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Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana

On-line version ISSN 1989-2055Print version ISSN 0376-7892

Cir. plást. iberolatinoam. vol.42 n.1 Madrid Jan./Mar. 2016

 

TEMA ESPECIAL
ORIGINAL

 

Inflamación celular en pacientes sometidos a cirugía electiva tratados con carbohidratos de baja carga glicémica, ácidos grasos omega 3 y antioxidantes

Cellular inflammation on patients submitted to elective surgery treated with low glycaemic load carbohidrates, omega-3 fatty acids and antioxidants

 

 

Lucrecia Arceo-Giorgana* y Manuel-Eduardo Borbolla-Sala**

* Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Hospital Ángeles Villahermosa. Tabasco, México.
** Especialista en Medicina Familiar, UMF43 del IMSS de Tabasco, México, Encargado de la Unidad de Investigación del Hospital Regional de Alta Especialidad del Niño Dr. Rodolfo Nieto Padrón. Investigador del Consejo de Ciencia y Tecnología de Tabasco, México.

Conflicto de intereses: los autores declaran no tener ningún interés financiero relacionado con el contenido de este artículo.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Antecedentes y Objetivos. La creciente complejidad de la Especialidad de Cirugía Plástica, ha inducido a su ramificación en varias subespecialidades. Una de las limitantes de la Cirugía Plástica ha sido la obesidad, enfermedad que conlleva complicaciones, aumenta el riesgo de inconvenientes y hace insuficiente el resultado proyectado para la estética y la función.
El objetivo del presente trabajo es mostrar la importancia de la evaluación de la inflamación celular en la preparación de pacientes sometidos a cirugía electiva, previamente tratados con dieta con carbohidratos de baja carga glicémica, ácidos grasos omega 3 y 6 y antioxidantes.
Material y Método. Realizamos un estudio longitudinal prospectivo cuasi-experimental no aleatorio de 23 pacientes que solicitaron intervenciones de Cirugía Plástica y aceptaron entrar en el protocolo de diagnóstico y tratamiento de inflamación celular. Primero realizamos el cuestionario de Reporte de Inflamación Celular "RIS" y tomamos a los pacientes pruebas de inflamación celular y de ácido eicosapentaenóico (EPA), ácido decosaexaenóico (DHA), acido araquidónico (AA) y ácido dihomogamalinoléico (DGLA) al ingreso y antes de la cirugía. Analizamos los datos con estadística descriptiva y comparamos los rangos con la prueba McNemar y de hipótesis t de student, del sistema SPSS.
Resultados. Tras aplicar el RIS a los 23 pacientes antes de la preparación con dieta y tras un periodo de 1 a 3 meses, evaluamos las respuestas de cada uno de los cuestionarios a través de las pruebas no paramétricas, encontrando diferencia significativa en los 14 items. Se mejoró considerablemente a la alza el EPA; el DHA y el AA sin cambios significativos; y el DGLA disminuyó considerablemente. Con t de student encontramos variación significativa en los fosfolípidos del plasma y no hubo diferencia significativa entre los DHA y AA.
Conclusiones. Demostramos así la efectividad de la dieta de los omegas, que contribuye a la disminución de la sintomatología inicial de los pacientes.

Palabras clave: Inflamación Celular, Ácidos grasos esenciales, Preoperatorio, Obesidad, Dieta.

Nivel de evidencia científica: 4 Terapéutico.


ABSTRACT

Background and Objectives. The growing complexity of Plastic Surgery, has made this specialty split into several subspecialties. One of the limiting factors of Plastic Surgery has been obesity, this disease carries complications, increases the risk of having drawbacks and it makes the projected result for esthetics and function be insufficient.
Our objective is to show the importance of the cellular inflammation evaluation when preparing patients who were submitted to elective surgery, previously treated with a low glycaemic load carbohidrates diet, omega-3 and omega-6 fatty acids and antioxidants.
Methods. A prospective longitudinal quasi-experimental non-random study was practiced on 23 patients who requested plastic surgery and agreed to enter to the diagnosis protocol and treatment for cellular inflammation. First, the Silent Inflammation Report "RIS" questionnaire was performed. Cellular inflammation and eicosapentaenoic acid (EPA), docosahexaeonic acid (DHA), arachidonic acid (AA) and dihomo-gammalinoleic acid (DGLA) tests were taken when the patients entered and before the surgery. The data were analised with descriptive statistics data and the ranges were compared with the McNemar's test and Student's hypothesis from de SPSS system.
Results. The Cellular Inflammation Report "RIS" questionnaire was performed on the 23 patients before their preparation with the diet and it was performed from 1 to 3 months later. Each of the questionnaires answers were evaluated with the non-parametric tests, finding a significant difference in the 14 items. The EPA was considerably improved at the increase. The DHA and the AA had no significant changes, and the DGLA decreased. With the Student's t it was found that there was a significant variation on the plasma's phospholipids and there was no significant difference between the DHA and AA.
Conclusions. The effectiveness of the omegas-based diet was shown, contributing to the decrease of the initial symptomatology of the patients.

