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Medicina Intensiva

versión impresa ISSN 0210-5691

Med. Intensiva vol.34 no.5  jun./jul. 2010

 

ORIGINAL

 

Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo, durante la pandemia de Influenza A H1N1 2009 en Ecuador

Acute respiratory distress syndrome during the 2009 H1N1 influenza A pandemic in Ecuador

 

 

G. Paredes y C. Cevallos

Unidad de Cuidados Intensivos, Hospital Enrique Garcés, Quito, Ecuador

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: La pandemia causada por el virus de la influenza A H1N1, entre sus complicaciones más severas esta el síndrome de distrés respiratorio agudo. El objetivo principal de esta trabajo fue evaluar la mortalidad luego de aplicar un protocolo estricto de manejo ventilatorio y describir las características clínicas de los pacientes.
Diseño: Es un estudio de cohorte prospectivo.
Ámbito: UCI del Hospital Enrique Garcés del la Cuidad de Quito.
Pacientes: Pacientes ingresados a la UCI con diagnóstico de neumonía grave, síndrome de distrés respiratorio agudo, y alta sospecha de influenza A H1N1.
Principales variables de interés: Se recogieron variables demográficas, de gravedad, scores diagnósticos de neumonía adquirida en la comunidad, protocolo de manejo ventilatorio y mortalidad a los 28 días, como efecto principal del estudio.
Resultados: Se estudiaron 24 pacientes, el 100% con diagnóstico de síndrome de distrés respiratorio agudo, media de edad de 41,1 (±14,8). La neumonía viral grave predominó en estos pacientes, la media de APACHE fue 18, la media de PaO2/FiO2 al ingreso fue 74,9, el 100% presentaron compromiso multisistémico. El 91,3% recibieron oseltamivir 150mg c/ 12h durante 14 días, la media entre inicio de síntomas y administración de antiviral fue 6,74 días. La mortalidad intra UCI fue del 16,6% y a los 28 días fue de 16,6%.
Conclusiones: Después de la aplicar un protocolo de manejo estricto del manejo ventilatorio, la mortalidad de este grupo de pacientes fue del 16,6%, además destacamos que la obesidad y la falla renal temprana fueron factores de riesgo independiente para mortalidad.

Palabras clave: Influenza A H1N1. Neumonía adquirida en la comunidad. Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo.


ABSTRACT

Objective: Among the most severe complications caused by the influenza A virus H1N1 pandemic is the Acute Respiratory Distress Syndrome (ARDS). The main objective of this study was to assess mortality after applying a strict protocol of ventilatory management and to describe the clinical characteristics of the patients.
Design: A prospective cohort study.
Setting: Intensive care unit (ICU) of the Hospital Enrique Garcés of the City of Quito.
Patients: Patients admitted to the ICU with a diagnosis of severe pneumonia, ARDS, and high suspicion of influenza A H1N1.
Primary variables of interest: Demographic variables, severity, diagnostic scores of community-acquired pneumonia, ventilator management protocol and mortality at 28 days, as principal effect of the study, were collected.
Results: 24 patients were studied, 100% with a diagnosis of ARDS, mean age 41.1 (±14.8). Severe viral pneumonia predominated in these patients, mean APACHE was 18, average PaO2/FiO2 on admission was 74.9, 100% had multisystemic involvement. A total of 91.3% received oseltamivir 150mg w/12h for 14 days, the mean time between onset of symptoms and antiviral administration was 6.74 days. Intra-ICU mortality was 16.6%, and 28 days was 16.6%.
Conclusions: After applying a strict management protocol for ventilatory management, mortality in this patient group was 16.6. We also stress that obesity and early renal failure were independent risk factors for mortality.

Key words: Influenza A H1N1. Community Acquired pneumonia. Acute respiratory distress syndrome.


