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Avances en Odontoestomatología

versão On-line ISSN 2340-3152versão impressa ISSN 0213-1285

Av Odontoestomatol vol.30 no.1 Madrid Jan./Fev. 2014

 

 

 

Frecuencia del canal MB2 en la raíz mesiovestibular del primer molar maxilar en estudios in vitro e in vivo. Una revisión sistemática

In vitro and in vivo frecuency of MB2 canal in maxillary first molars. A systematic review

 

 

Betancourt P.*, Cantín M.**, Fuentes R.***

* Odontólogo. Alumno de Programa de Magíster en Odontología. Facultad de Odontología. Universidad de La Frontera. Temuco, Chile.
** Magíster en Morfología. Programa de Doctorado en Ciencias Morfológicas. Profesor Asistente. Departamento Integral Adultos. Facultad de Odontología. Universidad de La Frontera. Temuco, Chile.
*** Doctor en Odontología. Profesor Asociado. Departamento Integral Adultos. Facultad de Odontología. Universidad de La Frontera. Temuco, Chile.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Introducción: El primer molar maxilar (1MM) presenta la mayor variación morfológica en sus canales radiculares, así como tasa de fracaso postratamiento endodóntico. Entre las principales causas de fracaso, está la falta de localización del canal mesiovestibular secundario (MB2). El objetivo de esta revisión sistemática fue determinar el porcentaje de detección del MB2 del 1MM en estudios in vivo e in vitro o ex vivo utilizando diferentes técnicas de detección.
Material y método: Se realizó una búsqueda en las bases de datos MEDLINE-PubMed, Web of Knowledge y SciELO desde el 1 de enero de 1980. Se seleccionaron estudios realizados en humanos que evaluaran la visualización del MB2. Se incluyó literatura en inglés y español, abarcando estudios de ensayos clínicos aleatorizados, multicéntricos prospectivos, estudios retrospectivos, series de casos y estudios descriptivos. Además, se evaluó su calidad metodológica.
Resultados: Fueron incluidos 35 artículos. En estudios in vitro los mayores porcentajes de detección se obtienen con microscopios óptico (100%) y endodóntico (ME) (92,3%), Tomografía Computarizada de Haz de Cono (TCHC) (92%), y microtomografía computarizada (90-80%). En estudios in vivo, fueron con ME (73,2%) y TCHC (70,5%), así como métodos combinados utilizando magnificación y ultrasonido (70,2%). Todos los artículos mostraron un nivel de evidencia 1B.
Discusión: La prevalencia del canal MB2 reportada en la literatura varía según la técnica de detección y el tipo de estudio. Se recomienda utilizar técnicas especializadas como ME, TCHC o ultrasonido para detectar el MB2 y mejorar las tasas de éxito del tratamiento endodóntico del 1MM.

Palabras clave: Primer molar maxilar, segundo canal mesiovestibular, raíz mesiovestibular, microscopio endodóntico, tomografía computarizada de haz de cono.


SUMMARY

Introduction: First maxillary molar (1MM) presents the greatest morphological variation in root canals and endodontic posttreatment failure rate. Among the major causes of failure is the lack of secondary mesiobuccal canal (MB2) location. The aim of this systematic review was to determine the percentage of MB2 detection in 1MM on in vivo and in vitro studies using different techniques.
Methods: An electronic MEDLINE-PubMed, Web of Knowledge and SciELO search complemented by manual searching was conducted up to january 1980. Human studies evaluating the MB2 detection, in English and Spanish language, and randomized clinical trials, prospective cohort, retrospective, case series and descriptive studies, were considered for inclusion. Additionally, assessment of their methodological quality was evaluated.
Results: Thirty-five articles were included. In vitro studies obtained higher detection rates with optical (100%) and endodontic microscopes (EM) (92.3%), Cone beam computed tomography (CBCT) (92%), and computed microtomography (90-80%). On in vivo studies were obtained with EM (73.2%), CBCT (70.5%) and combined methods using magnification and ultrasound (70.2%). All articles showed a 1B level of evidence.
Discussion: The prevalence of MB2 canal reported in the literature varies according to detection technique and study type. Specialized techniques as ME, CBCT or ultrasound are recommended to detect the MB2 and improve success rates of 1MM endodontic treatment.

