Introducción
La Floricultura es una de las actividades económicas que más generan divisas y empleos en Colombia, con una gran demanda de mano de obra, que estimula el crecimiento económico y que además se ha caracterizado por el incremento en los niveles de exportación en las últimas seis décadas, posicionándolo en el segundo país exportador de flores1,2. Las actividades laborales de este sector, implican los procesos de producción en serie, en donde los trabajadores siembran, deshierban, riegan, abonan, podan, desbotonan, luego en la poscosecha seleccionan, clasifican, ordenan en ramos y específicamente en el área de cuarto frío cargan, almacenan y ordenan la flor en cajas para ser transportado a su lugar de destino3.
El sector floricultor, ha incrementado la productividad para resolver problemas relacionados con el aumento en el nivel de siembra para la cosecha, tiempo de entrega y calidad en el producto1,2, sin embargo, trabajar en un cultivo de flores presenta grandes desafíos en seguridad y salud en el trabajo por la exposición de los trabajadores a diversos factores de riesgo laborales como: los químicos, biológicos, físicos y principalmente el ergonómico; este último, debido a la actividad predominantemente manual, jornadas extensas en la misma postura, movimientos repetitivos, manipulación de cargas, uso de fuerzas moderadas y el uso de herramientas o máquinas que transmiten vibraciones3,4.
A causa de la exposición al factor de riesgo ergonómico que tienen quienes laboran en esta actividad económica, se reportan permanentemente lesiones musculoesqueléticas4, que pueden manifestarse de manera predominante en diferentes partes del cuerpo5 a través de molestias, dolor o parestesias, y se evidencian en afecciones tendinosas, musculares y articulares con alteración motora o sensitiva, en muchos casos. Estas alteraciones suelen ser incapacitantes según la gravedad de la lesión y pueden presentar variaciones en relación a la severidad y evolución, lo que genera un aumento en la carga física en los trabajadores6; además, los factores relacionados con la exposición a ambientes fríos se han asociado a la disminución de la destreza y el rendimiento en el trabajo y pueden aumentar el desarrollo de desórdenes musculoesqueléticos7.
Los desórdenes musculoesqueléticos (DME) que pueden presentar los trabajadores en esta actividad económica, son lesiones asociadas al aparato locomotor que suelen estar localizadas en la espalda y las extremidades superiores e inferiores y es la causa más común de dolores severos, generalmente suelen estar presentes durante un largo tiempo y generan discapacidad física, convirtiéndose en la principal causa de pérdida de tiempo en el trabajo, ausentismo laboral y pérdida de la productividad8. Los diagnósticos a causa de la exposición al factor de riesgo ergonómico más comunes son el síndrome del túnel del carpo, síndrome del manguito rotador, tendinitis, epicondilitis y lumbalgias9.
Según La Organización Mundial de la Salud (OMS), los desórdenes musculoesqueléticos constituyen una de las principales causas de ausentismo laboral, además de ser uno de los principales factores de pérdida del tiempo de trabajo, aumentando los costos y las lesiones laborales humanas9. Estas alteraciones se constituyen en un problema de salud pública a nivel mundial, representan un 35% de las causas de ausentismo y perdida de la capacidad laboral9.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se ha estimado que las pérdidas anuales por lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo representan entre el 10 y el 15 por ciento del producto nacional bruto, lo que implica costos elevados e impacto en la calidad de vida10. En los Estados Unidos, Australia, Dinamarca y Suiza, los desórdenes musculo esqueléticos representan más del 50% de Planes de seguro de discapacidad, lo que produce costos muy altos al sistema de salud anualmente9,11. Los costos económicos de los DME, en términos de días perdidos de trabajo e invalidez resultante, se calculan en 215 mil millones de dólares al año en Estados Unidos y, en la Unión Europea los costos económicos de todas las enfermedades y accidentes de trabajo representan 2.6 a 3.8% del producto interno bruto, de los cuales, entre el 40 a 50% se deben a los DME11,12.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y Trabajo en Colombia, las lesiones musculoesqueléticas representan el 90% de las enfermedades laborales, ocupando el síndrome del túnel del carpo el primer puesto y la epicondiltis lateral el segundo13. En relación con el segmento corporal más afectado debido a la exposición al factor de riesgo ergonómico, fue manos con 26,1%, miembros inferiores 13,3%, tronco 11,5%, miembros superiores 9,7% y la piel 10,3%, así mismo, se ha evidenciado la predisposición a la aparición de síntomas musculoesqueléticos13.
