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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.22 no.1 Madrid ene./feb. 2007

 

EDITORIAL

 

Las normas de publicación de Nutrición Hospitalaria; un futuro para la revista en beneficio de sus autores

Guide for authors of Nutrición Hospitalaria: a future for the magazine in benefit of its authors

 

 

J. Sanz-Valero1,2, C. Wanden-Berghe1,3, A. García de Lorenzo1, A. Gil1, A. Pérez de la Cruz1, C. Sánchez-Álvarez1, J. Veiga-Cabo1,4, L. Laborda1, J. Culebras1 y Grupo de Comunicación y Documentación Científica en Nutrición CDC-SENPE

1Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral. 2Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia. Universidad de Alicante. 3Universidad CEU Cardenal Herrera. Elche. 4Instituto Nacional de Medicina y Seguridad en el Trabajo.

Dirección para correspondencia

 

A partir de enero de 2007 la remisión de artículos originales a Nutrición Hospitalaria se hará a través del portal electrónico www.nutricionhospitalaria.com. Esto supone un cambio cualitativo trascendental en la gestión de la revista que, sin duda alguna, agilizará la gestión y la profesionalizará, todo ello en beneficio de los autores. Con ocasión de este cambio, el Grupo de Comunicación y Documentación Científica en Nutrición- SENPE (CDC-Nut) aprovecha para realizar una serie de consideraciones editoriales.

Mediante la investigación buscamos crear conocimiento que arroje luz sobre lo ignorado. Al tiempo, también es importante comprobar lo conocido por la comunidad científica, estar informado de los hallazgos generados por otros. El producto de la actividad científica consiste en aportaciones que solamente posee su autor hasta el preciso momento en el que expone sus resultados en publicaciones abiertas. Por ello, Price afirmaba que la publicación científica no es, en modo alguno, un subproducto o epifenómeno del trabajo que se está haciendo; en el sentido más estricto es el producto final de la actividad científica1.

La UNESCO señala que "la finalidad esencial de un artículo científico es comunicar los resultados de las investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna. La publicación es uno de los métodos inherentes al trabajo científico"2.

Day, de forma más pragmática, define el artículo científico como "un informe escrito y publicado que describe resultados originales…, que debe ser escrito y publicado de cierta forma, definida por tres siglos de tradiciones cambiantes, práctica editorial, ética científica e influencia recíproca de los procedimientos de impresión y publicación"3.

El documento científico es cualquier fuente de datos, concibiendo como dato cualquier proceso de transmisión de información y conocimiento, recuperable en el tiempo y en el espacio. Así, la comunicación científica se refiere al intercambio de información e ideas entre científicos en su actividad como tales. Por tanto es una comunicación de sentido horizontal, entre personas que constituyen una cierta comunidad. Así como una declaración o puesta en común de mensajes entre aquellos que, por formación, son capaces de comprender lo que se comunica.

Si bien la publicación en foros especializados no es el único vehículo de difusión de ideas, sí es cierto que es la herramienta más estructurada de comunicación científica. La investigación en las ciencias de la salud se caracteriza por el sometimiento a un método que garantiza, o así debería ser, la objetividad, la fiabilidad, la validez y la reproducción de los resultados. Método independiente del contenido de la investigación.


Requisitos de uniformidad para la redacción y edición de manuscritos presentados a revista biomédicas

En 1978, el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas, se reunió informalmente en Vancouver, Columbia Británica (Canadá), para establecer por primera vez las directrices que en cuanto a formato debían contemplar los manuscritos enviados a las revistas que dirigían. El grupo llegó a ser conocido como Grupo Vancouver. Sus requisitos para manuscritos,"requisitos de uniformidad para los manuscritos enviados a revistas biomédicas" que incluían formatos para las referencias bibliográficas desarrollados por la National Library of Medicine4 de EE.UU., se publicaron por vez primera en 1979. El Grupo Vancouver, creció y se convirtió en el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (CIDRM), que en la actualidad se reúne anualmente.

Hasta el año 2003, el Comité, había elaborado cinco ediciones de los requisitos uniformes. Con el paso del tiempo han aumentado los temas incluidos que van más allá de la preparación del manuscrito. Algunos de estos temas se hallan incluidos, actualmente, en los requisitos de uniformidad; otros se encuentran en declaraciones adicionales.

