Introducción
Dentro de la evaluación educativa existe la retroalimentación, que consiste en la identificación oportuna de errores y aciertos de los estudiantes en las diferentes actividades que realizan, lo cual permite que el docente conduzca el proceso de aprendizaje-enseñanza hacia el logro de los resultados esperados [1]. La retroalimentación se considera el eje central en la evaluación para el aprendizaje, lográndose una respuesta ajustada, coherente y contextualizada en el contenido específico que trabaja el estudiante [2] no sólo al revisar una tarea finalizada, sino apoyando, orientando y estimulando al estudiante a continuar su aprendizaje para adquirir criterios, estándares y autonomía necesarios con el fin de autoevaluar y dirigir su desempeño [3].
Dentro de las herramientas tecnológicas educativas, el video se centra principalmente en entregar un contenido, cambiando el formato y la temporalidad, más que en utilizar la herramienta con el fin de retroalimentación, lo que no se ha descrito hasta el momento, por lo cual se propuso documentar una experiencia de retroalimentación a través de video a distancia.
La actividad se realizó en una universidad tradicional pública, en la carrera de odontología, donde con posterioridad a una actividad formativa de resolución de casos clínicos, se generó una retroalimentación en horario no presencial a través de un video, donde el docente explicaba los fundamentos y la racionalidad al construir un plan de tratamiento y pronóstico y planificar una fase de mantenimiento periodontal, explicando los puntos importantes a considerar y cómo aplicar los contenidos teóricos en un caso clínico real en base a las respuestas de los mismos estudiantes de manera anónima, para ejemplificar desde el error y desde el acierto.
Finalmente se construyó un video de 18 minutos, que se compartió vía plataforma del curso para que cada estudiante pudiera revisarlo de manera no presencial, a su ritmo, deteniendo, retrocediendo e incluso comparándolo con su respuesta. Para remediar la unidireccionalidad del video, en la plataforma se dio la posibilidad de realizar preguntas, que serían respondidas en breve por el docente.
El objetivo de este estudio fue analizar la percepción de los estudiantes acerca de realizar la retroalimentación formativa de un trabajo de relevancia, dentro del desarrollo de la asignatura, a través de un video.
Sujetos y métodos
Se planificó realizar un estudio mixto. La parte cuantitativa consistió en un estudio transversal descriptivo, en el cual se aplicó un instrumento de percepción breve, previamente validado por expertos, respecto a la actividad. Consistía en cinco ítems en escala tipo Likert de cinco niveles (totalmente en desacuerdo, en desacuerdo, opinión neutra, de acuerdo y completamente de acuerdo) y dos aseveraciones dicotómicas respecto a la proyección de la iniciativa.
La parte cualitativa anidada analizó los textos escritos en la última parte del instrumento, donde había espacio para la libre opinión de los estudiantes respecto a la experiencia. A estos datos se les realizó análisis de contenido, generando códigos no predefinidos que posteriormente formaron categorías analíticas. Se realizó triangulación entre los investigadores.
A través de un formulario electrónico, se invitó a participar libre, voluntaria y anónimamente a la totalidad de los estudiantes de la asignatura (n = 50). Finalmente, participaron 44 estudiantes, correspondientes al 89% del curso.
Resultados
Primero se exponen los resultados cuantitativos. Para una mayor comprensión, las opiniones se agruparon en negativas, neutras y favorables.
Las tres primeras aseveraciones obtuvieron percepción positiva, superior al 90%: 'el video me permite comprender los aciertos y errores de mis respuestas en las tareas y evaluaciones' (93%), 'el video facilita la retroalimentación a mi ritmo, pudiendo retroceder, detener y avanzar' (93%), 'la modalidad de libre acceso al material me permite realizar la retroalimentación en el momento que me resulta más idóneo' (95%).
Ante la aseveración 'la imposibilidad de contrapreguntar al docente es una desventaja del formato de la retroalimentación con videos', el 14% estuvo en desacuerdo, un 20% tuvo una opinión neutra y un 66% estuvo a favor.
Ante la aseveración 'prefiero la modalidad de retroalimentación con video en horario no presencial que la modalidad presencial dentro del horario de clases', el 22% estuvo en desacuerdo, un 39% tuvo una opinión neutra y un 39% estuvo a favor.