En un mundo globalizado, donde la productividad y el desarrollo económico son claves, las molestias y DME se convierten en uno de los principales problemas de las empresas floricultoras ya que genera costos adicionales y disminuye la capacidad física de los trabajadores, lo que puede originar la reubicación del puesto de trabajo, ausentismo por enfermedad y la interrupción del equilibrio de la salud y la vida laboral. En este contexto, la investigación promueve la salud laboral y es de relevancia en la detección temprana de los síntomas que pueden convertirse en lesiones incapacitantes. Por su parte, los resultados permiten la implementación de medidas de prevención y control en la exposición.
La investigación tiene como objetivo general identificar la sintomatología musculoesquelética asociada al factor de riesgo ergonómico, en trabajadores de un cultivo de flores de Cundinamarca; como objetivos específicos se describió socio demográficamente la población, se determinaron los segmentos corporales con mayor presencia de sintomatología osteomuscular y los síntomas musculoesqueléticos que generan limitaciones en el desarrollo de la actividad laboral.
Material y Métodos
Se trata de un estudio descriptivo con enfoque cuantitativo realizado entre los meses de marzo a julio del 2021, en un cultivo de flores ubicado en un municipio aledaño a la ciudad de Bogotá.
La población sujeto de la investigación fueron los 138 trabajadores del área de postcosecha de la empresa de flores, de los cuales participaron 135, quienes firmaron el consentimiento informado y participaron de forma voluntaria en el estudio; Las personas que no contestaron los instrumentos se encontraban en vacaciones o no cumplían con los criterios de inclusión.
Criterios de inclusión: ser trabajador de la empresa, contar con un contrato vigente, antigüedad en la labor mayor a dos meses; se excluyeron de la investigación, los trabajadores diagnosticados con enfermedad laboral de origen osteomuscular.
La recolección de datos se hizo a través de la aplicación de dos instrumentos, el primero, una encuesta sociodemográfica, la cual abordó variables como sexo, estado civil, edad, índice de masa corporal (IMC), nivel de escolaridad y antigüedad, promedio de ingreso económico, puesto de trabajo, uso del tiempo libre y lateralidad dominante. El segundo correspondió al Cuestionario Nórdico Estandarizado, el cual permite indagar sobre los síntomas musculo esqueléticos percibidos por el trabajador en cuello, hombros, codos/antebrazos, muñecas/manos, espalda alta, espalda baja, caderas/nalgas/muslos, rodillas, pies/tobillos durante los últimos 12 meses.
El Cuestionario Nórdico empleado en la investigación, fue proporcionado por la investigadora y Jefe del Departamento de Investigación Aplicada de Mutual de Seguridad y Vicepresidenta de SOCHERGO, quien realizó validación del cuestionario, adicionando una escala de dolor.
El análisis de los datos consolidados se realizó a través del software Stata versión 18. Se hizo un análisis con estadística descriptiva y se buscaron asociaciones estadísticas con la prueba de Chi2, para la variable dependiente molestias corporales en los últimos 12 meses acorde a la información registrada en el Cuestionario Nórdico.
En cumplimiento con los lineamientos establecidos en la Resolución 8430 del 4 de octubre de 1993, está investigación es considerada sin riesgo y cumple con los aspectos de la normativa vigente. Así mismo, este estudio, contó con el aval del Comité de ética de Investigaciones de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales. El 100% de los participantes leyeron y firmaron el consentimiento informado y sus datos fueron protegidos mediante codificación.
Resultados
Sociodemográficos
En la Tabla 1 se presenta el consolidado de la información sociodemográfica de los 135 trabajadores participantes en el estudio.
En relación a los antecedentes se encontró que el 6% padece alguna enfermedad crónica como diabetes mellitus e hipertensión arterial y el 15% ha sufrido algún trauma como fractura, esguince o luxación.
Síntomas musculoesqueléticos
Los resultados del Cuestionario Nórdico muestran una prevalencia significativa de síntomas musculoesqueléticos en los trabajadores en los últimos 12 meses (Figura 1), tanto en tronco superior como inferior. De estos, el 42% afirma haber tenido molestias en los últimos 7 días, frente a 58% que no reporta síntomas.
