INTRODUCCIÓN
En el contexto actual, es necesario introducir evidencia que pueda relacionar la situación pandémica por COVID-19 con su posible implicación en esferas como el estrés y/o alteraciones mentales o emocionales. El estrés se define como el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción y se entiende como un sistema de alerta biológico para la propia supervivencia1. Si esta alerta se mantiene en el tiempo, y provoca un estado de agotamiento emocional, puede acabar propiciando la aparición del Síndrome de Burnout (SdB) ( 1 ),( 2. Este síndrome pone en riesgo la calidad asistencial y su eficacia du rante la jornada laboral y puede provocar conflictos entre profesionales, falta de atención a los pacientes, absentismo laboral o, incluso, abandono del lugar de trabajo3 ),( 4.
En 1974, Freudenberguer2 utilizó por primera vez el concepto “burnout” después de observar a un grupo de profesionales sanitarios en un centro de atención a personas con trastornos de adicción. Se refirió a este nuevo concepto como un proceso de agotamiento físico y emocional2. Christina Maslach y Susan Jackson, dos años más tarde, definen el SdB como la aparición de fatiga emocional, despersonalización y baja realización personal, sobre todo en profesionales que realizan funciones vinculadas a la ayuda a los demás, como las enfermeras3. Los tres conceptos que forman la definición, son los que se utilizaron para estructurar el cuestionario “Maslach Burnout Inventory Human Services Survey (MBI-HSS)”, como herramienta reconocida y validada para detectar este síndrome de manera eficaz. Es importante mencionar que la fatiga emocional y la despersonalización coinciden en el hecho de que, a mayor riesgo, más exposición al fenómeno. En cambio, en la dimensión de realización personal, la relación es inversamente proporcional, es decir, a mayor puntuación disminuye la probabilidad de sufrir burnout3.
Dentro de este contexto, el Colegio Oficial de Enfermeras de Barcelona (COIB), ha gestionado múltiples consultas a enfermeras en las que se ha reportado que la pandemia ha generado desazón respeto la carencia de Equipos de Protección Individual (EPI), desconfianza por su validez como profesionales e incertidumbre sobre la carencia de pruebas y tratamientos para la COVID-195. Igualmente, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), dirigió un estudio sobre el impacto que la COVID-19 ha tenido sobre la salud mental de los profesionales sanitarios al ámbito español, determinando que 1 de cada 7 profesionales sanitarios, casi el 15% del colectivo, cumple con criterios para un probable trastorno mental incapacitante6. Además, estudios como la revisión sistemática ofrecida por Luo M et al., muestran como la COVID-19 ha impactado negativamente la salud mental de los sanitarios7 siendo los principales temores la transmisión del virus a familiares y amigos, la incertidumbre respeto el futuro y el aumento de la carga de trabajo8 ),( 9.
Más en detalle, sabemos que, la carencia de preparación por parte de las instituciones respecto a la pandemia ha supuesto un déficit de recursos humanos y materiales, provocando síntomas de estrés patológico en el personal sanitario10 ), ( 11. A estas dificultades se suman las condiciones laborales de cada centro, su infraestructura, la organización del servicio, los recursos humanos, el ratio enfermera-paciente y los turnos de trabajo que pueden también influenciar en la aparición de problemas patológicos relacionados con el estrés12 ), ( 13 ), ( 14. Centrando el contexto en las enfermeras que trabajan en hemodiálisis, sabemos que estas tienen un papel importante en el tratamiento, en la educación sanitaria y en el acompañamiento emocional de la persona con Enfermedad Renal Crónica (ERC) y mantienen una alta complejidad en el abordaje terapéutico de las personas a las que atienden15 ), ( 16. Por todo esto, Karakoc A et al. ( 17 describen que las enfermeras de hemodiálisis pueden experimentar sentimientos de estrés e impotencia por la exigencia de la especialidad, al precisar un alto grado de conocimiento y experiencia profesional17.
Estos reportes ponen sobre la mesa la gran problemática psicológica a la que se enfrenta el personal sanitario diariamente desde que empezó la pandemia y los posibles riesgos sobre su salud a corto y largo plazo si no se actúa de manera eficaz en la prevención y tratamiento de esta situación3 ), ( 18 ), ( 19. En especial, las enfermeras de los servicios de hemodiálisis tuvieron que modificar su rutina, ya de por sí compleja, y adaptarse a la situación actual20. Obtener datos de estas características puede ser beneficioso para la comunidad nefrológica para tener constancia de la situación actual y plantear posibles planes de acción de prevención y/o tratamiento del SdB.
