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Nutrición Hospitalaria

versão On-line ISSN 1699-5198versão impressa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.23 no.6 Madrid Nov./Dez. 2008

 

CARTAS CIENTÍFICAS

 

Modelo dietético de los universitarios

Dietary model of college students

 

 

Dirección para correspondencia

 

 

La dieta mediterránea está considerada como prototipo de dieta saludable; sin embargo, la industrialización y comercialización de la cadena alimentaria, con una producción cada vez mayor de alimentos procesados, están induciendo una serie de cambios en los hábitos y preferencias alimentarias en nuestro entorno geográfico1-3.

En una encuesta nutricional realizada en el segundo semestre del curso académico 2005/2006 a una muestra aleatoria de 500 universitarios de las distintas Facultades y Escuelas del campus de Pamplona de la Universidad de Navarra se ha constatado que estos jóvenes comenzaban el día desayunando un vaso de leche entera (72,5%) con cereales (47%) o dulces (41,8%) y apenas tomaban frutas (14%). A media mañana el 57,8% almorzaban, y lo hacían tomando un bocadillo con derivados cárnicos (19%) o dulces (15,6%) y, en menor proporción, frutas (12,4%). En la comida del mediodía, tomaban un primer plato de verduras (52,4%) o cereales (27,8%) y, en menor proporción, de legumbres (19,8%) Un segundo plato de carnes (78,6%) con patatas y, en menor proporción, de pescado (21,4%). Y como postre, tomaban frutas (53,8%) o yogures (27,2%). A media tarde el 58% merendaban, y lo hacían tomando dulces (19%) o cereales (14,6%) con un vaso de leche (23,2%), o bien un bocadillo con derivados cárnicos (11,8%). En la cena, tomaban carnes y derivados (76.2%) con patatas y/o verduras y, en menor proporción, huevos (26,6%) o pescados (23,8%); y como postre, frutas (36%) y yogures y/o quesos (36,2%). Es decir, el modelo dietético de los universitarios se caracterizaba por un consumo excesivo de carnes y derivados y azúcares refinados, junto a un consumo deficiente de cereales, legumbres, pescados y frutas; y, en consecuencia, existía un claro desequilibrio en la contribución porcentual de los principios inmediatos al aporte calórico diario (tabla I).

 

Las normas dietéticas aplicables a la población universitaria en orden a conseguir una alimentación equilibrada consistirían básicamente en moderar el consumo de carnes y derivados, con lo que se reducirían de forma sensible los aportes de proteínas de origen animal, colesterol y grasas saturadas; y fomentar el consumo de cereales (pan, pastas, arroz, etc.) y tubérculos (patatas al horno y/o cocidas), aumentando las cantidades de los primeros platos, así como de legumbres y pescados, sin descuidar el consumo de verduras y hortalizas, con lo que se incrementarían los aportes de carbohidratos complejos, proteínas de origen vegetal y grasas poliinsaturadas, respectivamente. Habría que promover el consumo de frutas como postre de las principales comidas, y sustituto de los dulces del desayuno y merienda, en cuya elaboración se usan grasas saturadas. Y, por último, habría que fomentar el consumo de aceite de oliva, principal fuente de grasa monoinsaturada, como única grasa culinaria en lugar de otros aceites vegetales4,5.

En suma, existe una obligada necesidad en la población universitaria de una educación nutricional. Los poderes públicos en su deber de velar por mantener nuestros hábitos dietéticos tradicionales, deberían promover el consejo dietético en los programas de atención primaria, e incluso debería estimarse el desarrollo de programas de educación nutricional en las aulas universitarias, bien en forma de asignaturas optativas u obligadas.

 

P. Bollat Montenegro y T. Durá Travé

Departamento de Pediatría. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. España.

 

Referencias

1. Ferro-Luzzi A, Branca F. Mediterranean diet, Italian-style: prototype of a healthy diet. Am J Clin Nutr 1995; 61(Supl.):1338-1345.        [ Links ]

2.Tur JA, Romaguera D, Pons A. Adherence to the Mediterranean dietary pattern among the population of the Balearic Islands. Br J Nutr 2004; 92:341-346.        [ Links ]

3. Estruch R, Martínez-González MA, Corella D, Salas-Salvadó J, Ruiz-Gutiérrez V, Covas MI, Fiol M, Gómez-Gracia E, López-Sabater MC, Vinyoles E, Arós F, Conde M, Lahoz C, Lapetra J, Sáez G, Ros E; PREDIMED Study Investigators. Effects of a Mediterranean-style diet on cardiovascular risk factors: a randomized trial. Ann Intern Med 2006; 145:1-11.        [ Links ]

4. Trichopoulou A, Naska A, Antoniou A, Friel S, Trygg K, Turrini A. Vegetable and fruit: the evidence in their favour and the public health perspective. Int J Vitam Nutr Res 2003; 73:63-9.        [ Links ]

5. Sánchez-Villegas A, Bes-Rastrollo M, Martínez-González JA, Serra-Majem L. Adherence to a Mediterranean dietary pattern and weight gain in a follow-up study: the SUN cohort. Int J Obes 2006; 30:350-358.        [ Links ]

 

 

Dirección para correspondencia:
Teodoro Durá Travé.
Av. Pío XII, 10-8º C.
31008 Pamplona.
E-mail: tduratra@cfnavarra.es

Recibido: 30-IV-2008.
Aceptado: 20-VIII-2008.

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