1. Introducción
En la mayoría de los países, las quemaduras son una causa importante de muerte accidental, así como de pérdida de años de vida ajustados en función de la discapacidad, tan sólo superado por los accidentes de automóviles1,2.
La etiología de las quemaduras puede agruparse en varias categorías: por líquidos calientes, metales calientes, fuego, elementos eléctricos, químicos o radiación, siendo las escaldaduras por líquidos calientes las responsables del 85% de todas las lesiones por quemaduras. En cuanto a las relacionadas con incendios representan alrededor de 10 millones de discapacidades, incluyendo personas con contracturas de la herida y otras deficiencias físicas que limitan sus capacidades funcionales, así como la posibilidad de llevar una vida normal y económicamente productiva. Sin embargo, excluye los impactos de las desfiguraciones que a menudo van asociadas a un estigma social1,2,3.
A pesar de las medidas profilácticas, los últimos datos encontrados en España, en 2011, estiman que 3 de cada 1.000 habitantes sufren cada año quemaduras que requieren atención médica, siendo la mayoría atendidos en Atención Primaria (AP), y entre el 15-20% requieren ingreso hospitalario4.
Por otro lado, se considera que la aparición de infecciones en heridas quirúrgicas constituyen el segundo grupo más numeroso de infecciones intrahospitalarias (después de las urinarias) duplicando la estancia y los costes hospitalarios. Según el análisis EPINE-EPPS de 2016 del Ministerio de Sanidad y Consumo en España, las IHQ cifran un 21,6% del total de infecciones nosocomiales, prolongando su estancia hospitalaria entre 8 y 10 días y aumentando unos 1.660€ los gastos por paciente5,6.
En cuanto a las úlceras, la prevalencia en España en 2013 de UPP nosocomiales suponen un 65,6% del total, siendo la prevalencia más alta en la unidad de cuidados intensivos (UCI), llegando al 18%8,9. Respecto a otro tipo de ulceras, la incidencia de úlcera neuropática es de un 46%, la isquémica de un 12% y las úlceras de pie diabético un 25% (el 85% de éstas terminan en amputación)10.
Una de las variables que los estudios señalan es el importante impacto de estas lesiones centrado en los cambios de la imagen corporal, en la que tiene gran importancia las cicatrices, las cuales producen importantes alteraciones emocionales, dificultan los procesos adaptativos, presentando frecuentemente conductas y/o actitudes de evitación social tales como evitar salir del hogar, exponer las cicatrices a otras personas y evitar relaciones interpersonales o sexuales. Este comportamiento es debido al “rechazo social” que perciben cuando los otros les miran fijamente, les preguntan sobre el origen de las cicatrices, realizan comentarios, etc11,12,13.
En relación al tratamiento tópico de estas heridas es frecuente aplicar pomadas que tienen una función antibiótica de amplio espectro. La pomada de aplicación tópica más utilizada es la crema estéril de sulfadiazina argéntica al 1 % (Flammazine®, Silvederma®), seguida de la pomada con nitrofurazona 0.2% (Furacín®) y los geles de povidona yodada (Betadine Gel®). Otros tratamientos son hidrogeles, espumas, alginatos, hidrofibras de hidrocoloide, apósitos de plata, y otros que mantengan un ambiente aséptico y que favorezca la cicatrización14,15.
Entre los tratamientos menos convencionales se encuentra la miel, solución azucarada viscosa que contiene fundamentalmente un 75-79% de azúcar y un 20% de agua. Los azúcares mayoritarios son glucosa 30 % y fructosa 40% y en menos cantidad sacarosa, maltosa y otros azúcares complejos. Otros componentes son las proteínas, vitaminas del complejo B y C, minerales, sustancias inhibidoras de gérmenes (germicida e inhibina), antioxidantes (flavonoides, ácido ascórbico y selenio), ácidos orgánicos (siendo el ácido Glucurónico el más abundante) responsables de su pH bajo entre 3.5 y 6 aproximadamente; así como enzimas (invertasa, diastasa, catalasa y glucosa oxidasa), que juegan un papel importante en las propiedades curativas de la miel16 17-18. Dentro de sus efectos se encuentran los siguientes:
Efecto antimicrobiano: incluso cuando la miel se diluye, la acción antibacteriana es 1.000 veces más concentrada que los antisépticos de uso común debido su alto contenido en azúcar y su efecto osmótico que dificultan el crecimiento microbiano, por lo tanto promueve la curación sin efectos adversos17 18 19 20-21. Asimismo, la miel puede ser efectiva contra las cepas resistentes a los antibióticos(17,19.
