médicos14, pudiendo ser esta una posible explicación. Hay otros factores que pueden estar implicados como, por ejemplo, el hecho de que las prácticas habituales que llevan a cabo durante su jornada laboral llevan implícito un mayor tiempo de exposición al paciente que otros profesionales. Otro factor posible podría ser las diferencias entre la formación recibida por los profesionales en prevención de la transmisión de infecciones. Hilal Al Abri Z.G. et al. encontraron diferencias significativas en cuanto a la adherencia de los profesionales a estas medidas, y lo relacionaron con las diferencias observadas en la formación recibida15. Por supuesto, se necesitarán más estudios que respalden estos resultados para llegar a conclusiones definitivas, pero estos resultados aportan datos que pueden ser de relevancia para futuros trabajos en los que podría ser interesante incluir el tiempo de exposición, el tipo de intervención o la formación recibida en medidas de prevención como variables.