Dr. Manuel Hidalgo Huerta (1915-2005)

El pasado día 28 de junio falleció en su domicilio de Madrid el Dr. Manuel Hidalgo Huerta a los 89 años de edad. Un hombre que ennobleció la profesión médica por su conducta profesional, por sus progresos técnicos que aportó, por su magisterio y por su faceta de exitoso gestor, capaz de idear y desarrollar la Ciudad Sanitaria Provincial, llamada en su creación "Francisco Franco" (hoy Gregorio Marañón), tarea en la que contó con la entusiasta ayuda del entonces presidente de la Diputación de Madrid, el Dr. González Bueno.

La guerra civil truncó sus estudios y sirvió, por su ubicación cuando estalló el conflicto, como sanitario en el ejército republicano hasta alcanzar el grado de teniente de sanidad militar. Tuvo problemas políticos por su trato "excesivamente" humanitario con prisioneros. Terminada la guerra culminó inmediatamente la carrera y en 1944 sin afiliación política y sin la ayuda tantas veces definitiva de ser excombatiente del bando nacional, ganó por oposición el puesto de Jefe Clínico del Servicio de Cirugía del Aparato Digestivo de la beneficencia provincial de Madrid. A partir de ahí, desarrolló una carrera en constante progresión. Complementó estudios en Estados Unidos (Nueva York, Harvard, Stanford), y fue introductor de nuevas técnicas en la cirugía sobre la hipertensión portal. Durante el tiempo que dirigió el hospital provisional le colocó en un primerísimo plano el prestigio, y facilitó que la ciudad sanitaria fuera hospital universitario, comenzando su actividad docente en 1966.

Dentro de la prestigiosa tradición de los médicos cultivadores de la literatura y el ensayo, publicó diferentes libros sobre Hispanoamérica, Historia y Arte de Egipto, un libro sobre el tango y el último sobre el Papa Juan Pablo II. Su producción de trabajos científicos fue ingente, y siempre puso su prestigio profesional, traducido en un notable peso específico en la sociedad en que desarrolló la mayor parte de su actividad, al servicio de la mejora de las condiciones de la medicina, tanto en personal como en instalaciones.

Por su reputación fue llamado "in extremis" para operar al jefe de Estado Francisco Franco, a quien se le manifestó una profusa hemorragia digestiva el 2 de noviembre de 1975. La intervención de máxima urgencia fue llevada a cabo en el botiquín de guardia del Palacio de El Pardo. Tuvo éxito efímero. Otras dos intervenciones posteriores ya en La Paz anunciaron una defunción a corto plazo.

En los tres últimos años su deterioro físico se fue agudizando pero conservó la lucidez mental hasta poco antes de expirar, dando un magnífico ejemplo para sus hijas y nietos que en todo momento le arroparon. En el mes de mayo publicó su último artículo en ABC, diario del que era colaborador. Vivió la medicina con vocación intensiva y absolutamente enamorado, y murió en paz consigo mismo tras haberse vaciado en la profesión que veneraba. Fue ciertamente una vida de éxitos profesionales. Y una historia de amor.

F. Cabrero Gómez