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Index de Enfermería

versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.13 no.47 Granada  2004

 

ARTÍCULOS ESPECIALES


TEORIZACIONES

Historia, sincronicidad y memoria
EN LA ENFERMERÍA ESPAÑOLA

Carmen Chamizo Vega1

 

 

1Licenciada en Enfermería. Servicio Asturiano de Salud (SESPA).

CORRESPONDENCIA: 
C/ Dindurra 8, 3ºD Gijón 33201. Asturias. España

Manuscrito recibido el 11.02.2004
Manuscrito aceptado el 25.06.2004

Index Enferm (Gran) 2004; 47:35-38

Resumen Abstract

Este artículo nace de una estancia de trabajo de la autora en Brasil (2000), en la cual participaron diversos grupos Latinoamericanos de enfermería. En el encuentro se trataron varias ideas interesantes y especialmente se resaltó que para el correcto desarrollo de la Historia de la Enfermería en el futuro, sería necesario definir líneas de investigación más amplias que las actuales perspectivas. Estas nuevas líneas deberían integrar a otros grupos científicos interdisciplinares y desarrollarse en relación con otros equipos investigadores extranjeros, especialmente con aquellos de habla hispana. En este sentido, la realización conjunta de proyectos de investigación permitiría la coordinación de esfuerzos entre equipos investigadores latinoamericanos y españoles, lo cual produciría importantes beneficios.

HISTORY SYNCHONICIT AND MEMORY IN THE SPANISH NURSING

This article derives from a working stay of the author in Brasil (2000), in which several Latin American nursing groups had participated. Some interesting ideas emerged from the meeting, especially, it was emphasized the necessity of to define much broader research lines than the present outlooks, for a correct development of the History of nursing in the future. These new research lines should integrate other interdisciplinary scientific groups and to be developed in relationship with foreign research teams, especially with those from Spanish-speaking countries. In this sense, the joint realization of scientific nursing projects would permit the synchronization of efforts amongst Latin American and Spanish research teams, which would yield significant profits.

 

En agosto del año 2000 acudí, invitada por la Escola de Enfermagem Anna Nery de Río de Janeiro (Brasil), al I Encuentro sobre Investigación de la Historia de la Enfermería Iberoamericana, donde compartí conocimientos, experiencias e ideas con enfermeras sudamericanas. Volví a España llena de ilusión y esperanza en poder desarrollar una red que integrara y coordinara a los diversos grupos investigadores que trabajan sobre la Historia de la Enfermería en España e Hispanoamérica. Para ello me dirigí entonces a diversas personas e instituciones, y hoy vuelvo a hacerlo desde estas páginas a aquellos lectores de publicaciones de enfermería, con el fin de hacer comprender la necesidad de recuperar o reescribir la historia de la Enfermería en España y en países hispanoamericanos, como un paso previo para el desarrollo disciplinar futuro.

En este artículo, trato conceptos desde los que poder comprender mejor la actual situación de la investigación sobre la Historia de la Enfermería en España y concienciar de la necesidad de definir una línea propia de investigación en enfermería más amplia que la actual. Para ello sería imprescindible trabajar con equipos de países e integrar grupos interdisciplinares que aborden los fines y objetivos perseguidos desde perspectivas diferentes, contribuyendo con ello a generar una visión más amplia y a desarrollar nuevas iniciativas que den lugar a nuevos conocimientos e ideas, sobre los cuidados.

Historia: concepto y vivencia

Por el término Historia, según el diccionario de la R.A.E., se entiende "el estudio de los acontecimientos del pasado relativos al hombre y a las sociedades humanas.el propio desarrollo de estos acontecimientos. relato de sucesos del pasado, especialmente cuando se trata de una narración ordenada cronológicamente y verificada con los métodos de la crítica histórica". También, haciendo una abstracción de la palabra nos encontramos que el dicho "pasó a la historia", es ambivalente: tener mucha importancia o trascendencia, o estar desfasado y haber perdido actualidad. En palabras más coloquiales podríamos decir que la Historia es una novela verdadera, y en nuestro caso, este relato de acontecimientos tendría como protagonista a la Enfermería.