Desbridamiento autolítico y desodorización: La rápida desodorización de las heridas se debe a que la miel es una fuente rica en glucosa que las bacterias metabolizan produciendo ácido láctico (metabolito no oloroso)(20,21.
Por otra parte, el fácil desbridamiento autolítico es debido a su acción osmótica, que disminuye el edema creando un ambiente húmedo mediante la extracción de líquido linfático de los tejidos19 20-21.
Actividad antiinflamatoria y antioxidante: El mecanismo por el cual se reduce la inflamación está relacionado con los antioxidantes de la miel los cuales limpian los radicales libres producidos en la etapa inflamatoria, disminuyendo el estrés oxidativo y por tanto el proceso inflamatorio. Además, la miel reduce los niveles de prostaglandinas (principal sustancia favorecedora de la inflamación), que junto con la eliminación de bacterias infecciosas que estimulan la respuesta infamatoria, produce una disminución de la inflamación19 20-21.
Actividad estimulante del crecimiento del tejido de granulación, epitelización y angiogénesis: El efecto cicatrizante de la miel es debido al resultado combinado de la creación de un ambiente húmedo (favoreciendo la multiplicación celular), del desbridamiento del tejido necrótico y desvitalizado, la absorción del edema, la promoción de la granulación y epitelización y sus propiedades bactericidas y fungicidas. Además, su acidez provoca una mayor oxigenación de la sangre, lo que favorece la reparación tisular17 18 19 20-21.
Propiedades antivirales: Solo existe en la actualidad un ensayo sobre el uso de miel en lesiones herpéticas (labiales y genitales) que mostró que la aplicación tópica de miel tuvo mejores resultados, sin efectos secundarios y fue efectivo en el manejo del dolor y otros signos y síntomas. Sin embargo, hay una escasez de investigación con respecto a las propiedades antivirales de la miel17.
Debido a que estas propiedades pueden favorecer el proceso de curación, nace el presente trabajo con la finalidad de evidenciar la efectividad de la miel como tratamiento alternativo en pacientes que sufren quemaduras, heridas o úlceras en comparación con los tratamientos tópicos convencionales.
2. Objetivo: pregunta PICO
El objetivo de esta revisión es valorar la evidencia científica sobre la efectividad de la miel como un tratamiento alternativo en quemaduras, heridas o úlceras.
PREGUNTA PICO
- P: Pacientes que sufren quemaduras, heridas o ulceras en alguna zona de su cuerpo.
- I: Aplicación de tratamiento natural, la miel
- C: Aplicación de tratamientos tópicos
- O: El tratamiento natural de la miel cura antes y presenta más beneficios que los tratamientos de uso tópico.
- S: Ensayos Clínicos Aleatorizados (ECAS) y revisiones sistemáticas.
3. Material y Método
I. Criterios de inclusión de los estudios.
Criterios de inclusión | Criterios de exclusión |
---|---|
Artículos Full text | Estudios realizados con animales |
Fecha: < 10 años | Idioma distinto de inglés/español |
Artículos de acceso gratuito | Edad: neonatos o niños < 3 años |
Idioma (ingles/español) | Tratamiento que no fuera tópico |
Estudios con muestra poblacional en el rango de 3 a 80 años. |
II. Fuentes de información (bases de datos).
Los estudios se identificaron mediante búsquedas electrónicas en bases de datos bibliográficas. Se eligieron aquellas en español y/o inglés. Se consultaron las siguientes bases de datos:
- Scopus
- Web of Science (WoS)
- Csic: IME
- Tripdatabase
- Cochrane
- Pubmed
- Google académico
- SciELO
- Elservier
- PEDro
- EUROPE PMC
- MEDES
El período de búsqueda de la bibliografía se inició en el mes de octubre de 2017 finalizando en el mes de mayo de 2018. La última búsqueda se realizó el 10 de mayo de 2018.