De esta manera, el objetivo principal de este estudio es el de describir la prevalencia del SdB entre las enfermeras de un servicio de nefrología de un hospital terciario, así como sus tres componentes: fatiga emocional, despersonalización y realización personal.
MATERIAL Y MÉTODO
Población a estudio y recogida de datos
La población diana del estudio fueron las enfermeras del servicio de nefrología del Hospital del Mar de Barcelona que trabajaron durante la pandemia de la COVID-19. Se llevó a cabo un muestreo no probabilístico tipo bola de nieve para la inclusión en el estudio. La recogida de datos se realizó a través de la plataforma Google Forms durante el mes de mayo de 2021.
Como criterios de inclusión se estableció tener 2 años o más de experiencia laboral en el servicio mencionado, haber estado trabajando durante el periodo de tiempo que implicó la primera ola de la pandemia en cualquier turno de trabajo, con cualquier tipo de contrato laboral, y haber firmado el consentimiento informado para la participación en el estudio. Como criterios de exclusión se marcó haber estado implicadas directamente en el diseño de este estudio.
Instrumentos y variables
Se elaboró un cuestionario ad hoc con 14 preguntas que recogen variables demográficas y de carácter laboral, así como preguntas sobre la COVID-19 y la vacunación (ver anexo 1). Se utilizó el MBI-HSS10, en su versión validada al español, como herramienta reconocida internacionalmente para detectar el síndrome de burnout en personal que trabaja en servicios sanitarios.
El MBI-HSS es un cuestionario realizado a partir del análisis de las tres dimensiones principales del burnout: fatiga emocional, despersonalización y disminución de la realización personal. Está formado por 22 ítems o afirmaciones con 7 posibles respuestas, puntuables del 0 al 6 (siendo 0 nunca y 6 siempre), sobre sentimientos y actitudes de los profesionales hacia pacientes u otros compañeros. De estos 22 ítems, 9 corresponden al dominio de agotamiento emocional, 5 a la despersonalización y 8 a la realización personal. Una vez obtenida la puntuación del MBI-HSS, esta se divide entre riesgo bajo, moderado o alto (ver tabla 1).
Análisis de los datos
Los resultados se registraron y analizaron mediante una base de datos creada por el equipo de investigación con el progra ma Excel (Office 2016). Se realizó un análisis descriptivo de las variables estudiadas, mostrando las frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas, media y desviación estándar para las cuantitativas en caso de seguir una distribución normal, y mediana y rango intercuartílico en caso de distribución no normal.
Aspectos éticos y administrativos
La recogida de datos cumplió con los criterios de anonimato y fueron destinados únicamente a la realización del estudio, nunca con intención lucrativa ni con posibles repercusiones en el ámbito laboral. Nos basamos en los cuatro principios éticos sobre los que se sustenta la atención sanitaria y la investigación científica: autonomía, beneficencia, justicia y no maleficencia, recogidos en el código de ética de las enfermeras de Cataluña21 y en la declaración de Helsinki22. Los datos han sido tratados con confidencialidad, correspondiente a la ley orgánica 37/2018 del 5 de diciembre de protección de datos personales y garantía de derechos digitales23 y la regulación europea 2016/679 de la protección de datos24.
Las enfermeras participaron en el estudio de manera totalmente voluntaria, pudiéndose negar o retirar el consentimiento in formado en cualquier momento. Se incorporó el consentimiento informado al inicio del cuestionario.
RESULTADOS
Se invitó a participar a las 39 enfermeras del servicio de nefrología del Hospital del Mar de Barcelona que cumplían con los criterios de inclusión y exclusión. Se obtuvo respuesta de 28 enfermeras, correspondiendo al 71,8% de la población a estudio. Todas las participantes fueron mujeres con una experiencia laboral media de 18±12,2 años.
Las características sociodemográficas, laborales y relacionadas con la percepción sobre la pandemia COVID-19 de la muestra se presentan en la tabla 2.
En el momento de la recogida de datos (mayo de 2021), casi el 40% (n=11) de las entrevistadas había pasado la infección y más del 85% (n=24) estaban vacunadas. En las respuestas exploradas, predomina la baja satisfacción con la formación sobre la COVID-19 y la insatisfacción con la carencia de equipos de protección individual; así como el temor a contraer o transmitir la enfermedad a familiares o amigos.
Los resultados del cuestionario MBI-HSS se presentan en la tabla 3. En la media global de estos resultados, se destacan niveles moderados de fatiga emocional, niveles moderados de despersonalización y niveles bajos de realización personal.