 

Introducción

La gripe A (H1N1) del 2009, es una pandemia causada por una variante del Influenzavirus A (subtipo H1N1), descripción del virus en que la letra A designa la familia de los virus de la gripe humana y la de algunos animales como cerdos y aves y las letras H y N (Hemaglutininas y Neuraminidases) corresponden a las proteínas1. La OMS la elevo a nivel de alerta 6 el 11 de junio de 2009, es decir una pandemia actualmente en curso, que involucra la aparición de brotes comunitarios (ocasionados localmente sin la presencia de una persona infectada proveniente de la región del brote inicial), claro está que este nivel de alerta no define la gravedad de la enfermedad producida por el virus, sino su extensión geográfica2. Para realizar una breve reseña histórica, nos remontamos a inicios de marzo del presente año, donde una gripe que derivaba en problemas respiratorios graves afecto al 60% de los residentes de La Gloria, Veracruz, México, las autoridades mexicanas atribuyeron este aumento a una «gripe de temporada tardía», la cual coincide normalmente con un ligero aumento del Influenzavirus B hasta el día 21 de abril, cuando los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. dieron la voz de alarma a los medios acerca de 2 casos aislados de una nueva gripe porcina. Los 2 primeros casos confirmados fueron de 2 niños residentes en EE.UU. (una niña de 9 años en el condado de Imperial, California y un niño de 10 años en el condado de San Diego) que enfermaron el 28 y 30 de marzo respectivamente, no habiendo tenido ningún contacto con cerdos ni antecedentes de haber viajado a México3-5. La primera muerte debida a la gripe porcina ocurrió el 13 de abril, cuando una mujer diabética natural de Oaxaca murió por complicaciones respiratorias. Se enviaron algunas muestras al CDC y a Winnipeg (Canadá) desde México el 21 de abril que dieron positivo en gripe porcina y se relacionaron rápidamente con el aumento de la gripe de presentación en fase estacional tardía4.

Los primeros casos de influenza en México se detectaron el 11 de abril en el estado mexicano de Veracruz. Al mes se extendió por varios estados de México para luego traspasar las fronteras hacia EE.UU. y Canadá, posteriormente aparecen reportes de casos nuevos en casi todo el mundo6,7 Se registra el primer caso en Ecuador, se trató de un niño que no fue identificado y que llego el 10 de mayo en un vuelo procedente de Miami. Hasta la fecha de presentación del trabajo se han confirmado 1.001 casos y 44 pacientes han fallecido7,8.

En el Ecuador los reportes iniciales de casos graves, dieron su inicio el 12 de julio, reportes de pacientes de Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) grave estuvieron caracterizados por la presencia de hipoxemia severa (PaO2<60, refractarios al soporte con asistencia ventilatoria estándar), fue una constante la presencia de compromiso radiográfico con infiltrados en 4 cuadrantes, en principio estos pacientes fueron valorados y manejados como neumonía bacteriana, con una característica llamativa, una importante respuesta inflamatoria sistémica y un gran impacto sobre la oxigenación, lo que se traduce en una grave lesión pulmonar que lleva al desarrollo de Síndrome Distrés Respiratorio Agudo (SDRA)9, con una elevada mortalidad documentada en la serie de Esteban et al publicada en el 2008, que la reporto en el 50%10.

Por ello se tomaron todas las herramientas disponibles hasta la fecha, y se realizó un protocolo de manejo estricto de manejo ventilatorio con el objetivo de disminuir la mortalidad11-16.

 

Materiales y métodos

Los datos fueron obtenidos de los registros médicos y de enfermería, en forma prospectiva de los pacientes con NAC grave y SDRA sospechosos de infección por influenza A H1N1, que ingresaron a la UCI.

Ingresamos todos los pacientes con neumonía primaria y alta sospecha de influenza A H1N1, que reunieron criterios para Lesión Pulmonar Aguda (LPA) y SDRA, definido como: síntomas respiratorios agudos, radiografía de tórax caracterizada por infiltrados pulmonares en 2 o más cuadrantes, una PaO2/FiO2 menor de 200, y refractarios a O2 con mascarilla a 14 litros. Los criterios de exclusión fueron: pacientes con cardiopatía de base, que pudo ser la causa de la falla respiratoria, enfermedad respiratoria crónica severa, enfermedad neuromuscular severa, hipertensión intracraneal, embarazo.

Para el enfoque diagnostico se utilizaron criterios clínicos, radiológicos (infiltrados tipo neumónicos en 2 o más cuadrantes en la radiografía de tórax). Se realizaron estudios de la función renal, coagulación, a más de CPK, LDH y procalcitonina. La definición de neumonía adquirida en la comunidad grave se basó en los criterios actuales de la ATS/IDSA17. La neumonía viral primaria fue definida como la que se presenta en la fase aguda de la enfermedad del virus de la influenza, teniendo como característica principal la presencia de signos respiratorios agudos y opacificaciones alveolares, que comprometen 2 o más lóbulos, con cultivos de secreción traqueal y hemocultivos bacterianos negativos.

