Introducción

Las recomendaciones internacionales sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) establecen que toda la población debe recibir formación en RCP básica, y los profesionales sanitarios, RCP intermedia o avanzada, de acuerdo con sus responsabilidades [¹].

La formación en RCP en los profesionales sanitarios debe iniciarse durante su período de formación académica. Sin embargo, a pesar de su relevancia, no existe una normativa que establezca la obligatoriedad y las características de la formación en RCP para los estudiantes de Medicina y otras profesiones sanitarias.

Una encuesta reciente realizada a más de 1.000 estudiantes de Medicina de 14 países europeos que iban a finalizar sus estudios mostró que los conocimientos sobre RCP eran muy variados, que mu­chos de ellos no habían realizado ningún curso de RCP durante su período formativo y otros solamente habían recibido formación teórica [²]. Por esa razón, el Consejo Europeo de Reanimación re­comienda realizar una formación estructurada obli­gatoria en RCP durante los estudios universitarios de las profesiones sanitarias [³].

Algunos estudios han analizado la formación general en RCP de los estudiantes de Medicina, pero muy pocos se han centrado en la formación en RCP pediátrica [⁴-⁶]. En España no existe una normativa al respecto, y cada universidad incluye en los programas docentes la formación en RCP que considera más adecuada.

El objetivo de este estudio ha sido conocer la docencia en RCP pediátrica que se imparte en las universidades españolas en los grados de Medicina y Enfermería.

Material y métodos

Se diseñó una encuesta que se envió por correo electrónico a los responsables de la asignatura de Pediatría del grado de Medicina y de Enfermería de las universidades españolas, públicas y privadas. Se solicitaron los datos del docente que rellenaba la encuesta para poder comprobar el origen de la encuesta y evitar duplicidades.

Se recibieron 53 respuestas (35 del grado de Medicina y 18 del grado de Enfermería), lo que supone un 76 y un 15%, respectivamente, de las facultades de nuestro país.

Los datos se analizaron con el programa el IBM SPSS Statistics para Windows (versión 20). Las comparaciones entre Enfermería y Medicina se realizaron con el test de χ² para las variables categóricas y con el test U de Mann-Whitney para las variables continuas. Se consideró significativa una p < 0,05.

Resultados

La tabla I recoge las características de la formación en RCP pediátrica y la comparación de la docencia realizada en las facultades de Medicina y Enfermería.

El 100% de las universidades encuestadas incluye la formación en RCP pediátrica dentro de la asignatura de Pediatría y, en la mayoría de ellas (94%), esta formación está incluida en el programa del grado. El 98% de las universidades incluye formación práctica en RCP pediátrica y un 89% incluye la formación práctica en el programa del grado.

Existe una gran diversidad en el nivel de la RCP impartida (38%, RCP básica; 30%, RCP intermedia; y 30%, RCP avanzada), así como en la duración de la parte teórica y práctica, sin que existan diferencias significativas en la mayoría de las variables entre la formación realizada en Medicina y Enfermería. La duración mediana de la formación teórica es de dos horas, y también la de la formación práctica (dos horas). El número de alumnos por grupo de prácticas es muy elevado (mediana de 12).

Solamente se realiza evaluación de la formación teórica de RCP pediátrica en el 26% de las universidades; de la formación práctica, en el 28%; y de ambas, en el 13%.

Solamente en un 26% se repite entrenamiento en RCP a lo largo del grado.

Discusión

Nuestro estudio es el primero que ha analizado las características de la formación en RCP pediátrica en España.

En los resultados de nuestro estudio destaca que, en muchos programas de formación, el número de horas es claramente insuficiente para el tipo de aprendizaje que se pretende obtener y no cumple con las recomendaciones de formación en RCP del Grupo Español de Reanimación Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal (GERCPPYN) y del Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar (Tabla II). Por otra parte, la mediana de alumnos en cada grupo de prácticas es de 12 y, en un porcentaje importante de los programas, la relación alumno:instructor es muy superior a 6:1, que es la recomendada por el GERCPPYN. Esto, unido a la corta duración de las prácticas, hace suponer que la capacitación adquirida por los alumnos no sea adecuada, aunque, en un elevado porcentaje de facultades, los docentes son instructores acreditados por el GERCPPYN. Por otra parte, muy pocas facultades realizan una evaluación teórica y práctica de la docencia en RCP y sólo unas pocas tienen algún programa de reentrenamiento a lo largo del grado.

La formación en RCP pediátrica en los grados de Medicina y Enfermería en España es muy heterogénea y, en muchos casos, el tiempo dedicado a ella es claramente insuficiente, sobre todo el de la formación práctica para entrenamiento de habilidades, y con un número de alumnos por grupo de prácticas muy elevado. Por otra parte, en la mayoría de los centros no se realiza una evaluación estructurada de la formación en RCP pediátrica ni existe un programa de reentrenamiento.

Nuestro estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, como en toda encuesta, la fuente de datos no fueron los registros de los programas oficiales de formación, sino los datos ofrecidos por los docentes. No se preguntó si los alumnos habían recibido formación en RCP de adultos, que podría reducir el tiempo necesario para la formación en RCP pediátrica.

En segundo lugar, sólo se obtuvo la respuesta de un 15% de las facultades de Enfermería, por lo que no podemos asegurar que nuestros datos reflejen adecuadamente la formación en RCP pediátrica realizada en las facultades de Enfermería.

Por último, aunque la mayoría de las facultades que respondieron a la encuesta realiza algún tipo de formación en RCP pediátrica, es posible que un elevado porcentaje de las facultades que no han contestado no la realice.

Concluimos que es necesario que se establezcan a nivel nacional unos requisitos de formación mínima obligatoria en RCP pediátrica intermedia para todos los grados de Medicina y Enfermería, y que la docencia cumpla los requisitos de calidad que establecen el GERCPPYN y del Consejo Español de Reanimación, para conseguir que los profesionales sanitarios egresados de nuestras universidades tengan una competencia adecuada en RCP pediátrica.