Mensajes clave
1. El análisis de los datos nutricionales de la población chilena indica que la prevalencia de chilenos con IMC elevado supera a los chilenos normopeso, tanto en hombres como en mujeres.
2. Al obtener los datos de la Encuesta de Protección Social, se analizaron los factores que influyen en la prevalencia de IMC elevado, debido a que esta encuesta abarca información de diversas áreas socioeconómicas.
3. Los resultados del estudio podrían ser usados para fortalecer la instrucción de cuidados de salud nutricionales tempranamente en la educación, con el fin de disminuir la prevalencia de IMC elevado.
Introducción
El sobrepeso y obesidad se definen como una acumulación excesiva o anormal de grasa que puede ser perjudicial para la salud1. Una forma de diagnosticar sobrepeso y obesidad es mediante el índice de masa corporal (IMC), que es un indicador simple de la relación entre el peso corporal y la talla2. Una persona con IMC sobre 25 kg/m2 es considerada con sobrepeso y sobre 30 kg/m2 se considera obesa1.
De acuerdo con la información que entrega la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016, más de 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos1. Se ha evidenciado que, en el último tiempo, la obesidad continúa aumentando en el mundo3. Según la OMS, la obesidad es una enfermedad crónica, considerada la epidemia del siglo XXI, debido a su alta prevalencia4. En el artículo del New England Journal of Medicine sobre obesidad en el mundo, destaca que Arabia Saudita, Egipto y Estados Unidos lideran los rankings de obesidad a nivel mundial. A nivel del cono sur de América, la prevalencia de la obesidad fue de un 35,7%5. Chile, por su parte, se encuentra en el décimo lugar3.
A nivel mundial, está comprobado que un IMC elevado constituye uno de los factores de riesgo más importantes para la mortalidad y morbilidad a lo largo de la vida, el cual ha ido aumentando en todos los grupos etarios6. La preocupación de los sistemas de salud se centra en prevenir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como consecuencia de la obesidad, tales como: enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, síndromes metabólicos, dislipidemias, entre otras5.
Se ha evidenciado la magnitud del problema de la obesidad y sus múltiples causas, entre ellas se encuentran factores sociales, económicos y genéticos7. Los factores socioeconómicos han demostrado ser responsables de un desbalance entre el ingreso y gasto energéticos, causando a largo plazo una ganancia significativa de masa grasa y peso corporal8. Aun así, la relación entre la prevalencia de IMC elevado y el ingreso económico de quienes lo padecen debe ser ahondada. Esto con el fin de impulsar medidas y políticas que ayuden a prevenir el IMC elevado y sus consecuencias en la población, enfocándose al sector más afectado.
En Chile, la obesidad ha ido en aumento en los últimos años, posicionándonos en el décimo lugar en el ranking de obesidad mundial9. Esto ha despertado la preocupación del Estado, generando diversas políticas para intentar controlar este problema de salud pública. Sin embargo, hasta el presente no ha habido resultados exitosos en el control de la obesidad3.
La Encuesta de Protección Social (EPS) es la mayor y más antigua encuesta transversal de tipo panel que existe en Chile. El objetivo de este tipo de encuestas es conocer las variaciones de los individuos encuestados, en diferentes aspectos: laborales, educación, ingresos económicos, hábitos de vida, entre otros10.
El objetivo del presente estudio es analizar la prevalencia de IMC elevado en la población chilena y su relación con: sexo, edad, educación, hábito tabáquico y el ingreso económico.
Metodología
Se realizó un estudio observacional de tipo transversal. Se utilizaron los resultados de dos EPS realizadas en los años 2009 y 2015, de las cuales se seleccionaron las variables sexo, edad, estatura, peso corporal, hábito tabáquico, educación e ingresos económicos.
Esta encuesta tiene un nivel de representación nacional y levanta información mediante llamadas telefónicas o visitas a los hogares.
El estudio reclutó una muestra de 21.392 personas mayores de 18 años, habitantes de todo el territorio chileno. De las 21.392 personas, 8.145 pertenecen a la encuesta del año 2009 y 13.247 a la del año 2015.
La realización de las encuestas fue aprobada por el comité de ética de la Universidad de Chile y Universidad Católica. Los participantes firmaron un consentimiento informado al momento de realizar la EPS.
Estado nutricional: variable de salida
Esta investigación utilizó como variable dependiente el IMC, el cual es el indicador internacional considerado por la OMS para evaluar el estado nutricional en adultos. Para calcular el IMC se utilizó la fórmula IMC = peso corporal (kg)/talla (m2) y se clasificó a la persona según su estado nutricional, basándose en los criterios de la OMS. Los valores de peso corporal y talla para calcular el IMC fueron obtenidos de la EPS. Se consideró IMC elevado, aquel que va desde los 25,0 kg/m2.
