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Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría

On-line version ISSN 2340-2733Print version ISSN 0211-5735

Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. vol.41 n.140 Madrid Jul./Dec. 2021  Epub Mar 14, 2022

https://dx.doi.org/10.4321/s0211-57352021000200008 

Dossier: Psiquiatría social en España. Una perspectiva histórica (1920-1989)

Psiquiatría social en perspectiva histórica (1920-1989)

Social psychiatry from an historical perspective (1920-1989)

Olga Villasante  , Rafael Huertasb 

aPsiquiatra Hospital Universitario Severo Ochoa, Madrid

bDpto. Historia de la Ciencia. Instituto de Historia. Centro de Ciencias Humanas y Sociales. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Madrid.

Este dosier nace como una colaboración con la revista de la AEN desde un grupo de profesionales aunados en torno al proyecto de investigación De la Higiene Mental a la postpsiquiatría: la construcción de la salud mental colectiva en la España del siglo XX (RTI2018-098006-B-I00, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades-FEDER). Los autores, procedentes de diferentes disciplinas (psiquiatría, psicología, filosofía e historia) y vinculados a la sección de Historia de la AEN, nos hemos propuesto reflexionar en torno a la noción de psiquiatría social. Como es sabido, Mental Disorders in Urban Areas (1939), de los sociólogos Robert Faris y H. Warren Dunham, es considerado el trabajo pionero en el ámbito de la psiquiatría social (1), no obstante, en este monográfico pretendemos retrotraernos a algunas iniciativas y estudios de caso que, previamente a la utilización del término “psiquiatría social”, surgen en la primera mitad del siglo XX en España.

A partir de los años veinte, médicos como Enrique Fernández Sanz o César Juarros, que impulsaron la modernización de la psiquiatría y la reforma asistencial, incorporaron las ideas de Freud a las estrategias de legitimación científico-social como especialistas. Con esa premisa, Silvia Lévy abre el monográfico sosteniendo en el “Psicoanálisis para el movimiento de higiene mental español, 1920-1930” que las ideas psicoanalíticas fueron una atractiva herramienta al servicio del diagnóstico, de la psicoterapia, pero también una forma de intervenir en el espacio social en campos como la pedagogía, la educación, la profilaxis o la peligrosidad social de los enfermos. Esta filósofa, que ya había estudiado de forma solvente algunos aspectos de la recepción de esta teoría en su libro Psicoanálisis y defensa social en España, 1923-1959 (2), analiza ahora el papel que jugó el psicoanálisis en el nuevo concepto de la infancia. Nos argumenta en su aportación cómo la Revista de Pedagogía, con colaboradores como Sacristán, R. Lafora, Mira o Garma, pero también Oskar Pfister o Alfred Adler, participó en su divulgación. Su interés por la sexualidad infantil facilitó el encuentro entre psiquiatras, educadores, pedagogos y juristas, consolidando un campo de acción común en el que las pesquisas sobre las motivaciones inconscientes y los complejos psíquicos adquirieron gran relevancia.

En una época coetánea, pero en un área más próxima al ámbito asistencial, nos proponemos rescatar a José Salas y Vaca (1877-1933). Aunque a lo largo de los trabajos que componen el monográfico se aprecia que los conceptos de la psiquiatría social no se van a intuir en la asistencia psiquiátrica hasta bien entrados los setenta, Salas y Vaca estuvo ya vinculado al Instituto de Medicina Social (3). Este malogrado instituto, constituido en 1918, fomentó la creación de un Ministerio de Sanidad que impulsó una serie de reformas (4), pero también pretendía resolver cuestiones sociales que mejoraran las condiciones del obrero y orientar el estudio y la práctica de la medicina en un sentido “francamente social”. Este desconocido médico, que fue el jefe facultativo del Manicomio de Leganés entre 1911 y 1929, abrió un período de modernización que analizan Ruth Candela y Olga Villasante a través de su obra, no solo circunscrita a dicho establecimiento sino que abarcó diversos “servicios de alienados” españoles, proponiendo las bases para su reforma (5). Las autoras contextualizan los cambios encaminados a intentar modificar el carácter asilar o custodial del deteriorado Manicomio Nacional para convertirlo en un establecimiento médico-terapéutico.