El contenido de los requisitos uniformes puede ser reproducido en su totalidad con fines educativos y sin afán de lucro, haciendo caso omiso de los derechos de autor. Es más, el Comité alienta la distribución de este documento.

A las revistas que accedan a aplicar los requisitos del CIDRM se les solicita que citen el documento en sus normas para los autores.

Desde estos primeros comentarios se debería dar paso a la última versión de los requisitos del CIDRM, la sexta, de noviembre de 20035. En la nueva versión permite a la revista que utiliza los requisitos, poder incorporar algunas reglas determinadas que sean acordes a su línea editorial. Por tanto, el autor que quiera enviar su trabajo para su publicación en una revista del área de las ciencias de la salud, deberá consultar las normas de publicación de cada revista en concreto. Además, Albert aconseja, a la hora de preparar la redacción de un nuevo manuscrito, consultar la revista en la que se desea publicar, sus normas, y analizar la estructura que tienen los artículos existentes6.

Obviamente, la nueva versión dedica un aparte importante al material electrónico; distinguiendo el CDROM, el artículo de la revista en Internet, la monografía en Internet, la página principal de un sitio Web, la página Web de un sitio Web y, por supuesto, las bases de datos en Internet.

De igual forma establecen principios éticos para la realización y publicación de la investigación y proporcionan recomendaciones específicas en relación con el proceso editorial y la redacción y preparación de manuscritos. Estas recomendaciones se basan en la experiencia compartida por un grupo de directores de revistas y autores, acumulada a lo largo de muchos años, más que en resultados contrastados de estudios específicos y metódicos. Siempre que es posible, las recomendaciones se acompañan de los fundamentos que las justifican; con ello, el documento también pretende ser educativo.

Es obvio mencionar que el fin último de un método consensuado para unificar los requisitos de uniformidad, de los manuscritos enviados a revistas biomédicas, es lograr un estilo de redacción adoptado por una amplia mayoría de las publicaciones, facilitar su lectura, la comprensión de su contenido, la difusión del artículo a nivel universal, su inclusión en las bases de datos internacionales, la búsqueda de las referencias citadas en el manuscrito y el intercambio de opiniones con autores de la misma línea de conocimiento7.


La importancia de las normas de publicación

La normalización es la actividad que intenta aportar soluciones de aplicación repetitiva a cuestiones relacionadas con las esferas de la ciencia, de la técnica y de la economía, a fin de obtener un grado óptimo de orden en un contexto dado8.

Entre las ventajas derivadas de la aplicación de las normas, así como su impacto y desarrollo en la ciencia, cabe citar la simplificación de la realidad, mejora de la comunicación, economía y eliminación de las barreras que se oponen a todo tipo de intercambios. No cabe duda de que en una sociedad como la nuestra, cada día más dominada por la tecnología, las normas han llegado a ser una parte importante de nuestras vidas.

Para los autores, las normas de confección de los artículos científicos suponen una homogeneización de los métodos del trabajo intelectual. No obstante, hay que reconocer que, en ocasiones, la prolijidad de las reglas pueden ser contraproducentes.

Para los directores y editores, responsables directos de la ejecución física del documento, implica una mayor racionalización del proceso productivo, sobre todo en las fases de composición y montaje que inciden directamente en la reducción de gastos y tiempos.

Para los profesionales del tratamiento de la información, las normas facilitan la ejecución de las técnicas documentales (descripción bibliográfica, indización y condensación).

La correcta e inmediata identificación de los elementos informativos y significativos de la revista, posibilita la creación de documentos referenciales y la implantación de servicios de difusión de gran eficacia para la recuperación de la información. Asimismo, a la hora de la inclusión en las bases de datos nacionales e internacionales interesa, y mucho, la identificación unívoca de los artículos (su referencia bibliográfica). Por ello, se debe incidir en la importancia que tiene el cumplimiento estricto de las normas y los diferentes signos de puntuación que se utilizan.

Para el lector, la normalización implica la mayor facilidad a la hora de la recuperación de la información. Al mismo tiempo, la forma de presentación del documento se encuentra estrechamente relacionada con el grado de asimilación de información por parte del lector.

Sobre todo, es necesario destacar la importancia del cumplimiento de los requisitos de uniformidad a la hora de la clasificación automatizada, mediante la lectura digital de los documentos y la posibilidad de establecer enlaces, una vez digitalizadas las referencias, con el texto origen de las mismas.

