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Medicina Intensiva

versión impresa ISSN 0210-5691

Med. Intensiva vol.34 no.6  ago./sep. 2010

 

ARTÍCULO ESPECIAL

 

Indicadores de calidad en el síndrome coronario agudo para el análisis del proceso asistencial pre e intrahospitalario

Quality indicators in the acute coronary syndrome for the analysis of the pre- and in-hospital care process

 

 

F. Felices-Abada, J. Latour-Pérezb, M.P. Fuset-Cabanesc, M. Ruano-Marcoc, J. Cuñat-de la Hozc, F. del Nogal-Sáezd y Grupo Ariam*

aServicio de Medicina Intensiva, Hospital Universitario Reina Sofía, Murcia, España
bServicio de Medicina Intensiva, Hospital General Universitario, Elche, Alicante, España
cServicio de Medicina Intensiva, Hospital Universitario La Fe, Valencia, España
dServicio de Medicina Intensiva, Hospital Universitario Severo Ochoa, Madrid, España
* El listado de miembros de Grupo Ariam se presenta en el Anexo.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Se presenta un mapa de 27 indicadores para medir la calidad de la asistencia prestada a los pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) que son atendidos en el ámbito pre e intrahospitalario. Se incluyen indicadores de proceso técnicos (registro de los intervalos asistenciales, realización del ECG, monitorización y acceso venoso, evaluación de los riesgos pronóstico, hemorrágico y de mortalidad intrahospitalaria, empleo de técnicas de reperfusión y realización de ecocardiografía), indicadores de proceso farmacológicos (antiagregación plaquetaria, anticoagulación, trombolisis, administración de beta-bloqueantes, inhibidores de conversión de la angiotensina e hipolipemiantes) e indicadores de resultado (escalas de calidad de la atención prestada y mortalidad).

Palabras clave: Indicadores de calidad. Síndrome coronario agudo. Enfermo coronario crítico.


ABSTRACT

We present a map of 27 indicators to measure the care quality given to patients with acute coronary syndrome attended in the pre- and hospital area. This includes technical process indicators (registration of care intervals, performance of electrocardiogram, monitoring and vein access, assessment of prognostic risk, hemorrhage and in-hospital mortality, use of reperfusion techniques and performance of echocardiograph), pharmacological process indicators (platelet receptors inhibition, anticoagulation, thrombolysis, beta-blockers, angiotensin converting inhibitors and lipid lowering drugs) and outcomes indicators (quality scales of the care given and mortality).

Key words: Quality indicators. Acute coronary syndrome. Critically ill coronary patient.


 

Introducción

El uso de indicadores de calidad (IC) ha demostrado su utilidad como herramienta para medir la práctica asistencial y la efectividad de medidas establecidas para la mejora de la misma, permitiendo identificar y diseminar las mejores prácticas1-6. Existen antecedentes, en nuestro país y en el ámbito internacional, del uso de IC como herramienta para la mejora. La Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC) elaboró IC en el enfermo crítico7 y la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO) los ha desarrollado para evaluar la acreditación de centros sanitarios mediante el cumplimiento de estándares de calidad preestablecidos. Estudios recientes manifiestan que la monitorización de estos indicadores en determinadas áreas, tales como el infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardiaca o la neumonía, sirve para demostrar una mejora de la calidad asistencial a lo largo del tiempo en diferentes hospitales, especialmente en aquellos con peores resultados basales5,6,8. Otros estudios ponen de manifiesto la exactitud de los indicadores como elemento para la evaluación y mejora de la calidad en determinados ámbitos9-12. Al elaborar los IC en el síndrome coronario agudo (SCA), el objetivo primario del Proyecto ARIAM, del Grupo de Trabajo de Cuidados Intensivos Cardiológicos de la SEMICYUC, ha sido el desarrollo consensuado de indicadores clave en la atención del enfermo crítico con enfermedad coronaria aguda, cuestión importante si se recuerda que esta patología representa alrededor del 50% de los ingresos en un Servicio de Medicina Intensiva (SMI) polivalente. Como objetivo secundario nos planteamos el facilitar a todo el sistema sanitario que interviene en la atención (prehospitalario, urgencias, SMI y planta de hospitalización) un instrumento potente y fiable para la evaluación y desde aquí sentar las bases para abordar objetivamente el problema de la variabilidad en la atención al SCA, tan frecuente y de tanta transcendencia, en términos de morbimortalidad. Se estima que solamente entre el 10-20% de todas las prácticas médicas están basadas en la evidencia científica13 y además, con frecuencia, la adherencia a las guías de práctica clínica es escasa14.

Como valores añadidos a lo anteriormente expresado, consideramos que el análisis con IC introduce métodos de evaluación comunes que permiten unificar la medida, evaluar comparativamente (benchmarking), así como disponer de información que permita el desarrollo de planes de calidad (datos cuantitativos, objetivos, fiables y válidos) y disponer de un sistema que garantice la calidad total de la asistencia del enfermo crítico con SCA. En definitiva, este paso dado por el Proyecto ARIAM, pretende conformar un sistema básico de trabajo en evaluación y mejora de la calidad asistencial, que nos permitirá medir y evaluar de forma periódica y planificada (cortes anuales), los aspectos más relevantes en la asistencia al SCA.

 

Características de los IC

Las características de un sistema de monitorización basado en IC, se expresan de forma resumida en la tabla 1.

 

Apartados y definición de los indicadores

Según Donabedian la evaluación de la calidad asistencial puede basarse en el análisis de la estructura (análisis de calidad de los medios), el proceso (análisis de la calidad de los métodos) o los resultados (análisis de la calidad de los resultados)15. Las variaciones en la calidad de la estructura o del proceso revertirán en los resultados, de la misma manera que variaciones en los resultados deben reflejar una variabilidad en la calidad de la estructura y del proceso. Generalmente se asume que los datos relacionados con la evaluación del proceso son más sensibles como IC que los que se relacionan directamente con los resultados, ya que un resultado adverso no siempre se produce cuando existen errores en el proceso.

Los indicadores de estructura miden cómo está organizado y equipado el sistema de salud, observando si los recursos están disponibles y en condiciones para facilitar la atención al usuario. Evalúan los recursos (humanos, materiales, tecnológicos y financieros), la estructura organizativa y cómo diferentes servicios o unidades funcionales se integran en el hospital16. Los indicadores de proceso hacen referencia a qué hacemos o dejamos de hacer, fundamentalmente en el ámbito clínico, pero también pueden enfocarse a otros aspectos asistenciales relacionados con el paciente o con sus familiares. El seguimiento de la evidencia científica debe guiar nuestras actuaciones tanto por acción como por omisión.

Así, la mayoría de los indicadores elaborados evaluarían el proceso. A este respecto es importante destacar que no todo lo que hacemos tiene suficiente evidencia científica, y que además esta es variable en el tiempo. Organizaciones como la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO) y el Institute for Healthcare Improvement han establecido que la manera de mejorar la calidad en la atención del paciente crítico debe basarse en asegurar la calidad del proceso estableciendo medidas que permitan valorar de forma directa aquello que hacemos17.