Se consideró el diagnóstico de neumonía asociada a la ventilación mecánica ante la presencia de infiltrados nuevos o progresivos en la radiografía de tórax, el resurgimiento de la respuesta inflamatoria sistémica y la presencia de secreciones traqueales purulentas18.

La falla renal aguda fue definida como la necesidad de terapia de reemplazo renal, basado en los lineamientos de la conferencia de consenso internacional19.

Los siguientes datos fueron registrados: datos demográficos, comorbilidades, tiempo de inicio de la enfermedad y tiempo de admisión al hospital, inicio de la droga antiviral en UCI, hallazgos radiológicos de tórax y gasometría arterial. Las variables de ventilación mecánica, la presencia de fallos orgánicos, la necesidad de vasopresor, técnicas de reemplazo renal y la determinación de los hallazgos de laboratorio en la admisión a la UCI fueron obtenidas.

La severidad de la enfermedad fue determinada por el APACHE II20 a las 24h de admisión a la UCI, y la severidad de la neumonía fue evaluada a través de CURB 65 Y PSI21,22.

 

Procedimientos ventilatorios

La estrategia de ventilación se resume en la tabla 1. Una vez ingresado el paciente se colocó en ventilación mecánica no invasiva, con FiO2 1, y se realizó maniobra de reclutamiento con 20cm/H2O de Presión Positiva Continua en la Vía Aérea (CPAP) durante 2min, mientras se realizaba el abordaje venoso, arterial, vesical y estabilización hemodinámica mediante el protocolo que se basa en la variación de la presión de pulso23,24. Posterior se procede a sedoanalgesia y relajación, con fentanyl midazolan y roncuronio, e inicia ventilación mecánica invasiva con los parámetros señalados en la tabla 1; estabilizada la hemodinamia, se realiza la maniobra de reclutamiento y titulación de Presión Positiva al Final de la Espiración (PEEP): PEEP 25cm/H2O, presión vontrol de 15cm/H2O, relación inspiración: espiración 1:1, frecuencia respiratoria 15, fracción inspirada de oxígeno 1, durante 15min. Si el paciente durante esta maniobra presentó saturación igual o mayor al 89%, se procedió a la titulación del PEEP, con disminución progresiva de 2cm /H2O cada 4min, hasta que se produzca una disminución de la saturación, en cuyo caso de realiza una nueva maniobra de reclutamiento por 4min con los parámetros antes señalados, y posterior se fija el nivel de PEEP 2cm/H2O sobre el nivel en el cual se produjo la desaturación.

 

Desde realizada la maniobra hasta 6h después, si el paciente mantenía una SO2 mayor o igual a 89% se procedió a la disminución progresiva del FiO2, hasta los niveles propuestos. Usamos volumen corriente bajo, como lo señala el protocolo de ventilación del ARDS Network, con 6ml/kg del peso corporal ideal, con un rango entre 4-8ml, presión meseta en la vía aérea <35cm/H2O, y titulamos el PEEP de acuerdo a la maniobra de reclutamiento. En los pacientes que reunían los criterios descritos, y presentaron hipoxemia refractaria, se utilizó como terapia de rescate ventilación prona. El protocolo de destete, se basó en las actuales recomendaciones publicadas a la fecha25. En lo relacionado con los niveles de sedación se utilizó el protocolo de sedación basado en la analgesia, llegando a dosis de hasta 5,4μg/kg/h de fentanyl y midazolan hasta 0,12mg/kg/h.

En cuanto a la parte respiratoria, los datos fueron tomados al ingreso, y se realizó el promedio de cada día de las diferentes variables respiratorias. Todos los pacientes fueron seguidos hasta el alta hospitalaria.

El objetivo primario de este trabajo fue medir mortalidad hospitalaria, mortalidad intra UCI y a los 28 días.

Definimos barotrauma como neumotórax, neumomediastino. Además se suma al análisis el uso de terapias de rescate, ante hipoxemia refractaria. La duración de la ventilación mecánica incluye desde el día de ingreso hasta la fecha de extubación, y que no requirió ventilación mecánica no invasiva. La duración de la estancia hospitalaria se mide desde el ingreso a la UCI hasta el alta de la misma.

