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Revista Española de Enfermedades Digestivas

versión impresa ISSN 1130-0108

Rev. esp. enferm. dig. vol.104 no.1 Madrid ene. 2012

https://dx.doi.org/10.4321/S1130-01082012000100003 

TRABAJOS ORIGINALES

 

Incidencia diagnóstica de AgHBs positivo. Características epidemiológicas, clínicas y virológicas

Diagnostic incidence of the presence of positive HBsAg: epidemiologic, clinical, and virological characteristics

 

 

Elvira Poves Martínez1, David del Pozo Prieto1, Belén Costero Pastor1, Gloria Borrego Rodríguez1, Inmaculada Beceiro Pedroño1, Cecilia Sanz García1, José Ignacio Busteros Buraza2 y M.a Rosa González Palacio3

Servicios de 1Aparato Digestivo, 2Anatomía Patológica y 3Microbiología. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares, Madrid

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: analizar las características epidemiológicas, clínicas y virológicas de los pacientes que han sido nuevos diagnósticos de infección activa por VHB, por la presencia de AgHBs positivo, en el servicio de Aparato Digestivo de un hospital de área.
Pacientes y métodos: se trata de un estudio prospectivo realizado durante 3 años, en pacientes de nuevo diagnóstico de infección por VHB, donde se han analizado las características epidemiológicas, clínicas, marcadores completos de VHB, cuantificación de DNA-VHB e infección por virus Delta. En los pacientes con alta carga viral se han estudiado genotipos y resistencias. En los pacientes con indicación de biopsias hepáticas sus resultados.
Resultados: se han diagnosticado 213 pacientes, 18,8/10.000 habitantes y año. El 61% son varones, el 59% con edad comprendida entre 20 y 40 años. El 53% corresponde a población inmigrante, 46% procedentes de Rumanía y 37% de países subsaharianos. En el momento del diagnóstico, el 2,3% tenían una hepatitis aguda, todos los casos con ictericia, y el 3,3% una cirrosis hepática con hipertensión portal. El AgHBe positivo, descontando los cuadros de hepatitis aguda, estaba presente en el 9%. Las transaminasas eran normales en el 62,2%, el DNA-VHB en el 33,8% es superior a 2.000 UI/ml y la asociación del virus Delta está presente en el 3,3%. En 70 pacientes se analiza el genotipo y resistencias, siendo el más frecuente el D, seguido del A; solo se han detectado dos resistencias basales, una a adefovir y otro a entecavir. En las 36 biopsias hepáticas realizadas, el 32,4% tenían una actividad inflamatoria mayor o igual a 2, y el 23,5% una fibrosis igual o superior a 2, valorada según la clasificación de METAVIR. El 17,4% de los diagnosticados ha precisado tratamiento específico para el VHB según práctica clínica por algún motivo, lo que ha supuesto iniciar tratamiento a unos 3 pacientes por cada 100.000 habitantes y año.
Conclusión: a pesar de la prevención y vacunación, la infección por VHB es un problema de salud, afecta de forma más frecuente a población inmigrante, varones y cursa en el 62,2% con transaminasas normales. El genotipo más frecuente es el D seguido del A y las resistencias basales son escasas.

Palabras clave: VHB. Epidemiología. Incidencia diagnóstica.