Key words: Cellular inflammation, Essential fatty acids, Preoperative, Obesity, Diet.

Level of evidence: 4 Therapeutic.


 

Introducción

Cuando un paciente solicita una intervención de Cirugía Plástica de alguna región de su cara o cuerpo, ya sea porque quiere algo que no ha tenido, como un aumento de mamas, o que ha perdido, como la turgencia de la piel de su cara, o porque tiene demasiado, como exceso de grasa, tiende por lo general a buscar una solución a su problema. Estas premisas de los pacientes han estado vigentes a través del tiempo. Desde que la Cirugía Plástica fue reconocida como especialidad en la primera mitad del siglo XX, se hizo patente la gran cantidad de personas que, como producto de las heridas y traumatismos sufridos durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales requerirían de servicios quirúrgicos para paliar sus secuelas. En la segunda parte del siglo XX, con la suficiencia alimentaria y el exceso de ingesta se hizo también evidente la obesidad en la mujer y en el varón, que aumentaron su necesidad de recurrir a la Cirugía Plástica y Estética, incrementándose por ende el número de profesionales en esta rama de la Medicina que han ofrecido a través del tiempo técnicas quirúrgicas destinadas a solucionar parcial o totalmente las necesidades de estos pacientes.

Destacan inicialmente en este campo los primeros grandes cirujanos plásticos con renombre en el desarrollo de la especialidad (1), seguidos en la actualidad por las nuevas generaciones formadas sobre la experiencia de estos maestros, y que son las que hoy en día realizan sus actividades en el extenso campo de la Cirugía Plástica. Actualmente se considera patrimonio de la especialidad el tratamiento quirúrgico de las quemaduras, úlceras, cicatrices y tumores cutáneos, deformidades congénitas craneofaciales, genitales y algunas de las extremidades, así como la cirugía reconstructora de las mutilaciones faciales y la cirugía puramente estética. La creciente complejidad de esta especialidad ha inducido su ramificación en varias subespecialidades.

Una de las limitantes de la Cirugía Plástica ha sido la obesidad; esta enfermedad conlleva complicaciones, aumenta el riesgo de inconvenientes de cara a la cirugía, y hace insuficiente en muchas ocasiones el resultado de la misma proyectado para la estética y la función. Nos planteamos por tanto partir de la siguiente premisa: ¿es suficiente una valoración preoperatoria convencional, y/o una adecuada técnica quirúrgica para lograr una buena evolución de los pacientes sometidos a cirugías electivas? Otra cuestión será el meditar sobre cómo podemos llevar a cabo cirugías más seguras, contribuyendo a la disminución de la obesidad en los pacientes que se van a someter a ella, y por ende a la disminución del componente de inflamación celular, entendiendo esta última como el daño que sufren las células a través del tiempo, sin darnos cuenta, ya que es silenciosa.

Como está descrito en documentos sobre la inflamación celular (2)), sería importante recordar en este punto el poder de los alimentos con sus propiedades antinflamatorias (3), que se ha manejado poco, y menos aún se ha conocido, como arma para preparar a los pacientes de cara a someterse a traumas quirúrgicos y anestésicos. Es de todos conocido que, de forma tradicional, una dieta balanceada provee importantes beneficios para evitar el sobrepeso, mejorar el aspecto físico, y coadyuva en la mejoría de enfermedades crónica como la diabetes, la hipertensión arterial o los riesgos miocárdicos. Pero muy pocos la han utilizado en favor de los pacientes que se van a someter a un estrés quirúrgico, con la intención de reducir a nivel molecular la inflamación de las células, modulando los eicosanoides inflamatorios y antinflamatorios (4).

El objetivo del presente estudio es mostrar la importancia de la evaluación de la inflamación celular en la preparación de los pacientes sometidos a intervenciones de cirugía electiva, previamente tratados con dieta a base de carbohidratos de baja carga glicémica, ácidos grasos omega 3 y antioxidantes, durante un periodo de 1 a 3 meses.

 

Material y método

Realizamos un estudio longitudinal prospectivo cuasiexperimental no aleatorio sobre 23 pacientes que solicitaron intervención de Cirugía Plástica y aceptaron entrar en el protocolo de diagnóstico y tratamiento de inflamación celular.