Key words: First maxillary molar, second mesiobuccal canal, mesiobuccal root, endodontic microscope, Cone beam computed tomography.


 

Introducción

Para realizar un adecuado tratamiento endodóntico, además de un cuidadoso examen clínico y radiológico (1), es necesario conocer las variaciones de la morfología del sistema de canales radiculares (2). El primer molar maxilar (1MM) es uno de los dientes más comúnmente tratado endodónticamente; presenta la mayor variación morfológica en su sistema de canales radiculares (3), así como la más alta tasa de fracaso postratamiento (4), relacionando de manera directa estas variables (5,6), y hace de él un desafío constante para el éxito de la terapia endodóntica.

Una de las principales causas de fracaso en los 1MM es la falta de localización del canal mesiovestibular secundario (MB2), lo que impide su correcto desbridamiento u obturación (7-10), con un mal pronóstico a largo plazo (11).

Las investigaciones que han estudiado la detección, prevalencia y morfología del MB2 muestran amplias diferencias, con un porcentaje promedio de detección in vivo del 40%, mientras que in vitro alcanzan el 80% (4); que además varían según la técnica utilizada como la tinción del canal (5,12,13), cortes de secciones transversales radiculares (14), examen radiográfico (7,15,16), uso de lupa de aumento (14), microscopio quirúrgico endodóntico (17), ultrasonido (9), microscopio electrónico de barrido (14), tomografía computarizada de haz de cono (TCHC) (18,19) y micro tomografía computarizada (microTC) (20), la mayoría aplicados en estudios in vitro, mientras que para evaluar la anatomía de los canales radiculares y localizar el MB2 clínicamente en la actualidad son la microscopía endodóntica, radiografía convencional, ultrasonido y la TCHC (21). A pesar de la amplia literatura, no existe una clara descripción o estudio que compare y evidencie la mejor técnica de identificación, tanto in vitro como in vivo para la detección del MB2.

Considerando esta falta de consenso y la importancia de conocer los porcentajes de detección del MB2 bajo diferentes condiciones y técnicas, y con el fin de entregar herramientas que ayuden al clínico a enfrentar de manera adecuada y basada en la evidencia el uso de técnicas complementarias para detectar la presencia de canales accesorios ante el tratamiento endodóntico del 1MM, el objetivo de esta revisión sistemática fue determinar y comparar el porcentaje de detección del canal MB2 en la raíz mesiovestibular del 1MM utilizando diferentes técnicas en estudios tanto in vivo como in vitro, por medio del análisis de artículos publicados en las bases MEDLINE-PubMed, Web of Knowledge y SciELO entre los años 1980 y 2013.

 

Material y método

Estrategia de búsqueda

Se realizó una búsqueda en línea de las bases de datos electrónicas MEDLINE-PubMed, Web of Knowledge y SciELO entre el 1 de enero de 1980 y el 25 de febrero del 2013.

Los términos de búsqueda utilizados fueron: (("maxilla"[MeSH Terms] OR "maxilla"[All Fields] OR "maxillary"[All Fields]) AND first[All Fields] AND ("molar"[MeSH Terms] OR "molar"[All Fields])) AND (MB2[All Fields] OR (second[All Fields] AND mesiobuccal[All Fields] AND ("dental pulp cavity"[MeSH Terms] OR ("dental"[All Fields] AND "pulp"[All Fields] AND "cavity"[All Fields]) OR "dental pulp cavity"[All Fields] OR "canal"[All Fields])) OR (second[All Fields] AND mesiobuccal[All Fields] AND ("dental pulp cavity"[MeSH Terms] OR ("dental"[All Fields] AND "pulp"[All Fields] AND "cavity"[All Fields]) OR "dental pulp cavity"[All Fields] OR "canal"[All Fields])) OR (accessory[All Fields] AND mesiobuccal [All Fields] AND ("dental pulp cavity"[MeSH Terms] OR ("dental"[All Fields] AND "pulp"[All Fields] AND "cavity"[All Fields]) OR "dental pulp cavity"[All Fields] OR "canal"[All Fields]))).

