INTRODUCCIÓN
El sobrepeso y la obesidad (SP/OB) son considerados problemas de salud a nivel mundial. En 2017 se registraron 3.4 millones de muertes relacionadas con esta condición 1, siendo uno de los grupos más vulnerables es el de los adolescentes, debido a que esta población se encuentra predispuesta a desarrollar dicha condición2 3. Lo anterior puede ser debido al deseo alimentario, el acceso a la comida rápida, y al impacto negativo que causa la abstinencia alimentaria4 5, además el SP/OB son factores de riesgo para desarrollar comorbilidades como la Diabetes Mellitus Tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer1.
El SP/OB se presentan en más del 18% de adolescentes a nivel mundial, en México se duplica la cifra anterior al tener una prevalencia del 39.2% en mujeres y 33.5% en hombres de 12 a 19 años de edad, siendo los estados del norte los más afectados6 7. El aumento en la prevalencia de SP/OB es un factor de riesgo que contribuye a disminuir la calidad de vida de las personas; en los últimos años se han realizado estudios con el objetivo de comprender los factores que influyen en el desarrollo de esta condición, entre ellos el acceso a la comida con alto contenido calórico, la lectura del contenido nutricional en las etiquetas, el consumo de grandes cantidades de comida y el sedentarismo; sin embargo, pocos estudios han abordado la adicción a la comida (AC) en los adolescentes8 9 10.
Aproximadamente el 38% de los adolescentes con SP/OB presentan AC, esta variable se define como un problema crónico que se caracteriza por la adicción y el consumo en exceso de alimentos altamente calóricos, con grandes cantidades de sal, azúcar y grasa, además puede presentarse en forma de trastornos de atracón compulsivo, y la AC se relaciona con el aumento en el índice de masa corporal (IMC) en adolescentes 10 11 12.
Diversos trastornos de salud mental se encuentran relacionados con la AC en adolescentes, entre ellos baja autoestima, depresión y sentimiento de soledad, además es importante mencionar que la depresión y la AC se asocian a problemas de obesidad en este grupo etario 13 14. Por lo anterior, es necesario realizar estudios que aborden este fenómeno y así desarrollar intervenciones para promocionar la salud y ayudar a disminuir la prevalencia de la obesidad en adolescentes tomando en cuenta variables conductuales. El estado nutricional en adolescentes de 10 a 19 años se obtiene en base al IMC y es el indicador más utilizado de acuerdo con el sexo15.
Los objetivos del presente estudio fueron: conocer la prevalencia de la AC de acuerdo a edad, sexo e IMC, y determinar la asociación entre la AC y el estado nutricional en una muestra de adolescentes del norte de México.
MATERIAL Y MÉTODO
Diseño y población
El diseño fue descriptivo, correlacional, de corte transversal, se desarrolló en una preparatoria pública en Nuevo León, México durante los meses de agosto y septiembre de 2018. La población participante se conformó por 630 adolescentes estudiantes de 15 a 17 años de edad distribuidos en 18 grupos; se realizó un muestreo aleatorio simple con apoyo del programa Microsoft Excel® y el tamaño de la muestra se calculó por medio del software nQueryAdvisor® 7.0, resultando un total de 245 adolescentes. Se excluyeron estudiantes que al momento de la investigación se encontraran bajo tratamiento médico o psicológico para reducción de peso.
Instrumento y mediciones
Se utilizó una cédula de datos sociodemográficos para conocer la edad, sexo y el grupo en el que se encontraban inscritos para su posterior ubicación. En la cédula se registraron además las mediciones antropométricas, las mismas que se evaluaron midiendo el peso y la talla siguiendo protocolos estandarizados 16, y con ello se obtuvo el IMC con la fórmula IMC=kg/m2. Se clasificó a cada estudiante como: a) bajo peso con IMC de 15 a18.5, b) peso normal con IMC de 18.51 a 24.99, c) sobrepeso con IMC de 25 a 29.99, d) obesidad con IMC de 30 a 39.99 y e) obesidad severa con un IMC mayor de 4017. Se capacitó a estudiantes de licenciatura en enfermería como auxiliares de investigación para realizar las mediciones.
Para determinar la AC se empleó el instrumento autoaplicable Yale Food Addiction Scale4, que utiliza criterios propuestos por el DSM-5 para la dependencia a sustancias. La escala fue traducida y validada en población mexicana 18. El instrumento tiene 25 ítems divididos en cinco componentes, con opciones de respuesta por frecuencia: nunca = 0 puntos, una vez al mes = 1 punto, 2-4 veces al mes = 2 puntos, 2-3 veces a la semana = 3 puntos y 4 o más veces a la semana / diario = 4 puntos, se incluyen preguntas con opción de respuesta dicotómica donde sí equivale a 0 y no es igual a 1 punto. El resultado final indica que existe AC si son positivos al menos tres de los criterios que componen la escala después de obtener la sumatoria.
