INTRODUCCIÓN
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) tienen altas tasas de incidencia y prevalencia en todo el mundo. Se estima que cada día ocurren más de un millón de ITS curables como clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis y que hay 417 millones de casos prevalentes de infección por el virus del herpes simple y aproximadamente 291 millones de mujeres infectadas con el virus del papiloma humano (VPH) 1.
Las conductas sexuales de riesgo (CSR) involucran sexo sin protección, con parejas desconocidas y múltiples parejas, lo cual es común en los estudiantes universitarios2. Los jóvenes están más expuestos a riesgos, lo que causa consecuencias no deseadas para la salud sexual y reproductiva, como ITS, embarazos no planeados y violencia sexual3. El entorno universitario puede contribuir a que haya cambios sociales en la vida de los estudiantes, esto incluye la conducta sexual. En el contexto masculino, un estudio con jóvenes de una universidad del sur de Brasil verificó que los estudiantes del sexo masculino tienden a tener una CSR más alta4.
Se sabe que los hombres suelen estar más expuestos a situaciones que ponen en riesgo su salud5,6. Esta conducta se asocia a aspectos socioculturales derivados del sentimiento de invulnerabilidad y masculinidad del género masculino, que se entiende como [...] un espacio simbólico que sirve para estructurar la identidad del hombre y moldea las conductas y las emociones que debe adoptar [...].7Entendido desde la perspectiva de las dimensiones social, económica, generacional y cultural, según el contexto histórico, la palabra "masculinidades" se utiliza para englobar esta pluralidad8,9.
En general, los jóvenes tienen poco conocimiento sobre las ITS, como indican algunos estudios10,11. Incluso los estudiantes universitarios que tienen acceso a la información no suelen adoptar prácticas para la prevención de estas enfermedades porque creen en su invulnerabilidad o desconocen la transmisión de las infecciones, lo que es un factor agravante para la propagación de las ITS12. La falta de tratamiento o el tratamiento inadecuado de las ITS puede conducir a complicaciones como infertilidad, infecciones congénitas, cáncer, aborto y aumentar el riesgo de transmisión de ITS, especialmente del VIH13).Para prevenir dichas enfermedades es importante saber cuáles son las infecciones que se transmiten por tener sexo sin protección, los modos de transmisión, las consecuencias para la salud y los métodos para prevenirlas11,14.
La prevención de las ITS está relacionada con la amplia difusión de síntomas y formas de transmisión, que buscan orientar e incrementar el conocimiento de la población. En el contexto de los jóvenes, un estudio nacional indica que la institución educativa es el mejor lugar para acceder a esta información, dado que es más efectivo que las revistas o las estaciones de televisión15. Ante este escenario y dada la relevancia del tema, el estudio tuvo como objetivo analizar el uso sistemático de preservativo en los jóvenes universitarios del género masculino.
MÉTODO
Estudio descriptivo, transversal, realizado de acuerdo con las recomendaciones del Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology. El escenario del estudio fueron dos instituciones de educación superior (IES), una pública (IES1) y la otra privada (IES2), ubicadas en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. La justificación para la elección de las IES obedeció a la variedad de carreras que ofrece, lo que permitió comparar las prácticas sexuales y preventivas con las ITS contraídas por estudiantes de ambas universidades.
En la investigación matricial participaron estudiantes universitarios de 18 a 29 años, inscritos regularmente y presentes en el área de investigación en el momento en el que se realizó la recolección de datos. En ambas instituciones se recolectaron muestras estratificadas por sexo, con un intervalo de confianza del 95% y un error muestral del 5%, 384 hombres y 384 mujeres de cada IES, en total 1536 estudiantes. Los datos fueron recolectados en dos momentos, en 2016, en la institución privada y, en 2017, en la institución pública.