III. Estrategia de búsqueda (combinación de términos de búsqueda).
Se realizó una búsqueda bibliográfica utilizando la terminología MeSH y DeCS mediante las palabras clave “honey”, “wound”, “burn”, “ulcer”, “blind” y “controlled clinical trial” y se emplearon operadores booleanos siendo la cadena de búsqueda inicial “honey AND burn OR wound OR ulcer AND blind OR controlled clinical trial”. A continuación se añadieron truncamientos y paréntesis.
La cadena de búsqueda resultante en la búsqueda de la información fue la misma en todas las bases de datos y está compuesta por los siguientes términos:
Honey AND (wound* OR burn* OR ulcer*) AND (randomized OR "random allocation" OR RCT* OR "controlled clinical trial" OR "double blind" OR "double-blind" OR "single blind" OR "single-blind" OR nonblinded)
IV. Selección de los estudios y recolección de datos.
Se identificaron los estudios potencialmente incluibles a partir del título y del resumen. Posteriormente se analizó el texto completo para su selección y se cribaron mediante los criterios de inclusión y exclusión. Finalmente se incluyeron 26 artículos (Figura 1).
V. Evaluación de la calidad de los estudios: Detección de posibles sesgos.
Para evaluar el riesgo de sesgo en los estudios se utilizaron distintas escalas, para los Ensayos Clínicos Aleatorizados (ECAS) se utilizó la escalaPEDro y para las revisiones sistemáticas se utilizó la escala AMSTAR.
La puntuación de la calidad metodológica osciló entre 5 y 10 sobre 11 ítems (media= 7,5) según la escala PEDro y 4 y 9 sobre 11 ítems (media = 6,1) según la escala AMSTAR.
Autores | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | Puntuación |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Baghel et al. 2009 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 7 (bueno) |
Yapucu Günes U et al. 2007 | N | S | N | S | N | N | N | S | S | S | N | 5 (justo) |
Kamaratos et al. 2014 | S | S | N | S | S | S | N | S | S | S | S | 9 (muy bueno) |
Singh et al. 2011 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 7 (bueno) |
Ingle et al. 2006 | S | S | N | S | S | S | N | S | S | S | S | 9 (muy bueno) |
Saeidinia et al. 2017 | S | S | N | S | S | S | N | S | S | S | S | 9 (muy bueno) |
Imran et al. 2015 | S | S | N | S | S | S | N | N | S | S | N | 7 (bueno) |
Nurus et al. 2011 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 7 (bueno) |
Gulati et al. 2014 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 7 (bueno) |
Nikpour et al. 2014 | S | S | N | S | S | S | S | S | S | S | S | 10 (muy bueno) |
Mashhood et al. 2006 | S | S | N | S | S | N | N | S | S | S | S | 8 (bueno) |
Jull et al. 2008 | S | S | N | S | S | N | N | S | S | S | S | 8 (bueno) |
Tsang et al. 2017 | S | S | N | S | S | N | N | S | S | S | S | 8 (bueno) |
Gethin et al. 2008 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 7 (bueno) |
Gethin et al. 2008 | S | S | N | S | S | S | N | S | S | S | S | 9 (muy bueno) |
Shukrimi et al. 2008 | S | S | N | S | S | N | N | S | S | S | S | 8 (bueno) |
Agarwal et al. 2015 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 6 (bueno) |
Razzak et al. 2005 | S | S | N | S | N | N | N | S | S | S | S | 6 (bueno) |
Lavandera 2011 | S | S | S | S | N | N | N | N | S | S | N | 6 (bueno) |
Autores | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | Puntuación |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
