Introducción
Según los resultados obtenidos sobre la prevalencia de Enfermedad Renal Crónica (ERC) en España por el Estudio Epidemiológico de la Insuficiencia Renal Crónica en España (EPIRCE), se estableció que la prevalencia global de ERC en estadios 3-5 era del 6,8%, siendo los factores de riesgo cardiovasculares los que presentaban una considerable prevalencia, además de la dislipemia, la obesidad, el tabaquismo activo, la hipertensión y la diabetes. Por otro lado, se observó que otros factores predictores independientes de ERC fueron la edad, la obesidad y la hipertensión diagnosticada previamente. Esta prevalencia estaba ligeramente elevada, independientemente del estadio, sobre todo en personas de mayor edad1.
La Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) es una alteración que viene ocasionada por la presencia de un filtrado glomerular (FG) inferior a 15ml/min, como consecuencia de una lesión estructural o funcional del riñón. La ERCA, coincide con el último estadio (estadio 5) de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) y, a su vez, con la etapa de prediálisis2,3. En este último estadio, es cuando es necesario comenzar una Terapia Renal Sustitutiva (TRS).
En España, según el Registro de Diálisis y Trasplantes de 2015, de la Sociedad Española de Nefrología, la prevalencia de pacientes en TRS era el siguiente: el 52,5% de los pacientes estaban con trasplante renal funcionante, el 41,9% estaban en hemodiálisis (HD) y el 5,5% estaban en diálisis peritoneal. La mayoría de los pacientes que presentan esta enfermedad tienen una edad comprendida entre los 65 y los 74 años, siendo la técnica de diálisis más prevalente, la HD4.
Estamos pues, ante una enfermedad cuya prevalencia aumenta con la edad y que, en un momento, dado va a necesitar una TRS. Esta enfermedad, además de limitante físicamente, va a acarrear a la persona que la padece importantes alteraciones en todas las esferas de su vida, social, familiar, laboral, etcétera5; repercutiendo directamente en su calidad de vida, evaluada como Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS)6, y en la realización de las Actividades de la Vida Diaria (AVD)7.
Se ha señalado, que además del deterioro de la función renal ocasionado por la ERCA, la disminución de la CVRS viene determinada por otras patologías asociadas y/o las complicaciones que origina la ERC5. Por este motivo, la ERC, debe ser controlada por los equipos multidisciplinares en las consultas de ERCA, porque se ha comprobado que un mejor control retrasa las complicaciones, y porque es muy importante, centrarse no sólo en las variables biológicas de la enfermedad sino también en otros parámetros como la calidad de vida8. De este modo, una remisión precoz a las consultas de ERCA, acompañada de una buena labor llevada a cabo por el equipo multidisciplinar, podría suponer una mejora, tanto del nivel de la CVRS, como del afrontamiento de la enfermedad3,8.
Sin embargo, aunque la CVRS está muy estudiada en pacientes con ERCA que se encuentran en TRS, especialmente en diálisis9-11, no existe mucha bibliografía que analice esta variable en el paciente en la etapa previa a la entrada en TRS o estadio 5.
Por todo ello, dada la importancia que tiene la percepción de la CVRS en el paciente con ERCA, y la falta de estudios realizados sobre ésta en pacientes en la etapa de prediálisis, nos planteamos el siguiente trabajo, con el propósito de analizar la CVRS que tienen los pacientes en esta etapa.
Por consiguiente, el objetivo principal de este estudio ha sido analizar la CVRS de los pacientes con ERCA en la etapa de pre-diálisis, con los siguientes objetivos específicos:
Pacientes y Método
Ámbito de estudio
El estudio tuvo lugar en la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Nefrología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (HURS), en la consulta de Bajo Aclaramiento.
Población y muestra
La población estudiada fueron los pacientes con ERCA en estadio 5 atendidos en la consulta de Bajo Aclaramiento de la UGC de Nefrología del HURS. De todos ellos, se dividió a los mismos en función del FG tomando como punto de corte un FG de 15 ml/min, con objeto de seleccionar a aquellos pacientes que están más próximos a ser incluidos en TRS. Con un FG < 15 ml/min, eran seguidos en consulta 60 pacientes en el momento del inicio del estudio.
Tras la identificación de estos pacientes por parte de los responsables de esta consulta, se iniciaron las entrevistas a todos aquellos pacientes que entre marzo y mediados de mayo acudieron a la misma y tras leer el consentimiento informado y la hoja informativa del estudio, aceptaron participar.
Finalmente se obtuvo una muestra de 32 pacientes.
Instrumentos de medida
Para evaluar la CVRS se utilizó el cuestionario validado KDQOL-SF, que es una adaptación del cuestionario SF-36 para pacientes con ERCA.
Para el análisis de la comorbilidad se utilizó el Índice de Comorbilidad de Charlson (ICC).
