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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.27 no.1 Madrid ene./feb. 2012

 

ARTÍCULO ESPECIAL

 

Estado nutricional en escolares chilenos según la referencia NCHS y OMS 2007

Nutritional status in Chilean school children according to NCHS and WHO 2007 reference

 

 

E. Atalah S.1, S. Loaiza2 y M. Taibo3

1Departamento de Nutrición. Facultad de Medicina. Universidad de Chile.
2Departamento de Enfermería. Universidad de Magallanes.
3Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas. Santiago. Chile.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Antecedentes: El 2007 la OMS publicó una nueva referencia para evaluar el estado nutricional en niños y adolescentes de 5 a 19 años, que incluye tablas de índice de masa corporal (IMC) por edad y sexo.
Objetivo: Análisis comparativo del estado nutricional según IMC en escolares y adolescentes chilenos utilizando la norma vigente del Ministerio de Salud (NCHS) y la nueva referencia OMS 2007.
Material y métodos: Cohorte retrospectiva de 117.745 recién nacidos, con evaluación nutricional al ingresar a educación básica (1997) y enseñanza media (2005). Se analizó el estado nutricional según IMC en relación a las referencias NCHS 1977, OMS 2007 en desviaciones estándar (DE) y en percentiles. Se evaluó la concordancia diagnóstica según los tres criterios con el índice Kappa.
Resultados: Hubo pocas diferencias en la clasificación nutricional en primero básico (6,4 ± 0,3 años) entre los tres criterios. En primero medio (14,4 ± 0,3 años) fue mayor la prevalencia de bajo peso con ambas referencias OMS, de sobrepeso con OMS DE y de obesidad con OMS percentiles (p < 0,001). La principal diferencia estuvo en la clasificación de obesidad (≥ percentil 95), donde el 43,9% de los obesos por OMS percentiles fue clasificado sobrepeso con NCHS (concordancia 87,3% Kappa 0,75).
Conclusiones: Hubo una concordancia diagnóstica cercana al 90% entre los tres criterios. Existen algunas diferencias entre NCHS y OMS, así como entre las dos referencias OMS, dependiendo del punto de corte utilizado. La adopción de una u otra referencia debiera depender de los riesgos biológicos asociados.

Palabras clave: NCHS. OMS. IMC. Obesidad. Chile.


ABSTRACT

Background: In 2007, WHO published a new reference for assessing the nutritional status of children and adolescents aged 5 to 19 years, including body mass index (BMI) by sex and age.
Objective: To compare the nutritional assessment by BMI in schoolchildren and adolescents using the actual Chilean Ministry of Health norm (NCHS) and the new WHO reference 2007.
Material and methods: Retrospective cohort study of 117,745 newborns, with nutritional assessment on first year of basic education (1997) and later in high education (2005). We analyzed the nutritional status according to BMI for age in relation to the NCHS references and WHO 2007, in standard deviations (SD) and percentiles. We analyzed the agreement between the different references with the Kappa index.
Results: There were small differences in the nutritional classification in first grade (6,4 ± 0,3 years) between the three references. Underweight prevalence was slightly higher with both WHO references, overweight with WHO in standard deviation and obesity with WHO percentiles, at first grade of high school (14,4 ± 0,3 years). The main difference was in relation to classification of obesity (≥ percentile 95), where 43,9% of obese by WHO percentiles were considered overweight with NCHS (87,3% concordance Kappa 0,75).
Conclusions: The diagnostic concordance between the three criteria was the order of 90%. There are some differences between NCHS and WHO, and between both WHO reference, depending on the cutoff point used. The adoption of one or other reference should depend on the biological hazards associated with it.

Key words: NCHS. WHO. BMI. Obesity. Chile.


 

Introducción

Diversos países utilizan las tablas de referencia del National Center for Health Statistics (NCHS) de Estados Unidos, para evaluar el estado nutricional en niños y adolescentes. Las tablas originales del 1977 se basaron en un estudio longitudinal en menores de 18 años, las que fueron posteriormente complementadas con información derivada del National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES III). Ello permitió actualizar las tablas en los menores de 6 años, las que fueron publicadas en el año 2000, con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud1,2.

