SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.35 número especial 6Dieta y microbiota. Impacto en la saludEvaluación de la ingesta de micronutrientes en la población española: una revisión de los resultados del estudio ANIBES índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Resumen

MARTINEZ GARCIA, Rosa María; JIMENEZ ORTEGA, Ana Isabel; LOPEZ SOBALER, Ana M.  y  ORTEGA, Rosa M.. Estrategias nutricionales que mejoran la función cognitiva. Nutr. Hosp. [online]. 2018, vol.35, n.spe6, pp.16-19.  Epub 06-Jul-2020. ISSN 1699-5198.  https://dx.doi.org/10.20960/nh.2281.

La capacidad cognitiva puede verse influida por los componentes de la dieta. Los alimentos de bajo índice glucémico parecen mejorar la atención, la memoria y la capacidad funcional, mientras que los ricos en azúcares simples se asocian con dificultad de concentración y atención.

El cerebro necesita un aporte continuado de aminoácidos para la síntesis de neurotransmisores, especialmente serotonina y catecolaminas. Niveles bajos de serotonina se han relacionado con una disminución del aprendizaje, del razonamiento y de la memoria.

La calidad y el tipo de grasa alimentaria también pueden afectar a la función intelectual y mental. La elevada ingesta de grasa saturada se ha relacionado con un deterioro cognitivo, mientras que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (docosahexaenoico) tiene efectos beneficiosos en su prevención. Es aconsejable el consumo de dietas con una adecuada proporción (5:1) de ácidos grasos omega-6:3 (dieta mediterránea), dado que se asocian con una mejor memoria y un menor riesgo de deterioro cognitivo.

Las vitaminas B1, B6, B12, B9 (ácido fólico) y D, colina, hierro y yodo ejercen efectos neuroprotectores y mejoran el rendimiento intelectual. Paralelamente, los antioxidantes (vitaminas C, E y A, cinc, selenio, luteína y zeaxantina) tienen un papel muy importante en la defensa contra el estrés oxidativo asociado al deterioro mental y en la mejora de la cognición.

Actualmente, existe un elevado consumo de dietas ricas en grasas saturadas y azúcares refinados y baja ingesta de frutas, verduras y agua, lo que puede ser desfavorable para la capacidad cognitiva.

Una nutrición adecuada es necesaria para optimizar la función cerebral y prevenir el deterioro cognitivo.

Palabras clave : Nutriente; Cerebro; Función cognitiva.

        · resumen en Inglés     · texto en Español     · Español ( pdf )