Criterios de selección

Se seleccionaron estudios in vivo, in vitro o ex vivo realizados en dientes de sujetos humanos. Los estudios identificaban el MB2 mediante exámenes anatómicos (diafanización), histológicos (cortes transversales o longitudinales), lupa, microscópico endodóntico, radiográficos, ojo desnudo, ultrasonido o imagenología mediante TC, TCHC y microTC.

Se incluyó literatura en los idiomas inglés y español, abarcando ensayos clínicos aleatorizados, multicéntricos prospectivos, estudios retrospectivos, series de casos, estudios descriptivos in vitro, ex vivo e in vivo y artículos de opinión. Se excluyeron reportes de caso, revisiones y cartas al editor, así como artículos de pacientes con síndromes, patologías, o médicamente comprometidos.

Metodología de revisión

Los títulos y resúmenes de los artículos obtenidos mediante la estrategia de búsqueda mencionada fueron seleccionados inicialmente por dos revisores de manera independiente, y se examinaron según acuerdo sobre su posible inclusión. Los textos completos de los artículos que se consideraron pertinentes de acuerdo con el título y el resumen se leyeron y evaluaron de forma independiente a los criterios de elegibilidad establecidos. Las razones para rechazar los estudios en ésta o en etapas posteriores fueron registradas.

Los artículos en texto completo seleccionados se analizaron nuevamente. En esta segunda revisión se volvieron a aplicar los criterios de inclusión, y una lista definitiva de los trabajos se identificó para la extracción de datos. Los artículos considerados adecuados por ambos observadores fueron incluidos. En el caso de que un solo observador apoyara la inclusión, los desacuerdos se resolvieron mediante discusión de los revisores.

Además, se realizó una búsqueda manual en las listas de referencias bibliográficas de los artículos definitivos.

Para evitar el sesgo de selección en esta etapa, los evaluadores fueron enmascarados para los autores, instituciones y los títulos de las revistas. Los estudios seleccionados se sometieron a evaluación de la validez, con especial atención a las publicaciones duplicadas utilizando el mismo origen de datos, para evitar un posible impacto mayor de los mismos datos en el resultado global.

Evaluación de la calidad

Basado en el diseño y el contenido de los estudios seleccionados, su calidad fue evaluada de forma independiente y por duplicado por los dos revisores, ciegos al nombre de los autores, las instituciones y los títulos de revistas.

Extracción de los datos

Ambos revisores extrajeron los datos de manera independiente utilizando formularios diseñados especialmente para el estudio. Se discutió cualquier desacuerdo, y un tercer revisor fue consultado al ser necesario. Datos incompletos fueron excluidos. Cuando los resultados de un estudio fueron publicados más de una vez o los resultados se detallan en un número diferente de publicaciones, el conjunto de datos más completo de todas las fuentes se incluyó sólo una vez.

Análisis de datos

Se compararon los resultados y los datos fueron analizados utilizando el índice de fiabilidad entre evaluadores (Kappa de Cohen).

 

Resultados

Los resultados de la estrategia de búsqueda diseñada se observan en la figura 1. De los 35 artículos seleccionados, 24 correspondieron a estudios in vitro o ex vivo, 9 fueron estudios in vivo y 1 combinó estudios in vivo e in vitro.