Se utilizó para el soporte ventilatorio, los siguientes ventiladores: Hamilton Galileo, Dragüer Evita IV, Newport serie 360, las gasometrías fueron realizadas en el equipo de marca GEMPremier 3000, las variables fisiológicas como electrocardiografía continua, frecuencia cardiaca, temperatura rectal, tensión arterial invasiva, saturación de oxígeno, presión venosa central fueron medidas un monitor Dragüer Infinity Vista XL.

Durante la pandemia, la UCI del Hospital Enrique Garcés pasó a ser el centro de referencia para el manejo de pacientes con alta sospecha de influenza A H1N1, convirtiéndose en una unidad respiratoria.

El protocolo ventilatorio fue aprobado por el comité de ética del hospital y se obtuvo el consentimiento de los pacientes

Análisis estadístico

Se realizó utilizando en SPSS 17. Las variables discretas las registramos como porcentaje y las variables continuas como medias mas menos un desvío estándar o medianas, con percentiles 25-75 y su respectivo RIC. Para las características clínicas y demográficas de los pacientes las diferencias entre los grupos fueron evaluados usando el estadístico Chi 2 y el estadístico exacto de Fisher, para las variables categóricas la T student o estadístico U de Mann Whitney, un valor de p menor o igual a 0,05 fue considerado significativo.

 

Resultados

Nosotros enrolamos a 24 pacientes, recopilados desde el 12 de julio hasta el 12 de septiembre, los signos de presentación clínica se resume en la tabla 2. Los datos de los 24 pacientes fueron reportados al ingreso a la UCI, los mismos que se tomaron de un solo centro, y la característica principal fue el fallo respiratorio. En nuestro centro se confirmó el diagnóstico con Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR) en tiempo real en el 4% de los pacientes, el resto de la serie solo se basa en alta sospecha clínica, en tiempo de la pandemia por influenza A H1N1 (casos probables). Las características de base de los pacientes se muestran en la tabla 3.

 

La media de edad fue de 41,1 (±14,8), el 52,2% de los casos estuvo entre los 18-40 años y el 8,6% tuvieron más de 65 años. Trece pacientes fueron hombres (54,1%) y 11 pacientes mujeres (45,9%); obesos 8 pacientes (33,3%), con IMC >a 30, solamente 1 paciente presentó comorbilidad diabetes tipo 2.

El 100% presentaron neumonitis viral, todos recibieron antibióticoterapia, reportamos que en los 2 primeros pacientes (8,2%), el tratamiento fue agresivo, ya que se inició con carbapenémicos y vancomicina; 22 pacientes (91,7%) recibió cefalosporinas de tercera generación más macrólido. Además 22 pacientes (91,7%) recibieron corticoide intravenoso metilprednisolona 2mg/kg, conjuntamente con la primera dosis del antibiótico, con una duración de 5 días. La media estimada del inicio de los síntomas al inicio del tratamiento antiviral fue de 6,74 días, (RIC: 4-8), todos los pacientes recibieron oseltamivir, mencionamos que los 2 primeros pacientes incluidos en nuestra serie, se inició el tratamiento antiviral a los 3 días y el mismo duró 5 días 150mg cada día, los 21 pacientes restantes recibieron el tratamiento por 14 días a dosis de 300mg cada día.

Superinfecciones fueron documentadas en el 25% de los pacientes, todo ellos en cultivos de aspirado traqueal, los gérmenes identificados fueron Escherichia coli (2), Staphylococcus aureus (3), Klebsiella pneumoniae (1), Pseudomonas aeruginosa (1), Stenotrophomonas maltophilia (1). La media entre el inicio de los síntomas y la admisión hospitalaria fue de 6,74 días (RIC 4-8) y entre la admisión hospitalaria e ingreso a UCI fue de 0,43 días.

Se utilizó scores como el CURB-65, y PSI, de los cuales para el CURB-65 se obtuvo una media de 2 con una DE±0,67; con la escala de PSI el 4,1% (1) de los pacientes tuvieron una categoría II, el 8,2% (2) estuvieron en categoría III, el 58,3% (14) con una categoría IV y finalmente el 29,1% (7) en categoría V. El 100% de los pacientes desarrollaron fallo multiorgánico (24), dado por fallo respiratorio y circulatorio, requiriendo drogas vasopresoras, y 4 pacientes (16,6%) requirieron terapia de sustitución renal, debido a falla renal aguda, cabe mencionar que 3 pacientes (75%) tuvieron un desenlace fatal.