Finalmente, el 93% recomendaría instaurar esta modalidad de retroalimentación permanentemente en este curso, y un 91%, en otras asignaturas.
Por otra parte, tras el análisis de contenido, se crearon las siguientes categorías:
Propuestas para remediar la unidireccionalidad del video
Los mismos estudiantes proponen alternativas para subsanar la unidireccionalidad del video, a través de preguntas y respuestas en la plataforma, con una opción de complementar en clase preguntas más puntuales, después de ver el video. Incluso proponen métodos de transmisión en directo, tipo Webinar, los cuales se pueden hacer vía Facebook, Instagram o YouTube, plataformas que permiten comentar en vivo. Sin embargo, debe realizarse en un horario donde todos los estudiantes estén disponibles.
'La forma de solucionar el asunto de «no poder contrapreguntar al profesor» se puede solucionar en la misma plataforma [...], se pueden añadir comentarios de las personas inscritas, por lo que cualquier duda que surja se podría preguntar ahí mismo y que el docente la pueda responder; además, eso queda visible para los demás compañeros, lo que también contribuye a la retroalimentación' [estudiante 39].
'Además, se podría hacer una transmisión online, con la posibilidad de preguntar' [estudiante 1].
Ambiente de la retroalimentación mejorado
Realizar una retroalimentación fuera del aula permite mejorar la percepción de la calidad de la retroalimentación, por factores como tiempo dedicado a ella, profundidad del proceso, características del aula e individualidad del momento.
'El video tiene la ventaja de que el docente, generalmente, lo hace con más calma y detenimiento que al realizar la retroalimentación en clases; se toma el tiempo de pensar cuáles son los puntos importantes y aclararlos. Cuando se hace de forma presencial, a veces siento que es una explicación a contratiempo o demasiado superficial, que ni siquiera contribuye al conocimiento o aclaración de dudas' [estudiante 14].
Video como material de estudio permanente
Los estudiantes mencionaron haber visto varias veces el video, lo que implica una retroalimentación y, por lo tanto, aprendizaje a su propio ritmo, e incluso haberlo descargado para recurrir a él al tener que construir un caso clínico en los cursos superiores, convirtiéndose en una referencia multimedia.
'Pude repetir la explicación cuántas veces quise y, personalmente, descargué el video' [estudiante 1].
Discusión
La retroalimentación a través de video resultó tener una buena percepción de los estudiantes como se observó en las tres primeras aseveraciones, que versan sobre comprender aciertos y errores, realizar una retroalimentación controlada y a un ritmo propio, y en el momento más idóneo para el estudiante, lo cual coincide con el estudio de Schreiber et al, en el cual los estudiantes destacaron el hecho de poder detener, retroceder y repetir el video [4].
Acerca de la limitación de no poder contrapreguntar, existen opiniones divididas, pero los resultados cualitativos son de ayuda porque proponen cómo compensar esta limitación, por ejemplo, con transmisiones en vivo o con la posibilidad de crear un foro o una instancia presencial posterior para preguntas puntuales.
La percepción negativa y neutra de los videos por encima de la retroalimentación presencial alcanza un 23% y 39%, respectivamente, pero más del 90% de los estudiantes recomendaría instaurar esta modalidad en esta y otras asignaturas. Esto coincide con Phillips, quien indica que un 86% de los participantes consideraban que debían continuar las instancias en video, pero un 56% opinaba que éstas no debían reemplazar completamente a la retroalimentación presencial [5].
Es interesante también la posibilidad de que esta modalidad de retroalimentación sea de mejor calidad que la presencial, una posibilidad corroborada por Kay, quien indica que el video potencia la independencia, la reflexión y una mejor preparación para las evaluaciones [6]. Orsini et al indican que una retroalimentación de calidad puede mejorar la motivación autónoma de los estudiantes [7], y si esto se puede lograr por video, sería una potencialidad enorme de la herramienta tecnológica.
Las limitaciones de este estudio se ciñen a que evaluamos un único momento de retroalimentación con video, por lo cual sería interesante evaluar el resultado de retroalimentaciones realizadas de manera sistemática. También podría haberse realizado otra forma de recoger los datos cualitativos, para poder extraer mayor y mejor información.