Como instrumento de recolección de datos se utilizó un cuestionario estructurado con 60 preguntas, compuesto por preguntas abiertas y cerradas, que tiene variables relacionadas con características sociodemográficas, prácticas sexuales, conocimientos sobre ITS y prácticas de prevención. El instrumento adoptado fue una adaptación del modelo utilizado por el Ministerio de Salud de Brasil, en la encuesta poblacional, para el estudio “Pesquisa de Comportamentos, Atitudes e Práticas da População Brasileira” (Investigación sobre conductas, actitudes y prácticas de la población brasileña). Este estudio es un referente en la construcción de indicadores para el seguimiento de la epidemia de ITS/SIDA en el país.16Dado que este estudio es un recorte de la investigación matricial, para este instrumento se seleccionaron 16 variables, relacionadas con la caracterización social, prácticas sexuales y de prevención. Para cumplir con los objetivos de esta investigación, solo se seleccionaron de la base de datos de la investigación matricial los 768 participantes masculinos. Para el análisis del uso de preservativo, solo se incluyeron participantes sexualmente activos, esto da un total de 661 estudiantes universitarios.
Los datos se tabularon, organizaron y almacenaron utilizando el programa Microsoft Excel 2011 en una base de datos. Fueron analizados con el programa Statistical Package for the Social Sciences22.0 (SPSS) utilizando estadística descriptiva, frecuencias absolutas y relativas y análisis uni y bivariados. Para el análisis inferencial, se utilizó la prueba de chi-cuadrado de Pearson, para probar la hipótesis nula de independencia entre las variables. La hipótesis se rechaza cuando el valor p es menor a 0,05.
El estudio respetó todos los aspectos éticos, es decir, la investigación fue sometida y aprobada por los Comités de Ética de las dos instituciones, se les informó a los participantes sus derechos, se les garantizó la confidencialidad y el anonimato al participar en la investigación y firmaron el Término de Consentimiento Libre e Informado (TCLI). Los Comités de Ética de ambas instituciones, previa aprobación, emitieron los siguientes números de dictamen 902.543 y 1.577.311.
RESULTADOS
La caracterización sociodemográfica de los participantes demuestra que los estudiantes de IES son solteros/sin pareja (476 - 61,98%); se declaran heterosexuales (671 - 87,37%), homosexuales (59 - 7,68%) y bisexuales (27 - 3,52%); no trabajan (454 - 59,12%); tienen color de piel autodeclarada blanca (391 - 50,91%); se consideran religiosos (438 - 57,03%), las religiones con mayor representación son católica (179 - 40,87%) y evangélica (135 - 30,82%). Predominan los estudiantes universitarios de 18 a 24 años, jóvenes adultos (634 - 82,5%), los 134 participantes restantes (17,45%) son adultos jóvenes.
La Tabla 1muestra el cruce de variables con el uso de preservativo en todas las relaciones sexuales en los últimos 12 meses. Se observa que el uso de preservativo tiene una diferencia estadísticamente significativa (p <0,05%) para las variables situación conyugal, religiosidad, orientación sexual, uso de alcohol o drogas antes de la última relación sexual, percepción de riesgo respecto a la posibilidad de contraer una ITS y antecedentes de ITS. A pesar de que el valor de p no fue menor a 0,05, el grupo etario mostró una diferencia estadística de 0,05, lo que sugiere que los jóvenes (18-24 años) estarían usando preservativos de manera menos sistemática.
Nota: *Prueba de chi-cuadrado de Pearson
**Algunas variables no suman el total de participantes porque no fueron respondidas.
Según los datos presentados en la Tabla, la investigación sugiere que quienes usan el preservativo de manera más sistemática son los jóvenes universitarios solteros, que tienen alguna creencia religiosa, orientación homosexual/bisexual, que no consumieron alcohol ni drogas antes de la última relación sexual, que consideran que corren riesgo de contraer ITS y que ya han contraído una ITS.
En la Tabla 2se muestra el uso de preservativo en los últimos doce meses según el tipo de pareja sexual. En ambas instituciones, la mayoría de los participantes mantiene relaciones sexuales con una pareja esTable (70,95%), pero no siempre utiliza preservativo (45,40%). En las relaciones sexuales con parejas ocasionales se observa que el uso de preservativo es mayor (76,45%). Por lo tanto, la mayoría de los estudiantes informó que usa preservativo con más frecuencia en las relaciones sexuales con parejas ocasionales que con parejas esTables.
