EL PENSADOR

NOGUERA JJ¹

La escultura El Pensador, también conocida como El Poeta o Dante por su autor, es el centro en torno al cual giran hoy los tres personajes de nuestra historia: el escultor francés Auguste Rodin, el oftalmólogo alemán Max Linde y el pintor noruego Edvard Munch.

Fig. 1. Auguste Rodin. Francia, 1937. Yvert 343/44.
Otro sello similar, con diferente valor facial, se
emitió en 1938 (Yvert 380/85).

El año 1880 el estado francés encargó a Rodin (París, 1840 – Meudon, 1917) la confección de La Puerta del Infierno, una gran puerta de bronce destinada a un futuro Museo de Artes Decorativas de París. En ella se representaría El Infierno, primera parte de la «Divina Comedia» de Dante y, centrada en su dintel, se colocaría la figura de El Pensador.

Fig. 2. El Pensador (Rodin). Museo Rodin - París.

En 1900 se celebró la Exposición Universal en París en cuyo pabellón de la plaza de Alma expuso Rodin 150 obras. Max Linde, oftalmólogo de Lübeck (Alemania) y uno de los más importantes coleccionistas europeos de arte en los comienzos del siglo XX, conoció por aquellas fechas al escultor y le compró varias de sus obras. Entre ellas El Pensador, la cual ocupó un lugar destacado en los jardines de nuestro colega desde el siete de marzo de 1905.

Fig. 3. Detalle de la Puerta del infierno.

Entre tanto, en 1902, el pintor noruego Edvard Munch (Löten, 1863 – Ekely, 1944) conoció al Dr. Linde, autor del libro Edvard Munch und die Kunst der Zukunft (Edvard Munch y el arte del futuro) y más tarde su mecenas en Alemania. Munch pintó en 1906 el primer cuadro en el que figura El Pensador; a la izquierda, en un banco, está la familia Linde. Esta obra («Park i Kösen») se conservó en el Kunsthistorisches Museum de Viena y en 1907 fue adquirida por el Museo Rodin de París.

Fig. 4. Edvard Munch. El Pensador de Rodin
en el jardín del Dr. Linde, en Lübeck. Óleo
sobre tela / 122 x 78 cm. Museo Rodin - París.

En la vida de Edvard Munch, un auténtico rompecabezas de desdichas familiares, personales y artísticas, no podía faltar el detalle oftalmológico. De adulto, sufrió una pérdida de visión del ojo izquierdo; no se conoce cuál fue su causa. En 1904, durante una riña, recibió un puñetazo en ese ojo, o quizá fuera en 1905, al pelearse con su amigo Ludvig Karsten; en cualquier caso, no puede establecerse una relación entre aquel traumatismo ocular y su problema visual. Lo cierto es que, con la visión normal del ojo derecho, no tuvo problemas para su trabajo. En 1930, a la edad de 67 años, tuvo una hemorragia en el vítreo del ojo derecho, de la que no se conoce la etiología. La mala visión en ambos ojos le impidió dibujar y pintar durante varios meses. Cuando la hemorragia se reabsorbió, Edvard Munch plasmó en varias de sus obras los efectos visuales de su proceso ocular.

Fig. 5. Edvard Munch. Noruega, 1963.
Yvert 465/68.

Este gran pintor noruego, uno de los pilares del expresionismo, falleció el 23 de enero de 1944 y donó toda su obra a la ciudad de Oslo: 1008 pinturas, 15391 grabados, 4443 dibujos y acuarelas y siete esculturas. Desde 1963, el Munch-museet alberga toda esta riqueza.

AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi agradecimiento a la Dra. Bettina Kinge, del Departamento de Oftalmología del Rikshospitalet de la Universidad de Oslo, y al Dr. Pål Varhaug, del Departamento de Oftalmología de Hospital Universitario de Haukeland (Bergen), por la gran ayuda que me han prestado acerca de las dolencias oculares de Edvard Munch.

¹ Oftalmólogo. Pamplona. España.