El primer componente incluye los criterios: 1) consumo de la sustancia en mayor cantidad o durante más tiempo que lo que el sujeto pretende, 2) emplear mayor tiempo en obtener o usar la sustancia, y 3) presentar síntomas de abstinencia y contiene los ítems 1-7, 12, 13 y 20. El segundo componente incluye el criterio de tolerancia, como el continuar con los hábitos a pesar de conocer las consecuencias negativas, contiene los ítems 9,15,17,19 y 21. El tercer componente lo constituye el criterio de deseo continuo o incapacidad para reducir o detener el consumo, incluye los ítems 22-25.
El cuarto componente incluye el criterio de reducción o cese de actividades sociales, ocupacionales o recreativas con los ítems 8 y 10, y el criterio de abstinencia con el ítem 14. El quinto componente corresponde a las consecuencias de malestar y disfunción, y el criterio de reducción o cese de actividades sociales, ocupacionales o recreativas, e incluye los ítems 11, 15 y 18. Para el estudio se obtuvo un Alpha de Cronbach de 0.80 con esta muestra.
Análisis de datos
Para el procesamiento de datos se utilizó el paquete estadístico SPSS® versión 20,0 para Windows. El análisis descriptivo se realizó a través de frecuencias, proporciones, medidas de tendencia central y de dispersión, previo al análisis inferencial se procedió a evaluar la distribución de las variables mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov con Corrección de Lilliefors, debido a que las variables no mostraron una distribución normal se empleó la prueba de Coeficiente de Correlación de Spearman.
Consideraciones éticas
El estudio se apegó a lo estipulado en reglamentos nacionales, se obtuvo la aprobación del Comité de Investigación y el Comité de Ética en la Investigación de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Nuevo León, posterior a ello se presentó el objetivo de la investigación a las autoridades de la institución educativa para su aprobación. Previo a la recolección de datos se realizó una conversación informativa con los adolescentes, estudiantes y profesores para dar a conocer el estudio, y se entregó un consentimiento informado para recolectar la firma del padre o tutor; dos días después de la conversación se obtuvo el 100% de los consentimientos informados firmados, se explicó que se trataba de una investigación sin riesgo, y el derecho a renunciar en cualquier momento.
RESULTADOS
La muestra total corresponde a 245 adolescentes, predominando el sexo femenino con 53,1%, con una edad media de 15,83 años (S= 0,69), respecto al IMC fue superior en las mujeres (Tabla 1).
Respecto a la AC, la mayoría de los participantes presentaron 3 criterios positivos, de los cuales se observan: a) Deseo frustrado de parar el consumo (87,8%); b) Tolerancia (36,3%); y c) Consumo a pesar de las consecuencias (34,3%) (Tabla 2).
Con relación al sexo, las mujeres presentaron mayor prevalencia de AC (20%). De acuerdo al estado nutricional, se observa mayor prevalencia de AC en los adolescentes con sobrepeso (20,7%). Respecto al estado nutricional y sexo, se observa mayor prevalencia de AC en los hombres con sobrepeso (33,3%) y en las mujeres en peso normal (22,3%) (Tabla 3).
De acuerdo a la edad, los participantes de 17 años presentaron mayor prevalencia de AC (25%), predominando en los adolescentes con obesidad (33,3%) (Tabla 4).
Uno de los objetivos del estudio fue determinar la asociación entre la AC y el estado nutricional en adolescentes del norte de México, no se encontró relación entre las variables de interés (p> 0,05).
DISCUSIÓN
El propósito de este estudio fue conocer la prevalencia de AC de acuerdo a edad, sexo e IMC, y determinar la asociación entre la AC y el estado nutricional, en adolescentes del norte de México. En Chile se realizó un estudio para determinar la asociación de la AC y el estado nutricional en una muestra de 292 estudiantes universitarios, con una media de edad de 21,4 años (S = 2,4), los resultados muestran que la mayor parte de los adolescentes cumple con 4 criterios para AC, la mayor prevalencia de AC se presentó en mujeres (14,4% vs 4,7%) 19, resultados similares a los que se obtuvieron en este estudio.