Estos intentos reformistas se interrumpieron con la Guerra Civil y el mismo escenario que Salas y Vaca trató de cambiar fue ocupado por una población de quien hemos recuperado el testimonio. Desde una perspectiva bien diferente se analizan las propias voces de las mujeres ingresadas entre 1939 y 1952, ahogadas en las cartas no enviadas, aplicando una lectura crítica feminista (6). Ana Conseglieri y Miriam Baquero esbozan cómo se patologizó la sexualidad de la mujer y cualquier conducta que se apartaba del rol de madre al que estaba predestinada esta. Este modelo de identidad femenina que se impuso durante el régimen franquista encontró sus vías de afianzamiento en la educación, el marco legal y la psiquiatría, aspecto que es estudiado precisamente por las autoras. Sostienen que, durante esa década, ingresar en instituciones psiquiátricas a aquellas mujeres “descarriadas” tenía el fin de controlar la moral de la población femenina y su principal misión: la maternidad. Ayudándo-se de la escritura de las mujeres y de las notas de los psiquiatras en los expedientes clínicos de Leganés, las autoras argumentan ese proceso de patologización de las conductas femeninas que clasificó a esas mujeres como locas por desobedecer los roles sociales definidos por el poder hegemónico.

Si avanzamos cronológicamente, el ya citado trabajo de Faris y Dunham puso de manifiesto la relación entre pobreza y “enfermedad” mental en los barrios de Chicago (1), aunque no fue hasta la posguerra de la Segunda Guerra Mundial cuando se profundizó en la relación entre locura y entorno social a través de estudios epidemiológicos. A partir de los años cincuenta, aparecieron nuevas formas de atención, como la psicoterapia institucional francesa, las comunidades terapéuticas con la influyente obra de Maxwell Jones que afianzó una noción de “psiquiatría social” ligada a dichas comunidades (7,8). No cabe duda de que esta corriente de pensamiento desempeñó un papel decisivo en la redefinición de las políticas de salud mental que acabaron por implantar un modelo comunitario: Mental Act (Reino Unido, 1959), Circulaire du Secteur (Francia, 1960), Community Mental Health Centers Act (EE. UU., 1963). En nuestro entorno José Luis Martí Tusquets publicó, en 1976, Psiquiatría social, definiendo la disciplina en los siguientes términos: “estudia el lugar y el papel de los factores socioculturales en la etiología, la patogenia y la terapéutica de las enfermedades mentales” (9).

Rafael Huertas, en su contribución a este monográfico, analiza la poco explorada obra de Martí Tusquets, quien contribuyó a la formación de los especialistas, incorporando en su quehacer profesional conocimientos y técnicas que valoraban cómo los factores ambientales, las relaciones interhumanas o la noción de grupo eran consustanciales a la naturaleza humana. Este discípulo y colaborador de Ramón Sarró, intentando superar reduccionismos -tanto biológicos como sociológicos-, propuso una socio-clínica que aprovechaba los conocimientos de las ciencias sociales dirigiéndose al estudio, investigación y tratamiento de las enfermedades mentales. Siguiendo esa trayectoria, Martí Tusquets contribuyó al desarrollo de la epidemiología psiquiátrica en obras como Conceptos fundamentales de epidemiología psiquiátrica (10) o Enfermedad mental y entorno urbano (11). Rafael Huertas presta atención, además, a otros autores pertenecientes a la psiquiatría “académica” que empezaron a otorgar gran importancia a los factores sociales y culturales en la génesis de las “enfermedades mentales”, a la epidemiología psiquiátrica y al diálogo con las ciencias sociales. Resalta el caso del catedrático de Zaragoza Antonio Seva Díaz y su obra El alma de asfalto (12), que, sin estar directamente relacionado con los movimientos militantes de psiquiatría crítica representan, con sus limitaciones y contradicciones, una propuesta que intentaba superar una medicina mental exclusivamente individualizada, inmovilista y manicomial. De hecho, en el Sanatorio Psiquiátrico Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza Seva puso en marcha otras iniciativas cercanas a la psicoterapia institucional como grupos socio-terapéuticos o la revista Vida Nueva (13), que Oscar Martínez Azumendi en este dosier se ocupa de estudiar.