ABSTRACT

Objective: to analyze the epidemiological, clinical, and virological characteristics of patients newly diagnosed with active hepatitis B virus (HBV) infection based on the presence of positive hepatitis B surface antigen (HBsAg) in the digestive diseases department of a district hospital.
Patients and methods: we performed a 3-year prospective study in patients newly diagnosed with HBV infection. We analyzed epidemiological, clinical, and virological characteristics, complete HBV markers, quantification of HBV DNA, and infection by hepatitis delta virus. We performed genotyping and resistance testing in patients with a high viral load. Results were obtained for patients who required liver biopsy.
Results: we diagnosed 213 patients (18.8/10,000 inhabitants/year). Men accounted for 61%, and 59% were aged 20 to 40 years. Immigrants accounted for 53% of the population: 46% were from Rumania and 37% from Sub-Saharan African countries. At diagnosis, 2.3% had acute hepatitis (all with jaundice) and 3.3% had cirrhosis with portal hypertension. With the exception of cases of acute hepatitis, positive HBeAg was observed in 9%. Serum transaminase levels were normal in 62.2% of patients, HBV DNA was > 2,000 IU/mL in 33.8%, and delta virus was present in 3.3%. Genotyping and resistance testing were performed in 70 patients: the most common genotype was D, followed by A. Resistance was detected at baseline in only 2 cases: to adefovir in one case and to entecavir in another. Among the 36 biopsies performed, 32.4% showed inflammatory activity ≥ 2, and 23.5% had fibrosis ≥ 2 according to the METAVIR scoring system. According to clinical practice, specific treatment for HBV infection was necessary (any reason) in 17.4% of those diagnosed (3 patients per 100,000 inhabitants/year).
Conclusions: despite prevention and vaccination, HBV infection is a health problem that most commonly affects the immigrant population and men. Serum transaminase levels are normal in 62.2% of patients. The most frequent genotype is D, followed by A, and baseline resistance is scarce.

Key words: HBV. Epidemiology. Diagnostic incidence.


 

Introducción

La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) es un problema de salud pública mundial, aunque con prevalencías, mecanismos de transmisión, población de riesgo e historia natural distinta según las áreas geográficas. Según la Organización Mundial de la Salud unos 2.000 millones de personas han sido infectadas por el VHB, y de ellos más de 300 millones están crónicamente infectados, de los cuales un 25% desarrollarán complicaciones como cirrosis o hepatocarcinoma siendo su causa de muerte si no se realiza ningún tratamiento preventivo o específico frente al VHB (1,2).

El VBH pertenece a la familia de los hepadnavirus, cuyo genoma está formado por una pequeña molécula de DNA (3). El genoma del virus presenta una tasa de mutaciones 100 veces mayor que otros virus con DNA, por la falta de mecanismos de reparación de errores en la etapa de transcripción inversa del ciclo replicativo viral; debido a ello, circulan una mezcla compleja de variantes génicas que evolucionan durante la infección dependiendo de factores como la respuesta inmune y los tratamientos antivirales. Se han definido 8 genotipos distintos, nombrados con letras mayúsculas de la A a la H, que presentan distinta distribución geográfica, y parecen tener propiedades que afectan al curso de la enfermedad y a la respuesta de los distintos tratamientos (4,5).

La distribución de la infección por el virus es universal, pero la prevalencia y las vías de contagio se modifican según las áreas geográficas. Clásicamente se definen tres patrones de endemicidad, alta, media y baja. Zonas de alta prevalencia: implica que al menos un 8% de la población está infectada, con una probabilidad de presentar a lo largo de la vida infección activa o resuelta superior al 60%; aproximadamente el 45% de la población mundial vive en regiones de estas características, en este grupo son frecuentes la infecciones en la infancia trasmitidas de forma vertical durante el periodo perinatal, provocando por ello alta frecuencia de enfermedad crónica. Zonas de prevalencia intermedia, definida como la prevalencia comprendida entre 2 y 7%, con un riesgo de infección a lo largo de la vida del 20 al 60%; las regiones con esta prevalencia representan el 43% de la población mundial y en este grupo las infecciones se producen en todas las edades. Zonas de baja prevalencia, inferior al 2%, representa el 12% de la población mundial con un riesgo de infección inferior al 20%, y la infecciones se producen principalmente en grupos de riesgo (6,7).

España, al igual que los países mediterráneos, es considerada un área con una prevalencia intermedia donde la infección es más común en la adolescencia o edad adulta y los principales mecanismos de transmisión son en el entorno familiar, las relaciones sexuales y el uso de drogas intravenosas. Aunque en España la hepatitis B es una enfermedad de declaración obligatoria, la prevalencia real de la infección no es bien conocida y los datos publicados suelen ser de grupos de riesgo o de algunas comarcas determinadas (8-10).

