DESCRIPCIÓN DEL CASO
El caso que presentamos se trata de un paciente varón de 6 años sin alergias conocidas, sin antecedentes personales de interés y con un desarrollo psicomotor normal que fue valorado en consultas de Traumatología por dolor en codo derecho de 5 semanas de evolución. Nuestro paciente no refería antecedente traumático, ni realización de sobresfuerzos en dicha articulación.
En la exploración física destacaba un dolor difuso a la palpación sobre la vertiente lateral del codo, con una limitación del balance articular en los últimos grados de movimiento y con una exploración neurovascular distal dentro de la normalidad. El paciente no refería sintomatología asociada y el resto de exploración por aparatos fue normal.
El estudio radiográfico del codo mostró las siguientes imágenes (Figura 1) donde se apreciaba una rarefacción y fragmentación del núcleo epifisario del capitellum.
En el caso presentado se decidió un manejo conservador mediante reposo deportivo, restricción de actividades de esfuerzo y un tratamiento sintomático con analgésicos de primer escalón.
A los 24 meses el paciente se encontraba asintomático con un balance articular del codo derecho completo e indoloro y con una imagen radiográfica (Figura 2) donde se apreciaba un cóndilo externo prácticamente recuperado con su tamaño y morfología normal.
DISCUSIÓN
La osteocondrosis del capitellum humeral, también conocida como “enfermedad de Panner”, es una osteonecrosis epifisaria del núcleo de osificación del capitellum que fue descrita por primera vez en 1927 por el traumatólogo danés Dane Panner, quién asemejaría los cambios radiográficos en el capitellum de dos pacientes jóvenes como los que suceden en la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes que afecta la cadera del niño1.
La enfermedad de Panner es una rara entidad con escasas referencias en la literatura científica2. Es más prevalente en varones3, siendo la edad de presentación habitual en torno a los 9 años2,3. Su etiopatogenia no está bien definida, aunque parece estar relacionado con un trastorno continuado de la osificación condral4. Determinados autores la han relacionado con algún evento traumático previo o microtraumatismos de repetición5. En este sentido, se ha descrito la enfermedad en niños que realizan deportes de lanzamiento, como el béisbol6 y el balonmano7, deportes relacionados con mecanismos de estrés en valgo y las cargas axiales de repetición sobre el codo, como ocurre en aquellos niños que practican gimnasia8,9.
Desde el punto de vista clínico, los pacientes suelen presentar un cuadro inespecífico de dolor con limitación del balance articular del codo, acompañado o no de inflamación, de semanas o meses de evolución y que mejora con el reposo5. La enfermedad de Panner pasa frecuentemente desapercibida ya que, en la mayoría de ocasiones, no existe una clara correlación entre la sintomatología del paciente y los hallazgos radiográficos2.
En la mayor parte de los casos el diagnóstico se alcanza mediante el estudio con rayos X. Las radiografías mostrarán una imagen de fragmentación del capitellum con áreas radiolucentes y escleróticas, presentando cierta semejanza a las fases radiológicas de la enfermedad de Perthes10. En caso de duda, el estudio mediante resonancia magnética ha demostrado ser efectivo para el diagnóstico de la enfermedad6,11.
En su diagnóstico diferencial se incluyen los traumatismos, los procesos inflamatorios, la artritis tuberculosa del codo12 y, fundamentalmente, la Osteocondritis disecante del capitellum aunque, habitualmente, afecta a niños de edad más avanzada caracterizándose por una única rarefacción circunscrita en la radiografía13,14. Incluso algunos autores han sugerido que, tanto la enfermedad de Panner como la Osteocondritis disecante del capitellum, pudieran ser etapas sucesivas de una misma entidad4.
Respecto al tratamiento, aunque se ha utilizado la artroscopia con fines diagnósticos y terapéuticos4, en la mayoría de los casos el tratamiento conservador es efectivo. El reposo articular y la restricción de actividades de esfuerzo son suficientes para conseguir la remodelación completa del capitellum y la resolución de la enfermedad sin secuelas2,15.