El rendimiento académico es uno de los componentes del proceso de aprendizaje, a través del cual se pondera la situación académica de los estudiantes [1,2]. Asimismo, las deficiencias en el rendimiento académico podrían llevar a la suspensión o a la deserción estudiantil [3]. El rendimiento académico estaría relacionado con el ambiente educacional y una correcta gestión universitaria [2]. Además, Nouh et al (2006) mostraron que una percepción positiva sobre el entorno del aprendizaje podría mejorar el rendimiento académico de los estudiantes de medicina [4]. A través de los años, diferentes estudios en educación médica han desarrollado y aplicado diversos instrumentos para evaluar el clima educativo o ambiente educacional [2]. Uno de los instrumentos más usados es el Dundee Ready Educational Environment Measure (DREEM) [2,5,6]. Debido a los diversos, pero aún insuficientes, estudios en educación médica en el Perú y en otros países de Latinoamérica [2,5], y dado que la formación médica es uno de los grandes problemas aún por resolver en nuestro país y otros países en vías de desarrollo, se desarrolló un estudio que buscó evaluar si existen diferencias en la percepción del ambiente educacional, según el rendimiento académico en estudiantes de medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 2014 [6], ya que, en dicha fecha, los diversos estudios al respecto mostraban diferentes resultados en relación con la asociación entre la percepción del ambiente educacional y el rendimiento académico [2-4,7].
Se realizó un estudio transversal con diseño muestral de tipo estratificado con alumnos de segundo a sexto años de medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 2014 [6]. La variable dependiente fue la percepción del ambiente educacional medida con el DREEM, que presenta cinco dimensiones (aprendizaje, docentes, atmósfera, académica y social) [5]. La variable independiente fue el rendimiento académico con el promedio ponderado de las puntuaciones de las evaluaciones de los estudiantes por cada año. Se incluyó también la repetición de cursos. Se usó la prueba de Wilcoxon-Mann-Whitney para comparar puntuaciones del DREEM, según alumnos repetidores y no repetidores, y la prueba de Kruskal-Wallis para la comparación del DREEM según terciles de promedio ponderado. Se encuestó a 177 estudiantes. La mediana del promedio ponderado fue 14,2 (rango intercuartílico: 13,7-14,3), el 38,4% estuvo en el tercio superior y el 27,7% fueron repetidores. La mediana de la percepción del ambiente educacional fue menor en el tercil inferior del promedio ponderado, pero no hubo diferencias significativas respecto al tercil medio y el superior (χ2 = 1,07; p = 0,59). Las dimensiones del DREEM no presentaron diferencias según el rendimiento académico en ninguno de los terciles de promedio ponderado comparados con la prueba de Kruskal-Wallis (p > 0,05). La percepción del aprendizaje presentó una diferencia significativa entre repetidores y no repetidores (W = 2.476; p = 0,03); asimismo, no se encontraron diferencias en las otras dimensiones del DREEM entre alumnos repetidores y no repetidores, tal y como se muestra en la tabla.
Mediana (RIC) | W | P | ||
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No repetidores n = 128 | Repetidores n = 49 | |||
Aprendizaje | 26 (22-30,3) | 23 (20-30) | 2.476 | 0,03 |
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Docentes | 25 (23-27) | 25 (22-27) | 2.994,5 | 0,64 |
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Académica | 21 (18-24) | 20 (16-23) | 2.776,5 | 0,24 |
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Atmósfera | 26 (24-30) | 26 (21-29) | 2.778,5 | 0,24 |
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Social | 15 (13-17) | 15 (13-16) | 2.674 | 0,13 |
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Ambiente educacional | 113,5 (103-125) | 109 (92-122) | 2.619 | 0,09 |
RIC: rango intercuartílico; W: W de Wilcoxon-Mann-Whitney
Los resultados muestran que no se encontró una diferencia significativa en la percepción del ambiente educacional según el rendimiento académico; se encontró una diferencia significativa en la percepción del aprendizaje entre alumnos repetidores y no repetidores. Estos hallazgos contrastan con lo planteado por Roff (2005), quien sostiene que, entre las aplicaciones del DREEM, estaría el servir como una herramienta que permita identificar a estudiantes que probablemente tengan logros académicos y a los que están en riesgo de tener un rendimiento académico bajo, así como el evaluar los resultados académicos en términos de promedios [7]. Se recomienda tener en cuenta otras variables (sociodemográficas, pedagógicas, psicológicas, etc.) que podrían influir en el rendimiento académico en estudios similares y desarrollar otros tipos de estudios que exploren la percepción del ambiente educacional, por ejemplo, los estudios cualitativos.