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Actas Urológicas Españolas

Print version ISSN 0210-4806

Actas Urol Esp vol.33 n.4  Apr. 2009

 

ORIGINAL

 

Rehabilitación endotelial del tejido cavernoso con sildenafilo 100 mg en pacientes sometidos a prostatectomía radical

Cavernous tisue rehabilitation whit sildenafil 100mg in patients after radical prostatectomy

 

 

Manuel Fernández Arjona, Luis M. Herranz Fernández, Pablo Garrido, Milagros Jiménez, Carlos Suárez, Inmaculada Fernández

Servicio de Urología Hospital del Henares. Coslada, Madrid, España
Servicio de Urología Hospital Universitario de La Princesa. Madrid, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivos: Comprobar si la terapia de rehabilitación cavernosa es eficaz en el tratamiento de la disfunción eréctil en pacientes sometidos a prostatectomía radical.
Material y métodos: Estudio retrospectivo de ochenta casos; 80 pacientes sometidos a prostatectomía radical entre los años 2005-2008, y posteriormente tratados con sildenafilo 100 mg en pauta de días alternos justo después de la cirugía, mas una dosis a demanda. Como medidas objetivas se emplearon el cuestionario validado IIEF-5 y la prueba de la rigidometria de inflexión digital pre y post cirugía, realizándose controles a los 3 y nueve meses.
Resultados: los pacientes tratados con sildenafilo, en una pauta combinada de dosis fijas y a demanda, presentan erecciones satisfactorias en un 60% de los casos nueve meses después de la prostatectomía radical. Si se preservan las bandeletas, la tasa de éxito se acerca al 90%. Hasta el 20% de los pacientes sin conservación de bandeletas tuvieron erecciones satisfactorias a los nueve meses con el tratamiento.
Conclusiones: nuestra experiencia muestra que la rehabilitación del cuerpo cavernoso puede ser un tratamiento eficaz para combatir la disfunción eréctil secundaria a prostatectomía radical, iniciada de forma precoz y a dosis fijas. La tasa de éxito para obtener una erección satisfactoria aumenta si se preservan las bandeletas nerviosas, y que el tratamiento mixto (dosis fijas y a demanda) de IPDE5 puede ser una buena alternativa en estos pacientes.

Palabras clave: Rehabilitación del cuerpo cavernoso. Prostatectomía radical. Disfunción eréctil. IPDE5.


ABSTRACT

Objetives: We try to figure out whether early penile rahabilitation ameliorates erectile dysfunction secondary to radical prostatectomy.
Material and methods: Retrospective study of 80 cases of patients that were operated between 2005-2008; all of them went under radical prostatectomy and were treated with sildenafil 100mg every second day (Monday , Wednesday and Friday) plus 100mg on demand after the surgery. As objective measurements, we used validated questionnaire IIEF-5 and also axil penile rigidity before and after surgery in the third and ninth month.
Results: Patients treated with sildenafil in fixed doses presented a 60% full erection recovery 9 months after radical prostatectomy. In the case where patients underwent bilateral or unilateral nerve sparing, they got a successful rate of almost 90%. Even 20% of those patients who did not have a nerve preservation got satisfactory erections.
Conlusions: Our experience shows that early penile rehabilitation seems to be a good treatment for erectile dysfunction after radical prostatectomy with IPDE5 in fixed doses. Administration every other day plus on demand looks like also as an appropriate option.

Keywords: Penile rehabilitation. Radical prostatectomy. Erectyle dysfunction. PDE5 inhibitors.


 

Los pacientes sometidos a prostatectomía radical por cáncer de próstata, experimentan una serie de cambios a nivel del tejido cavernoso que traen como consecuencia la aparición de disfunción eréctil.

Generalmente estos pacientes sufren una afectación fundamentalmente a nivel neurogénico, así como a nivel vascular. Estos pacientes presentan un déficit en el aporte de oxigeno durante las erecciones espontáneas y provocadas con la consiguiente hipoxia cavernosa. A consecuencia de esta hipoxia puede provocarse un aumento de las fibras de colágeno, mediante la participación de diversos factores de crecimiento, produciendo fibrosis en las células de músculo liso vascular, y a la postre fallo del mecanismo corporo-veno-oclusivo1-3.

La afectación nerviosa por su parte provoca una variación en la producción del oxido nítrico, que actúa a nivel de la célula endotelial sobre la guanilato ciclasa, la cual, a través del intercambio de calcio favorece la relajación del músculo liso4,5.