Los indicadores de resultados tienen limitaciones, por la influencia de muchos factores, no siempre modificables por los profesionales, planteando algunos problemas en la valoración de la calidad. Los resultados tras un SCA dependen de factores propios de los pacientes (edad, sexo, factores de riesgo previo, comorbilidades), así como del tiempo de atención, gravedad, tratamientos instaurados, etc. Por tanto, los resultados en ocasiones pueden ser fruto del azar o de la naturaleza, más que de la asistencia proporcionada18. Por otro lado se plantea en qué momento medirlos para que reflejen con mayor precisión el valor de la asistencia prestada. La medición precoz puede adolecer de tiempo para percibir el valor de lo realizado. En una medición tardía, el resultado puede no depender de la asistencia, sino de otros aspectos y en todo caso, hay que contar con las posibilidades reales que tenemos de seguimiento de los pacientes. Con una visión integradora y realista, los indicadores de resultados propuestos son de mortalidad (precoz en el SMI y hospitalaria). La monitorización de indicadores relacionados con la seguridad del enfermo facilita el reconocimiento y permite identificar muchas de las condiciones latentes y efectos adversos de los fármacos administrados, tanto por comisión como por omisión, que pueden ocurrir en los SMI. Además puede identificar las causas y factores responsables mediante el registro de los mismos, la comparación de resultados y el desarrollo de estrategias encaminadas a disminuir el riesgo y mejorar la calidad en la atención de nuestros pacientes1,19-21.

 

Metodología de trabajo

Para diseñar un mapa de IC en la asistencia urgente al SCA, se formó un grupo de trabajo integrado por los autores del presente documento, que empezaron a trabajar a partir de una propuesta que uno de ellos había realizado un año antes. Se manejaron diversos documentos relativos al control de la calidad asistencial mediante indicadores, redactados por otras sociedades o expertos en el tema, se revisaron guías clínicas, protocolos y consensos en el ámbito del SCA, documentos que han quedado reflejados en la bibliografía. El diseño de cada indicador contempló la descripción de los diferentes apartados que aseguran su validez y fiabilidad siguiendo una plantilla de uso habitual para expresar los IC, y que es el modelo que se ha seguido para desarrollar los 27 indicadores propuestos. Estos apartados se definen en la tabla 2.

En el grupo de trabajo se intercambiaron documentos y se fueron construyendo borradores sucesivos que se enviaron, discutieron, corrigieron y ampliaron progresivamente por correo electrónico y se celebraron 2 reuniones presenciales. Conseguido un manuscrito provisional, se remitió a finales de septiembre de 2009 a 4 consultores, expertos en el campo de la medicina intensiva, que realizaron sus enmiendas y las discutieron entre ellos y los autores, para luego incorporar al documento las correcciones que se consideraron oportunas. Asimismo, se eliminaron por consenso algunos de los indicadores.

 

Resultados

De acuerdo con las bases expuestas previamente, se han elaborado 25 indicadores de proceso para evaluar la calidad de la asistencia prestada a los pacientes con SCA atendidos en los servicios de urgencias (extrahospitalarios y hospitalarios), en el propio SMI y en la planta de hospitalización y 2 indicadores de resultado. Los indicadores de proceso se han clasificado en 2 grupos (técnicos y farmacológicos) para diferenciar con claridad los procedimientos no farmacológicos de la administración de fármacos. Estos indicadores se enuncian en la tabla 3.

 

Atención prehospitalaria

Es aquella que se realiza fuera del hospital y en el intervalo de tiempo trascurrido desde el contacto presencial del paciente con el sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112) y la llegada al hospital.

 

Indicador N.o 1. Registro del intervalo del tiempo de acceso a la asistencia. Tiempo desde el comienzo del dolor/síntomas hasta el primer contacto con el sistema sanitario

Dimensión/área. Adecuación, efectividad, eficacia, accesibilidad.

Justificación. El diagnóstico y el tratamiento precoz en el SCA son fundamentales para la disminución de la morbimortalidad. Existe un elevado riesgo de muerte durante la fase aguda del SCA y así, aproximadamente un 33% de los pacientes con infarto de miocardio en curso fallecen antes de llegar al hospital22. Este indicador mide el tiempo desde inicio de síntomas (dolor torácico/síntomas que movilizan al paciente) hasta la primera atención sanitaria por el médico de familia, centro de salud o por el sistema de emergencias (SEM 112).

Formato. Tiempo (minutos) en media, mediana y p 25 y 75.

Explicación de términos. El intervalo dolor/síntomas hasta el primer contacto con el sistema sanitario es independiente de la bondad de la estructura asistencial. Podría modularlo la educación sanitaria pero, como es obvio, depende fundamentalmente del paciente y su entorno.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA sin exclusiones y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de cabecera, Centro de Salud o SEM 112).

Exclusiones. Pacientes que acuden al hospital por medios propios y los que procedan de planta de hospitalización del propio centro.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (se debe medir en todos los casos).

 

Indicador N.o 2. Demora en la realización del ECG

Dimensión/área. Riesgo, efectividad, eficacia, adecuación, accesibilidad, continuidad.

Justificación. El ECG es «el centro del diagnóstico y el primer paso en el proceso de toma de decisiones», por lo que debe de realizarse a todo paciente con sospecha clínica de padecer un dolor torácico de origen isquémico (SCA) en menos de 10min desde el contacto del paciente con la primera asistencia sanitaria18. Esta prueba es esencial para clasificar a los pacientes como SCA con elevación del segmento ST persistente (SCACEST) o sin elevación de ST (SCASEST). Esta clasificación tiene una importante implicación terapéutica: en el primer caso la eficacia del tratamiento de reperfusión es muy dependiente de la rapidez de inicio (eficacia tiempodependiente), mientras que en el SCASEST es necesario iniciar precozmente el tratamiento antiplaquetario y antitrombótico23,28,29,86.

Formato. Los tiempos de demora o retraso se miden en minutos como media y mediana (con p 25 y 75).

Explicación de términos. La demora en la realización del ECG se contabiliza desde el contacto del sistema sanitario con el paciente hasta la realización del ECG.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA sin exclusiones y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (a todos los pacientes se le debe realizar en menos de 10min desde el primer contacto médico).

Comentarios. El ECG proporciona una indicación directa del estado cardiaco del paciente.

 

Indicador N.o 3. Monitorización

Dimensión/área. Adecuación, continuidad, seguridad (sin riesgo), efectividad, eficacia.

Justificación. Esta actuación queda enmarcada en «el primer paso en el proceso de toma de decisiones», por lo que debe realizarse a todo paciente con sospecha clínica de padecer un dolor torácico de origen isquémico (SCA), con ECG patológico. La monitorización se iniciará lo antes posible en todos los pacientes para detectar arritmias graves y potencialmente mortales.

Explicación de términos. La monitorización consiste en la colocación de electrodos en el pecho y conexión a un desfibrilador/monitor de cabecera.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA sin exclusiones y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

Comentarios. Aproximadamente un tercio de la mortalidad global del SCA ocurre en el ámbito prehospitalario22 y en más del 90% de los casos esta mortalidad precoz es producida por una fibrilación ventricular (FV).

 

Indicador N.o 4. Colocación de un acceso venoso

Dimensión/área. Adecuación, continuidad, seguridad (sin riesgo), efectividad, eficacia.

Justificación. Esta actuación queda enmarcada en «el primer paso en el proceso de toma de decisiones», por lo que debe realizarse a todo paciente con sospecha clínica de padecer un dolor torácico de origen isquémico (SCA), con ECG patológico ya que frecuentemente es necesario administrar analgesia y/o fármacos intravenosos18.

Explicación de términos. El acceso venoso puede ser periférico o central.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA sin exclusiones y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Indicador N.o 5. Registro de los intervalos de asistencia hasta la llegada a urgencias hospitalarias

5.1. Intervalo dolor/síntomas; llegada a urgencias hospitalarias en pacientes cuyo modo de acceso sea a través del sistema sanitario.

5.2. Intervalo contacto con el sistema sanitario; llegada a urgencias hospitalarias (mismo grupo de pacientes).

5.3. Intervalo dolor/síntomas; llegada a urgencias hospitalarias en pacientes que acceden por medios propios.

Dimensión/área. Adecuación, seguridad (sin riesgo), efectividad, eficacia, accesibilidad, continuidad asistencial.