Además de estas iniciativas, más o menos personales, desde la administración franquista se había creado el Patronato Nacional de Asistencia Psiquiátrica (PANAP), un organismo que, a pesar de sus contradicciones, tuvo una importante vocación psicosocial, según ha defendido David Simón. El PANAP, organismo vinculado a la Dirección General de Sanidad -Ministerio de Gobernación- creado en 1955, cambió su orientación a partir de 1964, coincidiendo con la llegada del médico Adolfo Serigó Segarra a la secretaría general del mismo. En los años del desarrollismo franquista, que coinciden con la promulgación de la Ley de Bases de la Seguridad Social (1963), comienzan las visitas de colaboración de la OMS a España (1956-1972), que jugarán un papel importante en el cuestionamiento de nuestros servicios sanitarios, y más concretamente en la salud mental (14). David Simón explora la intensa labor publicadora y de propaganda/divulgación sanitaria a través de libros, revistas (Salud Mental), publicaciones (Cuadernos para la educación en salud mental) o un documental en TV (Psiquiatría Social, NODO 1970), que pretendía aunar psiquiatría y pensamiento salubrista, en un intento de seguir las directrices internacionales.

Un producto de esta vocación formativa del PANAP es la publicación de la Guía para auxiliares psiquiátricos (15) de Fernando Claramunt López. Este director de los Servicios Provinciales de Psiquiatría e Higiene mental pretendía homogeneizar la formación del personal auxiliar de las instituciones psiquiátricas y aproximarla a las recomendaciones de la OMS. Olga Villasante plantea que la novedad de este libro no son tanto los valiosos contenidos formativos, ya recopilados en décadas previas en algunos libros específicos para la enfermería psiquiátrica, sino su intento de aceptar los planteamientos internacionales. Esta guía, re-editada en 1972, se hacía eco de tendencias como la psicoterapia de inspiración psicoanalítica, la psicología del aprendizaje o la psiquiatría social, cuestiones que justifican su inclusión en este monográfico.

Por otra parte, estos incipientes cambios desde la administración tardofranquista estuvieron acompañados de una serie de experiencias de transformación de la asistencia psiquiátrica, inspiradas en el modelo de psiquiatría social de las comunidades terapéuticas (Oviedo, Conxo, etc.), en general cercenadas por las autoridades competentes. En este contexto podemos situar el trabajo de Fabiola Irisarri, quien ya se había ocupado en su tesis doctoral de la psiquiatría critica de los años 70, abordando algún conflicto concreto como el renombrado de las “clínicas de Ibiza” (Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid). En el artículo, Irisarri, contando con fuentes archivísticas de Asturias, A Coruña o Jaén, rescata el protagonismo que José Luis Montoya Rico (1932-2005) tuvo en los procesos de reforma en instituciones psiquiátricas de áreas geográficamente tan dispares. Este médico alicantino, formado en Madrid y Maryland (EE. UU.), participó en la reforma de “La Cadellada” (Hospital Psiquiátrico de Asturias) para trasladarse, en 1971, al Sanatorio Psiquiátrico de Conxo. Ya finalizada la dictadura, Montoya se muestra abiertamente crítico con la planificación de la asistencia psiquiátrica y realiza un plan de reforma para Jaén a comienzos de los ochenta en el que, sin duda, influyó su experiencia previa en Oviedo y Santiago de Compostela y el modelo psicosocial de la OMS.

Son especialmente interesantes dentro de la psiquiatría social, aunque han pasado casi desapercibidos en los ambientes académicos y profesionales, los periódicos y revistas en los hospitales psiquiátricos realizados por los propios pacientes. Óscar Martínez Azumendi recorre las diferentes aristas de esta prensa que fue inspirada, sin olvidar algunas iniciativas decimonónicas, por las corrientes reformadoras y, posteriormente, rehabilitadoras en el siglo XX. En su artículo, que parte de un interés y esfuerzo activo de catalogar este tipo de literatura y evitar su pérdida (www.psiquifanzines.com), Martínez Azumendi plantea las diversas funciones de estas revistas que aparecen tímidamente en los años sesenta, para seguir creciendo en décadas posteriores. De hecho, este psiquiatra, que también nos ha deleitado en la última década con la recuperación de olvidadas y curiosas Imágenes de la psiquiatría (www.psiquifotos.com), ha localizado revistas a lo largo de toda la geografía española: Reus, El Palmar, Lugo, Mondragón, Salamanca, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla…. El artículo teje un relato con los fragmentos de aquellos artesanales y entusiastas periódicos y revistas que, sin duda, ayudaron en el desarrollo y afianzamiento de las ideas promovidas por los diferentes movimientos asociados a la psiquiatría social e, incluso, tuvieron una función formativa para los auxiliares psiquiátricos.