Se utilizó como criterio de exclusión para este estudio a personas que se encontraban bajo peso corporal (IMC<18,5 kg/m2), que corresponden a 241 observaciones.
Variables sociodemográficas
La variable sexo corresponde al sexo de los individuos, la edad se midió en el número de años, el peso corporal se midió en kilogramos, la estatura en centímetros. Para la variable educación se consideró la cantidad de años cursados en alguna institución educacional. El hábito tabáquico es la respuesta dicotómica: sí fuma o no fuma. Incorporamos la variable si fuma o no, como una variable de control para caracterizar a los individuos con conductas dañinas para la salud. Finalmente, el ingreso corresponde a la respuesta a la pregunta: ¿Cuál fue el ingreso líquido mensual promedio en su trabajo? expresado en pesos chilenos.
Para la variable independiente ingresos, se consideró la respuesta de los encuestados a sus ingresos económicos mensuales por hogar, los cuales fueron categorizados en deciles. Los deciles ordenan los datos de menor a mayor y los dividen en diez grupos iguales, por lo que se puede identificar cuál es el valor máximo de un decil, que coincide con el valor mínimo del decil siguiente.
Análisis estadísticos
Los datos fueron procesados empleando el programa estadístico Stata V 15.1 (Stata Corporation, College Station, Texas, USA), considerando la descripción y el análisis estadístico de las variables.
Se realizó un análisis de Mínimos Cuadrados Ordinarios (OLS, del inglés Ordinary Least Squares) para comparar la variable independiente IMC con el resto de las variables en estudio, dado que la variable dependiente (IMC) es continua. Sin embargo, cuando analizamos el IMC categorizado como normopeso, sobrepeso y obesidad según los criterios de la OMS2, realizamos análisis de máxima verosimilitud, con un vínculo logístico (Logit), porque comparamos entre pares. Esto con el fin de identificar un cambio en las probabilidades de ocurrencia o de presencia de un cierto atributo (sobrepeso u obesidad), en los casos estudiados. Estas probabilidades predichas por los modelos utilizados también fueron transformadas a Odds Ratios o razones de probabilidades, para tener una mejor estimación de la prevalencia de los atributos y características estudiadas.
Resultados
La Tabla 1 muestra el IMC de los encuestados por la EPS, los cuales fueron categorizados en normopeso, sobrepeso y obeso. Podemos observar que, en términos generales, un tercio de los casos se encontraban en normopeso, cerca del 40% de los encuestados tenían sobrepeso, mientras que 1 de cada 5 personas eran obesas.
Sexo | IMC | Total | ||
---|---|---|---|---|
Normopeso | Sobrepeso | Obeso | ||
Hombre | 3.456 | 4.476 | 1.799 | 9.731 |
35,5% | 46,0% | 18,5% | 100,0% | |
Mujer | 4.251 | 4.466 | 2.944 | 11.661 |
36,5% | 38,3% | 25,2% | 100,0% | |
Total | 7.707 | 8.942 | 4.743 | 21.392 |
36,0% | 41,8% | 22,2% | 100,0% |
Fuente: Encuesta de Protección Social (EPS).
La Tabla 2 presenta los estadísticos descriptivos de los datos de las variables analizadas. Estas fueron separadas según el sexo de los encuestados.
Sexo | Variables | IMC | Total | ||
---|---|---|---|---|---|
Normopeso | Sobrepeso | Obeso | |||
Hombre | IMC (kg/m2) | 23,0 | 27,2 | 33,1 | 26,8 |
Edad (años) | 42,8 | 46,2 | 47,2 | 45,2 | |
Educación (años) | 6,8 | 6,6 | 6,3 | 6,6 | |
Ingreso económico (deciles) | 5,2 | 5,5 | 5,4 | 5,4 | |
Fuma (Sí fuma = 1; No fuma = 0) | 0,4 | 0,3 | 0,3 | 0,3 | |
Mujer | IMC (kg/m2) | 22,7 | 27,3 | 34,2 | 27,3 |
Edad (años) | 41,8 | 46,6 | 47,2 | 45,0 | |
Educación (años) | 7,3 | 6,4 | 5,9 | 6,6 | |
Ingreso económico (deciles) | 5,5 | 5,2 | 4,7 | 5,2 | |
Fuma (Sí fuma = 1; No fuma = 0) | 0,3 | 0,3 | 0,2 | 0,3 | |
Total | IMC (kg/m2) | 22,8 | 27,3 | 33,8 | 27,1 |
Edad (años) | 42,2 | 46,4 | 47,2 | 45,1 | |
Educación (años) | 7,1 | 6,5 | 6,0 | 6,6 | |
Ingreso económico (deciles) | 5,4 | 5,3 | 4,9 | 5,3 | |
Fuma (Sí fuma = 1; No fuma = 0) | 0,3 | 0,3 | 0,3 | 0,3 |
Fuente: Encuesta de Protección Social (EPS).