Sildenafilo, como inhibidor de la fosfodiesterasa 5, interviene en el metabolismo del óxido nítrico, favoreciendo la concentración intracelular de GMPc y por tanto facilitando la relajación del músculo liso cavernoso1,3. Existen estudios que promulgan que sildenafilo actúa a nivel de la oxido nítrico sintasa 2A, y a través de la modulación del GMPc favorece la oxigenación del tejido cavernoso, reduciendo el estrés oxidativo del mismo y contribuyendo a la protección de la célula muscular lisa10.

Su bioquímica permitió la exploración de posibilidades terapéuticas entre las cuales se encuentran el restablecimiento de la erección después de la cirugía radical para el cáncer de próstata5-9.

Basándose en los anteriores conceptos fisiopatológicos se empieza a hablar de rehabilitación endotelial del cuerpo cavernoso, para referirse a un proceso mediante el cual se pretende evitar la degeneración del tejido cavernoso con el empleo de inhibidores de la 5-fosfodiesterasa, entre otros, para conseguir la recuperación funcional de dicho tejido y que el paciente vuelva a tener erecciones después de un trauma quirúrgico importante como es la prostatectomía radical11,12.

La mayor oxigenación con este fármaco sobre el tejido cavernoso se produce en la fase REM del sueño, que representa unas dos horas del total de la noche6; además esta oxigenación produce un aumento de las fibras de músculo liso cavernoso que teóricamente deben favorecer una mejor erección13,14.

Con este concepto de la rehabilitación endotelial se puede asumir por tanto que las mejoras en la función eréctil del tejido cavernoso son suficientemente significativas como para justificar su empleo

En este estudio pretendemos conocer los resultados del uso de sildenafilo a dosis pautadas, en pacientes sometidos a prostatectomía radical, puede mejorar la rigidez peneana así como la percepción del paciente en cuanto a su relación sexual. Haremos un repaso de las dosis y posologías empleadas para tal fin y compararemos los resultados en función de los distintos tipos de cirugías empleados.

 

Material y métodos

Seleccionamos un total de 80 casos de pacientes que acudieron al Hospital La Princesa de Madrid durante los años 2005 a 2008, con diagnostico de cáncer de próstata en estadios T1 y T2, y que fueron sometidos a prostatectomía radical como tratamiento curativo de dicha enfermedad.

Se excluyeron de la revisión de casos los pacientes que hubiesen tomado algún tipo de tratamiento hormonal, o aquellos que fueran susceptibles de tomarlo. Asimismo, se excluyeron de la revisión cualquier paciente que no fuese N0M0.

En el preoperatorio se evaluó la función sexual de los pacientes y para ello se emplearon el cuestionario validado IIEF-5 y la prueba objetiva de rigidometría de inflexión digital (Fig. 1). Todos los pacientes contestaron antes de la cirugía al test IIEF-5 (Tabla 1)15, y se consideró como patrón normal de respuesta aquellos pacientes que obtenían 21 o mas puntos en dicho test15.



Así mismo se realizó en todos los pacientes una rigidometría de inflexión digital, considerando como patrón valido para el estudio aquellos pacientes que presentaban una rigidez peneana superior a 600 g de media en el total de registros y una presión intracavernosa por encima de 140 mmhg, igualmente de media en el total de registros16,17.

Se evaluó asimismo el estado sexual de las parejas de los pacientes y sólo aquellas que demostraron una actividad sexual y un interés por el restablecimiento de la función sexual del paciente se sometieron a tratamiento. Se excluyeron a aquellos pacientes que sus parejas no mostraban interés en que el paciente recuperase las erecciones

La elección del tipo de cirugía dependió de las características del enfermo y de su decisión, se realizaron 40 prostatectomías radicales abiertas y 24 laparoscopias, y cuando se pudo se realizó conservación de bandeletas unilateral (17 casos) o bilateral (40 casos).

A todos los pacientes se les explicó antes de la cirugía la posibilidad de iniciar un protocolo de rehabilitación del cuerpo cavernoso, explicándoles que la disfunción eréctil podría ser secundaria a este tipo de cirugía.