DISCUSIÓN
En el último censo brasileño, el 55,3% de la población informó que su estado civil era soltero y se observó que la edad promedio de los jóvenes al contraer matrimonio era de 24,4 años. La inversión en educación y la inserción de los jóvenes al mercado laboral hace que el matrimonio ya no sea una prioridad, lo que justifica la cantidad de participantes que se consideraron solteros. Este perfil sociodemográfico coincide con el de los participantes de esta investigación y con el de otros estudios14)(17)(18.
En cuanto a la orientación sexual, la mayoría se declaró heterosexual. Los jóvenes homosexuales y bisexuales tenían poca representación en las instituciones. Además, la orientación sexual está relacionada con valores culturales y religiosos que a menudo refuerzan la idea exclusiva de la heterosexualidad como conducta heteronormativa. Sin embargo, es posible que muchos participantes no asuman su verdadera orientación sexual, por miedo19. Al analizar la asociación entre la orientación sexual y el uso de preservativo, los datos muestran que los homosexuales/bisexuales usan más el preservativo que los heterosexuales. En un estudio realizado en el carnaval de la ciudad de Río de Janeiro, los datos indican que los hombres homosexuales/bisexuales tienen más conocimientos y mejor conducta para enfrentar el VIH que los hombres heterosexuales20.
El uso constante de preservativo es menor en la franja etaria de 18 a 24 años en los estudiantes universitarios de esta investigación, aunque no es un dato estadísticamente significativo. Los datos del Ministerio de Salud de Brasil, en 2018, indicaron que los hombres lideraron las tasas de infección por VIH en todas las franjas etarias. Sin embargo, en la franja etaria de 20 a 24 años, la diferencia entre hombres y mujeres fue hasta cuatro veces mayor21. Independientemente de la franja etaria, los jóvenes adoptan conductas de riesgo por las características propias de la edad, como la inmediatez, y actúan en consecuencia, impulsivamente, sin reflexionar, y se exponen al riesgo19,22. A pesar de ser un tema importante, aún hoy, la práctica sexual es poco discutida, en el ámbito familiar o entre amigos, y es considerada tabú en algunos contextos. La relativa libertad sexual que se identificó en sus diferentes experiencias afectivo-sexuales, cada vez más visibles en los medios, los desafía a enfrentar las reglas sociales, las relaciones de género y a vivir su vida sexual en una etapa temprana por falta de conocimientos previos23,24.
Se comprobó que hay una relación inversamente proporcional entre el acceso a la educación y el conocimiento, es decir, que en los casos en los que el individuo tiene baja educación, se puede ver un aumento en las conductas de riesgo. El acceso a la información impide la adopción de este comportamiento. Un estudio encontró que un grupo de jóvenes no usaba preservativo, o lo usaba incorrectamente, por falta de información. Por lo tanto, para promover la prevención de las ITS en ese escenario, el método más efectivo fue hacer una demostración del uso correcto del preservativo25.
La prevención de las ITS está directamente relacionada con el uso constante de preservativo durante las relaciones sexuales. En los Estados Unidos, una investigación mostró que el uso disminuyó de 62% a 54%, en el período de 2007 a 2017 26. En Brasil, el grupo joven no usa preservativo con regularidad. En la franja etaria de 15 a 24 años hay una reducción en el uso regular del preservativo, tanto con parejas ocasionales como con parejas esTables16. Este comportamiento de riesgo impacta directamente en el aumento de casos de VIH/SIDA entre los jóvenes.
Se evaluó la asociación entre el uso de preservativo y la situación conjugal. En la muestra, hay más hombres solteros que usan preservativo que hombres casados o que tienen una relación esTable. La confianza en la pareja y la relación esTable son factores asociados con falta de uso de preservativo. Por lo tanto, la confianza en la pareja sexual a menudo interfiere negativamente con el uso constante de preservativo. Las investigaciones muestran que el 40% de los jóvenes cree que no es necesario usar preservativo en una relación esTable o con parejas esTables22,23. Por lo tanto, cuanto mayor es la frecuencia de las relaciones sexuales, mayor es la probabilidad de que no usen preservativo24.