Recogida de datos
La recogida de datos se realizó entre los meses de marzo y mediados de mayo, coincidiendo con la consulta de Bajo Aclaramiento de la UGC Nefrología, en función de la cita programada en esta consulta. El cuestionario fue cumplimentado en el tiempo que estuvieron en consulta y la entrevista fue realizada por única investigadora con la colaboración de la enfermera de esta consulta, por lo que no fue necesario que el paciente dedicara tiempo extra para colaborar en el estudio. Algunos pacientes solicitaron cumplimentar el cuestionario en su domicilio, a lo que se accedió después de comprobar que entendían las preguntas del mismo.
En todo momento, se garantizó la confidencialidad de los datos recogidos.
Aspectos éticos
La información obtenida ha sido utilizada exclusivamente para los fines de esta investigación y es totalmente confidencial y tratada conforme a la Ley Orgánica 15/1999 de 13 diciembre, sobre "Protección de datos de carácter personal". Si en algún momento el paciente deseó retirarse del estudio, lo pudo hacer sin tener que dar ningún tipo de explicación. Se garantizó en todo momento el anonimato de las pacientes.
El estudio se inició después de recibir el informe favorable del Comité de Ética e Investigación del HURS.
Análisis estadístico
Para las variables cualitativas se utilizó una distribución de frecuencias, mientras que para las variables numéricas se usó la media ± la desviación estándar de la media y en algunos casos la mediana. Para la comparación entre variables se utilizó la t de Student para medias independientes y la U de Mann-Whitney según siguieran o no una distribución normal. También se realizaron correlaciones con el test de Pearson. Se aceptó significación estadística para p<0.05. El análisis estadístico se ha realizado en un paquete estadístico SSPS 15.0 para Windows.
Resultados
Se estudiaron 32 pacientes con una edad media de 67.3±12.2 años. Respecto al sexo 19 eran hombres (59%) y 13 mujeres (41%), con un ICC de 5.81±2.76. No se encontraron diferencias en el ICC entre hombres y mujeres.
Respecto a los resultados del KDQOL-SF, en la siguiente tabla están representados los valores de la Escala Específica para Enfermedades Renales (tabla 1).
En la tabla 2, se representan los valores obtenidos en las dimensiones del SF-36.
Al comparar la Escala Específica para Enfermedades Renales entre hombres y mujeres, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas, tal como puede observarse en la tabla 3.
Cuando compararon las dimensiones del SF-36, entre hombres y mujeres, tampoco se encontraron diferencias significativas, tal como puede apreciarse en la tabla 4.
Se encontró una relación estadísticamente significativa entre la edad y la dimensión función sexual (r=-0.351, p<0.05) de la Escala Específica para Enfermedades Renales. De igual forma, se encontró relación estadística entre la edad y las siguientes dimensiones del SF-36: función física (r=-0.451; p<0.01), el rol físico (r=-0.442; p<0.05) y la vitalidad (r=-0.422; p<0.05).
Cuando se relacionó el ICC con cada una de las variables, sólo se encontró correlación estadísticamente significativa con la función física (r=-0.473; p<0.01) y la vitalidad (r=-0.405; p<0.05), del cuestionario SF-36.
De igual manera, se encontró una correlación estadísticamente significativa entre el ICC y la edad (r=0.709; p<0.01).
Para tener una referencia respecto a la población general se representaron los valores de las dimensiones del SF-36 de la población estudiada comparada con los valores de la población general española sana para la misma edad (figura 1).
Discusión
El objetivo del presente estudio fue evaluar la CVRS de los pacientes con ERCA en estadio 5 o etapa pre-diálisis, ya que existe poca bibliografía que documente la calidad de vida de estos pacientes. En efecto, existe bastante bibliografía que analiza la CVRS del paciente con ERCA, pero cuando se encuentran en tratamiento con una TRS; así como comparaciones entre los diferentes procedimientos de TRS12-15.
En nuestro estudio, decidimos que dentro del grupo de pacientes con ERCA en estadio 5, se evaluaría sólo a aquellos que tenían un FG < 15 ml/min, puesto que son los que están más próximos a necesitar una TRS y así poder tener alguna referencia. De hecho la edad media de los pacientes que componen la muestra es muy parecida a la de los pacientes en diálisis de nuestro país (16-18). De igual forma, la distribución por género de la muestra se asemeja a la de la población española en diálisis (59% hombres y 41% mujeres), y similar a lo publicado por otros autores 19-21.
También se ha señalado que el aumento de la ERCA y la mayor edad de estos pacientes se acompaña de otras enfermedades asociadas1,22hecho este confirmado en nuestros pacientes, con un ICC elevado (5.81±2.76), destacando entre las patologías más frecuentes, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. Es decir, estamos ante una muestra de pacientes, que aunque no han entrado en diálisis, su perfil es bastante parecido al del paciente que está en diálisis.
Cuando analizamos todas las variables del KDQOL-SF en su conjunto, en las Escalas Específicas para Enfermedades Renales, encontramos como dimensiones más afectadas, la Situación Laboral y la Función Sexual. La Calidad de las Relaciones Sociales, la Función Cognitiva y el Apoyo Social, por el contrario, son las dimensiones mejor conservadas, resultados similares a los publicados en otro estudio23 (89.4±16.1; 83.8±21.5 y 85.4±23.1 respectivamente). En cuanto a ésta última, varios autores apuntan que el apoyo por parte de seres queridos propicia una mejor calidad de vida24,25.