Los que aceptaron, y no presentaban ninguna contraindicación para la toma de inhibidores de la 5-PDE, se incluyeron en un protocolo de toma de 100 mg de sildenafilo tres veces en semana, iniciando la terapia de forma precoz, en el día del alta hospitalaria, entre dos y cinco días después de la intervención, y manteniendo dicho tratamiento todo el estudio. Asímismo se les recomendó reiniciar la actividad sexual tan pronto como fuera posible, y añadir una dosis a demanda de 100 mg de sildenafilo en el momento de la relación sexual, además de la terapia de rehabilitación tres veces a la semana. De acuerdo a la ficha técnica de sildenafilo, se les indicó que no tomaran la dosis de Sildenafilo a demanda en los días en los que estuvieran tomando la dosis de rehabilitación.

Se realizaron dos controles rutinarios a los tres meses y a los nueve meses, en los que los pacientes se sometieron de nuevo al cuestionario IIEF-5, y se les realizaron rigidometrías de inflexión digital para comprobar de forma objetiva la capacidad de penetración que presentaban16,17.

Se compararon los resultados del test IIEF-5 prequirúrgicos y post quirúrgicos, así como el resultado de las rigidometrías, considerando que de este modo la valoración de la respuesta eréctil era apropiada en base a la bibliografía16,17.

Se registraron los diferentes tipos de cirugía aplicados, debido a su distinto comportamiento en cuanto a la preservación de la erección.

Los datos se trataron mediante el programa estadístico SPSS, empleando test de Chi-cuadrado y Fisher para comparación de datos. Se consideró el valor de 0,05 como el estadísticamente significativo.

 

Resultados

Del total de 80 pacientes que se revisaron, 16 (20%) fueron excluidos por abandonar el tratamiento rehabilitador por diversas cuestiones, como falta de respuesta a expectativas creadas, cansancio, coste del tratamiento, etc.

La edad de los pacientes se situó en un rango entre 45-65 años, con una media de edad de 57 años.

Los datos demográficos así como tipo de intervención y estadio tumoral se muestran en la Tabla 2. De los 64 pacientes que completaron el protocolo rehabilitador sometidos a prostatectomía radical, se realizaron mediante cirugía abierta 40 de dichas intervenciones, y 24 mediante cirugía laparoscópica. . En cuanto al estadio del cáncer de próstata, ninguno de los pacientes incluidos se encontraba en los estadios T1a y T1b. Del total de 50 pacientes en estadio T1c, 30 de ellos fueron sometidos a cirugía abierta y 20 a laparoscópica. Del total de 50 pacientes, pudo realizarse una conservación bilateral de bandeletas en 40 casos, y una conservación unilateral en 8 casos. En dos casos, por tanto, no se pudieron conservar las bandeletas por circunstancias propias de la cirugía. En estadio T2a se intervinieron a 7 pacientes, 5 por cirugía abierta y 2 por laparoscopia; en 6 casos se realizaron conservación unilateral de bandeletas y en uno no se conservaron.

En estadio T2b se operaron a 5 pacientes, cuatro por cirugía abierta y uno por laparoscopia. En tres se conservaron unilateralmente las bandeletas y en dos casos no.

En estadio T2c se intervinieron dos pacientes por cirugía abierta y sin conservación de bandeletas.

Para valorar estadísticamente los resultados de la capacidad de erección de los pacientes se empleo el método de la Chi cuadrado y se compararon las medias obtenidas en los test IIEF-5 así como la rigidez intracavernosa medida en gramos.

En la Tabla 3, podemos observar cómo la media de puntos obtenida por los pacientes en el test IIEF-5 antes de la cirugía se sitúa en 22 puntos para cirugía abierta y 23 en laparoscópica; tres meses después de la cirugía la media baja a 12 y 11 puntos respectivamente. Y nueve meses después se sitúa en 18 y 17 puntos con p<0,05 entre los resultados al tercer y noveno mes.


Si comparamos los resultados en la cirugía de conservación de bandeletas, vemos que tanto si es bilateral como unilateral el test IIEF mejora considerablemente, de 15 a 21 puntos de media a los tres meses, y de 13 a 20, con diferencias estadísticamente significativas, a los nueve; sin embargo, es notorio mencionar en la cirugía sin conservación de bandeletas esta mejora no existe.

En la Tabla 4, se comparan los resultados de la rigidometría pre y posquirúrgica y se obtienen resultados muy similares a los presentados en el test IIEF; no en vano este test es una medida subjetiva, aunque validada, de la que nos informa el paciente y la rigidometría es una medida objetiva. Así, existen diferencias estadísticamente significativas entre la erección a los tres y a los nueve meses, en todas las categorías, pero en la cirugía sin conservación de bandeletas no existen diferencias.