 

 

Todos los estudios in vitro mostraron un diseño descriptivo de corte transversal. Los métodos utilizados de manera específica para determinar la prevalencia del MB2 fueron microscopio endodóntico (n=8), microTC (n=4), TCHC (n=3), ojo desnudo (n=5), lupa (n=4), diafanización (n=4), radiografía periapical convencional (n=3) y digital (n=1), y TC (n=2). Otros correspondieron a métodos histológicos, clínicos, mediante cortes longitudinales y radiografía panorámica convencional (n=1 en cada caso). El resto de los estudios, combinó técnicas de microscopia y ultrasonido, cortes y microscopía, TCHC y evaluación clínica, y microscopía con diafanización. Ningún estudio diferenció los dientes analizados según lateralidad, y sólo 1 estudio (22), diferenció su muestra según sexo, pero no mostró resultados de prevalencia según esta variable.

En la tabla 1 se detallan el número de dientes analizados, método, población estudiada y prevalencia general de cada estudio de tipo in vitro seleccionado. La prevalencia del MB2 en promedio según el método de análisis en estudios in vitro, quienes utilizaron microscopio endodóntico muestran una prevalencia promedio del 72,65% (rango entre 58-92,3%), con lupas un 59,9% (rango entre 46,2-68%), con ojo desnudo un 48,38% (rango entre 17,2-62%), con microTC un 77,85% (rango entre 65,2-90%), con TC un 36,95% (rango entre 36-37,9%), con diafanización un 67,55% (rango entre 47-80,9%), con radiografía periapical un 34,2% (rango entre 8-50%) y con TCHC un 70,33% (rango entre 54-92%). Del resto de los métodos, la histología mostró una prevalencia del MB2 del 100%, el ultrasonido del 62%, el corte longitudinal del diente del 51,2%, la clínica del 50%, y mediante radiografía panorámica del 0%. Con los métodos combinados, las prevalencias del MB2 fueron 92,85% (de un 67,14% de canales accesorios observados mediante microscopio más diafanización), 74% (ultrasonido más microscopio) y 23% (cortes y microscopio).

 

 

En los estudios in vivo, el 70% correspondió a un diseño descriptivo de corte transversal, y el 30% fueron estudios descriptivos retrospectivos. La metodología utilizada para determinar la prevalencia del MB2 fue TCHC (n=5), microscopio endodóntico (n=4) e instrumentación (n=1). Dos estudios utilizaron métodos combinados, lupa más radiografía y microscopio endodóntico más ultrasonido.

En la tabla 2 se detallan el número de dientes analizados, método de análisis, población estudiada y prevalencia general de cada estudio de tipo in vivo seleccionado. Al analizar la prevalencia del MB2 en promedio según el método de análisis utilizado en los estudios in vivo, quienes utilizaron TCHC muestran una prevalencia promedio del 59,50% (rango entre 51,92-70,5%) y microscopio endodóntico un promedio del 50,7% (rango entre 33,1-73,2%). Además, los métodos combinados magnificación más radiografía y microscopio más ultrasonido mostraron una prevalencia superior al 50% (57,9 y 70,2%, respectivamente).

 

 

En la tabla 3 se observan los estudios in vivo que distribuyen la prevalencia del MB2 según sexo, demostrando que no existen diferencias de dimorfismo sexual en el MB2 y, en la tabla 4, al analizar la prevalencia según lateralidad derecha-izquierda, tampoco se observan diferencias porcentuales importantes.

 

 

 

Analizando todos los artículos, se determinó que éstos presentan un nivel de evidencia 1B según la clasificación del Evidence-Based Medicine Center, University of Oxford.

 

Discusión

La prevalencia del canal MB2 reportada en la literatura varía según la técnica de observación utilizada, así como también si se observó in vivo o in vitro, con rangos que varían entre el 0% y 100% (14,38). Los promedios más altos de visualización se obtienen en estudios in vitro utilizando los microscopios óptico (100%) y endodóntico (92,3%) (14), TCHC (92%) (24), y MicroTC (entre 80 y 90%) (20,25).