La globalidad de los resultados obtenidos muestra un riesgo moderado o alto en al menos dos de las tres esferas estudiadas y más del 25% (n=8) presenta esta alteración en las tres.
Al observar las variables estudiadas, no se ha alcanzado ninguna diferencia entre el nivel formativo o los años de experiencia con los resultados reportados en el MBI-HSS.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos advierten que las enfermeras valoradas presentan parámetros que podrían cumplir con criterios para el SdB, con lo que esto implica para su tarea profesional y para con quienes la desempeñan. La esfera con mayor afectación es la realización personal, como también se ha reportado en otros estudios que analizan estas dimensiones6 ), ( 17. Asimismo, más de la mitad de las enfermeras se encuentran en situación de riesgo de padecer este síndrome, coincidiendo esto con la literatura reportada en contextos similares7 ), ( 9 ), ( 19.
La literatura de referencia menciona que el riesgo de sufrir el síndrome de burnout de las enfermeras de los servicios de nefrología puede estar relacionado con la alta complejidad de la persona con ERC y la demanda de cuidados específicos para su tratamiento15 ), ( 16. En este estudio, añadimos el contexto pandémico y organizativo descrito, que también se ha identificado como potenciador para el riesgo de padecer este síndrome10 ), ( 11 ), ( 17.
Por otro lado, en varias investigaciones se relaciona la variable de formación con el riesgo de sufrir síndrome de burnout, apareciendo en mayor prevalencia en aquellas profesionales con un nivel formativo alto19 ), ( 20. En los resultados que presentamos, las alteraciones descritas se distribuyen equitativamente entre las enfermeras con diferentes niveles formativos, lo que implica que la pandemia ha afectado indiscriminadamente a la globalidad del colectivo. Igualmente, las enfermeras con riesgo de burnout presentan distintos años de experiencia en el servicio. En la literatura estudiada, se pone de manifiesto que un factor de riesgo real es la permanencia en el servicio, provocando desmotivación entre el personal a medio/largo plazo4. Sin embargo, en los resultados presentados no se ha encontrado dicha relación entre las dos variables expuestas, afectando globalmente a la muestra explorada.
En cuanto a las percepciones de las enfermeras del servicio explorado respecto a las preguntas dónde se plantean diferentes preocupaciones acerca de la COVID-19, se percibe un descenso de dicha preocupación a medida que avanza la pandemia, sintiéndose menos preocupadas por la transmisibilidad del virus a amigos o familiares. A pesar de esto, el temor a un contagio personal aumenta. La falta de estudios a largo plazo sobre este hecho complica el análisis de los datos comparativamente, a pesar de que sí existen reportes que avalan estas afirmaciones7 ), ( 8 ), ( 19. Un factor a tener en cuenta es el hecho de que un porcentaje alto de las participantes se encuentran vacunadas con las dos dosis, lo cual, unido a que casi el 40% ya han pasado la enfermedad, puede ser un factor determinante para el cambio en estas preocupaciones. A pesar de esto, la única percepción que aumenta en preocupación ha sido la que explora la modificación en los hábitos cotidianos. Este hecho se relaciona directamente con los niveles de burnout reportados, puesto que un factor estresante, como las restricciones en la vida social mantenidas en el tiempo, son determinantes para la aparición del síndrome de burnout1 ), ( 2 ), ( 4. La falta de relación entre las variables presentadas y los niveles de burnout pueden reflejar que la situación actual puede ser la causa principal del estado emocional de las enfermeras6 ), ( 18 ), ( 196,18,19.
A modo de conclusión, este estudio manifiesta la necesidad de seguir la línea de investigación y acción en el servicio, debido a que los niveles de burnout obtenidos son elevados. Es importante estudiar la implementación de programas preventivos y de tratamiento del burnout para proporcionar a las enfermeras herramientas útiles para el manejo de este síndrome en cualquier de sus etapas.
Limitaciones del estudio
La principal limitación del estudio es el tamaño de la muestra que impide un análisis inferencial y una extrapolación de los resultados. Además, destacamos la falta de datos basales antes de la pandemia para observar si ya existían los sentimientos manifestados a la encuesta o si son consecuencia directa de la situación actual. A pesar de esto, se considera que las preguntas ad hoc realizadas sobre la COVID-19 han podido aportar información valiosa de las preocupaciones de las enfermeras y los datos generales aportados son de utilidad para describir la muestra y proponer estrategias que aporten beneficio a la situación descrita.