González et al. 2004 | S | S | S | S | S | S | N | S | N | N | N | 7 (bueno) |
Rosanova et al. 2012 | S | S | S | S | S | S | S | S | N | N | N | 8 (bueno) |
Aziz et al. 2017 | S | S | S | S | S | S | S | S | N | S | N | 9 (muy bueno) |
Wijesinghe et al. 2009 | S | S | S | N | S | S | N | S | N | N | N | 6 (bueno) |
Ventura et al. 2017 | S | N | N | N | S | S | N | S | N | N | N | 4 (justo) |
Jason et al. 2011 | S | S | S | N | N | N | N | S | N | N | N | 4 (justo) |
Justo et al. 2015 | S | N | S | S | S | N | N | N | N | S | N | 5 (justo) |
VI. Análisis de los datos y niveles de evidencia.
Autores | Nivel de evidencia científica | Tipo de estudio |
---|---|---|
Baghel et al. 2009 | 1+ | ECA bajo riesgo de sesgo |
Yapucu Günes U et al. 2007 | 1 | ECA con alto riesgo de sesgo |
Kamaratos et al. 2014 | 1++ | ECA con muy bajo riesgo de sesgo |
Singh et al. 2011 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Ingle et al. 2006 | 1++ | ECA con muy bajo riesgo de sesgo |
Saeidinia et al. 2017 | 1++ | ECA con muy bajo riesgo de sesgo |
Imran et al. 2015 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Nurus et al. 2011 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Gulati et al. 2014 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Nikpour et al. 2014 | 1++ | ECA con muy bajo riesgo de sesgo |
Mashhood et al. 2006 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Jull et al. 2008 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Tsang et al. 2017 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Gethin et al. 2008 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Gethin et al. 2008 | 1++ | ECA con muy bajo riesgo de sesgo |
Shukrimi et al. 2008 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Agarwal et al. 2015 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Razzak et al. 2005 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
Rosanova et al. 2012 | 2++ | RS de alta calidad de estudios de cohortes |
Aziz et al. 2017 | 1+ | RS de ECA bien hechas |
Wijesinghe et al. 2009 | 1 | Meta-análisis de ECA |
Lavandera 2011 | 1+ | ECA con bajo riesgo de sesgo |
González et al. 2004 | 1+ | RS con bajo riesgo de sesgo |
Ventura et al. 2017 | 2++ | RS de alta calidad de estudios de casos y controles |
Jason et al. 2011 | 2++ | RS de alta calidad de estudios de casos y controles |
Justo et al. 2015 | 1 | RS de ECA |
Esta revisión consta de estudios con bajo riesgo de sesgo. En general, la evidencia, cuando se evalúa usando la escala SIGN, es de calidad normal-alta.
4. Resultados
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que la miel puede ser una alternativa de tratamiento eficaz con mejores resultados y más costo-efectivo que otros tratamientos tópicos.
Estos resultados se han agrupado en los siguientes epígrafes en función del objetivo de este trabajo en: tratamientos principales y otros tratamientos.
Miel vs tratamientos principales.
Sulfadiazina de plata (SSD).
Nueve estudios22 23 24 25 26 27 28 29-30evaluaron el tratamiento en quemaduras de primer y segundo grado lavando con solución salina 0,9% y aplicando sulfadiazina de plata o miel pura y vendando con gasas estériles.
Los estudios coinciden en señalar que el aderezo de miel causaba una cicatrización de la herida más rápida. En dos de los estudios22,23las duraciones promedio de curación de los pacientes en el grupo de miel fue 18 días y en el grupo SSD 32 días, también se disminuía el dolor y las heridas se volvían estériles en menos tiempo como se muestra en la figura 1, mientras que en un tercer estudio24el tiempo de curación fue de 15 días en el grupo de la miel y de 20 días para SSD.
Respecto a la esterilidad, en el estudio de Razzak et al.24, al tomar hisopos de las heridas se reveló que los pacientes tratados con miel no mostraron crecimiento de ningún organismo patógeno, pero el 80% de los pacientes del otro grupo mostró crecimiento de diferentes patógenos durante su tratamiento, necesitando el uso de terapia sistémica con antibióticos en consecuencia.
Asimismo, otros autores juzgaron los resultados en base a tres criterios. Estos incluyeron la velocidad de curación de heridas, la rapidez de alivio del dolor sin medicamentos orales y el tiempo que tarda la herida en esterilizarse. El grupo I tratado con miel el 100% de los pacientes se curaron a las 4 semanas, no tuvieron dolor y las heridas se volvieron estériles a las 3 semanas, por el contrario en el grupo II tratado con sulfadiazina de plata al 1%, el 100% fueron curados al final de las 6 semanas del tratamiento, no tenían dolor a las 4 semanas y se volvieron estériles a las 5 semanas25,26(tabla 6).