En la tabla 4 se muestran los datos de la evolución respiratoria, tanto volumen corriente, nivel de PEEP, presión meseta, nivel de PaO2, PaCO2, pH, balance hídrico de 24h.

En el 100% de los pacientes se realizó maniobras de reclutamiento, sin repercusiones a nivel de la hemodinamia. EL 25% (6) de los pacientes presentaron barotrauma, el 100% neumomediastino, cabe mencionar que el neumomediastino fue 24-48h posterior a las maniobras de reclutamiento. En la tabla 5 se resume las intervenciones realizadas en la UCI.

 

Se utilizó un protocolo estricto, en el cual todos los pacientes ingresaron a ventilación mecánica no invasiva por un periodo de 20min, para luego proceder a orointubación, ventilación mecánica invasiva, y maniobras de reclutamiento. Un solo paciente fue manejado con ventilación mecánica no invasiva, ya que presentó una mejoría del 70% en la PaO2/FiO2 luego de la maniobra de reclutamiento con CPAP.

La media de duración de la ventilación mecánica fue de 10 días (rango intercuartil 4-16 días), la media de duración de hospitalización en UCI de los pacientes sobrevivientes fue de 11,7 días (rango intercuartil 6-18). La mortalidad intra UCI fue de 16,6%, 2 complicados por superinfecciones (50%), 1 (25%) murió dentro de las primeras 12h de manejo (hipoxemia refractaria), fallo cardiovascular refractario, a noradrenalina, dopamina, vasopresina, fallo renal anúrico y 1 (25%), a las 72h de manejo por hipoxemia refractaria más fallo multiorgánico. La mortalidad a los 28 días fue de 16,6%.

 

Discusión

Este trabajo reporta los detalles de nuestra experiencia en una serie de 24 pacientes manejados en nuestro centro en los meses de julio, agosto y septiembre. La totalidad de los pacientes requirieron ventilación mecánica, por insuficiencia respiratoria grave, maniobras de reclutamiento y ventilación prona fue usada en los casos de hipoxemia refractaria26, dato interesante de este grupo de pacientes fue que concordante con la experiencia de las series internacionales, uno de los factores de riesgo para desarrollar enfermedad grave fue la obesidad27.

La característica clínica principal en nuestros pacientes, como se señalan las diversas series a nivel mundial (México, Michigan España)3,27 es el fallo respiratorio agudo severo, las imágenes de radiografías de tórax con infiltrados alveolo intersticial en 4 cuadrantes (85%), y la hipoxemia severa (PaFiO2<95), han sido las constantes más discriminantes de esta patología. Ante la alta sospecha de influenza A H1N1, y ante los problemas logísticos para la confirmación con PCR en tiempo real, nos basamos en datos epidemiológicos como por ejemplo que los 2 picos de incidencia máxima coinciden con el grupo español27, que es otro de los rasgos característicos que nos hace sospechar en esta entidad. Como herramientas diagnósticas se utilizó el CURB-65 y el PSI, los cuales no discriminaron la gravedad de los pacientes, ya que un alto porcentaje se mantuvo entre puntaje 1-2, inclusive en los pacientes que fallecieron. De los reportes hasta la fecha la neumonía grave por influenza A H1N1, presenta una alta mortalidad, secundaria al SDRA de difícil manejo6,27. En este escenario realizamos este trabajo tomando en cuenta todas las estrategias descritas hasta el momento para el manejo del distrés respiratorio, mencionamos ventilación mecánica protectiva, balance hídrico, maniobras de reclutamiento, PEEP alto, ventilación prona y terapia con esteroides.

Esta estrategia es basada en los estudios publicados en los cuales se demuestra que el volumen de 6ml/kg de peso ideal definitivamente disminuye la mortalidad en el SDRA, al igual que la presión meseta menor o igual a 30cm/H2O28.

