SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.36 issue130(Incomplete) anatomy of an epidemicTowards collective mental health author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

My SciELO

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría

On-line version ISSN 2340-2733Print version ISSN 0211-5735

Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. vol.36 n.130 Madrid Jul./Dec. 2016

 

CRÍTICA DE LIBROS

 

La psicosis a debate: ¿qué hemos ganado y/o perdido desde sus tratamientos iniciales hasta hoy?

The debate on psychosis: what have we achieved and/or lost since its first treatments?

 

 

Francisco Balbuena Rivera

Departamento de Psicología Clínica y Experimental, Universidad de Huelva, España.
balbuena@uhu.es

 

 

Orna Ophir (2015), Psychosis, Psychoanalysis and Psychiatry in Postwar USA. On the Borderland of Madness, Londres/Nueva York, Routledge. ISBN: 9781-138-82352-5, 196 páginas.

Parafraseando a Michel Foucault, de lo que se ocupa este libro es de la historia del presente que la condición psicótica ha tenido en el continente norteamericano desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. Para ello, Orna Ophir, psicoanalista e historiadora, ha revisado una extensa cantidad de referencias bibliográficas, entre las que se incluyen numerosos artículos, libros y otras fuentes documentales. Tan exhaustivo análisis metateórico, como evidencia la lectura del libro, ha sido enriquecido también por su experiencia clínica en el difícil terreno de la psicosis. Como punto de partida, en el primer capítulo se contextualiza cuándo en el saber psicoanalítico comenzó el interés teórico-clínico por la psicosis, que Ophir sitúa en lo que llama la visión freudiana dual de la esquizofrenia (1894-1940). Según ésta, la esquizofrenia era concebida como una alteración con base orgánica cuya etiopatogenia se ignoraba, debutando con distintas expresiones psico(pato)lógicas moduladas por factores ambientales. Y puesto que la terapia freudiana estaba dirigida a intervenir en la condición neurótica y no en la psicótica, guiado por el deseo de no ver el psicoanálisis absorbido por la psiquiatría, Freud dejó la gran especie morbosa de la psicosis en manos de quienes anhelaban hallar evidencias biológicas que sustentaran su etiología orgánica.

Dentro del seno del movimiento psicoanalítico, sin embargo, otros apostaron por innovaciones teórico-técnicas en la terapia freudiana, dando con ello cabida al abordaje-tratamiento de la psicosis. Tal fractura de la matriz freudiana clásica afectó a las exigencias que los futuros analistas debían cumplir, pues, mientras Freud y otros analistas defendían que el psicoanálisis aplicado fuera practicado por analistas legos, sin formación médica, otros analistas se oponían. Tal falta de unanimidad, aun realizándose modificaciones en la técnica psicoanalítica para poder tratar a psicóticos, complicaba todavía más las cosas, pues, por su formación biológica y a la espera de nuevos hallazgos, los analistas médicos parecían ser los más idóneos para ocuparse de la condición psicótica.

Tales analistas médicos solían trabajar en hospitales mentales privados, lo que hacía que sólo pacientes adinerados pudieran costear sus servicios. El abordaje biológico de la psicosis quedaba así relegado al ámbito público, mientras los galenos analistas del sector privado negaban la presencia de analistas legos en sus hospitales. La dificultad de ejercer como analistas legos en el ámbito público, junto al decremento del apoyo financiero para investigaciones en psicoterapia analítica, hizo que la biología adquiera rango de notoriedad en el abordaje-tratamiento de la psicosis.

Los capítulos 2, 3 y 4 del libro -cuyos títulos respectivos ya anuncian lo que se va a tratar en cada uno de ellos- dan cuenta detallada de estos acontecimientos históricos. Así, el capítulo segundo se intitula "Cuervos en batas blancas: la medicalización del psicoanálisis americano (1909-1954)", el capítulo tercero "Psicoanálisis, psicofarmacología y la comunidad psiquiátrica (1954-1970)" y el capítulo cuarto "La hipótesis de la dopamina y la evidencia de factores genéticos en la esquizofrenia (1971-1980)".