Algo que no se debe olvidar es que cada época exige una acomodación propia de nuestros órganos intuitivos e intelectuales y podemos decir que ocurre igual que con el microscopio o con una cámara de fotos, en los que la graduación incorrecta del objetivo, no sólo nos impediría una correcta visión, sino que incluso podría inducirnos a ver otra cosa. Así ocurre con la Historia, y para ir acomodándonos, un primer elemento importante sería ver la Historia de la Enfermería con la lente ajustada a cada época y a cada ámbito de estudio1.

Es decir que los acontecimientos históricos de partida pueden ser muy diferentes según culturas, tiempos y lugares (no es lo mismo la Historia Universal, ni la del Viejo y Nuevo Mundo, ni la de Andalucía ni la de Asturias) y como consecuencia, la diversidad de la Historia de la Enfermería parte de individuos diferentes con necesidades similares debido a estar inmersos en condiciones históricas parecidas que dan lugar a tendencias o líneas de investigación.

En segundo lugar, se debe de tener en cuenta el carácter subjetivo de la Historia, qué elementos y hechos considerar y cuales no considerar. Cada historiador tamiza la realidad pasada a través de su propio filtro, produciendo una visión individual que puede coincidir o ser diferente a la de los demás. Pero ante todo, el historiador debe ser honesto y a pesar de la distorsión individual de los hechos y de su interpretación, debe de perseguir la búsqueda de la realidad histórica, debidamente contrastada con los hechos catalogados y archivados, sin engañar ni rendirse al fácil autoengaño, en el que suele desembocar la falta de rigor. En mi deducción y acomodando el objetivo fotográfico de manera subjetiva, recuerdo vivencias o flashes, que se remontan al mes de junio del 2000.

Sol de Alicante radiante y campus universitario lleno de flores, ideal para la celebración de las I Jornadas de Cultura de los Cuidados en Alicante, donde acudí invitada por mi amigo José Siles. Allí escuché a tres teóricas de la Enfermería, C. Roy, R. Spector y M. Gordon, (del Boston College de EE.UU.) que basaron su discurso en filosofías claramente humanistas y religiosas.

En aquellos momentos mientras escuchaba sus discursos en inglés, pensaba qué ocurriría si eso mismo lo dijéramos en español. Quizás haya que remitirse a la historia y al papel que ha jugado la iglesia católica en la sociedad española, cuya enfermiza religiosidad tan bien describió Clarín en la Regenta. Es más, en los foros españoles de Enfermería se habla de ética, calidad, investigación, pero de una manera despersonalizada, light, sin el corazón en la mano - o en la garganta- para que no nos tachen de ñoñas; sin embargo aplaudimos como locas, cuando alguien nos habla de espiritualidad o de energía en inglés (o en traducción simultánea) y obligamos a los alumnos a estudiar modelos y teorías de Enfermería basadas en filosofías donde el universo se conceptúa como un todo en continuo movimiento (donde se incluye al ser humano) y donde existen modelos de adaptación y un sinfín de cosas más.

Me pregunté en aquellos momentos ¿cómo se pueden aceptar modelos y teorías basadas en algo que rechazamos, no conocemos o no cultivamos?, ¿estos modelos o teorías anglosajones están basados en nuestra cultura, nuestra historia?, ¿cómo vamos a aceptar y asumir sin más algo tan diferente a nuestra cultura hispana sin un previo análisis y adaptación?.

Por todo ello, considero muy importante conocer modelos y teorías de Enfermería, así como los paradigmas y filosofías existentes, pero sin olvidar analizarlo a la luz de la historia social y de nuestra historia hispana que originará modelos teóricos y teorías propias, más reales, más comprensibles para nuestra sociedad. Para ello no debemos olvidar despejar ciertos tabúes y ciertas actitudes aprendidas, que hacen que representemos ciertas actitudes ficticias y que nos separan de la realidad actual.