El año 2006 la OMS publicó una nueva referencia de crecimiento para menores de 5 años, basada en un estudio multicéntrico en seis países, con un enfoque prescriptivo y no descriptivo. En lugar de describir cómo crecen los niños en un momento y espacio determinado, se procuró describir cómo era su crecimiento en condiciones ideales de alimentación, ambiente y atención de salud, lo que presenta evidentes ventajas respecto a las tablas de NCHS3,4.

La nueva referencia de la OMS determinó la necesidad de revisar el criterio de evaluación nutricional en escolares y adolescentes. Un grupo de expertos concluyó que era muy difícil realizar un estudio con similares características al de los menores de 5 años. Propuso como una alternativa utilizar datos de estudios anteriores, previa discusión de los criterios de selección para hacer un análisis conjunto. Se identificaron 115 estudios en 45 países, de los cuales solo 34 cumplían con los criterios de inclusión propuestos. Se observó gran heterogeneidad en los tamaños de muestra, categorías de edad, nivel socioeconómico, entre otras variables, lo que hacia difícil un análisis integrado5-7.

En base a estos antecedentes se decidió actualizar la tabla NCHS para los niños de 5 a 19 años, complementando la muestra original con datos de la OMS 2006, para suavizar la transición entre ambas referencias a los 5 años de edad. La fusión de los dos conjuntos de datos proporcionó una transición suave de la talla para la edad, peso para la edad e IMC para la edad, con una diferencia de IMC entre ambas curvas menor de 0,1 kg/m2 en todos los percentiles a los 5 años de edad8.

A los 19 años, los nuevos valores del IMC también son similares al punto de corte del sobrepeso y obesidad en adultos: +1 desviación estándar (DE) corresponde a IMC 25,4 y 25,0 kg/m2 para hombres y mujeres respectivamente y +2 DE a IMC 29,7 kg/m2 en ambos sexos, muy similar criterio utilizado para el diagnóstico de obesidad en adultos (≥ 30,0 kg/m2)9.

El Chile, el Ministerio de Salud adoptó el 2007 la referencia OMS para la evaluación nutricional de menores de 5 años, aunque se ha continuado utilizando la referencia NCHS en el grupo de 6 a 18 años10. Diversos grupos técnicos han planteado la necesidad de evaluar si es recomendable cambiar la referencia NCHS por la OMS 2007 en ese grupo de edad. El propósito de este estudio es hacer un análisis comparativo de la evaluación nutricional en escolares y adolescentes utilizando la actual norma del MINSAL (NCHS) y la nueva referencia OMS.

 

Material y método

Fuente de información

La información se obtuvo de las bases de datos que genera anualmente la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) cuando evalúa el estado nutricional en niños que asisten a más de 6.100 Escuelas Públicas y Subvencionadas de todo el país. La población estudiada corresponde a una cohorte retrospectiva de recién nacidos del año 1990 y 1991, cuyos datos antropométricos fueron obtenidos al ingresar a educación básica (1997) y posteriormente en los mismos niños cuando ingresaron a enseñanza media (2005). En total se evaluaron 117.745 estudiantes en ambos períodos de tiempo (56.737 varones y 61.008 mujeres), cuyas características han sido descritas en publicaciones previas11,12.

Variables

Las variables analizadas fueron sexo, edad, peso y talla, a partir de las cuales se determinó el IMC (kg/m2), que fue clasificado según las referencias NCHS 1977 y OMS 2007. En este último caso se determinó el estado nutricional considerando tanto los puntos de corte con desviaciones estándar (DE) como con percentiles, según los siguientes criterios:

• Referencia NCHS 1977. De acuerdo a la "Norma Técnica de Evaluación Nutricional del niño de 6 a 18 años" del Ministerio de Salud se consideró: bajo peso IMC < percentil 10; normal entre p10 y p84; sobrepeso entre p85 y p94 y obesidad ≥ p9510.