Los flujos migratorios, los viajes y la globalización son factores que actualmente contribuyen a la diseminación de la infección por el VHB (11), ya que la población procedente de áreas con mayor índice de prevalencia hace aumentar el número de pacientes diagnosticados con infección crónica del VHB en nuestro medio. Los pacientes con hepatitis crónica por VHB tienen además un riesgo del 15-40% mayor de evolucionar hacia la cirrosis, insuficiencia hepática o carcinoma hepatocelular (12).

Desde hace más de 20 años se dispone de vacuna específica frente al VHB, en un inicio con partículas de AgHBs extraídas de plasma de portadores crónicos del virus, y desde los años ochenta con partículas obtenidas por procedimientos de recombinación genética. En nuestro país, la vacuna ha sido utilizada en su inicio en poblaciones de riesgo, pero actualmente está incluida en el calendario de vacunación infantil; sin embargo a pesar de la disponibilidad de la misma, la infección por el VHB es todavía un problema de salud.

Presentamos un estudio descriptivo sobre las características epidemiológicas, clínicas y virológicas de los nuevos diagnósticos realizados por infección del VHB en un área geográfica de la Comunidad de Madrid.

 

Pacientes y métodos

Es un estudio observacional y prospectivo, en el que se han analizado las características epidemiológicas, clínicas y virológicas de todos los pacientes que han sido nuevos diagnósticos de infección activa por VHB, por la presencia de AgHBs positivo, en el servicio de Aparato Digestivo de un hospital de área, donde solo se atiende población mayor de 14 años.

A la consulta de Aparato Digestivo, remiten pacientes para completar estudio y valorar tratamiento los médicos de Atención Primaria y el resto de especialidades del Hospital. Normalmente son pacientes remitidos por presentar AgHBs positivo o para estudio de hepatopatía por elevación de transaminasas.

El periodo de inclusión de pacientes ha sido de 3 años (2007-2009) con análisis de los datos hasta diciembre del 2010. El servicio de Aparato Digestivo atiende un área de 378.000 habitantes, con el 83% de población urbana, con importante población extranjera principalmente de origen rumano.

Se han analizado en todos los pacientes datos epidemiológicos: edad, sexo, país de nacimiento y posibles vías de contagio; datos clínicos y analíticos, incluyendo en todos la alfa-fetoproteína, los marcadores completos del VHB, la cuantificación del DNA, y la infección de virus Delta, con anti-Delta y PCR-Delta. En los pacientes con mayor carga viral, y por tanto posibles candidatos a tratamiento, se ha determinado el genotipo y las resistencias basales. También se ha analizado el resultado de las biopsias hepáticas realizadas hasta diciembre de 2010, en los pacientes que según la práctica clínica habitual han precisado, es decir, han presentado elevación de carga viral por encima de 2.000 UI/ml mantenida durante un año con transaminasas menores de dos veces los valores normales. Todos los pacientes tienen realizada una ecografía abdominal.

La determinación de la carga viral del ADN del VBH se ha realizado con el kit COBAS TaqMan HBV (Roche) a partir de una muestra de plasma. A partir del ADN viral extraído, se llevó a cabo la técnica de secuenciación mediante el sistema TRUGENE HBV Genotyping Kit (Bayer Diagnostics).

Las biopsias hepáticas se han realizado de manera percutánea con control ecográfico y con una aguja tipo Menghini de 16G. El tejido fue fijado en formaldehído al 10% durante 24-36 horas, e incluido en parafina, se han realizado cortes histológicos de 3-5 micras de espesor y se tiñeron con técnicas habituales (hematoxilina-eosina, reticulina, tricrómico de Masson, Pas diastasa y Perls). Las muestras han sido analizadas en tamaño, con el recuento de los espacios porta incluidos y valoradas según la clasificación de METAVIR (13,14).