Justificación. El diagnóstico y el tratamiento precoz en el SCA son fundamentales para la disminución de la morbimortalidad. El primer indicador mide el tiempo desde el inicio del dolor/síntomas por los que el paciente decide solicitar ayuda hasta la llegada a urgencias del hospital en pacientes que son transportados por ambulancia convencional o por el SEM 112. El segundo mide el tiempo desde el contacto con el sistema sanitario hasta la llegada a urgencias del hospital en el mismo grupo de pacientes.

Formato. Tiempo en media, mediana y p 25 y 75.

Explicación de términos. Ambulancia convencional: realiza únicamente soporte vital básico (SVB). SEM 112: sistema de emergencias médicas 112 (realiza SVB y soporte vital avanzado-SVA). Medios propios: coche o vehículo privado; taxi, autobús y otros.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA.

Exclusiones. Ninguna.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (se debe medir en todos los casos).

 

Indicador N.o 6. Antiagregación plaquetaria con AAS

Dimensión/área. Riesgo, efectividad.

Justificación. Cuatro estudios clínicos han demostrado de forma consistente que el AAS reduce la muerte o el IM en pacientes con angina inestable25,47-49. Dos metaanálisis han puesto de manifiesto una reducción desde el 46 hasta el 53% en la tasa de episodios vasculares50 y se ha señalado que una dosis de 75-150mg de AAS es tan efectiva como dosis mayores. Además, el coste del fármaco es del todo asumible7.

Explicación de términos. Tras la dosis inicial de carga se continúa con dosis de mantenimiento (100-300mg/d) durante toda la fase aguda. No se ha demostrado una relación firme entre la dosis y la eficacia. Se recomiendan dosis iniciales de 160-325mg de AAS sin cubierta entérica para minimizar el retraso en la inhibición de la COX-150. Las hemorragias gastrointestinales aumentan con dosis más altas. En el estudio CAPRIE, la tasa de hemorragias gastrointestinales que condujo a la interrupción del tratamiento con AAS fue del 0,93%51. La hipersensibilidad («alergia») al AAS es rara (0,2-0,7%) y más aún las reacciones más graves como el shock anafiláctico28.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Exclusiones. Pacientes con contraindicación por alergia al fármaco.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Indicador N.o 7. Administración de vasodilatadores coronarios: nitroglicerina sublingual (NTG SL)

Dimensión/área. Riesgo, efectividad, adecuación.

Justificación. El uso de nitratos se basa en consideraciones fisiopatológicas y en la experiencia clínica26-28, aunque se carece de ensayos clínicos de entidad que sustenten la indicación. Su uso i.v. solo se recomienda si dolor persistente, insuficiencia cardiaca izquierda o HTA, en ausencia de contraindicaciones. Además, el coste de la NTG es del todo asumible7.

Explicación de términos. Administración sublingual (0,4mg cada 5min, hasta 3 dosis).

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Exclusiones. Pacientes con contraindicación por hipotensión (PA sistólica< de 90mmHg); bradicardia<50l/m; taquicardia >100l/m; infarto inferior con afectación del ventrículo derecho y aquellos enfermos que han tomado recientemente inhibidores selectivos de la fosfodiesterasa -PDE-5, tales como sildenafilo, vardenafilo o tadalafilo debido al riesgo de vasodilatación profunda y caída de la presión arterial en los casos de administración concomitante.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Indicador N.o 8. SCACEST. Trombolisis prehospitalaria realizada por el SEM 112 en las primeras 2h de evolución del infarto

Dimensión/área. Riesgo, efectividad.

Justificación. La administración precoz de tratamiento trombolítico en el SCACEST disminuye el tamaño del infarto, mejora la función ventricular residual y reduce la morbimortalidad29. Durante las 2 primeras horas de evolución, el tiempo hasta la revascularización es crítico para salvar miocardio: en ausencia de contraindicaciones, si no se puede realizar precozmente una angioplastia primaria, se debe realizar una trombolisis.

Explicación de términos. Tiempo inicio síntomas contacto con el SEM 112. Intervalo de tiempo transcurrido desde el comienzo del dolor hasta la llegada del SEM 112. Trombolisis: administración i.v. de un agente activador tisular del plasminógeno (t-PA), mediante alguna de las pautas establecidas (doble bolo, infusión acelerada o bolo único de TNK-tPA ajustado a peso).

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCACEST (elevación persistente del segmento ST superior a 2mm en 2 o más derivaciones) atendidos por el SEM 112 y en los que se prevea un tiempo de transporte alto (mayor de 90min).

Exclusiones. Pacientes con contraindicación absoluta o relativa para la trombolisis. Pacientes a quienes se decida ingresar o derivar para realizar angioplastia coronaria transluminal percutánea primaria (ACTP-P).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 70%.

Comentarios. Las contraindicaciones absolutas y relativas para la trombolisis se expresan en la tabla 4 29.

 

Indicador N.o 9. Escala de calidad de la atención prehospitalaria prestada

Dimensión/área. Efectividad, adecuación, riesgo, continuidad de la asistencia.

Justificación. Es una escala de puntuación elaborada por consenso en el Grupo ARIAM24 que recoge las posibles actuaciones básicas en este tipo de pacientes (tabla 5), tanto para IC no farmacológicos (realización de ECG, monitorización, acceso venoso y transporte urgente al hospital), como farmacológicos [administración de antiagregación con AAS, vasodilatadores (NTG sublingual), otra medicación intravenosa como analgésicos opiáceos, oxígeno si disnea o signos de insuficiencia cardiaca y tranquilizantes en pacientes muy ansiosos].

Formato. Se contabilizan el número de actuaciones básicas en la atención prehospitalaria y se clasifica como atención óptima o inadecuada en función del valor alcanzado.

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de sospecha de SCA y cuyo modo de acceso al hospital sea a través del sistema sanitario (médico de familia, centro de salud o SEM 112).

Exclusiones. Ninguna.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. >de 5 puntos.

Comentarios. Como todas las actuaciones relacionadas con medidas básicas no son necesarias en todos los pacientes (por ejemplo los tranquilizantes no son necesarios siempre porque en la mayoría de los casos los opiáceos son suficientes, o el oxígeno solo está realmente indicado si hay disnea o signos de insuficiencia cardiaca), hemos considerado que la asistencia es óptima con una puntuación de 5 o superior (indicaciones IA) y como atención inadecuada a aquella que no alcanza la puntuación referida.

 

Atención en urgencias hospitalarias

Es aquella que se realiza en las urgencias del centro sanitario y en el intervalo de tiempo transcurrido desde el ingreso del paciente hasta su transferencia e ingreso en el SMI. Se evalúan en esta área asistencial los indicadores números 2-4, 6, 7 y 9, para pacientes que acceden por medios propios, ya que urgencias es el primer contacto de este grupo de enfermos con el sistema sanitario. Se mide también el intervalo de asistencia del indicador 5,3 (dolor llegada a urgencias). La exclusión común para todos los indicadores en urgencias es que el enfermo sea dado de alta a otro centro o solicite el alta voluntaria.

 

Indicador N.o 10. Realización de trombolisis precoz intrahospitalaria a pacientes con SCACEST de menos de 2h de evolución del infarto

Dimensión/área. Riesgo, efectividad, eficacia.

Justificación. La administración precoz del trombolítico en el SCACEST disminuye el tamaño del infarto, mejora la función ventricular residual y reduce la morbimortalidad29. Durante las 2 primeras horas de evolución, el tiempo hasta la revascularización es crítico para salvar miocardio: en ausencia de contraindicaciones, si no se puede realizar precozmente una angioplastia primaria, se debe realizar una trombolisis (en Urgencias o en el SMI) con un tiempo puerta-aguja inferior a 30 minutos.

Explicación de términos. Tiempo inicio síntomas-ingreso en urgencias. Intervalo de tiempo transcurrido desde el comienzo del dolor hasta el ingreso en urgencias del hospital. Trombolisis: administración intravenosa de un agente activador tisular del plasminógeno (t-PA), mediante alguna de las pautas establecidas (doble bolo, infusión acelerada o bolo único de TNK-tPA ajustado a peso).