Clínicamente los estudios in vivo muestran una alta prevalencia del MB2 al ser observado mediante microscopio endodóntico, alcanzando hasta un 70% (45). Resultados similares se obtienen al utilizar TCHC (3,4,18,39), incluso en diferentes poblaciones (Tabla 2). A la luz de estos resultados, se recomienda el uso clínico de estos sistemas como exámenes complementarios. No obstante, Sempira y cols. (44), al utilizar microscopio, muestran un bajo porcentaje de localización del MB2 (33,1%). Esto se podría explicar porque el estudio fue realizado por residentes de la especialidad de endodoncia, demostrando que es necesario alcanzar experiencia clínica y entrenamiento para utilizar el microscopio, y obtener un buen rendimiento. Esta situación también es expuesta por Stropko y cols. (1999) (45), quienes afirman que el porcentaje de localización del canal MB2 aumenta al confluir la experiencia clínica, uso habitual del microscopio e instrumentos específicos de microendodoncia. Además, la combinación de métodos, como magnificación y radiografías, o microscopio y ultrasonido muestran una mayor prevalencia, superior al 50% (57,9 y 70,2%, respectivamente), en comparación con los métodos por separado.

El uso exclusivo de métodos clínicos convencionales, tales como la observación a ojo desnudo o utilización de radiografías, muestran una baja visualización del MB2 (28). Lamentablemente, estos procedimientos son los más utilizados en la práctica diaria, y explicarían en parte la alta tasa de fracasos endodónticos del primer molar. Abuabuara y cols. (15) y Nance y cols. (38) obtuvieron un 8% y un 0% utilizando radiografías periapicales y panorámicas respectivamente, demostrando la baja sensibilidad de la radiografía en estos casos. Sólo un estudio radiográfico realizado por Weine y cols. (7) muestra una detección del MB2 en el 50% de los casos, pero corresponde a un estudio in vitro que utilizó radiografías periapicales en dientes extraídos, donde previamente se seccionó la raíz mesiovestibular.

En la actualidad, la práctica clínica cuenta con técnicas de imagen tridimensionales como la TCHC, que proporciona un entendimiento más preciso de la anatomía única de cada diente en cada paciente, previo a un tratamiento endodóntico o periapical. El uso de TCHC para explorar la anatomía de los canales radiculares con fines endodónticos ha sido validada por Michetti y cols. (46) comparándola con cortes histológicos, y muestra una fuerte correlación.

Es llamativo que pocos estudios se refieran al sexo, lado (3,18,42) o edad (3,18,19) de los sujetos en quienes se estudia el canal MB2 del primer molar maxilar. Además, diversos estudios no definen la población a la cual pertenecen los dientes estudiados. Esto confiere un importante sesgo o deficiencia en el diseño metodológico haciendo más complejo el análisis interpoblacional. Los escasos estudios encontrados sugieren que el canal MB2 se debe buscar tanto en el lado derecho e izquierdo, así como en hombre y mujeres sin distinción, en todas las edades (Tablas 1, 2, 3, 4).

El clínico debe ser consciente de las posibilidades de fracaso endodóntico si el MB2 no es tomado en cuenta al realizar el tratamiento. Además, la falta de visualización y tratamiento completo del MB2 durante la endodoncia puede alterar el sellado de los canales, posibilitar la mantención de bacterias, proliferación de patologías periapicales, necrosis y dolor.