Finalmente, cerrando el círculo con el psicoanálisis que había abierto el artículo de Silvia Lévy, está la aportación de Miguel Huertas. En su trabajo “Psicoanálisis y marxismo en el tardofranquismo y la Transición. La influencia del pensamiento latinoamericano” se propone analizar la relación entre psicoanálisis y marxismo en la España de los años setenta y ochenta. Para ello, analiza primero la lectura que Carlos Castilla del Pino realiza de autores como Boris Fraenkel o José Bleger y sus intentos de aunar la obra de Freud con el materialismo dialéctico. En segundo lugar, presta atención a un psicoanálisis pensado desde una perspectiva marxista en Argentina, que emergió de la mano de clínicos críticos con las instituciones de la ortodoxia freu-diana como Marie Langer, José Bleger, Enrique Pichon-Rivière o Antonio Caparrós. En España cristalizaría, junto con otras influencias, bajo la denominación de psicoanálisis relacional y puede apreciarse a través de la revista Clínica y Análisis Grupal.

Así pues, en este dosier monográfico se intenta hacer un recorrido, a través de estudios de caso concretos, de distintas maneras de pensar la salud mental en términos colectivos. Higiene mental, psiquiatría social, psicoanálisis, epidemiología psiquiátrica, organización y reforma asistencial, etc. se atraviesan en este conjunto de artículos que funcionarían por separado, pero que en conjunto ofrecen, al menos esa es nuestra intención, una panorámica histórica de los discursos y prácticas psi en relación con la salud pública y con la intervención social.

Bibliografía

1 Faris REL, Dunham HW. Mental disorders in urban areas: an ecological study of schizophrenia and other psychoses. Chicago: Univ. Chicago Press, 1939. [ Links ]

2 Lévy Lazcano S. Psicoanálisis y defensa social en España, 1923-1959. Madrid: Libros de La Catarata, 2019. [ Links ]

3 Álvarez Peláez R. El Instituto de Medicina Social: primeros intentos de institucionalizar la eugenesia. Asclepio 1988; 40(1): 343–358. [ Links ]

4 Huertas R. El debate sobre la creación del Ministerio de Sanidad en la España del primer tercio del siglo XX. Discurso ideológico e iniciativas políticas. Asclepio1993; 54(1): 89-122. [ Links ]

5 Salas y Vaca J. Frenocomios españoles. Bases para la reforma de nuestros servicios de alienados. Madrid: Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1924. [ Links ]

6 Chesler P. Mujeres y locura. Madrid: Continta me tienes, 2019. [ Links ]

7 Jones M. Social psychiatry: A study of therapeutic communities. London: Tavistock, 1952, [ Links ]

8 Jones M. Social psychiatry in practice. London: Penguin Books, 1968. [ Links ]

9 Martí-Tusquets JL. Psiquiatría social. Barcelona: Herder, 1976. [ Links ]

10 Martí-Tusquets JL, Murcia Grau M. Conceptos fundamentales de epidemiología psiquiátrica. Barcelona: Herder, 1987. [ Links ]

11 Martí-Tusquets JL, Murcia Grau MJ. Enfermedad mental y entorno urbano. Metodología e investigación. Barcelona: Anthropos, 1988. [ Links ]

12 Seva Díaz A. El alma de asfalto. La salud mental en la población urbana de Zaragoza. Zaragoza: Universidad de Zaragoza/Ayuntamiento de Zaragoza, 1983. [ Links ]

13 Seva Fernández A, Fernández Doctor A. La Revista “Vida Nueva” del Sanatorio Psiquiátrico Ntra. Sra. del Pilar (Zaragoza, 1968-1971). En: Esteban S, et al. (coords.) Historias de la salud mental para un tiempo nuevo. Madrid: Asociación Española de Neuropsiquiatría, 2016; pp. 105-115. [ Links ]

14 Novella E, Campos R. From mental hygiene to mental health: ideology, discourses and practices in Franco's Spain (1939–75). Hist Psychiatry 2017; 28(4): 443-59. [ Links ]

15 Claramunt López FR. Guía para auxiliares psiquiátricos. Madrid: PANAP, 1967. [ Links ]

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