En términos medios, el IMC de la población estudiada fue de 27 kg/m2. La edad promedio de los casos fue de 45 años, con 6,6 años de educación en promedio. El decil promedio de ingresos de los encuestados era el quinto, por lo que la mitad de los encuestados recibían en promedio un sueldo mensual máximo de $392.454 pesos, mientras que la segunda mitad de la distribución recibía como sueldo mínimo $392.454 pesos.
La Tabla 3 muestra el resultado del análisis de tres modelos distintos de datos (OLS, Logit y Odds Ratio). La columna 1 usa como variable dependiente el IMC, que al ser una variable continua utiliza un modelo de OLS de estimación de coeficientes para las variables independientes. Las columnas 2 y 3 de la Tabla 3 utilizan una estimación de máxima verosimilitud con un vínculo logístico para estimar los coeficientes (Logit). En la columna 2 se comparan los individuos normopesos con aquellos con sobrepeso, mientras que la columna 3, compara los individuos normopesos con los obesos. Las columnas 4 y 5 replican los resultados anteriores transformando los coeficientes a probabilidades esperadas (Odds Ratio) para una mejor interpretación, que se muestra en la Figura 1.
Al explicar el comportamiento del IMC, en la columna 1, observamos que las mujeres tenían un IMC mayor que los hombres. El IMC aumentó en la medida que aumentó la edad y disminuyó a medida que aumentó el ingreso en deciles. También observamos que a medida que aumentó el nivel educacional de los encuestados, el IMC se redujo. Podemos interpretar, que, por cada 5 años de aumento de educación, el IMC disminuyó en un punto, manteniéndose el resto de las variables constantes.
La variable de hábito tabáquico demostró tener una relación inversa con la prevalencia de IMC elevado.
Los resultados nos muestran que la multicausalidad de un IMC elevado otorga a la variable educación un valor importante de analizar en relación con su injerencia en el comportamiento de las otras variables. La variable independiente ingreso, nos muestra que no existía un efecto estadísticamente significativo al analizar todas las variables en conjunto. Sin embargo, al analizarla solo con respecto al sexo, esta sí resulta estadísticamente significativa para explicar el sobrepeso, pero, no la obesidad, como se muestra en la Figura 1.
Un segundo grupo de modelos de estimaciones analíticas (Logit) nos ayuda a comparar las columnas 2 y 3 de la Tabla 3. En términos generales, se observa que, en promedio, la población de mujeres presentaba menos casos de sobrepeso que la de hombres, aunque resulta tener mayor número de casos de obesidad.
(1) | (2) | (3) | (4) | (5) | |
---|---|---|---|---|---|
OLS | Logit | Odds Ratio | |||
IMC | Sobrepeso - Normal | Obesidad - Normal | Sobrepeso - Normal | Obesidad - Normal | |
Sexo (1 = Mujer, 0 = Hombre) | 0,514*** (0,063) | -0,209*** (0,032) | 0,289*** (0,039) | 0,812*** (0,026) | 1,335*** (0,051) |
Edad | 0,013*** (0,002) | 0,010*** (0,001) | 0,007*** (0,001) | 1,010*** (0,001) | 1,007*** (0,001) |
Educación | -0,192*** (0,012) | -0,046*** (0,006) | -0,095*** (0,008) | 0,955*** (0,006) | 0,909*** (0,007) |
Fuma | -0,359*** (0,070) | -0,110*** (0,035) | -0,198*** (0,043) | 0,896*** (0,031) | 0,821*** (0,035) |
Ingresos Deciles | -0,007 (0,012) | 0,023*** (0,006) | -0,007 (0,007) | 1,023*** (0,006) | 0,993 (0,007) |
Año Encuesta | -0,024** (0,011) | -0,010* (0,005) | -0,010 (0,007) | 0,991* (0,005) | 0,990 (0,006) |
Constante | 75,399*** (21,806) | 19,230* (11,048) | 19,471 (13,199) | 2,245e+08* (2,481e+09) | 2,857e+08 (3,771e+09) |
Observaciones | 21,392 | 16,649 | 12,450 | 16,649 | 12,450 |
R-squared | 0,031 |
Error estándar en paréntesis. *** p<0,01, ** p<0,05, * p<0,1. OLS: se utilizó para determinar si existe relación entre la variable dependiente (IMC) y las independientes (sexo, edad, educación, fuma, ingresos, año encuesta y constante). Logit: se utilizó para estimar la relación existente entre la variable dicotómica sobrepeso-normal en la columna 2 y obesidad-normal en la columna 3 y el conjunto de variables independientes. Odds Ratio: se utilizó para explicar la probabilidad de ocurrencia entre presentar sobrepeso u obesidad con el conjunto de variables independientes, comparándolo con presentar peso normal. p: probabilidad de obtener un valor semejante si se realiza el experimento en las mismas condiciones. p<0,01 = seguridad del 99% de asociación estadísticamente significativa. p<0,05 = seguridad del 95% de asociación estadísticamente significativa. p<0,1 = seguridad del 90% de asociación estadísticamente significativa.