Población. Todos los enfermos con dolor torácico y diagnóstico de SCACEST (elevación persistente del segmento ST superior a 2mm en 2 o más derivaciones) de menos de 2 horas de evolución.

Exclusiones. Pacientes con contraindicación absoluta o relativa para la trombolisis. Pacientes a quienes se decida ingresar o derivar para realizar ACTP primaria.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

Comentarios. Ver contraindicaciones absolutas y relativas en la tabla 4.

 

Atención en el servicio de medicina intensiva (SMI)

Es aquella que se realiza en el SMI en el intervalo de tiempo transcurrido desde el ingreso del paciente hasta el fallecimiento o el alta a la planta de hospitalización. La exclusión común para todos los indicadores es que el enfermo sea dado de alta a otro centro o solicite el alta voluntaria.

 

Indicador N.o 11. Evaluación del riesgo pronóstico del proceso SCACEST y SCASEST

Dimensión/área. Riesgo, efectividad.

Justificación. Hecho el diagnóstico, es el segundo paso de importancia crucial en proceso de toma de decisiones para la terapia30. En general, se ha aceptado ampliamente para los pacientes con SCASEST, pero también se va asumiendo en el SCACEST y así se señala claramente en las guías de práctica clínica28,29. Las razones fundamentales para la valoración del riesgo son las siguientes: a) facilita la toma de decisiones y permite un adecuado análisis de la mortalidad al posibilitar la homogeneización para el tratamiento en grupos de alto y bajo riesgo; b) es una herramienta de análisis e interpretación de resultados con la posibilidad de detectar la infrautilización de ciertos tratamientos en grupos de alto riesgo (por ejemplo, la utilización de inhibidores de la glicoproteína IIb/IIIa); c) la no utilización de la estratificación del riesgo es uno de los motivos que genera la disociación entre ensayos clínicos y la práctica clínica. A pesar de que no existen dudas sobre la utilidad y necesidad de esta evaluación, sí puede ser un punto de controversia el emplear una u otra escala de las validadas, ya que la escala TIMI ha recibido críticas metodológicas (las 7 variables de riesgo fueron seleccionadas por análisis de regresión logística multivariante, asignando 1 punto a cada factor de riesgo) y además infravalora la diabetes como variable predictiva independiente, cuando los diabéticos se configuran como los pacientes que más se benefician, en términos de mortalidad, del empleo de los anti IIb/IIIa31.

Hemos optado por una escala mixta a la que llamamos «escala de riesgo TIMI ampliada»32 que subsana los defectos de la escala TIMI clásica al registrar los patrones ECG de alto riesgo que identifican lesiones proximales de la arteria culpable (y por tanto, mayor o menor «área en riesgo») y las arritmias graves como la FV; además, valora la presencia de insuficiencia cardiaca, muy relacionada con la mortalidad hospitalaria y da importancia a la presencia de diabetes como variable predictiva independiente. También contempla la positividad del biomarcador troponina, indicativa de lesión celular miocárdica. Los criterios de alto riesgo que se proponen son la presencia de uno o más de los siguientes:

SCACEST:

• Escala TIMI igual o mayor de 4 puntos.

• Presencia de algún patrón ECG de alto riesgo sugestivo de afectación proximal de la arteria responsable:

a) Descendente anterior (DA) proximal a 1.a septal/1.a diagonal; b) DA distal a la 1.a diagonal; c) coronaria derecha (CD); d) bloqueo completo de rama izquierda (BCRI) nuevo; e) FV primaria.

• Bloqueo auriculoventricular (A-V) de alto grado.

• Existencia de insuficiencia cardiaca (Killip II a IV).

SCASEST:

• Escala TIMI igual o mayor de 4 puntos.

• Presencia de algún patrón ECG de alto riesgo:

a) Descenso del ST > 2mm en más de 2 derivaciones; b) Descenso de generalizado de ST+ ascenso en aVR (afectación de tronco); c) ascenso de ST transitorio «sugestivo» de afectación proximal de la arteria responsable; d) bloqueo A-V de alto grado; e) FV primaria.

• Existencia de insuficiencia cardiaca (Killip II a IV).

• Diabetes o elevación del biomarcador troponina.

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCA ingresados en el SMI, sin exclusiones.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (la evaluación del riesgo debe hacerse en todos los casos).

 

Indicador N.o 12. Evaluación del riesgo hemorrágico

Dimensión/área. Riesgo, efectividad.

Justificación. La prevención de las hemorragias se ha convertido en un objetivo tan importante como la prevención de los episodios isquémicos, ya que las hemorragias son las complicaciones no isquémicas más frecuentemente observadas en el manejo de los SCA y se relacionan con mayor mortalidad28. Los predictores independientes de hemorragias mayores del registro GRACE (edad avanzada, sexo femenino, antecedentes de hemorragias, valores basales de hemoglobina/hematocrito, presión arterial media y la disfunción renal medida por la concentración de creatinina sérica o bien por la tasa de filtración glomerular, calculada por la ecuación de Cockcroft-Gault) clasifican a los pacientes como de alto o bajo riesgo hemorrágico33.

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCA ingresados en el SMI, sin exclusiones.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (la evaluación del riesgo hemorrágico debe hacerse en todos los casos).

 

Indicador N.o 13. Evaluación del riesgo de mortalidad intrahospitalaria (escala GRACE)

Dimensión/área. Riesgo, efectividad.

Justificación. La clasificación de riesgo GRACE se basa en una población grande no seleccionada de un registro internacional del espectro completo de pacientes con SCA. Los factores de riesgo se derivaron con un factor predictor independiente para las muertes intrahospitalarias y muertes después del alta a los 6 meses34-36. En el cálculo se incluyen variables clínicas, de ECG y de laboratorio, fáciles de evaluar, como la edad FC, PAS, la concentración sérica de creatinina, la clase Killip al ingreso, la depresión del segmento ST y la elevación de los biomarcadores cardiacos.

Fórmula/formato. Porcentaje de pacientes en los que se mide la escala de factores GRACE modificada a criterio cualitativo (bajo/intermedio/alto).

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCASEST ingresados en el SIM, sin exclusiones.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% (la evaluación del riesgo de mortalidad hospitalaria debe hacerse en todos los casos).

Comentarios. Los modelos del estudio GRACE tienen muy buen poder discriminativo, pero su complejidad requiere de herramientas informáticas especiales que realicen el cálculo automáticamente al introducir las variables. En la tabla 6 se exponen las 3 categorías de riesgo GRACE (bajo, intermedio y alto) para mortalidad hospitalaria y a los 6 meses.

 

Indicador N.o 14. Empleo de técnicas de reperfusión en pacientes con SCACEST

Dimensión/área. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La reperfusión utilizando un tratamiento trombolítico o ACTP primaria, disminuye el tamaño del infarto, mejora la función ventricular y reduce la morbimortalidad de los pacientes con SCACEST29. Representa el tercer paso en el proceso de toma de decisiones.

Explicación de términos. Reperfusión es la apertura de «la arteria culpable» del SCACEST, mediante un medio farmacológico o mecánico.

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCACEST con indicación de revascularización, ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes con SCACEST evolucionado (>12h desde el inicio del cuadro) y aquellos en los que se decida limitación del esfuerzo terapéutico (LET).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 70%.

 

Indicador N.o 15. Tiempo puerta aguja para pacientes trombolisados

Dimensión/área. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La administración de un tratamiento trombolítico en el SCACEST cuando está indicado, disminuye el tamaño del infarto, mejora la función ventricular y reduce la morbimortalidad29. Representa el tercer paso en el proceso de toma de decisiones. La entidad de la reducción del área necrótica y el éxito de la lisis del trombo se ven favorecidas por la administración precoz del fármaco.