Del 100% de la población, el 57% refiere dolor en tronco inferior en los últimos 12 meses, mientras que los participantes restantes no lo presentan y, de los 135 el 55% señala dolor en tronco superior frente a 45% que no presenta. Respecto a los segmentos corporales afectados, en la Figura 2 se presentan de forma ascendente el porcentaje detallado de estas.
En relación al análisis bivariado de las molestias corporales en los últimos 12 meses con dolor en tronco superior, se encontraron 74 respuestas afirmativas y 40 negativas (p [0,001]); en este mismo sentido, en relación con dolor en tronco inferior, 77 trabajadores afirman tenerlo mientras que 37 no (p [0,001]). Para ambos casos, 21 trabajadores no refieren sintomatología.
De los 114 participantes que refieren síntomas musculoesqueléticos en los últimos 12 meses, 39 los han presentado en los últimos 10 años y 75 no (p [0,001]); 56 señalan molestias en los últimos 12 meses y en los últimos 7 días, mientras que 58 solo en los últimos 12 meses (p [0,001]). Teniendo en cuenta la relación entre sintomatología y antigüedad en la empresa, se evidencia que de los 114 que presentan molestias en los últimos 12 meses, 40 tienen menos de 1 año en la empresa, 43 entre 1 y 5 años, 21 entre 5 y 10 años, 8 entre 10 y 15 años y 2, más de 15 años (p [0,204]). En la Figura 3, se presenta el análisis bivariado de la presencia de sintomatología músculo esquelética con la antigüedad en el cargo.
El 99% de los trabajadores, atribuye su sintomatología musculoesquelética a la actividad laboral desempeñada, donde 84 señalan que dichas molestias corporales empeoran con su trabajo y el número restante sus síntomas no empeoran (p [0,001]). Por otro lado, del total de la población con síntomas musculoesqueléticos en los últimos 12 meses, el 54% afirma que dichas molestias les ha generado alguna incapacidad laboral, el porcentaje restante no manifestó molestias (p [0,001]).
En el análisis de la relación entre molestias corporales de los últimos 12 meses y si este dolor le impide realizar su trabajo, se encontró que el 19% contestó si, el 65% no y el 16% no presenta síntomas (p [0,015]). En este mismo sentido, se indagó si éstos síntomas afectan la cotidianidad del trabajador, obteniendo 28 para sí, 86 para no y 21 que no presenta síntomas (p [0,011]).
Respecto a los 13 trabajadores con antecedentes de enfermedad crónica, 9 presentan síntomas musculoesqueléticos en los últimos 7 días mientras que los otros 4 no (p [0,033]). Así mismo, se encontró que no hay diferencia significativa entre las molestias corporales sentidas entre ambos sexos, en donde el 51% de las mujeres y el 49% de los hombres refirieron tenerlos (p [0,899]).
Discusión
El trabajo en un cultivo de flores es físicamente extenuante y muchos de los trabajadores que se desempeñan en este sector se encuentran en riesgo de desarrollar desórdenes musculoesqueléticos debido a la intensidad del trabajo, la carga laboral y la exposición a factores de riesgo ergonómicos.
En el estudio predomina la población joven, aspecto que coincide con el estudio de Kaewdok, quien indica que los trabajadores jóvenes tienen mayor destreza y resistencia física para las labores y un menor riesgo de desarrollar desórdenes musculoesqueléticos14. Sin embargo, algunos estudios evidencian lo contrario, indicando el riesgo tanto en población joven como mayor, asociado a variables como el género, la antigüedad y la actividad laboral15. El género no influyó en la presencia de síntomas, aspecto que difiere con otros resultados en donde las mujeres por sus actividades extralaborales de oficios domésticos y cuidado a los hijos incrementan el riesgo16, sin embargo, cabe resaltar que la proporción de hombres y mujeres fue muy similar en este estudio.
En relación a la prevalencia de síntomas musculoesqueléticos, en tres estudios revisados se encontró una prevalencia de síntomas musculoesqueléticos en los últimos 7 días y 12 meses por encima del 88% respectivamente, cifras muy superiores a los resultados obtenidos en esta investigación14,17,18. Por otro lado, los resultados de Kaewdok et al, indican que los segmentos corporales con mayores molestias fueron las extremidades inferiores, aspecto que difiere con los resultados obtenidos en este estudio, en donde se encontró en primer lugar las muñecas, sin embargo, en segundo lugar, coinciden en la prevalencia de síntomas en espalda baja y los hombros19.