En las dimensiones del cuestionario genérico del SF-36, que complementa al KDQOL, el Rol Físico, la Salud General y la Función Física, son las más afectadas, algo común con algún estudio26. Por el contrario, la Función Social y el Bienestar Emocional destacan como dimensiones mejor conservadas.
Al separar a hombres y mujeres, en el análisis de las Escalas Específicas para Enfermedades Renales, los hombres puntuaron más alto en la Carga de la Enfermedad Renal y la Situación Laboral y más bajo en la Función Sexual, en comparación con la mujer, pero sin encontrar diferencias estadísticamente significativas entre ambos. En las dimensiones del SF-36, la Función Física y el Rol Emocional, presentaban peor puntuación las mujeres, aunque sin diferencias significativas. Sin embargo, en la mayoría de los estudios sobre CVRS de pacientes en diálisis, la mujer presenta peor calidad de vida, sobre todo en la esfera cognitiva, relacionada con mayor prevalencia de depresión y ansiedad8,27. El motivo por el que nuestros resultados no coinciden con estos estudios puede deberse a que la muestra estudiada era pequeña, y tan sólo con 13 mujeres.
Sin embargo, la edad sí parece tener mayor influencia en la CVRS. En efecto, en nuestra muestra encontramos que a mayor edad peor Función Sexual (r=-0.351; p<0.05), en la línea de los publicado por otros autores 23,28-30. De igual manera, se encontró que a mayor edad peor Función Física (r=-0.451; p<0.01), peor Rol Físico (r=-0.442; p<0.05) y peor Vitalidad (r=-0.422; p<0.05), similar a lo encontrado en otro estudio31.
Por otro lado, se encontró correlación entre el ICC y Función Física (r=-0.473; p<0.01), encontrado también por otros autores26 y la Vitalidad (r=-0.405; p<0.05); es decir, a mayor comorbilidad disminuyen estas dos dimensiones, que como hemos visto anteriormente están influenciadas también por la edad. Por lo que como es lógico, se encontró una muy buena relación entre la edad y el ICC (r=0.709; p<0.01).
Parece evidente, que la variable que más influye en la CVRS, al menos en la muestra analizada, es la edad y su asociación con la comorbilidad. Aunque no hemos encontrado bibliografía específica en la línea de estos resultados, si existen publicaciones que encuentran relación entre "fragilidad", concepto que puede englobar mayor edad y comorbilidad, con peor CVRS. Varios estudios muestran que a mayor "fragilidad" peores puntuaciones en las dimensiones físicas y mental, aunque no en la social32,33.
Cuando se compararon las dimensiones del cuestionario genérico SF-36 de la muestra con la población sana de referencia (edad), observamos que excepto en la dimensión Bienestar Emocional, en el resto de dimensiones las puntuaciones son sensiblemente más bajas, similar a lo comunicado en los pacientes en hemodiálisis16,18.
Siendo conscientes de la influencia que ejerce la ERCA en la CVRS, sería conveniente que los pacientes acudieran precozmente a los servicios de nefrología y, se pusieran a disposición del equipo multidisciplinar que lo forma; ya que en esta etapa de la enfermedad es crucial el control de todas las variables que intervienen en la misma8,22,34,35y así poder prevenir complicaciones y retrasar la afectación en la calidad de vida que esta enfermedad condiciona.
La principal limitación de este estudio ha sido la muestra, debido a que en estadio 5 de la ERCA y con GF < 15 ml/min, no hay muchos pacientes en la UGC de Nefrología de Córdoba y para recoger una muestra más amplia habría que haber alargado el tiempo de duración del estudio. Otra limitación, ha sido la poca bibliografía que analice la CVRS en esta etapa de la ERCA, pues en algunos casos hemos utilizado estudios de pacientes en diálisis para poder compararlos con nuestros resultados al no disponer de estudios que analizaran la calidad de vida en esta etapa de la enfermedad.
A la vista de nuestros resultados podemos concluir que al menos, en la muestra estudiada, los pacientes con ERCA en estadio 5 con un FG bajo tienen disminuida su CVRS con afectación en la mayoría de las dimensiones que engloba este concepto; en comparación con la población sana de referencia y muy similar, y parecida a la de los pacientes en diálisis.
Las dimensiones de la CVRS más afectadas en esta etapa de la ERCA son la Carga de la Enfermedad Renal, la Situación Laboral, la Función Sexual, Rol Físico, Función Física, Salud General y Vitalidad.
Las variables más influyentes en la disminución de la CVRS son la edad y la comorbilidad, no habiéndose encontrado relación con respecto al sexo.
Para finalizar, y dada la escasez de bibliografía sobre el estudio de la CVRS en esta etapa de la ERCA, sería conveniente y recomendable, que se llevaran a cabo nuevas investigaciones, para así poder establecer más referencias científicas al respecto.