En cuanto a las maniobras de reclutamiento, nuestro manejo está basado en el estudio de Borges et al, cuyo objetivo fue el conseguir un reclutamiento pulmonar del 95%, corroborado por estudios tomográfico y gasométrico (con esta técnica se consiguió el objetivo en 24 de 26 pacientes). Al revisar detenidamente este estudio nosotros observamos que con una presión meseta entre 40-45cm/H2O y un PEEP de 25-30cm/H2O, ya se obtiene un reclutamiento del 90%, corroborado por estudio tomográfico. Es importante señalar que en este estudio, antes de iniciar su trabajo, los pacientes fueron reclutados con 40cm/H20 de CPAP por 40 segundos, sin conseguir los resultados con las maniobras que ellos plantearon inicialmente29. Por otro lado se ha publicado un estudio comparativo entre CPAP 40cm/H2O por 40 segundos, vs lo que se conoce como esight, por 15min, para lo cual se fijo 10cm/H2O del PEEP sobre el punto de inflexión inferior30. Basados en estos 2 trabajos nosotros planteamos esta maniobra d reclutamiento.

Otra de las controversias que existe es el manejo de fluidos, si bien el estudio que compara balance de líquidos liberal vs balance conservador, no demostró disminución de la mortalidad en el grupo de manejo conservador de fluidos, si se obtuvieron mejores índices de oxigenación, y menos días de ventilación mecánica, que en el grupo liberal14,31.

Respecto a los niveles de PEEP altos, es cierto los 2 grandes estudios, en los cuales se uso volumen corriente de 6ml/kg, (LOV, EXPRESS)11,12, no se demuestra una diferencia estadísticamente significativa en la mortalidad, sin embargo estos pacientes del grupo alto de PEEP, tuvieron menos terapias de rescate (ventilación prona, ECMO, ventilación de alta frecuencia oscilatoria), de ahí el planteamiento de este ensayo, ya que no disponemos de este tipo de tecnología en el país.

Por lo mencionado nosotros podemos concluir que el mayor reclutamiento depende tanto de la presión aplicada en la vía aérea, así como del tiempo que se mantiene dicha presión. Al no disponer todos los ventiladores de curva de presión volumen de bajo flujo y por facilidad del operador realizamos una combinación de estas técnicas, como se señala en materiales y métodos.

En el estudio de Borges una vez terminada la maniobra de reclutamiento se procede a una titulación del nivel PEEP basado en la oxigenación, lo cual tiene sentido para evitar el desreclutamiento pulmonar, que se logró con esta maniobra29 situación que no se la realizó en los estudios antes señalados.

Como estrategia para manejo de la hipoxemia refractaria se ha señalado el uso de la ventilación en posición prona, el trabajo de Gatinoni publicado 200132 no demostró en el grupo global una mejoría en la sobrevivencia, sin embargo en un estudio postanálisis de los pacientes más graves si demostró un beneficio. Posterior a esto Mancebo publicó un ensayo clínico en el que tampoco se demuestra diferencias estadísticas entre sobrevivientes y fallecidos, desgraciadamente a este estudio le falto poder estadístico, ya que hubo un incremento de la mortalidad del 17% en el grupo control33,34.

Basados en la revisión sistemática publicada en mayo 2009 sobre corticoides y SDRA se demostró la utilidad de dosis bajas de corticoide (metilprednisolona 1,5mg/kg/d) con un RR de 0,62 (IC 95% 0,43-0,91; p: 0,01), además que disminuye los días de ventilación mecánica y la estancia en UCI, y mejoría de la PaO2/FiO2. No se incrementó la tasa de infecciones, neuromiopatía o cualquier otra complicación severa35.

Basados en todos estos elementos, aplicamos una estrategia que involucró todas las variables mencionadas como son: volumen corriente bajo, presión meseta <a 30cm/H2O, maniobra de reclutamiento inicial, más titulación de PEEP, uso temprano de la ventilación prona, manejo conservador de líquidos y el uso de corticoides en dosis bajas, similar al empleado en otras series36.

 

Conclusiones

En un periodo de 2 meses, ingresaron 24 pacientes a la UCI, con la sospecha de infección de influenza A H1N1, todos los pacientes presentaron hipoxemia severa al ingreso, el 100% requirió ventilación mecánica, con una mortalidad en este grupo de pacientes ventilados invasiva y no invasiva del 16,6%, destacamos que la obesidad y la falla renal temprana fueron factores de riesgo para mortalidad.

 

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Dirección para correspondencia:
rogergustavo26@hotmail.com
(G. Paredes)

Recibido 18 Noviembre 2009
Aceptado 29 Marzo 2010

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