Una mayor prevalencia de síntomas en la mano, se explica porque las actividades en los cultivos de flores implican la contracción de músculos flexores de dedos y manos por tiempo prolongado, que causan inflamación de nervios, dolor, hormigueo en dedos y brazos, originando fatiga, reduciendo la capacidad de concentración y rendimiento en los trabajadores20,21.
Las molestias en espalda alta y baja expresadas como dolor lumbar ocupan el segundo lugar en la investigación, coincide con lo reportado en la literatura en las labores de la agricultura y específicamente en la floricultura4,17, se explica por las posturas prolongadas principalmente en las jornadas extensas de pie y actividades repetitivas que generan fatiga e inciden en el aumento de los síntomas16,22,23.
Los resultados de la investigación son similares con los de Fassa, A.G et al y Swangnetr et al, en donde la presencia de molestias a nivel de cuello, son relativamente bajos, aun teniendo en cuenta el ritmo de trabajo acelerado y posturas inadecuadas presentes durante las actividades laborales en esta población24,25.
Un hallazgo importante de la investigación es la presencia de síntomas musculoesqueléticos en trabajadores con menos de un año de labor, lo que indica que debe trabajarse prioritariamente en las medidas de prevención y control para la prevención de DME.
Se entiende que la exposición a temperaturas bajas y trabajo repetitivo en el área de postcosecha y específicamente en el cuarto frio, pueden aumentar los síntomas musculo esqueléticos en los trabajadores según lo reportado por algunos autores6,7,26.
Uno de los aspectos identificados, fue la menor incidencia de síntomas musculoesqueléticos por las condiciones laborales del sector, frente a otros estudios16,17,18. Por su parte, también reiteran que el trabajo manual y los factores individuales psicosociales interfieren en el desarrollo de DME.
Por otro lado, no debe olvidarse la influencia del factor de riesgo psicosocial a los cuales se encuentran expuestos, por las jornadas extensas principalmente en temporadas de mayor producción, en donde fatiga, la carga laboral, el control del trabajo, el poco o nulo apoyo social, pueden generar estrés y, según la literatura pueden asociarse al desarrollo de síntomas musculoesqueléticos y posteriormente los DME27,28,29,30.
Los hallazgos encontrados sugieren que un importante número de personas que trabajan en el cultivo de flores, se encuentran laborando con la presencia de síntomas musculoesqueléticos, sin embargo, es real la falta de auto reporte y diagnóstico preciso de síntomas, por falta de adopción de medidas de vigilancia de la salud y temor de los trabajadores frente a su estabilidad laboral al reportar sus condiciones de salud.
Es necesario realizar más investigaciones, que permitan evaluar la sintomatología relacionado con la exposición al factor de riesgo ergonómico en cada uno de los procesos, con el fin de identificar las actividades específicas que generan molestias y los controles para las mismas; así mismo, que se evalué el dolor y sus características, para especificar las intervenciones ergonómicas frente a la exposición y disminuir la aparición de DME.
Se encontró que factores como la edad, el sexo, las horas de trabajo diarias, el dominio de las manos, la fatiga percibida y la experiencia laboral estaban asociados con los TME en una o más regiones de la parte superior del cuerpo.
Las investigaciones que permiten la identificación de factores o condiciones riesgosas para los trabajadores, deben realizarse en el sector floricultor, abordando la mayor cantidad de población de las empresas, para así promover la generalización de los resultados, los cuales aportan evidencia que permita la implementación de acciones de control en la exposición a dichos peligros, además de promover el establecimiento y divulgación de lineamientos nacionales e institucionales para el sector y similares; de esta manera se promueve la salud laboral y se contribuye al desarrollo económico del país.
Se limitó la discusión de los hallazgos por la escasa evidencia en trabajadores del sector agrícola, específicamente del floricultor, adicional a esto, en el trabajo de campo se evidenció que algunos de los trabajadores sentían temor por su estabilidad laboral al responder las encuestas, lo cual puede representar un sesgo en la información obtenida.
Así mismo, se evidenció que los encuestados se encuentran expuestos a un sin número de factores de riesgo además del ergonómico aun no estudiados, que por razones de tiempo y la naturaleza exploratoria de este estudio inicial no se tuvieron en cuenta.