Otro de esos flashes fue, la diversidad de concepciones filosóficas andantes que éramos las enfermeras asistentes en aquel lugar y pensé que la percepción espiritual actual, ligada a la realización de los cuidados enfermeros, tenía poco en común con las desarrolladas en la caridad y en la beneficencia del siglo XIX. Se me ocurrieron varias actitudes tomadas a partir de los años sesenta: la huída tanto del idealismo como del espiritualismo (yo vengo a ganar el salario, me da igual); la sensiblería ligada a un maternalismo/paternalismo mal entendido (hay que disminuir el gasto, la calidad es lo que cuenta, cuánto publicamos, la enfermería necesita... los usuarios necesitan...); y caminos esotéricos con creencias espirituales diversas, entre las que englobo el materialismo y las políticas de poder.

Más tarde, entre el olor a azahar y los alumnos de la Escuela de Enfermería de Alicante, rememoré los esfuerzos que como alumna y como profesional realicé, para buscar datos sobre la Enfermería en los avatares históricos de mi país. La Historia de la Enfermería que yo conocí en mi época de estudiante, fue escasa e incluso en las bibliotecas a las que accedíamos, apenas existían libros de Historia de la Enfermería; casi ninguno sobre la Enfermería Española e Hispana, y los pocos que existían fueron escritos por médicos en la época franquista, desde una prepotencia corporativa muy acentuada. Es decir, existía un vacío entre la historia y la realidad de nuestro ejercicio actual. Intuía que había algo más cercano, incluso algo más local que relacionaba la historia de la profesión con la memoria que nosotras teníamos de ella. Y como yo, muchas otras enfermeras desde distintos puntos de España y de América Latina, han comenzado a recuperar datos y a escribir una Historia de la Enfermería más cercana y más real; más próxima a nuestra propia idea e intuición.

Sincronicidad y poder

Según Jung, la sincronicidad es "la percepción de una conciencia significativa, o un principio no casual que se da en el Universo". En un momento dado, el nivel de la capacidad y de la conciencia humana puede considerarse como el campo morfogénico compartido, y a medida que los individuos desarrollan capacidades particulares, el campo morfogénico se transforma y progresa, no sólo para ellos, sino para todos los seres humanos2. Este es el concepto que explica por qué ha habido con frecuencia invenciones y descubrimientos llevados a cabo, y a la vez, en un mismo tiempo por individuos que no tenían contacto entre sí (es un concepto muy anglosajón).

Este concepto de sincronicidad me sirve para explicar cómo varias enfermeras y enfermeros de distintos lugares de España, comenzaron a abordar desde las fuentes originales, la investigación de la Historia de la Enfermería Española con una nueva visión. En este sentido, son en mi opinión contribuciones importantes:

-La publicación de libros y artículos sobre Historia de la Enfermería escritos por autores enfermeros (Cecilio Eseverri, Carmen Domínguez Alcón y algunos autores más) y los certámenes sobre el tema (Certamen San Juan de Dios).

-La labor llevada a cabo desde la Universidad Complutense de Madrid, en la que un grupo de enfermeras realizaron en septiembre de 1989 la Convocatoria del Primer Premio Internacional en Historia de la Enfermería, y crean a partir de este año y vinculado a la asignatura de Enfermería Fundamental (dirigida por la profesora Hernández Martín), el Seminario Permanente de Historia de la Enfermería Española. Posteriormente en octubre de 1991 se establecieron las primeras directrices, y desde 1992 a 1995 se sumaron muchas enfermeras que organizan anualmente las Jornadas sobre Historia de la Enfermería en Madrid, Albacete, Valencia, Málaga, respectivamente. Con posterioridad se celebró, con carácter bianual, el Congreso Nacional de Enfermería, en Gijón (1999) y Sevilla (2001), adquiriendo un carácter internacional en Alcalá de Henares (2002) y en el próximo de Granada (2004). A partir del Seminario Permanente se consolidan grupos de trabajo e investigaciones ligadas a escuelas universitarias y muy recientemente, se constituye la Asociación de Investigadores de Historia de la Enfermería.

-La incorporación de otras disciplinas que explican o "exploran" la Historia de la Enfermería desde otro punto de vista no solamente ligado a la historia, sino también, a la sociología y a la antropología3 y entre los que cabe destacar organizaciones con carácter propio que han aportado mucho en este campo, como la Fundación Index y la Asociación de Antropología de los Cuidados, lideradas por Manuel Amezcua y Pepe Siles, respectivamente.

