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Actas Urológicas Españolas

versión impresa ISSN 0210-4806

Actas Urol Esp vol.31 no.8  sep. 2007

 

EDITORIAL

 

Hacer Anatomías

To make anatomy

 

 

Pérez Albacete M.

Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia.

Dirección para correspondencia

 

 

Sólo el cuchillo Anatómico nos descubre muchas, y muy varias cosas,
que se nos ocultan y aprendemos más en aquellos descuadernados
volúmenes, cuyas lecciones son para todo tan útiles, que en
cuantos libros hay escritos.

Luis Montero, Observación de Operación litotómica (Sevilla, 1736).

 

 

Al ser el iniciador de la disección anatómica en humanos, le debemos los urólogos a Herófilo (335-280 a.C.), de la Escuela de Alejandría, la descripción de la glándula prostática y de las vesículas seminales. En la Edad Media, s. XII, en la Escuela de Salerno floreció la Cirugía gracias a la práctica de la disección de cadáveres que logró tal auge que llegaban médicos de toda Europa para prepararse en el arte quirúrgico, posteriormente la enseñanza de la Anatomía y de la Cirugía se trasladó a las universidades, a la de Montpellier (1340), a la que le corresponde el mérito de haber sido la cuna de los principales anatómicos de la historia, como Vesalio (1514-1564) con su gran De humanis corporis fabrica y de grandes cirujanos como Guy de Chauliac (1300-1368), cuya Cirugía Magna fue el texto estudiado en las universidades europeas durante trescientos años, a la de Bolonia y a la de Padua, en las que Mondino De`Luzzi (1270-1326), considerado como el restaurador de la Anatomía de Occidente, impartió sus clases.

En la Universidad de Salamanca se llegó a explicar Anatomía Comparada en 1315, y fue en Lérida (1391) en donde se autorizó por primera vez la disección de los ajusticiados; el monasterio de Guadalupe, creado en 1322, tuvo una "escuela práctica de Cirugía" donde se formaron cirujanos de talla, entre ellos Francisco de Arce, y en su hospital, fundado en 1402, se llevaron a cabo autopsias merced a un privilegio papal para averiguar las causas internas y ocultas de las enfermedades, precedente de los estudios anatomopatológicos.

En Valencia en 1310 se instituyó el gremio de cirujanos con concesión de un privilegio real para disecar cadáveres en 1477 y en 1499 se añadió el arte de Cirugía como cátedra al "Estudio General" preliminar de su definitiva incorporación en la Universidad, con lo que la cirugía valenciana renacentista alcanzó un gran prestigio incrementado con el desempeñó de la cátedra de Anatomía por Pedro Jimeno (1515-1577) en 1547 al que sucedió Luis Collado (1520-1572), ambos siguieron la estela de Vesalio de disección expositiva y consolidaron la escuela anatómica valenciana, adonde acudió el insigne Francisco Díaz para hacer Anatomías ya que en la Universidad de Alcalá no se impartía esta disciplina y quien, además de su Tratado de todas las enfermedades de los riñones, vejiga y carnosidades de la verga y urina (Madrid, 1588), escribió un Libro de Anatomía o tratado de disección del cuerpo humano, que no llegó a imprimirse.

Pese a todo ello, el arte manual, como era considerada la cirugía, era despreciado por los médicos universitarios y dejado en manos de los empíricos o romancistas, personas sin formación ilustrada que únicamente conocían el uso de los instrumentos y de la operación quirúrgica aprendida. En el siglo XVIII Pedro Virgili (1699-1777), quien había adquirido en Montpellier la base anatómica para el ejercicio de la cirugía, organizó los Reales Colegios de Cirugía de Cádiz (1750), Barcelona (1764) y Madrid (1787) en los que fundó "anfiteatros anatómicos", en donde los estudiantes, con la disección, adquirían un elevado grado de preparación quirúrgica y así prosperaron el aprendizaje y la práctica de la cirugía en nuestro país y se logró alcanzar en calidad y en técnica el nivel del resto de Europa; los principales representantes, excelentes cirujanos y litotomistas, fueron Francisco Canivel (1721-1797) y Antonio Gimbernat (1734-1816) y este último llegó a ser profesor de Anatomía y director del Real Colegio de San Carlos en la capital y ha pasado a la historia al llevar su nombre el ligamento que refuerza la pared interna del conducto crural. Pedro Martín Martínez (1684-1706), denominado el "Águila de la Ciencia", que desempeñó la primera cátedra de Anatomía, creada en España por Felipe V en el Hospital General de Madrid, gracias a las múltiples disecciones que había realizado, nos muestra en sus obras, Cirugía moderna (Madrid, 1722) y Anatomía completa del Hombre (Madrid, 1728), la importancia del conocimiento morfológico para efectuar las operaciones de Cirugía.

La continuación de la labor de los Reales Colegios consolidó la formación de cirujanos de talla en los principales hospitales, quienes constituyen el germen del desarrollo y aparición de los especialistas urólogos y entre ellos destaca Juan Creus y Mansó (1828-1897), magnífico quirurgo que escribió Tratado elemental de Anatomía Quirúrgica o sea aplicada a la Patología, a la Cirugía, Obstetricia y Medicina Legal (Granada, 1861), o Federico Rubio y Galí (1827-1902), instauró el Instituto de Operatoria Quirúrgica en Madrid en donde estableció una consulta de Vías Urinarias en 1872, desempeñada por Enrique Suénder (1829-1897), reconocido como el primer urólogo español.