Aplicamos en primer lugar un cuestionario de Reporte de Inflamación Celular (RIS) y les tomamos pruebas de inflamación celular y de ácido eicosapentaenóico (EPA), ácido decosaexaenóico (DHA), acido araquidónico (AA) y ácido dihomogamalinoléico (DGLA) al ingreso y antes de la cirugía.

Analizamos los datos con estadística descriptiva y comparamos los rangos con la prueba McNemar y de hipótesis t de student del sistema SPSS.

RESULTADOS

Aplicamos el cuestionario RIS a los 23 pacientes antes de la preparación con dieta y tras un periodo de 1 a 3 meses, incluyendo preguntas tanto sobre la percepción de las características de su físico, como de la funcionalidad de su organismo. Evaluamos las respuestas de cada uno de los cuestionarios a través de la prueba no paramétrica para dos muestras relacionadas tipo McNemar, encontrando diferencia significativa en los 14 items (Tablas I y II).

 

 

 

Investigamos el grado de inflamación celular analizando los 4 ácidos grasos esenciales: EPA, DHA, AA y DGLA, teniendo así las muestras relacionadas. Observamos que con el manejo alimenticio específico (Dieta de La Zona), mejoró considerablemente al alza el EPA; el DHA y el AA se mantuvieron sin cambios significativos; y el DGLA disminuyó considerablemente (Tabla III).

 

 

Para interpretar los datos empleamos una prueba de muestras relacionadas t de student, encontrando variación significativa en los fosfolípidos del plasma: el EPA aumentó la concentración (t=-3.530; Gl=22: p=0.002), el DGLA bajó (t=6.167; Gl=22; p=0.000), Y no hubo diferencia significativa entre los DHA y AA.

Para la interpretación de inflamación se requiere de la combinación de estos en forma de 3 indicadores que son importantes para disminuir riesgos quirúrgicos. Estas variaciones adquieren valor al relacionarse entre sí y sacando los indicadores de inflamación como se describe continuación.

Demostramos la efectividad de la dieta de los omegas, que contribuyó a la diminución de la sintomatología inicial de los pacientes, mejorando la cifras del PIS (AA/EPA) al incrementar el EPA y bajar el AA, con lo que disminuyeron los riesgos inflamatorios celulares.

Las cifras del PCP (EPA+DHA) aumentaron, logrando así disminuir los riesgos de complicaciones cardiovasculares. Las cifras del PAI (AA/DGLA) nos revelan que en la mayoría de los pacientes, después de 2 a 3 meses de tratamiento dietético, disminuyó el DGLA más de lo esperado, por lo que se tuvo que agregar AGL (Ac. Gamalinoléico) para equilibrar el faltante y disminuir el riesgo de infección (Tabla IV).

 

 

Discusión

Realizamos una prueba subjetiva llamada RIS (Reporte de Inflamación Silenciosa) para valorar si el paciente ha desarrollado una inflamación celular, y orientar a la realización de los cambios necesarios en la dieta (5), tal y como vemos en el presente estudio en el que encontramos que al inicio de la terapia nutricional aparecía un nivel alto, y que tras un periodo de 3 meses disminuyó significativamente.

Investigamos el grado de inflamación celular analizando los 4 ácidos grasos esenciales: EPA, DHA, AA y DGLA, obteniendo así las muestras relacionadas y observando que con el manejo alimenticio específico (Dieta de La Zona), mejoró considerablemente al alza el EPA; el DHA y el AA no presentaron cambios significativos; y el DGLA disminuyó considerablemente. De manera semejante, está recogido en un estudio con 9 niños que presentaron TDAH, y que fueron manejados con altas dosis de EPA y DHA (16.2 gr al día), obteniendo mejoría en la relación AA/EPA en un período de 4 semanas, y asemejando los niveles encontrados normalmente en la población japonesa (6).

Para interpretar los datos utilizamos la t de student y encontramos una variación significativa del EPA, es decir aumentó su concentración. También que disminuyo la relación AA/EPA, al igual que lo que muestra el estudio realizado en el Instituto Metametrix después del tratamiento con EPA y DHA (7).

Demostramos así la efectividad de la dieta de los omegas, contribuyendo a la diminución de la sintomatología inicial de los pacientes. Mejoramos así la cifras del PIS (AA/EPA) al incrementar el EPA y bajar el AA, con lo que bajaron los riesgos inflamatorios celulares, coincidiendo con Albert y col. quienes refieren que al aumentar la puntuación más de 6.12, se produce un bajo riesgo cardiovascular y se evita la muerte súbita (8).