Explicación de términos. Tiempo puerta aguja: intervalo de tiempo desde el ingreso del paciente en el centro sanitario (puerta) hasta que se inicia el tratamiento trombolítico (aguja). Los tiempos se miden en minutos y se expresan como media, mediana y p 25 y 75.

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCACEST en los que se realiza trombolisis.

Exclusiones. Pacientes en los que se decida limitación del esfuerzo terapéutico (LET).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 90%.

 

Indicador N.o 16. ACTP primaria precozmente realizada. Registro de los tiempos de demora hasta la realización de la técnica

a. Tiempo primer contacto médico balón.

b. Tiempo puerta balón

Dimensión/área. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La ACTP primaria representa el tercer paso en el proceso de toma de decisiones. Tratamiento de elección (IA) si lo realiza un equipo experimentado y precozmente tras el primer contacto médico (PCM) ya que la entidad de la reducción del área necrótica es tanto mayor cuanto antes se logre la reperfusión29. Los criterios de la SEC29 señalan un intervalo desde el PCM hasta la dilatación del balón<2h, en todos los casos, y un tiempo puerta balón<90min, sobre todo para aquellos pacientes que llegan pronto al hospital con un infarto extenso.

Explicación de términos. ACTP primaria. Requiere enviar al paciente a la sala de hemodinámica, la realización de CNG y la aplicación de la técnica en función de los hallazgos. Tiempo PCM balón: tiempo desde el primer contacto médico y el inflado del balón durante la angioplastia. Tiempo puerta balón: tiempo desde la llegada del paciente al hospital y el inflado del balón durante la angioplastia. Los tiempos se miden en media, mediana y p 25 y 75.

Población. Todos los enfermos con diagnóstico de SCACEST a quienes se realice ACTP primaria.

Exclusión. Pacientes en quienes se decida LET.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar (para ambas fórmulas). 100% de los casos.

Comentarios. El papel de la ACTP durante las primeras horas del SCACEST puede dividirse en primaria, combinada o facilitada y de rescate (que se realiza si ha habido fracaso en la reperfusión farmacológica). La Sociedad Europea de Cardiología (ESC) ha publicado una guía de práctica clínica que cubre todas las indicaciones de la angioplastia37.

 

Indicador N.o 17. Realización de coronariografía en pacientes inestables graves con SCASEST

Dimensión/área. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La angiografía coronaria debe planificarse lo antes posible (estrategia invasiva urgente) en pacientes inestables graves en el momento del ingreso o después cuando se presenta la complicación. Estos pacientes son un 2-15% de los ingresados con SCASEST38-40.

Explicación de términos. Indicación de CNG en pacientes inestables graves y no estabilizados con el tratamiento farmacológico actual: angina recurrente y grave, cambios importantes en el ECG o dinámicos, arritmias mayores o insuficiencia cardiaca.

Población. Todos los enfermos con diagnóstico de SCASEST inestables.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% de los casos.

Comentarios. Diversos estudios41-43 han comparado la estrategia invasiva sistemática precoz frente a la estrategia invasiva selectiva para pacientes inestables graves, con resultados que muestran un mayor riesgo precoz durante la hospitalización con la primera estrategia (muerte e infarto de miocardio), aunque se produce un efecto beneficioso significativo a largo plazo (2-5 años de seguimiento) en angina recurrente, rehospitalización, muerte e infarto de miocardio. Más recientemente44 una revisión de los estudios clínicos más contemporáneos por la Cochrane Collaboration ha confirmado las observaciones iniciales obtenidas por Mehta et al43. Los resultados del estudio ICTUS45 ponen en entredicho el paradigma de un mejor resultado clínico con la estrategia invasiva sistemática precoz. De acuerdo con estos resultados, la evidencia disponible actualmente no exige un enfoque sistemático de angiografía inmediata en los pacientes con SCASEST estabilizados con el tratamiento farmacológico contemporáneo.

 

Indicador N.o 18. Realización de ecocardiografía

Dimensión. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La ecografía transtorácica (ET) es una técnica no invasiva, de rápida realización y total fiabilidad, que se realiza a la cabecera del enfermo y que ha supuesto una auténtica revolución como método diagnóstico en múltiples especialidades médicas y también en Medicina Intensiva, especialmente en los pacientes coronarios. La ET es una herramienta diagnóstica fundamental y debe ser realizada para valorar el alcance del daño miocárdico. La función sistólica ventricular izquierda, evaluada mediante la medición de la FE es una variable pronóstica muy importante en pacientes con SCA que se puede determinar de forma fácil y precisa mediante esta técnica. En manos experimentadas la ET puede además detectar durante la fase aguda de isquemia, una posible hipocinesia transitoria localizada o acinesia en segmentos de la pared ventricular izquierda, con motilidad normal de la pared cuando se resuelve la isquemia. Además se puede realizar el diagnóstico de insuficiencia cardiaca mediante la determinación del flujo transmitral y el diagnóstico diferencial con pericarditis, estenosis aórtica, disección aórtica, embolia pulmonar, miocardiopatía hipertrófica y complicaciones mecánicas asociadas al SCA como la regurgitación mitral, la comunicación interventricular y el taponamiento cardiaco29,46. Por lo tanto, la ET debe realizarse de forma sistemática en la UCI y es un importante complemento en la toma de decisiones terapéuticas. Además tiene, como ventaja adicional, el disponer de documento objetivo de la fase aguda muy útil como parámetro de control.

Explicación de términos. Determinación de la fracción de eyección (FE en porcentaje), utilizando un ecocardiógrafo con sonda transtorácica.

Población. Todos los enfermos con el diagnóstico de SCA ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes con infarto de miocardio evolucionado sin insuficiencia cardiaca y aquellos en los que se decida LET.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% de los casos.

 

Indicador N.o 19. Administración de tienopiridinas

Dimensión. Riesgo. Efectividad. Adecuación.

Justificación. La administración de inhibidores de la agregación plaquetaria mediada por difosfato de adenosina (ADP) disminuye la morbimortalidad de los enfermos con SCA al evitar la progresión del proceso, reduciendo el riesgo isquémico o de eventos vasculares (isquemia persistente, infarto de miocardio, muerte de origen cardiovascular o ACV). El beneficio se produce precozmente y es constante en todos los grupos de riesgo (bajo y alto). Tras la dosis inicial, se debe continuar con dosis de mantenimiento durante toda la fase aguda. Además, el coste de los antiagregantes plaquetarios es del todo asumible7,52,53,87.

Explicación de términos. Dosis de carga inicial: 300mg (600mg cuando se quiere conseguir un efecto más rápido de la acción). Dosis de mantenimiento: 75mg/d.

Población. Enfermos con diagnóstico de SCA (SCASEST y SCACEST) ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes con riesgo hemorrágico alto. Pacientes tratados con Prasugrel en la sala de hemodinámica.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% de los casos.

 

Indicador N.o 20. Antiagregación plaquetaria con inhibidores del receptor de la glicoproteina IIb/IIIa en pacientes con SCASEST de alto riesgo

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. Los inhibidores del receptor de la glicoproteina IIb/IIIa actúan bloqueando la vía final común de la activación plaquetaria uniéndose al receptor del fibrinógeno y, en condiciones de estrés por cizallamiento, al factor de Von Willebrand, con lo que inhiben la formación de puentes de unión entre las plaquetas activadas. Los 3 inhibidores del receptor de GP IIb/IIIa disponibles (tirofibán, eptifibatida y abciximab), se han probado en estudios clínicos en los que no estaba recomendada una estrategia invasiva, demostrándose una reducción significativa del 9% del riesgo de muerte e IM a los 30 días con el tratamiento54. Esta reducción del riesgo tuvo concordancia entre los múltiples subgrupos y fue particularmente evidente en los pacientes de alto riesgo (depresión del segmento ST, diabéticos y con troponinas elevadas) y en los sometidos a intervencionismo coronario percutáneo (ICP) durante la hospitalización inicial.