Reseñó el Dr. Insausti Cordón (1917-1989) la interconexión entre estas dos inquietudes médicas, la anatómica y la especialidad urológica, así como una sucesiva vinculación de grandes maestros de la Urología como profesores de Anatomía en las Facultades de Medicina, asociación que comienza en Barcelona con Emilio Sacanella Vidal (1860-1931) como preparador anatómico primero y, a partir de 1902, profesor por oposición de Anatomía y Disección y quien en 1909 accedió al cargo de director de la recién inaugurada clínica de Urología del Hospital Clínico de la Ciudad Condal en donde estuvo encargado de la enseñanza de la asignatura, su extraordinaria capacidad quirúrgica quedó demostrada al ser él quien inició en nuestro país la operación de adenomectomía prostática por vía transvesical, procedimiento que divulgó ampliamente; lo sustituyó en el magisterio urológico su discípulo Manuel Serés Ibars (1888-1928), catedrático a su vez por oposición en 1918 de Anatomía y Embriología y gran urólogo, que nos dejó escrita una memorable Operatoria Urológica (Barcelona, 1925) en la que describe con minuciosidad las técnicas quirúrgicas de los procesos urológicos con aportaciones propias, lo que le confiere un alto valor científico; la cátedra de Anatomía fue ocupada en 1928 por Salvador Gil Vernet (1892-1997), una de las personalidades de mayor trascendencia de nuestro país y del que recibimos valiosos capítulos de investigación anatomo-clínica tanto en el campo urológico como en el morfológico, con especial dedicación al estudio de la embriología ureteral, de la musculatura del cuello vesical, de la inervación pelviana pero, sobre todo, al de la próstata con su tratado de Patología urogenital (Barcelona, 1944-Madrid, 1953-55) en tres volúmenes, obra de gran repercusión internacional considerada como la de mayor importancia de la Urología española actual.

En la capital de España sobresale como especialista Leonardo de la Peña Díaz (1875-1957), catedrático de Anatomía Descriptiva en Madrid, quien en 1920 fue elegido para desempeñar la primera cátedra de Urología del doctorado, creada en la Universidad Complutense, destacó como excelente profesor y desarrolló innovaciones entre la Anatomía y la técnica urológica especialmente de la cirugía renal. Luis Resel Maceira (1908-1987), encargado de la enseñanza de la Anatomía en la Universidad Complutense y más adelante profesor adjunto de Urología, con gran vocación docente, y que mostraba a los alumnos tanto sobre el cadáver como con preparaciones anatómicas el abordaje quirúrgico de las vías urinarias.

Encontramos también a Nicasio Belloch Giner (1888-1975), profesor auxiliar de Anatomía Topográfica y jefe del servicio de Urología del Hospital Provincial de Valencia, impartió el doctorado en Urología en la Universidad en 1929, su calidad quirúrgica quedó recogida en el estudio anatómico del uréter y efectuó las primeras ureterolitectomías de nuestro país y a Rafael Alcalá Santaella (1896-1959), catedrático de Anatomía en la Universidad de Valencia desde 1935, profesor agregado de Urología en 1941 y del doctorado en 1947, y estudioso especialmente de la vascularización renal y de los problemas quirúrgicos que puede ocasionar.

Quisiéramos con este escueto repaso histórico recalcar la necesidad de profundizar en el saber morfológico y basten estos ejemplos para ver que el conocimiento anatomotopográfico del cuerpo humano y su traslado al campo operatorio se traduce en un excelente resultado y muestra el valor que tiene para el cirujano su preparación en la disección anatómica, fuente del aprendizaje quirúrgico. Disponemos en el siglo XXI de la magnificación que proporciona la laparoscopia que permite una espléndida visualización de los órganos, de los tejidos y de las estructuras internas de nuestro organismo lo que facilita enormemente su reconocimiento además de poseer de visión en tres dimensiones del campo operatorio o de los buenos resultados que ofrece la robotización con la capacidad de resolución que suministra la alta definición en su última generación. Todo ello nos lleva a señalar que las innovaciones técnicas de hoy en día nos proporcionan una extraordinaria ventana anatómica "in vivo" muy útil para aquellos que inician su formación en los Hospitales acreditados, inquietos por lo general por comenzar su paso por el quirófano; de ahí que no debamos olvidar esa excelente exposición anatómica viva para, amén de operar, hacer Anatomías.

 

Referencias

-*Alcalá Santaella R. Compendio histórico de Anatomía. Morata Edit. Madrid, 1929.        [ Links ]

- Insausti Cordón JL. Afinidad Anatomía Urología. Actas Urol Esp. 1978 Mar-Apr;2(2):47-52.        [ Links ]

-IBID. Compendio histórico de la Urología Española y de su Asociación. Ponencia IV Congreso Ibero Americano de Urología. Méjico, edit. Reycosa, Madrid, 1982.        [ Links ]

-Pérez Albacete M. La Urología en el Renacimiento, en Historia Biográfica y Bibliográfica de la Urología Española, Edicomplet, Madrid, 2000.        [ Links ]

-*IBID. Cien Figuras de la Urología Española, impr. San Francisco, Murcia, 2005.        [ Links ]

- Resel Maceira L. Anatomistas y urólogos. Actas Urol Esp. 1985;Spec No:39-44.        [ Links ]

-Zuluaga Gómez A. Disección en el cadáver: una lección de Anatomía Topográfica. Arch Esp Urol. 2006 Nov;59(9):855-857.        [ Links ]

 

 

Dirección para correspondencia:
Dr. M. Pérez Albacete
Hospital Univ. Virgen de la Arrixaca.
Ctra. Murcia-Cartagena, s/n - 30120 El Palmar (Murcia)
Tel.: 968 369 779
E-mail autor: mariano.perez2@carm.es

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