Está publicado y aceptado que el riesgo cardiovascular disminuye en los pacientes que complementan su dieta con ácidos grasos esenciales omega 3 con 1.65 gr por día, lo que aumenta los fosfolípidos del plasma de 3.4% a 8.3% y reduce la progresión de la lesión coronaria (9). Se señala que en Europa se producen 122/100.000 casos de muerte súbita cardiovascular en contraste con Japón donde se dan 7.8/100.000, lo que se atribuye a que la población japonesa consume dosis altas en su dieta de omega 3. En los pacientes de nuestro grupo de estudio, la puntuación se llevó de 6.13 a 8.27. Vimos que la población estudiada tenía un riesgo cardiovascular intermedio y logramos llevarla a un riesgo bajo.

Varios trabajos de investigación han demostrado la hipótesis de que las cifras equilibradas de ácido araquidónico AA (9%) y de DGLA (3%) disminuyen los riesgos inflamatorios, lo que origina eicosanoides antiinflamatorios como las prostaglandinas, los tromboxanos, leucotrienos y ácidos grasos hidroxilados entre otros (10). En el presente trabajo, la variación de la relación fue menor a 1, sin embargo no aumentó el efecto inflamatorio; esto es debido a que con el incremento del EPA hubo producción de resolvinas que son hormonas antiinflamatorias que contribuyeron a una evolución favorable.

 

Conclusiones

Demostramos la efectividad de la dieta y del omega 3 que contribuyó a mejorar el estado de ánimo de los pacientes así como la percepción que tenían de sí mismos antes de la cirugía.

Logramos mejorar las cifras del PIS, lo que informa de que hay una disminución de la oxidación celular en el trans y en el postoperatorio al incrementar el EPA, con lo que bajan los riesgos inflamatorios celulares en los pacientes sujetos a riesgo quirúrgico.

También mejoraron las cifras del PCP, logrando así disminuir los riesgos de complicaciones cardiovasculares.

En el PAI observamos una disminución del DGLA que no fue significativa, pero que tuvo que ser complementada agregando AGL en la dieta.

 

Bibliografía

1. Arquero P. Historia de la Cirugía Plástica: Los orígenes, La Edad Media y El siglo XX. Madrid España, 2013.         [ Links ]

2. Bahcock T., Helton W S., Espat N J. Eicosapenteenoic Acid (EPA): An Antiinflammatory ω-3 Fat With Potential Clinnical Applications. Nutrition 2000; 16: 1116-1118.         [ Links ]

3. Biesalski HK. Polifenoles y la inflamación: Interacciones básicas. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2007; 10(6): 724-728.         [ Links ]

4. Ramírez O M. Dieta y ejercicio como estrategias antienvejecimiento. Cir. plást. Iberolatinoam. 2004; 30(1): 51-63.         [ Links ]

5. Sears, Barry, Testing for silent inflammation. En: Barry S. The aniti-inflation zone: reversing the silent epidemic that's destroying our health. 1st Edition, New York Reagan Books 2005, Pp: 33-46.         [ Links ]

6. Sorgi PJ, Hallowell EM, Huchins HL, Sears B. Effects of an open label pilot study with high-dose EPA/DHA concentrates on plasma phospholipids and behavior in children with attention deficit hyperactivity disorder. Nutritional Journal, 2007;6(16): 1-8.         [ Links ]

7. Bernadine H. The National Cholesterol Education Program even launched a "know your number" campaign. But who knows their levels of omega-3s? Well, we should. News and World Report, 2008; 7:1-7.         [ Links ]

8. Albert, et al. Blood levels of long-chain n-3 fatty acids & the risk of sudden death. New Engl. J. Med. 2002; 346: 1113-1118.         [ Links ]

9. Schacky C, Harris W. Cardiovascular risk and the omega -3 index. J Cardiovasc Med. 2007; 8 (supl 1): S46-S49.         [ Links ]

10. Barham JB, Edens MB, Fonteh AN, et al. Addition of Eicosapentaenoic acid to Υ-Linolenic Acid-Supplemented Diets Prevents Serum Aracchidonic Acid Accumulation. Humans. American Society for Nutritional Sciences. 2000;1: 1925-1931.         [ Links ]

 

 

Dirección para correspondencia:
Dra. Lucrecia Arceo Giorgana
Hospital Angeles Villahermosa
Av. Prolongación Paseo Usumacinta No. 2085
Consultorio 347-348 1er. edif., 3er piso
Colonia Galaxias Tabasco
C.P. 86035. Villahermosa, Tabasco, México
l_arceo@hotmail.com

Recibido (esta versión): 9 noviembre/2015
Aceptado: 24 enero/2016

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