Un aspecto relevante a tener en cuenta es la importancia que tienen las actividades educativas para la prevención de las ITS en este grupo, sin embargo, se sabe que el acceso a la información permea en la actualidad los diferentes medios de comunicación. Para revertir esta situación, el espacio adecuado para difundir conocimientos y prácticas sobre la prevención de estas enfermedades es el ámbito educativo. En Francia, la educación sexual en la escuela es un requisito legal y las tasas de prevalencia del VIH en el país son tres veces más bajas que en Brasil27,28.
Desde que comenzó la epidemia del VIH, agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales han realizado inversiones masivas para llegar a grupos vulnerables o grupos más expuestos al riesgo de contagio, como los homosexuales. Cabe señalar que la transmisión del VIH y de otras ITS no dependen de la orientación sexual, sino del uso o no de preservativo. Los grupos heterosexuales, sin embargo, tienen poca representación en las campañas porque no pertenecen a las poblaciones clave y prioritarias. Sin embargo, los esfuerzos que se realizan para la promoción de la salud están orientados a poblaciones específicas, porque ciertos grupos se ven afectados de otra manera. De esta forma se trata de garantizar que haya equidad: darle más a quién más lo necesita20,28.
El consumo de alcohol y/u otras drogas antes de las relaciones sexuales de los participantes del estudio también influyó en que no usaran preservativo. El uso de estas sustancias aumenta la líbido sexual y afecta el poder de decisión del individuo. Las razones para el uso de dichas sustancias es la necesidad de divertirse y la búsqueda del placer, una característica propia de la franja etaria de los participantes29. En Brasil, el consumo de bebidas alcohólicas es una práctica recurrente entre los jóvenes y la población en general. Suele ser un momento para relajarse entre amigos, además de consumirse antes de las prácticas sexuales.
Un estudio realizado con estudiantes universitarios de sexo masculino indicó que el consumo de alcohol y/u otras drogas es una forma de afrontar las exigencias y el estrés de la vida universitaria. El consumo de estas sustancias suele proporcionar una identidad y un sentido de pertenencia en ese contexto social, y muestra la influencia de la cultura en el comportamiento y las prácticas de los participantes29.
La escuela, la familia y los profesionales de la salud tienen un papel fundamental en la orientación sobre el uso del preservativo y la importancia del sexo seguro para la prevención de las ITS. Una de las estrategias más completas para la prevención de las ITS es el seguimiento periódico de la salud de los hombres, pero como consecuencia de la problemática sociocultural, histórica y de género, los espacios de salud sufren un vaciamiento masculino. ¿Cómo atraer a ese joven, que se cree invulnerable, viril y no se preocupa por el futuro, a los centros de salud? ¿Cómo fomentar actitudes saludables y promover el autocuidado?30.
En el grupo estudiado se evaluó la búsqueda de atención médica en los últimos doce meses, y se verificó que más de la mitad de los participantes dijo que no lo hacía. Cuando se asoció la búsqueda de atención médica y el uso de preservativo en los jóvenes, no hubo significación estadística. Además, la población joven y los hombres no concurren a las unidades de atención primaria de la salud. Son grupos que, en general, solo buscan atención cuando ya tienen un problema de salud que la necesita. No se preocupan ni priorizan la prevención de los problemas de salud en su vida cotidiana.
Se considera una limitación del estudio que la recolección de datos se haya llevado a cabo solamente en la capital de un estado brasileño, dado que los aspectos sociopolíticos, culturales y educativos pueden influir en el comportamiento masculino y en el uso de preservativo. Otra limitación es el uso de un enfoque estrictamente cuantitativo, que privilegia solo datos objetivos, por ende, se considera necesario que se replique en otros escenarios, con otros enfoques para incorporar aspectos subjetivos, según el contexto cultural de los participantes.
CONCLUSIÓN
Los jóvenes universitarios estudiados presentaron CSR ante las ITS. El uso de preservativo se realiza de forma no sistemática. Su uso, en general, está asociado al tipo de pareja, esTable u ocasional. Se sabe que el comportamiento de los jóvenes depende de factores socioculturales como creencias, valores y formas de vida de la sociedad a la que pertenecen. Estas construcciones de masculinidades están relacionadas con las experiencias de vida de estos jóvenes y afecta directamente la forma en que experimentan la sexualidad y su vida sexual y reproductiva. Es fundamental que los profesionales que trabajan en los servicios de promoción de la salud entiendan ese contexto.