 

Resultados

En los tres años en los que se ha realizado el estudio, se han diagnosticado en el servicio de Aparato Digestivo un total de 213 nuevos pacientes con presencia de AgHbs positivo; lo que ha supuesto diagnosticar unos 71 pacientes nuevos por año; que representa una incidencia diagnóstica de 18,8 pacientes nuevos por cada 100.000 habitantes y año con infección activa.

El 61% de los pacientes diagnosticados son varones, con una edad media de 38 ± 12,8 años. El 59% tiene una edad comprendida entre 20 y 40 años, sólo 4 pacientes tienen una edad comprendida entre 15 y 20 años y 14 pacientes fueron diagnosticados con una edad superior a 60.

Solo el 47% corresponde a población española, mientras que el 53% son población inmigrante. Los países de origen de los pacientes inmigrantes han sido el 46% Rumanía, 37% de países subsaharianos (Gambia, Ghana, Guinea, Nigeria, Senegal, Sierra Leona), 6% de países de Centro y Sudamérica, 5% Asiáticos, 4% de Marruecos y 2% de Mauritania y Bulgaria.

Las vías de contagio en la mayoría de las ocasiones fueron difíciles de establecer de forma clara, si bien en todos los pacientes diagnosticados de hepatitis viral aguda las vías de contagio fueron las relaciones sexuales. Un 2% reconoce haber tenido consumo de drogas intravenosas.

En el momento del diagnóstico sólo cinco pacientes (2,3%) presentaban una hepatitis viral aguda, cuatro de nacionalidad española y uno de origen rumano. Todos los cuadros de hepatitis aguda presentaron ictericia, fueron en adultos con edades comprendidas entre 24 y 48 años y ninguno cronificó la infección. Siete pacientes en el momento del diagnóstico presentaban ya una cirrosis hepática con hipertensión portal, tres de origen español y cuatro de origen rumano, con edades comprendidas entre 40 y 69 años. No se ha detectado en el momento del diagnóstico ningún paciente con un hepatocarcinoma, siendo normales las cifras de alfa-fetoproteína y en la ecografía abdominal no se encontraron lesiones ocupantes de espacio.

La infección por el virus Delta, valorada por la presencia de anti-Delta y PCR-Delta positivo, solo se encontró en 7 pacientes, con mayor frecuencia en los pacientes extranjeros. Ninguno de los pacientes diagnosticados de hepatitis aguda ha presentado una coinfección (Tabla I).

La presencia del AgHBe positivo se encontró solo en 24 pacientes, el 11,3%, pero si descontamos los pacientes con infección aguda, este solo está presente en un 9%, si bien el porcentaje es superior en los pacientes extranjeros con un 11,5%. Once pacientes con AgHBe positivo tenían una carga viral con más de 7 Log.

Las transaminasas fueron normales en el 66,2% de los pacientes y solo el 12,2% las tienen por encima de dos veces los valores normales (Tabla I).

La carga viral fue calculada en todos los pacientes, solo el 15,5% la tenían indetectable, mientras que el 34% era superior a 2.000 UI/ml, de los cuales, 15 pacientes tenían una carga viral superior a 7 Log. Los pacientes diagnosticados de cirrosis hepática tenían todos carga viral indetectable o menor de 2.000 UI/ml.

En 141 pacientes la carga viral era menor o igual a 2.000 UI/ml, de los cuales 82 (38,5%) presentaban además transaminasas normales, entre los cuales se encontraban 3 pacientes de los diagnosticados de cirrosis hepática con hipertensión portal.

El genotipo se ha determinado en 70 pacientes que corresponden a los que tenían las mayores cargas virales. Se han encontrado siete genotipos diferentes. Los dos genotipos más frecuente han sido el D con un 58% de los pacientes, seguido del A. Se ha detectado genotipo B y C, en dos pacientes chinos, E y G en pacientes subsaharianos, y F en dos pacientes españoles de 22 y 53 años (Tabla II).