Tiempo de: | Miel | SSD |
Curación | 4 semanas | 6 semanas |
Dolor | 3 semanas | 4 semanas |
Esterilidad | 3 semanas | 5 semanas |
Estos ensayos también revelaron una generación de cicatriz hipertrófica, que fue un 4% mayor en el grupo de SSD en comparación con el grupo tratado con miel durante el seguimiento. Además los pacientes se quejaron de prurito en el área curada y pigmentación/hipopigmentación en el área cicatrizada, siendo la mayoría de las quejas del grupo de sulfadiazina de plata mientras que sólo una pequeña parte provenía del grupo de miel (13 vs 2 respectivamente). De igual modo, no hubo reacciones alérgicas ni efectos secundarios en el grupo de miel; sin embargo, si se observó una leve irritación de 2 pacientes en el grupo de sulfadiazina argéntica. Por consiguiente, las heridas tratadas con miel tienen un mejor resultado en términos de cicatrización hipertrófica y contracturas posteriores a la quemadura (menos cicatrices) comparado con la SSD. Además de no haber efectos secundarios como alergia, irritación o toxicidad22 23 24 25-26.
Respecto al costo del tratamiento, varios autores mostraron que el tratamiento con miel fue 10 veces más bajo que el SSD (1%) y como la duración de la curación de heridas con miel era menor, se requirió un menor número de apósitos en el grupo I en comparación con el grupo II, lo que redujo aún más el costo del tratamiento con miel24 25-26.
Povidona iodada.
Tres estudios31 32-33evaluaron la miel pura sin procesar comparado con povidona iodada en úlceras grado II de pie diabético. Las heridas se limpiaron inicialmente con suero salino 0,9%, se aplicó miel o povidona iodada y se cubrieron con gasas que fueron cambiadas diariamente. El tiempo de curación osciló entre 14 días y 6 semanas.
En dos de los estudios32,33, las heridas en el grupo de povidona iodada tomaron una duración media de 15 días para el cierre, mientras que en el grupo de miel las heridas requieren una duración media de 14 días, por lo que la diferencia en la duración no fue estadísticamente significativa. Por el contrario, en el estudio de Gulati et al.31el porcentaje de sanación completa en el grupo tratado con miel fue de 31.82%, y ninguno de los sujetos logró la curación completa con povidona yodada en el mismo periodo. Se produjo una reducción del área de superficie de las heridas de 4,35 cm2 a 0,55 cm2 en el grupo de la miel y de 4,25 cm2 a 1,95 cm2 en el grupo de povidona de yodo a las 6 semanas.
Respecto al dolor se analizó mediante la escala analógica visual (EVA). La media de puntuación al inicio fue de 7/10 y se redujo a 1/10 al final del tratamiento para el grupo de la miel. Por otra parte, en los pacientes del grupo povidona yodada el puntaje de dolor pasó de 7/10, al inicio del estudio, a 5/10. También puntuaron el estado de comodidad general que fue mayor para los pacientes tratados con miel. Todos los pacientes de este último grupo experimentaron menos dolor durante el vendaje, además de resolverse antes el edema y los exudados malolientes en comparación con el grupo de povidona yodada31 32-33.
Otro ensayo34realizado en pacientes con heridas postoperatorias infectadas (cesáreas), reveló que el 84,4% de los pacientes tratados con miel se curó completamente mientras en el grupo tratado con povidona iodada la curación sólo se produjo en el 50% y habiendo en este último un mayor número de dehiscencias y necesidad de cierre de la herida por segunda intención.
Estos resultados ponen de manifiesto que la miel produce menos dolor y disminuye el edema y el olor de la herida de manera más efectiva31 32-33 34.
Antibióticos locales.