La Figura 1 muestra la probabilidad de presentar IMC elevado (sobrepeso y obesidad) según sexo e ingreso económico en deciles. Los datos representados corresponden a la columna 4 y 5 de la Tabla 3.
Al comparar los normopeso con los con sobrepeso, el ingreso tiene una capacidad explicativa menor, pero una relación positiva. Por otro lado, al comparar el ingreso entre las categorías normopeso con obesos la relación es negativa, pero, no estadísticamente significativa.
Discusión
La presente investigación comprobó que existe relación entre las variables socioeconómicas analizadas y la prevalencia de IMC elevado, siendo la educación un factor relevante para la solución de la problemática.
La presente investigación es la primera que, a partir de la EPS, investiga variables socioeconómicas asociadas a la prevalencia de sobrepeso y obesidad en chilenos. Al tener representatividad nacional, además de medir múltiples variables en más de 20.000 sujetos, se considera que la información proporcionada por este estudio puede constituir un aporte para la toma de decisiones y elaboración de políticas públicas asociadas al control del sobrepeso y la obesidad en la población.
El análisis de la información que nos entrega la EPS puede resultar adecuado para su consideración en diversos estudios que busquen analizar ponderadamente cada uno de los múltiples factores involucrados en un IMC elevado. Lo anterior adquiere importancia debido al impacto negativo de la prevalencia de IMC elevado en salud pública y en ámbitos sociales, tanto en Chile como a nivel mundial.
En Chile, la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010, evidenció que la prevalencia de obesidad alcanzó a 28% de la población adulta. Estos datos sitúan a Chile en la primera posición del ranking de obesidad en adultos de Latinoamérica11. La obesidad, sumada al sobrepeso, en nuestro país afecta a 3 de cada 4 personas (74,2%) según la ENS 2016-20173. Lo anterior se asemeja a los resultados obtenidos en la presente investigación. Si bien se establece el factor común de una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, se utilizan parámetros distintos de medición. Para mayor utilidad, deben realizarse estudios que contemplen gran número de habitantes, considerando todo el territorio nacional. A la vez, establecer las respectivas diferencias en cuanto a su localización geográfica, sexo, rangos etarios, educación, tabaquismo e ingresos económicos, usando parámetros estandarizados para categorizar el IMC.
El presente estudio consideró un análisis que resulta interesante, debido a que utilizó tres modelos distintos de análisis de datos: OLS, Logit y Odds Ratio. Esto nos permitió realizar una mejor interpretación de las múltiples variables involucradas en la prevalencia de IMC elevado. En consideración, se plantea la sugerencia de utilizar en los próximos estudios, un manejo estadístico similar de la información entregada por los instrumentos aplicados.
El presente estudio evidenció que las mujeres tenían un IMC mayor que los hombres. Esto se condice con los resultados publicados por la ENS 2009-2010, citados por Petermann y cols. (2017) y Atalah (2012), quien agrega, además, que la prevalencia de obesidad es mayor en mujeres de más de 45 años y con menor escolaridad11,12. La prevalencia de IMC elevado en el presente estudio fue mayor en personas sobre el promedio de edad de los encuestados, que alcanzó los 45 años. En cuanto a escolaridad, el presente estudio encontró una relación inversa con la prevalencia de IMC elevado. Esta información nos guía a enfocar nuestras acciones con mayor esfuerzo hacia quienes presenten menos años de educación. Como señala el metaanálisis de Pardos-Mainer (2021): “el mejor de los tratamientos para la obesidad adulta es la prevención de la obesidad infantil”. Se debe, sin embargo, tener en consideración que no basta solo con la intervención educativa a nivel escolar, sino también se debe reforzar mediante la del entorno familiar13,14. Surge así también un aspecto importante de profundizar, en relación con la movilidad social y las variaciones del IMC. En tal sentido, encontramos la investigación de Samelaa y cols. (2021), quienes reportan que las asociaciones entre la movilidad social intergeneracional y el IMC pueden depender del género y de la cohorte de nacimiento15. No obstante, Samelaa y cols. (2021) recomiendan que en las intervenciones para reducir las desigualdades socioeconómicas en la ganancia de peso no saludable, las acciones preventivas deben centrarse en las personas de posición socioeconómica baja15.