-El trabajo de los Hermanos García Martínez y Juan Ignacio Valle-Racero, con la revista de Historia de la Enfermería Híades y sus investigaciones pioneras.

-El trabajo desde la Asociación de Historia de la Enfermería Asturiana para dar a conocer en diferentes ámbitos locales, nacionales e internacionales (FIS, WERN, CIE, Encuentros de América Latina, Internet) la Historia de la Enfermería Hispana.

Ahora bien, aunque se puede afirmar que desde diferentes instituciones se ha trabajado en aspectos complementarios que configurar en su conjunto una línea de investigación de la Historia de la Enfermería, me gustaría llamar la atención sobre la lucha de poder existente entre investigadores, ya que ésta, puede desenfocar el campo de visión histórico alterando la memoria profesional. Quiero decir, que existe cierta tendencia a competir y a dominarse unos a otros y entre los grupos. ¿Por qué? Quizás debido a una inseguridad que hace que nos movamos según modas, tratando de obtener energía adicional de lo que creemos poderoso o nos puede dar más prestigio, poder o protagonismo.

Pero debemos recordar que cuando varios grupos humanos (en este caso del estudio de la Historia de la Enfermería), colaboran entre sí, se produce una fuerza que pude duplicar el beneficio o éxito para todos. El problema surge, cuando se cuestiona ¿quién conseguirá controlar esta fuerza o poder?. Si una de las personas o uno de los grupos domina y consigue que se ceda a su punto de vista, entonces consigue él sólo ese poder y sentirá seguridad, autoestima e incluso euforia. Pero esos sentimientos positivos se han obtenido a expensas de los otros, que a su vez se pueden sentir descentrados, ansiosos y vacíos de energía y la tendencia habitual es tratar de recuperar energía del dominador por cualquier medio.

Por todo lo anterior creo que aunque los recursos aún siguen siendo escasos, debemos aunar esfuerzos en lo concerniente al desarrollo de la investigación de la Historia de la Enfermería, sobre todo en la comunicación de los conocimientos existentes de las fuentes históricas, pues ello nos dará la posibilidad de desarrollar un mejor conocimiento de la materia en cuestión y de las futuras investigaciones, pero con un esmero en la ética y no en el egoísmo.

Memoria versus perversión

Según el diccionario de la RAE, Memoria es "la actividad biológica y física que permite retener experiencias vividas anteriormente o resumen general escrito sobre las actividades de una institución o sobre una materia". Tras releer este párrafo recordé con buena memoria que ésta comprende tres fases:

-la memorización o fijación de la información.
-el almacenamiento o engramación de la información.
-la restitución o evocación de la información.

También recordé, que la memoria, realiza una selección del material que debe ser fijado y por ello los recuerdos, son aquellos que responden a la intencionalidad del sujeto. Podría decirse entonces que en la memoria de las enfermeras, se halla la Historia de la Enfermería, que está de acuerdo con lo más profundo de cada una de nosotras. Es decir, cuando pensamos en nuestro trabajo de enfermería, pensamos en nuestro lugar de trabajo, nuestro hospital, en nuestro área de salud, pero cada vez hay más enfermeras y personas para quien la historia se está convirtiendo en una cuestión más amplia, y se hacen preguntas del tipo: ¿cómo hemos llegado a este sistema de trabajo? ¿cómo era la realidad cotidiana de los que nos precedieron? ¿por qué actuamos y creemos que nuestra profesión es de una manera u otra?.

Es decir, con la Historia ampliamos el contexto donde se encuadra nuestra profesión, sin ella nos limitaríamos a vivir en una realidad superficial que heredamos y que no transciende lo local. Pero además de ser conscientes de que nos queda más grabado aquello que conocemos de nuestra historia y que está de acuerdo con la memoria de cada uno de nosotros, debemos de tener presente no pervertir la Historia, o lo que es lo mismo, memorizar como realizado aquello que queramos que haya ocurrido, en vez de la realidad.