• Referencia OMS 2007 en desviaciones estándar: bajo peso IMC < -1 DE; normal entre -1,0 y + 0,9 DE; sobrepeso +1,0 a +1,9 DE y obesidad ≥ + 2,0 DE13.

• Referencia OMS 2007 en percentiles: bajo peso IMC < p15; normal entre percentil 15 y 84; sobrepeso entre el p85 y 94 y obesidad. p95. Adicionalmente se analizaron los datos considerando el bajo peso como < percentil 513.

Determinación del estado nutricional

Para evaluar el estado nutricional según OMS con desviaciones estándar se utilizó el software de la OMS Anthro Plus13. En los otros dos casos se elaboró un programa específico para ser utilizado en el programa STATA versión 9, utilizando los puntos de corte definidos previamente.

Análisis estadísticos

Se analizaron promedio y DE estándar en las variables continuas con distribución normal y distribución de frecuencia en las variables categóricas. Para la comparación entre los grupos de utilizo prueba de anova de muestras independientes en las variables continuas y Χ2 en las variables categóricas, considerando significativo p < 0,05. Para comparar el estado nutricional según los diferentes criterios de clasificación nutricional se analizo la concordancia y el índice Kappa, considerándose una buena concordancia un valor ≥ 0,80.

 

Resultados

El grupo estudiado tenía una edad promedio de 6,4 ± 0,3 años al iniciar la educación básica y 14,4 ± 0,3 años al ingresar a educación media y sus principales características antropométricas según sexo, se muestran en la tabla I. La relación talla para la edad se encuentra levemente bajo la mediana en ambos grupos, siendo algo menor en niñas en primer año básico y en el grupo de mayor edad. El IMC para la edad se encuentra 0,5 a 0,7 DE sobre la mediana, lo que explica una prevalencia relativamente alta de sobrepeso y obesidad. Aún cuando las diferencias de las distintas variables fueron relativamente pequeñas en función del sexo, prácticamente todas ellas son estadísticamente significativas por el gran tamaño de muestra estudiado.

La comparación del estado nutricional según IMC con los tres criterios estudiados se presenta en la tabla II, destacando que en primer año básico no existen grandes diferencias entre NCHS y OMS percentiles. Las diferencias son algo mayores cuando se compara OMS en DE con NCHS, por mayor prevalencia de bajo peso y sobrepeso con la referencia OMS. Si el punto de corte para el diagnostico de bajo peso con la referencia OMS fuera el percentil 5, la prevalencia disminuye a menos de la mitad.

 

La situación es relativamente similar en primero medio, aunque destaca mayor prevalencia de bajo peso con las dos referencias OMS, mayor prevalencia de sobrepeso con OMS DE y un aumento importante de la prevalencia de obesidad con OMS percentiles. En cambio no existen grandes diferencias en la prevalencia de obesidad entre OMS DE y NCHS.

La concordancia diagnóstica entre los tres criterios es relativamente alta, superando el 92% en los niños de primero básico, con un índice Kappa superior a 0,9 (tabla III). Las mayores diferencias se deben a que un porcentaje de los niños de bajo peso (7 al 22%) son considerados normales con alguno de los otros criterios utilizados y que una fracción de los niños con sobrepeso, pueden ser evaluados como normales u obesos, según la referencia utilizada.

En alumnos de primer año de enseñanza media la tendencia es similar, aunque la concordancia diagnóstica y el índice Kappa son algo menores (tabla IV). Nuevamente una proporción de niños de bajo peso o con sobrepeso pasan a considerarse normales, según la referencia utilizada. Sin embargo la principal diferencia está en la clasificación de obesidad según la referencia OMS percentiles y NCHS percentiles, donde cerca de la mitad de los niños cambia de diagnóstico.