En los 70 pacientes a los que se les ha realizado el genotipo, también se les ha analizado las resistencias genotípicas, detectándose solo en dos pacientes ambos con genotipo D. Un paciente español, con posible resistencia a entecavir, por presentar la mutación M250I, y otro subsahariano resistente a adefovir con la mutación I233V.

Se ha realizado biopsia hepática, sin ninguna complicación, en 36 pacientes. En dos pacientes la muestra se ha considerado insuficiente por tener solo 2 y 3 espacios portas respectivamente. En los 34 restantes la media de espacios porta por muestra era de 9,79. La presencia de la actividad inflamatoria y la fibrosis se presentan en la tabla III.

A 31 de diciembre de 2010, el 17,4% de los diagnosticados ha precisado tratamiento específico para el VHB según práctica clínica por algún motivo, lo que ha supuesto iniciar tratamiento a 3 pacientes por cada 100.000 habitantes y año. El tratamiento específico se realizó en 37 pacientes, los 7 diagnosticados de cirrosis hepática, 26 por hepatitis crónica y 4 como profilaxis al requerir tratamiento con inmunosupresores.

 

Discusión

Aunque en España la hepatitis B es una enfermedad de declaración obligatoria (código CIE-9 MC 070.3), no hay datos reales ni globales de cuál es la prevalencia de la infección por el VHB y a pesar de las campañas de prevención e implantación de la vacunación, en nuestro medio es frecuente hoy día el diagnóstico de pacientes con AgHBs positivo, llegando a diagnosticar 71 pacientes nuevos por año; por ello nos hemos planteado conocer las características de los pacientes que se están diagnosticando, teniendo presente que estos datos no nos permiten definir la prevalencia del área, pero sí la importancia que aún tiene la infección por el VHB como problema de salud.

En 2002 fue publicado un estudio poblacional (8) realizado en Cataluña a partir de muestras serológicas para conocer la prevalencia y las características serológicas del VHB en alícuotas de suero de una muestra aleatoria, estratificada a partir de las listas censales, de 2.194 individuos de diversas comarcas de Cataluña. Encontraron una prevalencia de 1,69% solo el 12,1% de los individuos positivos para el VHB presentó valores detectables de DNA-VHB y las transaminasas fueron normales en la mayoría (70,9%).

La influencia de la inmigración en la epidemiología de la infección queda descrita asimismo en varios estudios realizados (15-18) como en el caso de mujeres gestantes de Madrid donde la prevalencia antiHBc positivo fue superior en mujeres asiáticas (27,6%) y africanas (18,8%) que en españolas (3,7%), europeas (3,3%) y americanas (4,6%), con diferencias estadísticamente significativas (19).

La Comunidad de Madrid, según el informe de población extranjera empadronada a enero de 2008, tiene 1.060.600 personas extranjeras, que representan un 16,62% de la población madrileña. En cuanto a la procedencia por áreas, América Latina supone el 47%, Europa el 35,13%, el Magreb el 8%, Asia el 6% y África subsahariana el 4%. Por países de origen, Rumanía seguida por Ecuador, son los que tienen mayor número de población inmigrante (20). En el trabajo se refleja que aunque de forma general la población inmigrante en Madrid es un 16,6%, el mayor número de pacientes diagnosticados son emigrantes el 53%, con dos grandes grupos, los de origen rumano y subsahariano.

A pesar de la vacunación y la información en la población general de las vías de contagio en adultos, todavía se diagnostican casos de hepatitis aguda por VHB, teniendo además presente que los casos que cursan sin ictericia son normalmente infradiagnosticados. En nuestro estudio, a pesar de estar realizado a nivel de la consulta de Aparato Digestivo, se han diagnosticado cinco casos en varones adultos principalmente de población española y todos los casos con presencia de ictericia.