Tres estudios34 35-36evaluaron la efectividad de la miel comparándola con antibióticos locales (gentamicina, nitrofurazona, neomicina y facdermin) en heridas sépticas; se hizo una cura local diaria con solución salina al 0,9 % y posterior aplicación de antibióticos locales o de miel de abeja.. Se observó que la miel producía tejido de granulación y cierre de la herida en menor tiempo, eliminaba más rápido el olor característico de las lesiones y el tejido desvitalizado, el enrojecimiento, el edema perilesional y las secreciones purulentas, haciendo la herida estéril en menos tiempo; no se observaron efectos adversos y se ahorraron 40,75 € por paciente comparado con los antibióticos, concluyendo con un alto grado de efectividad y coste-efectividad de la miel respecto a los antibióticos tópicos convencionales.
Un cuarto estudio37evaluó la eficacia de la miel frente a nitrofurazona y etoxi-diaminoacridina en úlceras grado II y III. Se observó que en la 5ª semana de tratamiento la tasa de curación fue 4 veces mayor en la miel con respecto al otro. Además, no se registró ningún efecto adverso del tratamiento con miel.
Tratamientos convencionales (solución salina, gasas mojadas, vendajes).
Cinco estudios32,38 39 40-41evaluaron la miel en diferentes tipos de úlceras (neuropáticas, venosas, mixtas y UPP) comparado con tratamientos convencionales (solución salina, gasas mojadas y vendajes). En los estudios se observó una mayor cicatrización de las heridas y una rápida esterilización en el grupo de la miel respecto a los tratamientos convencionales, los cuales precisaron antibioterapia e incluso en algunos casos hospitalización, concluyendo que la miel presenta una curación acelerada además de tener un efecto antibacteriano.
Respecto a la curación, la duración promedio de la curación fue de 31 días en el grupo tratado con miel comparado con 43 días en el grupo tratado con apósitos convencionales38. Sin embargo, en un segundo estudio39el tiempo medio de curación de la herida fue de 18 días en el grupo tratado con miel y 29 días en el grupo de apósitos convencionales. No se observaron efectos secundarios graves en ambos grupos38-39. Sin embargo, otros estudios42,43observaron que la miel no presenta diferencia estadística en la curación comparado con los tratamientos convencionales en úlceras en piernas.
Respecto a la esterilidad, los resultados revelaron que el 100% de las heridas fueron estériles a las 4 semanas en el grupo de la miel y a las 6 semanas en el otro grupo. Además, este último requirió antibioterapia y en algunos casos hospitalización38 39-40.
Así mismo, se realizó un seguimiento de varios ítems40)que se muestran en latabla 7:
Miel vs otros tratamientos tópicos.
Hidrogeles.
En cuanto a la miel comparada con hidrogeles en úlceras venosas crónicas y heridas superficiales y abrasiones, se observó que la miel, previa aplicación de suero salino 0,9% para limpiar las heridas, demostró una mayor incidencia de curación, desbridamiento eficaz y menos tasa de infección, además de ser más eficaz para erradicar SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina), respecto a los hidrogeles42 43 44-45) y, aunque otros autores afirmaron que no existe gran diferencia entre la miel y el intraSite Gel, sí evidenciaron ser más coste-efectiva46.
Placebo.
En cuanto a este efecto, se evaluó un gel de miel en heridas quirúrgicas por cesárea comparado con placebo. El gel estaba formado en mayor proporción por miel (25 gr) y agua destilada (69.3 gr) y en menor cantidad por glicerina (5 gr), carbopol (0,55 gr), trietanolamina (0,5 gr), metil parabeno (0,18 gr) y propil parabeno (0,02 gr); por otro lado el placebo estaba formado por los mismos compuestos y en las mismas cantidades pero carecía de miel. Se observó que no hubo diferencias significativas para ambos grupos respecto al consumo de antibióticos, alimentación y actividad habitual pero la tasa de curación de la miel fue mayor respecto al grupo placebo (86% y 26% respectivamente)47.
Clorhexidina al 0,05%.
También se ha estudiado la aplicación de la miel en heridas postoperatorias infectadas sin respuesta al tratamiento convencional. Se observó que el uso de antibioterapia sistémica y limpieza de la herida con clorhexidina al 0,05% durante 14 días o más no daba resultado. La aplicación tópica de miel sin procesar dio como resultado una marcada mejoría clínica a los 5 días y una resolución del 100% de las heridas a los 21 días, sin ninguna reacción adversa local36.
