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Anales de Medicina Interna

versão impressa ISSN 0212-7199

An. Med. Interna (Madrid) vol.23 no.5  Mai. 2006

 

CARTAS AL DIRECTOR

 

Bacteriemia por Pantoea agglomerans

Bacteremia caused by Pantoea aglomerans

 

 

F. Marcos Sánchez;  A. I. Muñoz Ruiz;  M. J. Martín Barranco; A. Viana Alonso

Servicio de Medicina Interna. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina. Toledo

 

Sr. Director:

Las cepas de Enterobacter son patógenos oportunistas que pocas veces originan enfermedades en personas no inmunodeprimidas. Suelen colonizar a los pacientes hospitalizados, en particular a los que reciben tratamiento con antibióticos, diabéticos, enfermos con cáncer, neutropénicos, enfermos con quemaduras o heridas; también pueden colonizar las vías respiratorias y urinaria y en los portadores de catéteres intravasculares (1,2).

Enterobacter cloacae y Enterobacter agglomerans (actualmente Pantoea agglomerans) son los miembros de la familia responsables de la mayor parte de las infecciones intrahospitalarias, así como de una epidemia importante originada por una contaminación de una perfusión (3).

Pantoea agglomerans es un bacilo gram negativo, que como hemos dicho causa fundamentalmente infecciones nosocomiales, aunque también se han descrito casos de meningitis neonatal y de artritis séptica (4-6). Puede crecer en medios ricos en glucosa, por lo que ocasionalmente produce infecciones relacionadas con la infusión intravenosa de sueros, que pueden originar brotes de bacteriemia en los hospitales (7). Se ha referido un aumento de las resistencias de este microorganismo a los antibióticos betalactámicos, lo que puede motivar el empleo de los carbapenemes en ciertos casos (7). Recientemente hemos tenido ocasión de diagnosticar un nuevo caso de bacteriemia por Pantoea agglomerans y nos parece interesante comentar brevemente el caso por su escasa frecuencia.

Mujer de 31 años de edad, con antecedentes personales de neurofibromatosis, neurofibrosarcoma pélvico tratado hacía 12 años con cirugía extensa, cinco años después presentó recidiva, recibiendo tratamiento con radioterapia. Hace dos años presentó extensa recidiva a nivel intestinal, efectuándose resección intestinal masiva, pudiendo preservar únicamente 59 centímetros del intestino delgado proximal. Posteriormente presentó un síndrome de intestino corto secundario y precisó de la colocación de un catéter Hickman para nutrición parenteral, ante la existencia de una desnutrición proteico-calórica. Tres meses atrás presentó una bacteriemia por Enterococcus faecalis, que evolucionó de un modo favorable en el ingreso hospitalario. Acudió nuevamente a urgencias refiriendo un cuadro de fiebre superior a 38 ºC y escalofríos repetidos de tres días de duración. Asimismo comentó que presentaba vómitos y deposiciones líquidas, habituales en ella.

A la exploración física destacaba la delgadez de la paciente. 39 ºC. Tensión arterial de 100/60 mmHg. La auscultación cardiaca y pulmonar fueron normales. El abdomen no era doloroso, existía una herniación a nivel de la cicatriz de laparotomía supraumbilical. El hemograma, hemostasia y bioquímica fueron normales, salvo K de 2,9 mmol/l y unas proteínas totales de 5,2 gramos/dl. Radiografía de tórax: no cardiomegalia, campos pulmonares normales. ECG: ritmo sinusal, no alteraciones de la repolarización ventricular. De modo empírico se inició tratamiento con vancomicina y ceftazidima.

En los hemocultivos extraídos de las luces del catéter Hickman se observó el crecimiento de una bacteria gram negativa, identificada como Pantoea agglomerans.

Existía una excelente sensibilidad a cefalosporinas, aminoglucósidos y ciprofloxacino, por lo que se sustituyó el tratamiento inicialmente prescrito por ciprofloxacino.

Asimismo se efectúo un sellado de las luces del catéter con vancomicina y gentamicina durante 15 días. Los cultivos de sangre extraídos posteriormente fueron negativos, así como los obtenidos de una vena periférica.

La evolución posterior fue clínicamente favorable procediéndose al alta hospitalaria a los 15 días del ingreso.

 

Bibliografía

1. Gallagher PG. Enterobacter bacteremia in pediatric patients. Rev Infect Dis 1990; 12: 808-812.

2. Bodey GP, Elting CS, Rodríguez S. Bacteremia caused by Enterobacter: 15 years of experience in a cancer hospital. Rev Infect Dis 1991; 13: 550-558.

3. Maki DG, Martin WT. Nationwide epidemia of septicemia caused by contaminated infusion products. IV Growth of microbial pathogens in fluids for intravenous infusion. J Infect Dis 1975; 131:267.

4. Mensa J, Gatell JM, Jiménez de Anta MT, Prats G, Domínguz-Gil A. Pantoea agglomerans. En Guía de terapéutica antimicrobiana. Editorial Masson. Barcelona 2004; 236.

5. Eisenstein BI, Zaleznik DF. Enterobacter. Enterobacteriaceaceae En Enfermedades Infecciosas : Principios y práctica de Mandell GL, Bennett JE, Dolin R. Editorial Médica Panamericana. Madrid 2002; 2792-2793.

6. Kratz A, Greenberg D, Barki Y, Cohen E, Lifshitz M. Pantoea agglomerans as a cause of septic arthritis palm tree thorn injury; case report and literature review. Arch Dis Child 2003; 88: 542-544.

7. Aguado García JM, Lumbreras Bermejo C. Infecciones por enterobacterias. Medicine 1998; 7: 3622-3628.

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