Por ejemplo: en España, tras la Guerra Civil de 1936-1939, se exige un ejercicio de desmemoria colectiva en el ámbito social y por ende, profesional. Se tiende a olvidar las raíces religiosas y de caridad (a veces mal entendida) de la Enfermería, así como las contribuciones de la profesión médica y las actividades o tareas muy ligadas a la sumisión femenina. Este olvido metódico, se explica en el contexto de un gran acuerdo cultural español, según el cual se exigió un desarme ideológico basado en el pasado, se renunció a las razones históricas a favor de la nueva racionalidad democrática y permitió la renovación, siendo una necesidad. Pero se desencadenó uno de los grandes e inevitables problemas de la desmemoria: la perversión de la historia y en nuestro caso, es decir en nuestra profesión, asumimos como propia y sin ningún reparo la Historia de la Enfermería anglosajona y la escrita por médicos; pero ahora debemos comenzar ya, con un análisis histórico amplio y una crítica explícita del pasado, para lograr una innovación de la Enfermería creíble y eficaz.

Una comprensión minuciosa de la historia confiere a nuestra profesión, profundidad y contenido, y sólo sabiendo quiénes fuimos y qué hemos aportado a la sociedad como enfermeras, sabremos quiénes somos, y desde ese punto de referencia inexcusable sabremos hacia dónde nos encaminamos. Así pues, adaptándonos a cada época histórica, estudiando y releyendo de nuevo las fuentes de la Historia de la Enfermería podremos visualizar mejor el horizonte al que poder dirigirnos.

Conclusiones y reflexiones para el futuro

Todo lo anterior, me lleva a afirmar que la Historia de Enfermería en España actualmente, tiene otro contenido que no tenía hasta ahora y que se debe hacer un esfuerzo por dar una cohesión a lo que desde varios puntos de nuestra geografía y de países de habla hispana, espera una respuesta. Además cada vez son más las publicaciones de índole nacional, que enriquecen esta disciplina a la luz de fuentes primarias no conocidas hasta ahora, o no analizadas desde la realidad histórica, lo que está dando como resultado un mejor almacenamiento de dicha historia y la evocación de la misma (el almacenamiento y evocación son componentes de la Memoria). Todo lo anterior responderá a la intencionalidad de las enfermeras y dará origen en un futuro a Modelos y Teorías hispanas, más "nuestras" y como consecuencia más fáciles de comprender y aplicar, desde la Enfermería y para la sociedad hispana.

Debemos de tomar el control de nuestra propia profesión y para ello debemos conocerla y adaptarla a nuestro entorno cercano, un cambio real en el modo de percibirnos a nosotras mismas y a la vida a través de una aplicación ensayo/error a nuestro trabajo de enfermeras; aunque a veces se interprete como un fracaso la falta de oportunidades o no destacar en los ámbitos de poder, más que ver como éxito nuestros descubrimientos, al sentirlos útiles en la aplicación de los cuidados diarios. Desde mi punto de vista, ahí radican muchos de nuestros fracasos profesionales en los planes de cuidados, que desgraciadamente alcanzan también en muchos casos a otros ámbitos de nuestra vida personal. Desde aquí propongo abordar con cariño, rigor y esmero perspectivas históricas que aporten conocimiento a la realidad social y profesional de la Enfermería. La dificultad radica en ser conscientes de pasar por una serie de pasos que amplíen nuestra perspectiva y que cada paso tiene sus propios desafíos, que debemos intentar vivir e integrar en nuestra rutina diaria, así como participar en las organizaciones enfermeras o profesionales aunando esfuerzos y poniendo los recursos existentes a disposición de una mayoría y no a beneficio de unos pocos.

Notas

1. La historia se divide convencionalmente en cuatro períodos: Antigüedad (orígenes a caída del Imperio Romano); Edad Media (476 a 1453 cuando la toma de Constantinopla por los turcos); Edad Moderna (1453 a 1789 cuando la Revolución Francesa) y Edad Contemporánea (de 1789 hasta la actualidad).

2. Sobre adivinación y sincronización, Von Franc Marie Louise, Ed. Paidós Ibérica S.A. Barcelona (2002).

3. La profesión de Enfermería en España a nivel académico se incorpora en 1977 a la Universidad a través de la Diplomatura en Enfermería, pero no teniendo opción a la Licenciatura y al Doctorado, muchas enfermeras optaron por realizar estudios de Licenciatura y Doctorado en otras disciplinas.

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