Cartas al Director

Trombosis venosa profunda y riesgo de neoplasia

Sr. Director:

Hemos leído con interés el artículo “Trombosis venosa profunda y cancer: actitud diagnóstica” publicado en su revista por Rodríguez y col (1). La relación entre la enfermedad tromboembólica y los tumores malignos es conocida desde hace mas de un siglo. La prevalencia de cáncer en pacientes que presentan enfermedad tromboembólica varía en los diferentes estudios. En nuestro medio, nosotros investigamos de manera retrospectiva la asociación entre ambas patologías durante los años 1992-1999. Nuestros objetivos fueron analizar el porcentaje de pacientes que desarrollaban una enfermedad neoplásica tras un episodio de trombosis venosa profunda (TVP), el periodo de tiempo entre ambos eventos y la localización tumoral. Se excluyeron los diagnósticos de neoplasia previos al evento tromboembólico. 

Los criterios utilizados para el diagnostico de las entidades nosológicas fueron los de la CIE-9. Un total de 1.260 pacientes tuvieron al menos un episodio de TVP, de ellos a 112 se les diagnosticó una neoplasia (8,9%). La edad media de presentación fue de 70,9 años (rango 41-90 años), el 65,2% fueron varones. En el mismo ingreso se objetivó de forma simultanea el diagnóstico de TVP y cáncer en el 5,7%. En el 80% de los casos la aparición del tumor ocurrió en los 3 primeros meses tras el episodio de TVP. Los tumores mas frecuentes por orden decreciente fueron próstata, pulmón y colon entre los varones y ginecológico, mama y páncreas en las mujeres. 

La incidencia de aparición de tumores tras la trombosis venosa varía en función de las series (7,6-17%) (2,3). De nuestro estudio, al igual que ha sido sugerido por otros autores en pacientes menores de 40 años con un episodio de TVP primario no existe un mayor riesgo de cáncer (4). Los tumores que aparecieron en nuestros pacientes son similares a los publicados en la literatura (5,6). Sin embargo, a partir de dicha edad, existe un riesgo 4 veces superior de presentar neoplasias sólidas ocultas durante el primer año (7). A pesar de ello, no está justificada la búsqueda sistemática de un tumor en todos los pacientes con TVP (5,6). No obstante, algunos autores son partidarios de realizar una investigación más extensa al objeto de detectar de forma precoz un tumor ante la posibilidad de mejoría de su pronostico (8,9). Parece recomendable una vigilancia activa de los pacientes sobre todo en los 6 primeros meses tras la TVP dado que la mayoría de las neoplasias aparecen en dicho intervalo de tiempo.

M. Zabalza Azparren, J. D. Mosquera Lozano, A. Arizti Martín, M. Vallejo García

Servicio de Medicina Interna. Complejo Hospitalario San Millán-San Pedro. Logroño

 

1. Rodríguez Blanco A, Rodríguez Barrientos R, Estelles Piera F. Trombosis venosa profunda y cancer: actitud diagnostica. An Med Interna (Madrid) 2002; 19: 657-8. 

2. Prandoni P, Lensing AWA, Búller HR, Cogo A, Prins MH, Cattelan AM, et al. Deep vein thrombosis and the incidence of subsequent symptomatic malignant disease. N Engl J Med 1992; 327: 1128-33. 

3. Monreal M, Lafoz E, Casals A, et al. Occult cancer in patients with venous thrombosis: a systematic approach. Cancer. 1991: 67: 541-5. 

4. Subira M, Mateo J, Souto JC, Altes A, Fontcuberta J. Lack of association between venous thrombosis and subsequent malignancy in a retrospective cohort study in young patients. Am J Hematol 1999;60: 181-4. 

5. Sorensen HT, Mellemkajaer L, Steffensen FH, Olsen JH, Nielsen GL The risk of a diagnosis of cancer after primary deep venous thrombosis or pulmonary embolism. N Engl J Med 1998; 338: 1169-73. 

6. Monreal M, Prandoni P. Venous thromboembolism as first manifestation of cancer. Semin Thromb Hemost 1999; 25: 131-6. 

7. Barón JA, Gridley G, Weiderpass E, Nyren O, Linet M. Venous thromboembolism and cancer. Lancet 1998; 351: 1077-80. 

8. Piccioli A, Prandomi P. Idiopathic venous thromboembolism as a first manifestation of cancer. Haemostasis 2001; 31: 37-9. 

9. Prandoni P. Cancer and thromboembolic disease; how important is the risk of thrombosis? Cancer Treat Rev 2002; 28: 133-6.