Explicación de términos. Alto riesgo definido por uno o más de los siguientes criterios:

1. Escala TIMI igual o mayor de 4 puntos.

2. Presencia de algún patrón ECG de alto riesgo: a) descenso del ST >2mm en más de 2 derivaciones; b) Descenso de generalizado de ST+ascenso en aVR (afectación de tronco); c) ascenso de ST transitorio «sugestivo» de afectación proximal de la arteria responsable; d) bloqueo A-V de alto grado; e) FV primaria.

3. Presencia de insuficiencia cardiaca (Killip II a IV).

4. Diabetes o elevación del biomarcador troponina.

Población. Enfermos con diagnóstico de SCASEST ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes de bajo riesgo y con troponinas negativas, en donde se ha demostrado que no tienen efecto. Pacientes de alto riesgo hemorrágico tratados con doble antiagregación (donde el riesgo/beneficio es custionable).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100% de los casos.

Comentarios. El uso de inhibidores del receptor de GP IIb/IIIa se asoció a un aumento de las complicaciones hemorrágicas mayores, aunque no se produjo un aumento significativo en las hemorragias intracraneales54. Los pacientes que reciban un tratamiento inicial con eptifibatida o tirofibán previo a la angiografía deben mantener el mismo tratamiento durante y después de la ICP (IIa-B). En pacientes de alto riesgo no pretratados con inhibidores del receptor de GP IIb/IIIa que vayan a someterse a ICP, se recomienda administrar abciximab inmediatamente después de la angiografía (I-A). El uso de eptifibatida y tirofibán en este contexto está menos establecido (IIa-B)28.

 

Indicador N.o 21. Anticoagulación

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. Los anticoagulantes se utilizan para inhibir la generación o actividad de la trombina y, de esta forma, reducir los episodios relacionados con la formación de trombos. Se trata de un tratamiento coadyuvante en el SCASEST, cuyo objetivo es evitar la progresión del proceso, reduciendo el riesgo isquémico o de eventos vasculares (isquemia persistente, infarto de miocardio, muerte de origen cardiovascular o ACV). Hay evidencias que demuestran que la anticoagulación como estrategia combinada con la antiagregación plaquetaria, es más efectiva que cualquiera de ellas por separado55,56. Además, el coste de los anticoagulantes es del todo asumible7. En el SCACEST el uso sistemático de la anticoagulación solo puede exigirse en aquellos pacientes a quienes se ha administrado un trombolítico con t-PA y derivados o presentan alto riesgo tromboembólico, como FE baja, fibrilación auricular, etc29,30.

Explicación de términos. Anticoagulantes: como existen varios regímenes utilizados para la anticoagulación y su elección depende de la estrategia inicial (invasiva o conservadora), la anticoagulación se considera realizada si los pacientes reciben alguno de los regímenes recomendados, bien sea una antitrombina indirecta [heparina sódica o no fraccionada, HNF (en infusión i.v.) o un anti-factor X activado (heparina de bajo peso molecular, HBPM) o fondaparinux, con inyección subcutánea].

Población. Enfermos ingresados en el SMI con diagnóstico de SCASEST y SCACEST tratados con trombolisis.

Exclusiones. Pacientes en tratamiento activo con antivitaminas K.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Indicador N.o 22. Administración de betabloqueantes (BB) en pacientes con SCA

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. Los BB son fármacos antiisquémicos que actúan fundamentalmente sobre los receptores beta 1 e inhiben de forma competitiva los efectos que sobre el miocardio ejercen las catecolaminas circulantes, disminuyendo así el consumo de oxígeno. Se ha demostrado que el tratamiento con BB se asocia a un 13% de reducción relativa en el riesgo de progresión del SCASEST hacia infarto de miocardio, aunque sin efecto significativo sobre la mortalidad57,58. El beneficio del tratamiento indefinido con bloqueadores beta tras el SCACEST está bien establecido29. El coste de los BB es del todo asumible7.

Población. Enfermos con diagnóstico de SCA ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes que no presenten contraindicaciones para los BB en la fase aguda: a) alergia al fármaco; b) historia de asma bronquial; c) insuficiencia cardiaca congestiva (Killip II-IV); d) «aturdimiento miocárdico» (FE<45%, medida por ecocardiografía, con signos de insuficiencia cardiaca); e) hipotensión arterial (PAS<90mmHg); f) bradicardia (FC<de 55l/m); g) cualquier alteración de la conducción aurículo ventricular.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 90%.

 

Indicador N.o 23. Administración de inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA)

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. Los IECA son beneficiosos para reducir el remodelado ventricular y mejorar la supervivencia de los pacientes con función sistólica ventricular izquierda reducida (FE:<40%, con o sin insuficiencia cardiaca clínica), diabetes o HTA59-61. Estudios posteriores a esta primera indicación, mostraron que los IECA tenían efecto antiaterogénico en pacientes con factores de riesgo de aterosclerosis o enfermedad arterioesclerótica establecida, independientemente de la función ventricular izquierda y más allá de su efecto sobre la presión arterial62,63,64. En este contexto los IECA han demostrado una reducción del riesgo de muerte a los 4 años de hasta un 14%65-67. El coste de los IECA es del todo asumible7.

Explicación de términos. Indicaciones en la fase aguda: a) función sistólica ventricular izquierda reducida (40%), con o sin insuficiencia cardiaca clínica y b) pacientes con diabetes, hipertensión o enfermedad renal crónica.

Población. Enfermos con diagnóstico de SCA ingresados en el SMI que presenten indicación para los IECA.

Exclusiones. Pacientes en los que los IECA están contraindicados por PAS menor de 100mmHg o caída de más de 30mmHg respecto a la basal, angioedema o estenosis bilateral de la arteria renal.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

Comentarios. Las dosis de los IECA pueden ser muy variables, dependiendo de la respuesta del paciente e incluso del tipo de IECA administrado.

 

Indicador N.o 24. Administración de hipolipemiantes

Dimensión. Riesgo. Efectividad. Adecuación. Continuidad de la asistencia.

Justificación. Los inhibidores de la HMG CoA-reductasa (estatinas) tienen beneficios demostrados en el SCA (descenso del cLDL; propiedades antioxidantes, mejora de la función endotelial, reducción del componente inflamatorio y efecto antiplaquetario), con mínimos efectos adversos68,69,72. La administración de hipolipemiantes reduce el riesgo de muerte o evento cardiovascular relevante en un 16% y consigue el objetivo de reducir los niveles de cLDL<de 70mg/dl28,29. Además, el coste de los hipolipemiantes es del todo asumible7. Dos estudios REVERSAL y PROVE-IT TIMI 2270,71 han comparado el tratamiento hipolipemiante convencional (pravastatina 40mg/día) frente al intensivo (atorvastatina 80mg/d) con resultados concluyentes a favor de este último. Se recomienda iniciar la terapia durante la fase aguda (primeros 1-4 días), por la ventaja añadida de que, con el uso muy precoz es más probable que el paciente siga tomando estatinas, si se inician en la UCI30. El tratamiento hipolipemiante de mantenimiento es de 20-40mg/d de cualquier hipolipemiante.

Explicación de términos. Tratamiento hipolipemiante intensivo. Objetivo LDLc<70mg/dl.

Población. Todos los enfermos con diagnóstico de SCA ingresados en el SMI.

Exclusiones. Pacientes con intolerancia a las estatinas (erupciones cutáneas, debilidad y dolor muscular, dolor abdominal o diarreas) o contraindicaciones (elevación de las transaminasas, rabdomiolisis).