En la Tabla 5, se observa el número de pacientes con puntuaciones del IIEF-5 normales antes y después de la cirugía. Antes de la intervención todos los pacientes presentaron una erección normal, pero en el tercer y noveno mes el número de pacientes que alcanzan los parámetros de normalidad varía considerablemente. No existen diferencias significativas entre la cirugía abierta y la laparoscópica ni al tercer mes ni al noveno, pero si existe gran diferencia entre los meses tercero y noveno después de la cirugía tanto si es abierta como laparoscopia, llegando a mantener unas relaciones satisfactorias el 61% y el 65% respectivamente. Cuando en la cirugía se selecciona aquellos pacientes en los que se conserva bandeletas los porcentajes ascienden de forma significativa, llegando a poder mantener relaciones en el 90% de los casos con conservación bilateral y 85% con conservación unilateral. Los pacientes en los que no se conservan bandeletas son los mas desfavorables no existiendo diferencias significativas, aún así, el 20% de estos pacientes considera que su capacidad de penetración peneana es normal.

En la Tabla 6 observamos que el número de pacientes con test de rigidometria normal es inferior al de pacientes con puntuaciones del IIEF-5 normales como era esperable. Todos nuestros pacientes presentaron una rigidometria normal antes de la cirugía, y es destacable que aquellos pacientes en los que realizamos conservación uni o bilateral de bandeletas consiguen una erección satisfactoria en el 80% y 85% respectivamente al noveno mes, y ya en el tercero estas cifras se aproximan al 25%.

No existen diferencias entre la cirugía abierta y la laparoscópica como en el caso anterior, y los pacientes mas desfavorecidos son aquellos en los que no se realiza conservación de bandeletas, aun así, el 20% de estos pacientes recuperan las erecciones con el tratamiento; aunque es evidente que en estos casos existe un cierto grado de conservación involuntario.

 

Discusión

La disfunción eréctil es uno de los mayores problemas que presentan los pacientes intervenidos de prostatectomía radical, y que mas afecta a su calidad de vida. Existen múltiples factores que hacen que las fibras musculares lisas se transformen en tejido fibroso y pierdan sus propiedades, entre estos factores podemos incluir la edad (proceso natural de envejecimiento)10, pero también el proceso de denervación producido en la prostatectomía radical.

El concepto de rehabilitación endotelial del cuerpo cavernoso hace referencia al intento de evitar este proceso degenerativo que produciría una perdida de la funcionalidad del tejido cavernoso y por tanto una dificultad mayor, o imposibilidad a la larga de conseguir nuevas erecciones.

Autores como Kovanecz1 y Mulhall2 demuestran a nivel experimental que los procesos de denervación del tejido cavernoso originan un aumento de tejido fibroso y una reducción del músculo liso, y que si tratamos dichos tejidos con donadores de oxido nítrico como el sildenafilo, se puede conseguir un aumento de tejido cavernoso sano y una reducción de la apoptosis celular.

A nivel clínico Iacono3 plantea un estudio con 21 pacientes en los que realiza biopsias de cuerpo cavernoso por punción antes y después de cirugía, tratando a sus pacientes con 50 mg de sildenafilo y comprueba que el porcentaje de músculo liso antes y después de la cirugía es el mismo; Schwartz13 llega a conclusiones similares. En cualquier caso el concepto de rehabilitación endotelial hoy en día parece mostrarse como un procedimiento necesario cuando se pretende restablecer la capacidad eréctil de los pacientes sometidos a prostatectomía radical.

La medición de la capacidad de erección ha sido siempre un objetivo fundamental para el manejo de la disfunción eréctil, desde que se describiera el eco-doppler peneano se aportó una herramienta imprescindible para el diagnostico de estos pacientes; muchos de los estudios sobre rehabilitación cavernosa realizan el control de sus resultados con el test de tumescencia nocturna, con el IIEF, o ambos8,9,18-20.

En este estudio empleamos el test IIEF-515 así como la rigidometria ya que consideramos ofrece alguna ventajas sobre los métodos anteriores y permite conocer con mayor precisión la situación del paciente.

