El idioma inglés es el referente en investigación y en publicación. Poder publicar un artículo en inglés permite su rápida inclusión en la comunidad científica internacional [1]. Según el Scimago Journal Ranking, en 2015, las revistas con mayor impacto fueron la británica Nature Reviews Molecular Cell Biology y la estadounidense Annual Review of Immunology [2].
Si los profesionales de ciencias de la salud desean publicar en revistas de alto impacto, necesitan tener competencias en inglés. Un adecuado dominio del idioma permite una búsqueda de información más eficiente, una correcta lectura crítica de manuscritos y una elección más razonable de la revista donde publicar.
La mayoría de universidades incluyen asignaturas de inglés en el pregrado, pero habría que preguntarse por qué no se logran las competencias suficientes: ¿los cursos no son transversales?, ¿es adecuado el nivel de los docentes que imparten estas asignaturas?, ¿el hecho de no ser profesionales de ciencias de la salud no les permite adecuar su conocimiento a los requerimientos de los alumnos?, ¿los estudiantes perciben el idioma inglés como determinante?…
En Lambayeque, Perú, en el año 2015, en un estudio trasversal en ingresantes utilizando el Quick Placement Test diseñado por la Universidad de Cambridge, se halló que el 60% de los estudiantes de medicina tenían un nivel de inglés prebásico; el 36,9%, básico, y sólo el 3,1%, intermedio, lo que denotaba deficiencias en relación a su conocimiento del idioma [3].
En un estudio en Cuba en 2013, sobre la percepción de los estudiantes de medicina en relación a este idioma, se halló que el 72,7% consideraba la comunicación con pacientes angloparlantes como lo más importante. Sólo el 4,5% mencionaban su utilidad para la investigación y publicación científica [4]. Sin embargo, en un estudio realizado en Chile, un 15,3% de los estudiantes mencionaba que no hablar inglés era una limitación para publicar sus investigaciones [5].
Consideramos que las universidades deberían exigir el estudio del inglés de manera transversal durante toda la carrera, evaluando el conocimiento de manera forma sistemática, incluyendo más aspectos de la práctica médica como la revisión y lectura crítica de artículos científicos, y proponiendo que sea un profesional de ciencias de la salud quien imparta el curso. Todos estos aspectos pueden tener impacto en el conocimiento, la práctica y la percepción del inglés en los estudiantes de medicina en el pregrado.
Una posibilidad de investigación sería evaluar la efectividad de estas intervenciones en la producción científica estudiantil en revistas de alto impacto en el futuro.