El diagnóstico detallado del número de canales y su morfología son cruciales previo al tratamiento endodóntico. Actualmente, la tecnología TCHC permite un análisis adicional de la posible presencia del MB2. Esta técnica puede ser utilizada de forma rutinaria y reduce significativamente la dosis de radiación recibida por el paciente. Sin embargo, el examen de la morfología dentaria tridimensional preoperatoria como evaluación diagnóstica no es frecuente, a pesar de los numerosos informes de fracaso endodóntico. El desarrollo de la tecnología TCHC hace posible analizar las limitaciones anatómicas del primer molar maxilar de manera más precisa mediante metodologías de identificación como la descrita por Betancourt y cols. (2013) (21), lo que ayudaría a los especialistas a planificar este tipo de procedimiento y evitar complicaciones intra o postendodónticas. Aunque sus ventajas son numerosas, la TCHC no se encuentra disponible fácilmente, y muchas veces el costo del examen elevado, pero evitaría complicaciones, retratamientos o la pérdida del diente.

Una limitación en esta revisión es que sólo se utilizaron bases de datos de corriente principal; no se incluye literatura gris, ni otros idiomas diferentes al inglés o español. Además, aunque los artículos consultados corresponden a las revistas más importante del área, ninguno mostró una calidad metodológica alta.

Por otra parte, y a pesar de que nuestra búsqueda arrojó una cantidad importante de artículos incluso luego de aplicar filtros, la revisión completa y manual demostró falencias que podrían causar sesgos en cualquier revisión sistemática si no son tomadas en cuenta. Encontramos problemas al analizar la información inicial en los resúmenes y la versión en texto completo; por ejemplo, Lee y cols. (18) en su resumen expresan que la prevalencia del canal MB2 fue 71,8%, pero en texto completo el porcentaje fue del 70,5%, lo que ratifica la relevancia de analizar los artículos en texto completo. Por otra parte, en la estrategia de búsqueda al utilizar las palabras clave o término MESH o DECS no siempre tuvieron relación a lo buscado; esto se observó en los artículos de Kottoor y cols. (47) y Degerness y cols. (48), quienes no incluían realmente al MB2. Otra complicación se observó en los artículos de Ramamurthy y cols. (49) y Baldassari-Cruz y cols. (17) quienes se referían al MB2, pero no especifican si corresponde al canal del primer o segundo molar maxilar, que se puede presentar en ambos dientes. En dos casos se repitieron artículos. El primero, de Somma y cols. (20), debido a una variación en sus fechas, publicados en febrero y octubre del año 2009; este último correspondiente a una "Fe de erratas"; el segundo caso correspondió a una reedición del artículo original publicado el año 1969 (33).

Un hallazgo interesante fue que la terminología anatómica del MB2 es variable. Aunque la mayoría de los artículos lo refieren como canal MB2, también es posible encontrarlo como canal mesiolingual (17), segundo canal mesiovestibular (9,11,13,15,26,50), canal mesiobucal (19) o segundo canal (10,14). Es necesario utilizar una terminología anatómica adecuada, y llegar a un consenso.

 

Conclusión

El diagnóstico detallado del número de canales y su morfología son cruciales previo al tratamiento endodóntico. Ante la alta prevalencia del canal MB2 es necesario realizar un adecuado acceso endodóntico que permita una visualización correcta y utilizar instrumental endodóntico especializado, como microscopio o ultrasonido en la práctica clínica diaria. Además, se recomienda utilizar exámenes complementarios de última generación como la TCHC para realizar un correcto diagnóstico y analizar las limitaciones anatómicas del primer molar de manera más precisa, junto con reducir significativamente los riesgos de radiación para el paciente. Esto puede ayudar a los especialistas a planificar adecuadamente los procedimientos, evitar complicaciones y mejorar las tasas de éxito de sus tratamientos endodónticos.

 

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Dirección para correspondencia:
Ramón Fuentes Fernández
Dpto. Odontología Integral Adultos
Facultad de Odontología
Universidad de La Frontera
Manuel Montt 112,
Temuco, Chile.
E-mail: ramon.fuentes@ufrontera.cl

Fecha de recepción: 4 de julio de 2013.
Aceptado para publicación: 10 de septiembre de 2013.

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