Además de la literatura, el cine y las series médicas de televisión son fuentes narrativas que pueden utilizarse en la enseñanza de las ciencias de la salud al ofrecer ricos escenarios y numerosos detalles de casos clínicos, incluyendo la perspectiva del paciente y la complejidad clínica1,2,3.
Las series médicas comenzaron en la televisión norteamericana de la década de 1950, y sus personajes centrales eran médicos en el papel de héroes: City Hospital (TV) (1951-1953), Ben Casey (TV) (1961-1966) de James E. Moser, Dr. Kildare (TV) (1961-1966) y General Hospital (TV) (1963-). En los últimos veinticinco años han llegado a un público masivo decenas de series médicas que ya no están asociados a la figura del «buen doctor» (como héroes sin errores) sino que muestran a los profesionales en las tensiones propias del trabajo cotidiano, con sus aciertos y errores, sus relaciones interpersonales y las dificultades en la resolución de conflictos bioéticos. Urgencias / ER Emergencias (TV) (NBC, 1994-2009) de Michael Crichton, los antihéroes de Nip/Tuck, a golpe de bisturí / Nip/Tuck (TV) (FX, 2003-2010) de Ryan Murphy, y Doctor House / House MD (TV) (Fox, 2004-2012) de David Shore; la romántica Anatomía de Grey / Grey’s Anatomy (TV) (ABC, 2005-) de Shonda Rimes y las actuales The Good Doctor (TV) (ABC, 2017-) de David Shore y The Resident (TV) (Fox, 2018-) de Amy Holden Jones, Hayley Schore y Roshan Sethi son algunas de las múltiples y exitosas series televisivas norteamericanas cuyo argumento gira en torno a la medicina y la vida privada de los médicos. Su proliferación y éxito comercial nos conduce a pensar el interés que surge en relación con la figura del médico y su trabajo cotidiano, como así también en su utilidad para los estudiantes de las ciencias de la salud, naturales espectadores de estas series4,5.
En el marco de un paulatino reemplazo del cine por el formato de las series de televisión, un estudio de 2008 realizado por Czarny y su equipo en la Universidad de Johns Hopkins6 reveló que un 85% de estudiantes de medicina y enfermería sigue las series médicas. En otro más reciente, realizado en Australia en 2014, un 93% de los estudiantes encuestados afirma que las ve cotidianamente7. El año pasado realizamos un relevamiento similar en la Universitat Pompeu Fabra, Barcelona, donde vemos que las series son el tipo de programa más consumido (94,1%) y un 48,6% de los estudiantes de ciencias de la salud sigue habitualmente series médicas a través de plataformas como Netflix.
Además de la enorme difusión que tienen en las plataformas online, y el grado de adhesión que manifiestan los estudiantes, las series resultan un método pedagógico de interés en las ciencias de la salud debido a que pueden incrementar la motivación e interés, así como el desarrollo del pensamiento crítico. Esto ha sido estudiado en investigaciones anteriores, por ejemplo, sobre el aprendizaje de farmacología clínica a través de la serie House MD8, el aprendizaje y la detección de cuestiones bioéticas con la misma serie9, y aspectos comunicacionales de la relación médico-paciente10, donde se trabaja con un fragmento, un episodio o una temporada completa de una serie seleccionada para tal fin.
Lo verdaderamente interesante está en la posibilidad de innovar los métodos pedagógicos mediante recursos que articulen, por un lado, con los contenidos de los cursos de ciencias de la salud tanto a través de modelos de profesionalismo positivos como negativos, y por otro lado, con las emociones que se experimentan en la práctica cotidiana. Uno de los desafíos más importantes respecto de la utilización de las series radica en la focalización de los problemas de las ciencias de la salud más allá de las adaptaciones de los códigos cinematográficos, es decir, no centrarnos en la autenticidad de las representaciones de las sintomatologías, los diagnósticos o los procedimientos médicos, sino en su verosimilitud. Por otro lado, es necesario enfatizar que el trabajo con series implica siempre una propuesta metodológica rigurosa que evalúe la actividad. Así, las humanidades en las ciencias de la salud hacen un aporte invaluable a través de novedosos recursos que, en definitiva, siempre nos vuelven hacia la atención a la humanidad en la práctica clínica.
Resumen de la ponencia presentada en la Reunión científica La Revista de Medicina y Cine en los estudios de Ciencias de la Salud el día 7 de noviembre de 2019, en el marco del XXIV Congreso de la Sociedad Española de Educación Médica y V Congreso Hispano-Luso, celebrado en Salamanca del 6 al 8 de noviembre de 2019.