Como nexo común de estos capítulos está la posición que el saber psiquiátrico y el psicoanalítico van asumiendo progresivamente con respecto al tratamiento de la esquizofrenia, netamente biologicista en el caso del primero, combinado en el del segundo al existir galenos y legos sin formación médica en el abordaje clínico de las psicosis. Del tercer capítulo, destacar que durante los años que abarca tienen lugar protestas como el rechazo a la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles, la igualdad interracial y el cuestionamiento de lo que se concibe como enfermedad mental. Esto último, en paralelo al uso progresivo de psicofármacos, hace que analistas médicos diseñen un arsenal terapéutico para la psicosis que combine fármacos y terapia. Limitaciones de espacio nos impiden extendernos, pese al enorme interés que tendría esbozar las distintas conceptualizaciones y opciones que analistas médicos y profanos postulan en el origen, desarrollo y tratamiento de la psicosis. Quien lo desee, con todo, puede profundizar en este asunto recurriendo al libro de Ophir.

Llegamos, así, al capítulo 5, intitulado "Las nuevas ropas del emperador: DSMIII y el abandono de la psicodinámica a favor del modelo biomédico (1980-1990)", en el que se describe cómo se abandona la tentativa explicativa de la psicosis como un defecto en el origen y desarrollo del self y se pasa a concebir dicha alteración mental como fruto de una vulnerabilidad orgánico-genética. El saber psiquiátrico, con ello, retorna a su pretérita naturaleza descriptiva al vaciarse del carácter interpretativo que el psicoanálisis confería a la semiología de las enfermedades mentales. De Freud, pues, se regresa a la era kraepeliniana.

Concluyendo este interesante libro, en los dos capítulos finales -titulados "¿La última batalla del psicoanálisis? La década del cerebro (1990-2000)" y "Las muchas caras de Schreber como el rostro del psicoanálisis americano (1954-2000)"- su autora nos enfrenta a algunas cuestiones de rabiosa actualidad. En un caso, a la diversidad de opinión reinante en la comunidad analítica al existir dentro de ella analistas que, apoyándose en los hallazgos de las neurociencias, "justifican" no usar la terapia psicoanalítica con esquizofrénicos, y otros que abogan por un tratamiento más psicoterapéutico que farmacológico. Ha de decirse que, pese a los avances en neurociencias y el consenso de que los medicamentos alivian los síntomas positivos de la esquizofrenia, la fuerte presión que compañías aseguradoras y empresas farmacéuticas hacen para que los tratamientos sean fundamentalmente biológicos cuestiona seriamente cualquier otra intervención distinta que se plantee (como la psicoanalítica).

Corporeizando lo sucedido en el abordaje-tratamiento del sufriente psicótico, Ophir culmina su libro aludiendo al caso Schreber, del que se ha escrito y debatido abundantemente en la literatura psiquiátrica al juzgarlo el mejor ejemplo para comprender y explicar las teorías que de la locura y sus tratamientos se han realizado durante las cuatro décadas de la revolución neosomaticista posterior a 1945. Destacan así cuatro estadios en la investigación del caso Schreber: el primero, donde éste fue juzgado como la víctima de un ego defectuoso o niño pre-edípico (19601970); el segundo, en el que fue concebido como un héroe trágico o un analizado multidimensional (1970-1980); el tercero, en el que fue juzgado como un enfermo con daño cerebral pre-humano (1980-1990); y el cuarto, en el que se ha analizado el "asesinato del alma" de Schreber a la luz de los avances actuales en neurociencias (1990-2000).

Independientemente de la adscripción teórico-técnica que uno tenga, este libro no dejará impávido a quien se acerque a él con una actitud de respeto y escucha interior.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License