Para un observador externo, puede resultar extraño que los propios implicados debatan y analicen las causas para explicar actitudes que deberían ser inherentes a la investigación y su comunicación. Las complejidades del lenguaje y más las del lenguaje científico, podrían conducir a conclusiones diferentes en lo que respecta al significado de un texto. El camino que hay que recorrer desde el pensamiento del autor hasta llegar al lector, a través del editor, suele ser largo e intrincado. Ello refuerza la conveniencia de usar todos los medios a nuestro alcance para llegar a la meta propuesta: requisitos de uniformidad9.

Es necesario establecer un debate sobre el cumplimiento de estos requisitos de uniformidad, así como iniciar, continuar y avivar la reflexión sobre la trascendencia que supone cumplirlos con el fin de facilitar la normalización metodológica de los trabajos sometidos a publicación10.

Finalicemos con el símil que nos cuenta Arranz a la hora de explicar el "juego de la publicación científica": "Cuando aprendemos un juego esperamos que nos enseñen las reglas, las jugadas o los movimientos permitidos y los prohibidos. Luego la experiencia, los errores, los aciertos harán que nos convirtamos en jugadores más o menos expertos. Pero si sólo nos enseñan los trucos, estaremos a merced del adversario"11.


Corolario

Estas nuevas Normas de Publicación de NUTRICIÓN HOSPITALARIA suponen un desafío de calidad, un futuro en línea con el Compromiso del Consejo Editorial Iberoamericano encaminado a "fomentar la publicación de artículos científicos de excelencia en las revistas de nutrición en español. Desafíos aceptados conscientes de las dificultades y el tiempo que conlleva, con la seguridad de que vale la pena el reto y con la esperanza sincera de que la unión de esfuerzos dará los resultados esperados"12.

Es la intención del Grupo de Comunicación y Documentación Científica en Nutrición de la SENPE y del Comité Editorial de la revista que estas nuevas normas de publicación contribuyan a aumentar el nivel de calidad y el reconocimiento de NUTRICIÓN HOSPITALARIA en el contexto científico y, por ende, el de los autores que amablemente remiten, a consideración, sus manuscritos. ¿Contamos con su ayuda?.

 

Referencias

1. Price DJS. Toward a model for science indicators. En: Elkana Y, Lederberg J, Merton RK, Thackray A, Zuckerman H, editors. Toward a metric of science: the advent of science indicators. New York: John Wiley; 1978, pp. 69-95.

2. UNESCO; ONU. Recomendación relativa al desarrollo de la educación de adultos. Actas de la 19.ª Conferencia General, reunión de Nairobi de 1976. París: UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura); 1977.

3. Day R. Cómo escribir y publicar trabajos científicos. 2.ª ed. Washington: Organización Panamericana de la Salud; 1996.

4. Nlm.nih.gov [página principal en Internet]. Bethesda: US National Library of Medicine [actualizado 16 jun 2006; citado 2 jul 2006]. Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/

5. Icmje.org [página principal en Internet] Filadelfia: 2005 International Committee of Medical Journal Editors [actualizado feb 2006; citado 2 jul 2006]. Disponible en: http://www.icmje.org/

6. Albert T. Write a scientific paper -the easy way. N Z J Med Lab Sci 2002; 56(1):6-8.

7. Consejo Editorial. Importancia y actualidad de un método universal para la redacción de los trabajos científicos. Rev Med Uruguay 2001; 17:3-4.

8. International Standardization Organization (ISO). Normalisation et documentation. Introduction pour documentalistes et bibliothécaires. Genève: International Standardization Organization; 1983.

9. Sanz Valero J, Wanden-Berghe C, Castiel LD. Retorno a Vancouver. Gac Sanit 2006; 20(3):251-2.

10. Sanz-Valero J, Wanden-Berghe C, Castiel LD. Documentación y corrección: la carta de presentación, algo más que simple protocolo. Nutr Hosp 2007; 22(1):4-6.

11. Arranz M. ¿Escribir o publicar? Las reglas del juego. Gac Sanit 2003; 17(1):90-1.

12. Consejo Editorial Iberoamericano. El idioma español en la ciencia. Nutr Hosp 2006; 21(1):1.

 

 

Dirección para correspondencia:
Javier Sanz-Valero
Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia
Universidad de Alicante
Campus de Sant Vicent del Raspeig
Ap. Correos 99 - E
03080 Alicante (España)
E-mail: javier.sanz@ua.es

Recibido: 13-X-2006.
Aceptado: 12-XI-2006.

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