Queríamos compartir la experiencia realizada en nuestra institución sobre una mesa panel, integrada por médicos y filósofos, con el objetivo de indagar sobre cuáles serían los contenidos filosóficos necesarios para la práctica clínica cotidiana de los médicos. En una primera instancia, dos médicos clínicos y un cirujano explicaron su forma de razonamiento clínico, su tarea diagnóstica y de propuesta terapéutica, y los posibles dilemas éticos que surgían en la acción cotidiana del acto clínico. Luego, tres filósofos analizaron lo dicho por los médicos remarcando los recursos filosóficos utilizados.
El primer gran tema que surgió fue el de la comunicación interpersonal necesaria para la relación médico-paciente, con todas las aristas antropológicas filosóficas, lingüísticas y psicológicas que implica, por lo que se destacó la necesidad de estimular la aptitud para escuchar e interpretar palabras y gestos, expresarse claramente y transmitir información y contención afectiva.
También se puso de manifiesto la relevancia de visibilizar la forma de pensar del médico cuando busca un diagnóstico y una terapéutica consecuente. Al respecto, se propuso enseñar los mecanismos lógicos que guían un razonamiento argumentativo, aunque fuera de aproximación y con un nivel de certeza intermedio que requiera una corroboración posterior. Todo esto con miras a diferenciar la argumentación válida de la falacia o el pensamiento mágico, o incluso, de la falta total de razonamiento que puede darse cuando se aplica el método de ensayo-error sin una aproximación racional.
Otro aspecto que mencionaron los clínicos fue que la principal información que nutre su actividad proviene de estudios multicéntricos y de medicina basada en la evidencia, por lo que debería existir una capacitación epistemológica para la interpretación de estudios y el análisis crítico. Además, uno de los filósofos acotó que hay que incorporar la variable del acceso a la información indiscriminada de los pacientes por internet.
Finalmente, como consecuencia de la inquietud de uno de los clínicos sobre la posibilidad de una utilización instrumental de los pacientes para obtener rédito económico o satisfacer el ego, quedó planteada la necesidad de capacitación en la problemática de la ética en las relaciones interpersonales cotidianas, como un sustento para la ética aplicada o la bioética.
Pensamos que esta metodología es interesante y novedosa para la búsqueda de los contenidos útiles en la capacitación del médico práctico y, a través de ella, pudieron identificarse de forma más concreta los recursos de la filosofía que el médico asistencial usa de modo habitual y que, por ende, deberían incluirse en su formación curricular.