En la AC se muestran diferencias de acuerdo con el sexo, apareciendo múltiples variables biológicas y conductuales que pueden estar asociadas con estos resultados. Un estudio muestra que la actividad neuronal relacionada con la ansiedad por la comida es menor en los hombres cuando se proporciona alguna distracción, mientras que en las mujeres es menos probable que se reduzca la señal de ansiedad por comer, asimismo, las hormonas y el ciclo menstrual también pueden tener un efecto sobre la ansiedad por la comida, interfiriendo en el control de comer y reducción de peso 20,21; sin embargo, un estudio realizado en la India muestra que no hay diferencias significativas en la AC respecto al sexo22.
Respecto a la edad la mayor parte de los adolescentes que cumplieron los criterios para AC corresponden a los participantes de 17 años (25%), asimismo dentro de este grupo etario predominaron los adolescentes con obesidad y AC (33,3%). En un estudio realizado con población de 18 a 65 años de edad los resultados muestran una correlación negativa entre la AC y la edad, siendo mayor la prevalencia en el grupo de 18 a 29 años 24.
En la actualidad los adolescentes tienen fácil acceso a las redes sociales y a la publicidad que en ellas se maneja, como las recetas de alimentos con bajo valor nutricional y restaurantes de comida rápida, además representan un distractor en la elección de comida saludable 24. Un estudio muestra que 85% de los adolescentes que utilizan Instagram comparte fotos de comida en su perfil de las cuales la mayoría (67,7%) hace referencia a comida alta en calorías 25.
En este estudio predominó el grupo de adolescentes con sobrepeso que obtuvieron criterios positivos para AC (20,7%). Una investigación realizada con jóvenes universitarios (= 20,19 años) mostró una asociación positiva entre el IMC y la AC26. Es importante mencionar que los adolescentes con sobrepeso u obesidad obtienen puntajes más altos para AC, y los alimentos adictivos que destacan en prevalencia de consumo dentro de este grupo son los chocolates, helado, patatas a la francesa, harinas y pastas, por lo que la AC desde la infancia puede tener repercusión directa en la obesidad en la etapa adulta 27.
No se encontró una correlación significativa entre la AC y el estado nutricional en la muestra estudiada (p > .05); hallazgos que difieren de lo reportado en otra investigación similar 19. Lo anterior puede tener explicación en las características de la muestra de este estudio, ya que en su mayoría fueron adolescentes dentro de los parámetros de peso normal de acuerdo al IMC, tomando en cuenta que una de las características principales en la AC es padecer SP/OB 28.
La familia y el contexto escolar ejercen una influencia importante en la adopción de hábitos alimenticios saludables en los adolescentes; sin embargo, la percepción de los padres e hijos respecto a lo que incluye una alimentación balanceada se relaciona en su mayoría con la preparación de alimentos en casa y el mínimo uso de colorantes artificiales u otros químicos, olvidando el aporte nutricional real de los alimentos, mientras que los profesores reportan que el compromiso de la educación respecto a la alimentación balanceada corresponde a los padres más que a ellos29.
Es necesario realizar estudios que tomen en cuenta la influencia del contexto en la AC, la muestra estudiada corresponde a adolescentes de Nuevo León (norte de México), donde la prevalencia de SP/OB en ese grupo fue de 37% en 201230, mientras que en estados del sur del país como Oaxaca (26,7%) y Chiapas (28,9%) es menor 1 2. Cabe mencionar la desigualdad en economía y salud entre el norte y el sur de México, mientras que el 20,4% de la población en Nuevo León, vive en situación de pobreza, en Chiapas esta cifra aumenta al 76,2%7.
Una de las limitaciones que se presentaron en este estudio fue el contexto, debido a que se estudió únicamente en una muestra de adolescentes de Nuevo León, México, por lo que en futuros estudios se recomienda incluir otros estados del norte y sur de país para realizar la comparación. Otra limitación fue el IMC de los adolescentes, en su mayoría presentaron peso normal, por lo que una muestra de estudiantes con SP/OB puede presentar resultados distintos.
CONCLUSIONES
La mayoría de los adolescentes de ambos sexos presentan peso normal de acuerdo a recomendaciones internacionales, las mujeres presentaron un índice de masa corporal mayor que el de los hombres. La mayoría de los adolescentes presentan más de tres criterios positivos para adicción a la comida, en menor porcentaje positivo para alteración clínica importante.
Las mujeres presentan mayor adicción a la comida que los hombres; los adolescentes de 17 años presentaron mayores niveles de adicción a la comida que los de menor edad, esta condición aumenta en los adolescentes con sobrepeso u obesidad. No se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la adicción a la comida y el estado nutricional en adolescentes.