 

Discusión

Un problema complejo a definir es si las tablas que se utilizan para evaluar crecimiento y estado nutricional constituyen solo una "referencia" de comparación o un "patrón de normalidad", una "meta a alcanzar". Esta segunda opción es lo que se planteó con la nueva referencia OMS en menores de 5 años, describiendo el crecimiento en condiciones adecuadas de alimentación, ambiente y cuidados de salud. Lo ideal es establecer los rangos de normalidad no solo en base a una distribución estadística, sino en función de los riesgos biológicos asociados a los distintos puntos de corte para cada categoría de clasificación nutricional14,15.

La evidencia internacional demuestra que un mayor valor de IMC se asocia con mayor riesgo de diabetes16,17 y de síndrome metabólico en escolares y adolescentes18-20. Esta misma asociación ha sido encontrada en estudios nacionales, donde se ha destacado además la importancia de un aumento de la masa grasa21,22. Es importante entonces identificar los puntos de cortes del IMC que se asocian con un mayor riesgo metabólico, ya sea para prevenir un aumento excesivo de peso o intervenir precozmente cuando sea necesario.

La nueva referencia OMS en escolares tiene la ventaja de haberse complementado con datos más recientes, de haberse utilizado mejores métodos estadísticos para seleccionar los modelos (transformación de potencia Box-Cox exponencial) y que se suavizó la transición de la talla para la edad y del IMC tanto a los 5 como a los 19 años. De este modo se evitan cambios importantes del estado nutricional solo por un cambio en la edad. Otra probable ventaja es que posiblemente será ampliamente utilizada a nivel internacional, lo que facilita la comparación entre los países.

Una limitante de esta nueva propuesta, que también se aplica a la referencia NCHS, es que no fue construida en función de los riesgos biológicos asociados. Para responder hasta pregunta se necesitaría un estudio multicéntrico en una importante cohorte de niños, lo cual es muy difícil de realizar.

Los resultados de este estudio demuestran que no hubo importantes diferencias en el estado nutricional a los 6 años de edad, lo que se explica por que las nuevas curvas fueron ajustadas para suavizar la transición. Tampoco hubo grandes diferencias a los 14 años entre NCHS y OMS en desviaciones estándar, salvo mayor prevalencia de sobrepeso con este último criterio, lo que concuerda con otros estudios recientes23,24.

Sin embargo estos resultados no pueden generalizarse, ya que pueden ser bastante diferentes dependiendo de la edad estudiada, sexo, puntos de corte que se utilicen y si el análisis se centra fundamentalmente en la desnutrición aguda, desnutrición crónica u obesidad25,26.

Sorprendentemente las mayores diferencias se observaron dentro de la misma referencia OMS, con el doble de prevalencia de obesidad en adolescentes al utilizar el percentil 95 en vez de ≥ 2 DE como criterio diagnostico. El dilema no es solo decidir si se utiliza o no la nueva referencia OMS, sino cual de ellas sería la mas adecuada. La decisión debiera estar basada en el riesgo biológico, pero no se disponen elementos suficientes para definirlo. Un elemento a favor de las DE es que el programa Anthro Plus clasifica el estado nutricional según esta variable, lo que facilita el análisis a nivel individual y colectivo. Probablemente la respuesta debiera considerar también la capacidad de respuesta del sistema de salud, ya que no se justifica hacer un diagnostico, si este no va asociado a la intervención respectiva.

Lo ideal es que la decisión final sobre que referencia y que puntos de corte utilizar sea el producto de una mesa de trabajo que integre a organismos de gobierno, académicos y sociedades científicas vinculadas con el tema, para lograr un consenso técnico que sea posteriormente una norma nacional. Esa es una tarea pendiente en la mayor parte de nuestros países.

 

Referencias

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Dirección para correspondencia:
Eduardo Atalah S.
Departamento de Nutrición.
Facultad de Medicina. Universidad de Chile.
Independencia 1027, Clasificador n.o 7.
Santiago, Chile.
E-mail: eatalah@med.uchile.cl

Recibido: 12-VIII-2011.
Aceptado: 17-VIII-2011.

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