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Atención en planta de hospitalización

Es aquella que se realiza en planta del hospital en el intervalo de tiempo transcurrido desde el ingreso del paciente desde el SMI hasta el alta a su domicilio. La exclusión común para todos los indicadores en planta es que el enfermo sea dado de alta a otro centro.

 

Indicador N.o 25. Realización de coronariografía electiva en el SCASEST de alto riesgo estabilizado con tratamiento farmacológico

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. El momento más apropiado de la intervención invasiva en el SCASEST de alto riesgo para valorar el estado del árbol coronario sigue siendo controvertido28, excepto en los casos de estrategia invasiva urgente (pacientes inestables por angina grave, cambios importantes en el ECG o dinámicos, arritmias mayores o insuficiencia cardiaca en el momento del ingreso o después). Para aquellos pacientes sometidos a una estrategia conservadora y estabilizados, el momento de la angiografía coronaria hay que situarlo antes del alta del hospital para valorar el estado del árbol coronario.

Explicación de términos. Ingresados en planta de hospitalización después de recibir en el SMI un tratamiento farmacológico actual (antiplaquetario, antiisquémico y anticoagulante) que los estabiliza. Alto riesgo: todos los pacientes que cumplen criterios de alto riesgo, evaluado por la escala de riesgo TIMI ampliada.

Población. Todos los pacientes con diagnóstico de SCASEST de alto riesgo, dados de alta desde el SMI sin ser sometidos a angiografía coronaria e ingresados en planta de hospitalización.

Exclusiones. Pacientes inestables graves a quienes se haya realizado angiografía de urgencia durante la fase aguda (estancia en el SMI) por angina grave, cambios importantes en el ECG o dinámicos, arritmias de alto riesgo y potencialmente mortales (fibrilación o taquicardia ventricular) o insuficiencia cardiaca. Pacientes dados de alta a otro centro o que solicitan alta voluntaria.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 90%.

Comentarios. De acuerdo con los resultados de los estudios FRISC-2, GRACE Y CRUSADE adelantar el cateterismo se asoció a un peor resultado clínico inicial ya que implicó un riesgo precoz significativo73-75. Más recientemente el estudio ICTUS demostró que el tratamiento invasivo precoz y sistemático aumentó la tasa de infarto de miocardio en el 56% de los casos en las primeras 48h de aleatorización y en el 76% durante la hospitalización inicial. De acuerdo con estos resultados, la evidencia disponible actualmente no exige un enfoque sistemático de angiografía inmediata en los pacientes con SCASEST estabilizados con el tratamiento farmacológico actual o contemporáneo28.

 

Indicador N.o 26. Realización de coronariografía electiva en el SCACEST tratado con trombolisis asociada a criterios de reperfusión

Dimensión. Riesgo. Efectividad.

Justificación. Los criterios de reperfusión para la trombolisis son clínicos, analíticos y electrocardiográficos. El primero de ellos, el clínico (cese del dolor) es poco valorable debido al uso concomitante de un analgésico potente (morfina). El segundo (la ratio mioglobina 60min/basal >4) es poco práctico por las dificultades de laboratorio para realizar el biomarcador. El tercero (ECG) es el más práctico, asequible y además proporciona la menor tasa de falsos positivos (<10%). Se exige para establecer el diagnóstico de reperfusión con éxito, una resolución de la elevación del ST >50% si el infarto de miocardio es anterior y una resolución mayor del 70% si es inferior, a los 60-90min. La presencia de arritmia típica de reperfusión apoya el probable éxito de la trombolisis. Al objeto de evitar la realización de CNG/ACTP durante la fase protrombótica tras la trombolisis y minimizar el riesgo de reoclusión, se recomienda una ventana de, al menos, 12-24h tras el éxito de la trombolisis29,76-79.

Explicación de términos. Trombolisis: administración i.v. de un agente activador tisular del plasminógeno (t-PA), mediante alguna de las pautas establecidas (doble bolo, infusión acelerada o bolo único de TNK-tPA ajustado a peso).

Población. Todos los pacientes con diagnóstico de SCACEST de alto riesgo trombolisados en el SMI con o sin criterios de reperfusión.

Exclusiones. Pacientes con SCACEST de alto riesgo trombolisados sin criterios de reperfusión y a quienes se realiza una ACTP de rescate. SCACEST de bajo riesgo no trombolisados. Pacientes estables post-IAM a quienes se realiza la valoración de la reserva coronaria por técnicas no invasivas. Pacientes dados de alta a otro centro.

Tipo. Proceso.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. 100%.

 

Indicador N.o 27. Mortalidad intrahospitalaria

Dimensión. Efectividad, adecuación.

Justificación. Ver indicador no 25.

Población. Todos los enfermos con SCASEST y SCACEST como diagnóstico principal.

Exclusiones. Pacientes que fallecen por causa no cardiaca. Pacientes dados de alta a otro centro y aquellos en que se decide LET.

Tipo. Resultados.

Fuente de datos. Documentación clínica.

Estándar. <11% para el SCACEST y <5% para el SCASEST80-85.

 

Consideraciones finales

1. Los IC no deben ser considerados un fin en sí mismos. Decidir cuáles queremos medir, la frecuencia de la medición y otras variables, es necesario e imprescindible para determinar el nivel de calidad de la práctica asistencial en el SCA.

2. Los IC son solo la herramienta que nos permitirá aplicar las mejoras en los puntos débiles y seleccionar las acciones más efectivas, pero nunca debe constituir una meta. Finalizada la etapa de elaboración es imprescindible poner en marcha las siguientes etapas del proceso e iniciar las actividades sistemáticas de medida con la recogida y tabulación de resultados que nos permitirá estimar el nivel de cumplimiento del indicador.

3. Los IC nos permiten comparar los resultados con los estándares previamente establecidos (el estándar de referencia), con lo que se puede: a) identificar situaciones subóptimas o por debajo del nivel requerido; b) con los resultados de mediciones anteriores permiten valorar la evolución en el tiempo y el comportamiento del indicador; c) con los resultados de otros SMI, posibilitan la evaluación comparativa o benchmarking.

4. La última etapa es la interpretación de los resultados. Cuando el resultado de la comparación es una situación subóptima o existe un empeoramiento, el indicador sirve como señal de alarma. En este caso debe valorarse si es una situación debida al azar (causa sistémica) o estamos ante un problema o una situación mejorable, en cuyo caso se debe actuar. En algunas ocasiones la causa es clara y evidente, pero en otras es necesario iniciar los pasos del ciclo de evaluación. Una vez identificada la causa deben proponerse acciones de mejora, implantarlas y volver a realizar una medición sistemática del indicador, observando si se han producido las mejoras deseadas.