Apósito de Plata Nanocristalina (nAg).
En cuanto a la comparativa de la miel con apósitos de plata nanocristalina (nAg) en úlceras de pie diabético, se observó que la curación del apósito de plata es potencialmente mejor en términos de reducción de tamaño de la úlcera en comparación con la miel, aunque se encontraron limitaciones por el pequeño tamaño de la muestra y el corto tiempo de evaluación42.
5. Discusión
Los resultados obtenidos en esta revisión sistemática para valorar la evidencia científica sobre la efectividad de la miel como un tratamiento alternativo efectivo en quemaduras, heridas o úlceras manifiestan en términos generales que la miel es potencialmente más efectiva necesitando menos tiempo para cicatrizar y lograr mayor esterilidad, además de producir menos dolor, reducir el edema y las secreciones malolientes, confiriendo mayor esterilidad a las lesiones en un menor tiempo (siendo efectiva incluso contra las cepas resistentes a los antibióticos), con menos efectos adversos y más costo-efectiva comparado con otros tratamientos, por lo que el objetivo explicitado en la pregunta PICO se cumple.
Se ha comprobado que el aderezo de miel disminuye el tiempo de curación completa de las lesiones, produciendo una cicatrización más rápida de las heridas, sin embargo, algunos autores refieren que el tiempo de cicatrización no es estadísticamente significativo en comparación con los otros tratamientos. A pesar de ello, ésta posee otras ventajas durante el proceso de curación respecto a dichos tratamientos debido a sus propiedades. Todo ello ayuda a reducir la incidencia de infección, la cual es una de las complicaciones más frecuentes de la cicatrización y representa una considerable morbilidad, malestar y hospitalización prolongada.
En relación con las repercusiones emocionales que este tipo de lesiones puede generar, destaca el temor relacionado al dolor y evolución de la herida, y el daño a la imagen corporal que éstas producen. En ocasiones, las lesiones requieren tratamientos invasivos y prolongados que pueden conllevar complicaciones y contribuir a la aparición de alteraciones psicológicas debido al dolor que provocan. Diversos estudios evaluaron las alteraciones emocionales en pacientes con quemaduras hospitalizados y en sus familiares y evidenciaron cuadros de ansiedad, emoción de miedo y alteraciones del sueño, asociados al dolor producido por las lesiones y las curas.
Del mismo modo, las cicatrices que quedan tras estas heridas pueden cambiar la manera en que la persona percibe su cuerpo, pudiendo originar un trastorno de la imagen corporal. Esta alteración suele estar asociada con una baja autoestima que desemboca en estados ansiedad y depresión, acompañados de aislamiento social y problemas sexuales. Debido a que la percepción del propio cuerpo se ve influenciada por factores sociales, la persona con una alteración sobre su imagen puede sentirse incómoda al interaccionar con otras personas, pudiendo pensar que sus cicatrices son desagradables y preocupándose de que los demás los rechacen por éstas. Sobre todo, en los niños, éstas pueden ser objeto de burlas que puede llevar a caer en depresión o sufrir ansiedad cuando conocen a gente nueva.
Por consiguiente, puesto que uno de los mayores problemas con los que se encuentra el profesional de enfermería es la cura satisfactoria de heridas, siendo en algunas ocasiones complicado dar con el tratamiento adecuado, la miel debería contemplarse como tratamiento alternativo en este tipo de lesiones.
6. Conclusiones
Los resultados obtenidos pueden conducir a las siguientes conclusiones:
- La miel puede ofrecerse como alternativa en el tratamiento de quemaduras, heridas y úlceras debido a su beneficiosa curación.
- Mejora el resultado estético de la herida dejando menos cicatriz.
- Disminuye el impacto sobre la imagen corporal de este tipo de lesiones.
- Supone un tratamiento más barato y eficaz.
Pudiendo suponer una mejora de la calidad en la asistencia sanitaria, reducir el número de procedimientos innecesarios, disminuir la variabilidad clínica y unificar los criterios de actuación entre los profesionales.