El test de tumescencia nocturna puede ofrecer una muy buena rigidez circunferencial en la base y la punta del pene, y el paciente puede ser incapaz de mantener una erección suficiente para penetración (ejemplo, los pacientes con enfermedad de La Peyronie); suele requerir unas 6-7 horas para completar el test, y para realizarlo en tiempo real precisa de inyección intracavernosa; la rigidez axial es mas fiable para cuantificar la capacidad de penetración16,17.

Un problema importante que plantea este tipo de tratamientos es la alta tasa de abandonos por múltiples razones, coste elevado, cansancio, falsas expectativas, etc. En nuestro caso la tasa de abandonos llegaba al 20% de los pacientes incluidos inicialmente en el estudio, en la literatura existen trabajos con resultados similares como el de Raina y colaboradores19 que presentan una tasa de abandonos entorno al 27%; pero existen otros autores en los que esta se dispara al 73%18. Nosotros consideramos que este tipo de tratamientos son un tanto especiales y precisan de varios matices como son:

- Atención al paciente con tiempo suficiente para dar todas las explicaciones precisas y convencerle de los beneficios que podrá obtener.

- Seleccionar pacientes que sean activos sexualmente, y tengan interés por reanudar su vida sexual; si no lo hacemos así es posible que los pacientes tengan mas tendencia a abandonar algo que se supone una cura para una patología que de entrada a ellos no les preocupaba.

Autores que presentan una tasa de abandono alta18 no seleccionan a las parejas y en muchas ocasiones la vida sexual previa del paciente, además el control que realizan no es exhaustivo.

El coste económico esta relacionado con la tasa de abandonos en este tipo de tratamientos, por ello la dosis empleada y la pauta de administración juega un papel muy importante, además siempre es recomendable elegir la dosis mínima efectiva y la posología mas adecuada.

Existen trabajos en los que se emplea 25 mg una vez al día de sildenafilo9,20, aunque en el primero la respuesta es superior al 90% hay que considerar que se trata de pacientes en los que se ha objetivado previamente un test de tumescencia nocturno positivo. El segundo trabajo20 se realiza un doble ciego empleando 25 mg y 50 mg de sildenafilo, concluyendo que la respuesta es mejor en pacientes tratados con 50 mg.

Otros trabajos han empleado 50 mg con resultado dispar8,13,19, aunque si parece existir una tendencia según autores como McCullough8 a que la respuesta con 100 mg es superior a la de 50; es mas Schwartz13 demuestra que el empleo de 100 mg a dosis diarias mejora el porcentaje de fibras musculares lisas en cuerpo cavernoso muy por encima de lo que lo hace la dosis de 50 mg.

En cuanto a la dosis y a la vista de estos resultados nosotros optamos por la de 100 mg.

En cuanto a la forma de administración la más extendida ha sido la dosis diaria8,9,13,19,20, no obstante Danielli21 presenta un estudio en el que emplea 50 mg de sildenafilo y 100 mg en otro administrado dos veces en semana con una eficacia similar a la de otros autores a dosis diarias.

En nuestro estudio planteamos una posología a días alternos, empleando sildenafilo a demanda cuando el paciente vaya a mantener una relación, pensamos que de esta forma se consigue el efecto rehabilitador de cuerpo cavernoso, y se garantiza un poco mejor el éxito en la relación sexual.

El inicio de la terapia debe ser lo más precoz posible22, en este estudio los enfermos comienzan al alta hospitalaria, con lo que el inicio varía entre 2-5 días desde la cirugía.

La recuperación de la función eréctil es muy variable y se produce entre los 6-24 meses después de la cirugía23; es una opinión generalizada el hecho de que a medida que pasa el tiempo suele mejorar la erección8,9,13, el problema se plantea en marcar cual es el límite de esa mejoría, la mayor parte de los autores plantean sus trabajos entorno a los 12 meses después de la cirugía, así tenemos a McCullough8 que realiza control a los 9 meses, Bannowsky a los 12 meses9, aunque existen oros que plantean resultados a los 6 meses13.

Raina19 presenta un artículo en el que realiza un estudio a tres años y concluye que después del primer año no existe una mejora significativa. En nuestro caso creemos que efectivamente mas allá de los 12 meses se ha conseguido todo lo que se tenía que conseguir, concretamente en nuestro estudio los resultados obtenidos a los 9 meses son ya bastante satisfactorios.