Si bien es cierto que este estudio encontró que quienes fuman tienen un IMC 0,3 puntos menor que quienes no fuman, queremos dejar en claro que se utilizó la variable fumar, considerándose su carácter de conducta dañina para la salud. Se observan resultados similares en el estudio de Petermann y cols. (2017), quien los atribuye a la utilización del tabaco como mecanismo de control de peso corporal por una parte de la población11.
En relación con los ingresos económicos, el presente estudio consideró su división en deciles. Esto permitió estudiar la variable con mayor exactitud, siendo el hallazgo que los encuestados en sobrepeso aumentan a medida que su ingreso es mayor, en tanto que los encuestados obesos disminuyen a medida que aumenta el ingreso. Petermann y cols. (2017) evidenciaron que los factores de riesgo asociados a ser obeso difieren entre sexos. Establecieron que el nivel de escolaridad e ingresos económicos presentan una relación opuesta en ambos sexos, considerándose factores protectores para mujeres y de riesgo para hombres. Cabe destacar que, en su estudio, Petermann y cols. (2017) dividieron el factor ingreso en tres segmentos (bajo, medio y alto)11. Lo anterior sugiere emplear en futuros estudios una forma única de categorizar los ingresos económicos, de manera que permita realizar una comparación más clara entre los estudios.
Fortalezas y limitaciones
Entre las principales fortalezas de este estudio se destaca la utilización de la EPS, encuesta que incluye una gran cantidad de participantes y que, además, posee variables económicas y sociales de salud.
Con respecto a la definición de IMC elevado, para este estudio se consideró IMC elevado a las personas que poseían un IMC sobre 25, lo cual concuerda con la clasificación de la OMS del año 2021. Al ser la OMS una organización reconocida mundialmente, resulta comprensible para la mayoría de la población a qué nos referimos al hablar de un IMC elevado. A su vez esto puede ser adecuado para la replicación del estudio o su utilización.
Una fortaleza de este estudio sería que el IMC se obtuvo de forma directa, preguntándole a los encuestados por su talla y peso para así poder obtener un índice universal que permitiera clasificarlos para estudiarlos. Si bien existen mejores métodos para evaluar nutricionalmente a las personas, el IMC resulta un parámetro fácil y rápido de obtener. Dentro las limitaciones para conocer realmente la realidad chilena está la antigüedad de la encuesta, a pesar de que se utilizaron las más actuales. Además, al ser un estudio transversal, no permite obtener secuencia temporal ni causalidad por su naturaleza.
Conclusiones
En base a la información obtenida de la encuesta EPS, se estableció que un 40% tiene sobrepeso, en tanto que 1 de cada 5 personas es obesa, existiendo mayor prevalencia de sobrepeso en hombres, mientras que la obesidad es más prevalente en mujeres. La educación debe ser considerada un factor relevante para el enfoque de las estrategias de prevención y control de IMC. El tabaquismo, en relación con el IMC elevado, demostró tener una relación inversa, lo cual podría asociarse como un mecanismo de control de peso corporal, lo que es necesario reenfocar desde el ámbito educativo. En relación con los ingresos económicos medidos en deciles, los hallazgos son contradictorios, ya que se encontró que la probabilidad de un individuo de tener sobrepeso aumenta a medida que su ingreso es mayor, mientras que la probabilidad de ser obeso disminuye a medida que aumenta el ingreso económico. Resulta importante la consideración de los resultados actualizados de este estudio para la prevención y el control del sobrepeso y la obesidad, ya que permite implementar estrategias más acotadas y mejor dirigidas, con el correspondiente manejo eficiente de los recursos que se disponen. De tal manera, significaría un aporte para evitar tanto el establecimiento de sobrepeso y obesidad en nuestra población, así como las consecuencias que devienen de estas condiciones. A pesar de que existe evidencia de la asociación entre determinantes sociales y estilos de vida con IMC, aún es escasa la investigación de la relación de estos determinantes en países latinoamericanos.