5. Por último, creemos que los IC elaborados pueden constituir una oportunidad de mejora para el Proyecto ARIAM y en este sentido, con el análisis de las primeras mediciones efectuadas durante el corte del año 2009, ya se han detectado una serie de acciones a emprender para mejorar la calidad de la recogida de datos del año próximo.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

Anexo. GRUPO ARIAM

ANDALUCIA. ALMERÍA. Hospital Torrecárdenas: J.A. Ramos, A. Calderón, C. Carbayo, J.C. Martín, D.M. Mayor, R. Rodríguez. Hospital Inmaculada: F. Barredo, J. Córdoba, D. Ocaña, F.J. Rodríguez, D. Sánchez. Hospital del Poniente: A. Cárdenas, J. Fierro, S. García E. Robles-Musso. CÁDIZ. Hospital de Algeciras: P. Cobo. Hospital Puerta del Mar: M. Celaya, J.M. Jiménez, R. Monterosso, J.J. Ravina, J. Rubio, A. Sánchez, A.C. Sánchez. Hospital de la Línea: L. Vallejo. Hospital de Puerto Real: J.C. Rodríguez, F.J. Romero, J.M. Sánchez. Hospital de Jerez: J.J. Arias, M. Gracia. Hospital San Fernando: J.L. García. CÓRDOBA. Hospital Reina Sofía: R. León. M. Parias. Hospital de Pozoblanco: M.J. Fernández, J.C. Llamas, J.C. Luque, M. Luque, J.A. Panadero. Hospital de Montilla: R. Artacho, F. Caballero, E. del Campo, F.J. García, J.A. Guzmán, M. López, M. López. Hospital de Cabra: E. Aguilar, M.C. de la Fuente, P. Lara, E. Morán, F. Soriano. GRANADA. Hospital Virgen de las Nieves: E. Aguayo, M. Colmenero, R. de la Chica, R. Díaz, M. García, F. Manzano, R. Melgares, A. Reina, A. Sánchez. Hospital San Cecilio: J.L. Ballesteros, F. Barranco, A. Fernández, R. Fernández, J.C. Frías, F. González, S. Narbona, L. Olivencia, A. Rallo, R. Ramírez, S. Schiaffino, M.E. Yuste. Hospital de Baza: J.L. Bellot. Hospital de Motril: M. Árias, M.A. Díaz, A. Estivill, R. García del Moral, J.I. Martín. Clínica Inmaculada: A. Estivill. HUELVA. Hospital Juan Ramón Jiménez: M. Castillo, P. Domínguez, H. González, A. Hierro, M. Márquez, M.P. Ponce, M. Sánchez, A. Tristancho. Hospital Infanta Elena: J.C. Martínez. Hospital Riotinto: A. Álvarez, O. Barakat, J. Carbajal, P. Ortega, E. Pino, I.Romero. JAEN. Hospital Sanjuán de la Cruz: A. Bartolomé. Complejo hospitalario de Jaen: M. Expósito, J. F. Machado, A. Morante, JA. Rodríguez, M. Ruiz. Hospital San Agustín: J.A. Camacho, A. de Molina, B. Jurado. Hospital Alto Guadalquivir. A.J. Bayona, M.A. Fernández, S. Galindo. MÁLAGA. Hospital Virgen de la Victoria: D. Daga, M.V. de la Torre, J. del Río, M.A. Estecha, A. García, A. Hernández, J. Vidal, M. Nieto, M.C. Reina. L. Ruiz, J.M. Ruiz, C. Salazar, N. Zamboschi. Hospital Costa del Sol: J.A. Arboleda, Y. Fernández, F.J. García, F.J. Lobato. J.F. Prieto, B. Zayas. Hospital de Antequera: A. Varela. Hospital de la Axarquía: M. Delange, C. Martos, J. Merino. SEVILLA. Hospital de la Merced: D. del Toro, L.R. Enamorado. Hospital Valme: T. Contreras, D. Herrera, M. Marín, A. Úbeda. Clínica Santa Isabel: J. Fajardo. Hospital Nisa Aljarafe: E. Fernández, M. Pérez, M.J. Román, J.I. Sánchez. ARAGÓN. ZARAGOZA. Hospital clínico Universitario: E. Civeira, L. Mariano. L. Martín, E. Oliveira, N. Sánchez. Hospital Maz: I. Yuste. PRINCIPADO DE ASTURIAS. Hospital San Agustín Aviles: M. Rengell. ISLAS BALEARES. Hospital Can Misses: E. Bartual, J. Gonzalez. Clínica Palma Planas: R. Vicho. ISLAS CANARIAS. LAS PALMAS. Hospital Insular de Las Palmas: J.V. Galván, J. Huidrobo, A. Pérez, N. Rivero. SANTA CRUZ DE TENERIFE. Hospital Nuestra señora de la Candelaria: J. Martín. A. Servando. CASTILLA Y LEÓN. BURGOS. Hospital General Yagüe: J.M. Durán, A.J. Montón. LEÓN. Hospital de León: C. Cuellas. PALENCIA. Hospital de Palencia: A. Álvarez, J.M. Asín, J. López, J. Soques. SALAMANCA. Clínico de Salamanca: P. Pabón, I. Santos. SEGOVIA. Hospital General de Segovia. P. Ancillo. VALLADOLID. Hospital del Río Hortera. R. Herrán, M. Lara, M.J. Rollán, J.J. Sanz. Hospital Universitario Valladolid. C. Hernández. ZAMORA. Hospital Virgen de la Concha: A. Álvarez, A. Caballero, J.A. Ortiz. CASTILLA - LA MANCHA. GUADALAJARA. Hospital Universitario Guadalajara: E. Yáñez. CATALUÑA. BARCELONA. Hospital Althaia Xarxa Manresa: J.M. Alcoverro Hospital de Hospitalet: J. Berrade, Hospital Parc Taulí: X. García, C. Guía, A. Ochagavía. Hospital General de Catalunya: A. Fernández, C. Fortia. Hospital General de Granollers: P. Velasco. Hospital de Terrasa: J. Amador, F. Jara. LERIDA. Hospital Arnau de Vilanova: M. Piqué. Clínica Ponent: C. Barbera. TARRAGONA. Hospital de Tortosa Verge de la Cinta: R. Claramonte. G.Sirgo. COMUNIDAD VALENCIANA. ALICANTE. Hospital General Universitario de Elche: F. Coves, E. de Miguel, J. Latour. Hospital General Universitario de Alicante: J. Cánovas, M. Delgado, M. Díaz, F.A. Jaime. Hospital Universitari Sant Joan: C. Molla. Hospital de Levante: V. Ortola. Hospital Marina Baixa: J. Vaya, MC. Zazo. CASTELLÓN. Hospital Comarcal de Vinarós: F. Barrachina, C. Lorente, A. Oliva, R. Peña, G. Salinas, M.C. Santarrufina. Hospital de la Plana: C. Moragues, E.Porcar. Hospital General de Castellón: A. Ferrandis, A. Berenguer, S. Altaba, P. Casero, B. Vidal. VALENCIA. Hospital Universitario La Fe: R. Clemente, J. Cuñat, MP. Fuset, l. Madrid, M. Palomo, K. Vacacela, E. Villareal, Hospital de Sagunto: R. Calvo. Hospital Francesc de Borja: J. Minyana, J. Torres. Hospital Arnau de Vilanova: M. García. Hospital General de Requena: C. Folgado. Casa de Salud: M. Talavera. EXTREMADURA. CACERES. Hospital San Pedro de Alcántara: A. Arana E. Corchero M. C. Corcobado. Hospital Virgen del Puerto: E. Guerra. GALICIA. LUGO. Complejo Hospitalario Xeral-Calde: R. Álvarez, M. L. Martínez, M. V. Nespereira. OURENSE. Complejo Ourense: M. J. de la Torre, R. Rodríguez. COMUNIDAD DE MADRID. MADRID. Hospital Severo Ochoa: F. del Nogal, Hospital de Móstoles: F. J. Goizueta, T. Honrubia. Hospital del Henares: I. Torrejón. Hospital Universitario Príncipe de Asturias: C. Martínez. Hospital Infanta Leonor: P. Rico. Hospital del Sureste: A. de Pablo. REGIÓN DE MURCIA. MURCIA. Hospital Universitario Reina Sofía: F. Felices-Abad. I. Cremades-Navalón, J. L. Espinosa-Berenguel, M. J. Gómez-Ramos, Á. López-Ferrer, F. Martínez-Lozano, L. Ortin-Katnich, C. Palazón-Sánchez, C. Susarte_Juliá, M. Vigil-Velis. LORCA. Hospital Rafael Méndez: C. L. Albacete, S. Nicolás. MELILLA. Hospital comarcal de Melilla: F. Ríos.

 

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Dirección para correspondencia:
fjuan.felices@carm.es
(F. Felices-Abad)

Recibido 12 Febrero 2010
Aceptado 25 Febrero 2010

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