En este articulo presentamos dos sistemas de medición de la erección el test IIEF-5 y la rigidometria de inflexión digital, entendemos que de esta manera somos capaces de evaluar mas finamente la respuesta real del paciente, de hecho la tasa de éxito es ligeramente inferiores en el caso del test IIEF-5; existen algunos autores que han publicado hasta un 95% de pacientes que consiguen erección, empleando solo este test.

En nuestro trabajo presentamos una diferencia clara en el IIEF-5 medido al tercer mes y el medido al noveno mes, de igual modo ocurre en la rigidez peneana, pero estas diferencias dejan de existir en el caso de la cirugía sin conservación de bandeletas.

El porcentaje global de pacientes que consigue una erección se sitúa en el 60% para la cirugía abierta y el 62% para la laparoscópica, sin existir diferencias significativas; estos datos son ligeramente superiores a los de autores como McCullough8 que publica unos resultados positivos del 33% aunque este autor no realiza un inicio precoz del tratamiento; o como Dinelli21 que obtiene un 42% aunque en su caso la dosis fue variable de 50 a 100 mg y la posología tan solo dos veces en semana.

Raina19 publica unos resultados de éxito del 71% a tres años con dosis variables de 50 a 100 mg a dosis diarias y empleando para el control solamente el test IIEF.

Como era de esperar existe un incremento en la tasa de éxito que supone realizar cirugía de conservación de bandeletas, llegando a un 90%; y por otra parte no es despreciable el 20% de éxito que obtenemos en pacientes a los que no se puede conservar bandeletas.

No parece existir diferencias entre la cirugía abierta y la laparoscópica en este sentido autores como Walsh24 presentan trabajos en los que no objetivan diferencias entre la cirugía laparoscópica y la cirugía abierta sobretodo con la modificación de la liberación anterior alta de las bandeletas. En este mismo trabajo se presentan datos de potencia a los 12 meses del 77% en pacientes sin conservación de bandeletas, y del 91% y 96% con conservación unilateral y bilateral; si bien es cierto que el control lo realiza con el test IIEF-5, los resultados en el caso de conservación de bandeletas son similares a los nuestros, y en pacientes sin conservación e bandeletas nos resultan sorprendentemente buenos24.

Finalmente diremos que parece evidente a la vista de los resultados que los protocolos de rehabilitación cavernosa son un elemento necesario para recuperar la potencia sexual sobretodo en pacientes, cada vez mas jóvenes, que se intervienen en la actualidad; el ajuste de dosis y la posología son elementos a discusión en el momento actual, en cuanto a la duración de los tratamientos parece no debe esperarse mejoras importantes mas allá de 12 meses.

 

Conclusiones

La selección de casos de el presente estudio muestra que la rehabilitación endotelial con sildenafilo 100 mg, en pacientes sometidos a prostatectomía radical, puede iniciarse de forma precoz y supone una alternativa con altas tasas de eficacia para recuperación de la erección.

La tasa de éxito para obtener una erección satisfactoria aumenta si se preservan las bandeletas nerviosas, y la posibilidad de un tratamiento mixto (dosis fijas y a demanda) de IPDE5 puede ser una buena alternativa en estos pacientes en base a los resultados obtenidos.

De no emplearse este tipo de tratamientos, el paciente tiene menos alternativas como la inyección intracavernosa o el vacun (poco aceptado en nuestro medio) y la prótesis de pene. El porcentaje de pacientes que recupera la erección espontáneamente es muy bajo, aunque si es cierto que si la cirugía es de conservación de bandeletas la situación es diferente.

El ajuste de dosis y la posología necesitan de estudios comparados para obtener la mayor eficacia posible, aunque el tratamiento mixto, pautado y a demanda, parece ser una buena opción.

 

Abreviaturas
IQ abierta: Intervenido mediante prostatectomía radical abierta.
IQ laparos: Intervenido mediante prostatectomía radical laparoscopica.
Band Unilat: Conservación unilateral de bandeletas.
Band Bilat: Conservación bilateral de bandeletas.
No Band: No conservacion de bandeletas.
R.I.: Rigidez peneana en gramos.
n.s.: No significativo.

 

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Dirección para correspondencia:
Dr. Manuel Fernández Arjona
Servicio de Urología. Hospital Universitario de La Princesa
Diego de León, 62 - 28006 Madrid
Tel.: 915 202 200
E-mail autor: mfvd@eresmas.com
Información artículo: Original - Disfunción eréctil

Trabajo recibido: septiembre 2008
Trabajo aceptado: octubre 2008

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