En nuestro estudio, las transaminasas fueron normales en el 66,2% de los pacientes, dato similar al de otras publicaciones (8). Esta característica hace que en la práctica clínica habitual, no sean diagnosticados todos los pacientes que sean portadores de un VHB. En nuestro caso, tenían transaminasas normales algunos pacientes con elevación del DNA-HVB > 2.000 UI/ml y todos los pacientes que presentaban cirrosis hepática con hipertensión portal, por lo que es importante concienciar a nivel de Atención Primaria que en grupos de mayor riesgo, fundamentalmente en población inmigrante, se realicen marcadores de VHB con independencia de la presencia de transaminasas elevadas.

En España, la infección crónica por VHB, se asocia con baja presencia de AgHBe, así en un estudio realizado con 182 pacientes con hepatitis crónica por VHB, solo el 7% presentaban AgHBe positivo (21), y en otro estudio realizado en Almería en inmigrantes subsaharianos, de los 137 pacientes con infección crónica solo el 4,1% eran AgHBe positivo (22). En nuestro caso, un 9% de las infecciones crónicas presentaban el AgHBe positivo.

La valoración de la asociación con el virus Delta se ha de realizar siempre pues, como ya es conocido, hay dos formas potenciales de infección por el virus Delta, la coinfección, que condiciona mayor riesgo de desarrollo de hepatitis fulminante y la sobreinfección en pacientes infectados previamente por VHB, que aunque existen casos de hepatitis crónica delta de curso benigno, la mayoría evoluciona hacia una enfermedad más grave que la producida solo por el VBH y con un curso más acelerado hacia la cirrosis y la descompensación hepática; por tanto su asociación supone un peor pronostico (23,24). Aproximadamente un 2,5% de los pacientes infectados asocian la infección por el virus Delta, pero su frecuencia puede ser más elevada en zonas endémicas (25). En nuestro estudio la infección por virus Delta se encontró en un 3,3%, con mayor asociación en los pacientes extranjeros: rumanos y subsaharianos.

La carga viral indetectable solo se presentó en el 15,5%, cifra inferior a otras publicadas (8), pero la técnica utilizada en nuestro estudio es muy sensible y permite detectar DNA-VBH hasta 12 UI/ml, lo que eleva las cifras de DNA-VBH detectable de forma importante.

En la actualidad hay 8 genotipos diferentes que se diferencian unos de otros por las inserciones o deleciones de aminoácidos que provocan una divergencia del 8% en la secuencia completa, lo cual produce una diferencia en su variabilidad, replicación y sensibilidad a los fármacos. Los genotipos se han encontrado en poblaciones geográficas distintas. En España, los genotipos A y D son los más frecuentes (26), el B y C son más frecuentes en Asia, E en África y el F y H en América del Sur (27,28). En nuestro estudio, dada la diversidad de población con distintos países de origen, hemos encontrado todos los genotipos menos el H. El D con diferencia es el más frecuente, seguido del A, pero como corresponde, los genotipos B y C los hemos encontrado en pacientes asiáticos y el E en subsaharianos. Esta mezcla de distintos genotipos en nuestros pacientes los veremos cada vez con mayor frecuencia dados los movimientos migratorios.

El VHB por su alta tasa de replicación y errores en la misma, implica mutaciones puntuales diarias en los individuos con replicación activa. Por tanto en los individuos infectados por el VHB hay una mezcla de virus algunos de los cuales son portadores de mutaciones de resistencias a los distintos antivirales lo que explica que es poco frecuente que encontremos con pruebas genotípicas resistencias antes del inicio del tratamiento, pero que estas puedan presentarse rápidamente tras la exposición al fármaco. La tasa de selección de mutaciones resistentes depende de la carga viral anterior al tratamiento, la rapidez de supresión viral, la duración del tratamiento y la exposición previa a otros análogos de nucleótidos o nucleósidos (29,30). En 2007 fue publicado un estudio retrospectivo (31) para determinar la prevalencia de variantes de VHB asociadas a resistencia a entecavir en pacientes naïve, antes y durante tratamiento con lamivudina. El estudio incluyó 111 pacientes, de los cuales antes de iniciar tratamiento con lamivudina tres casos, el 2,7%, tenían resistencia a entecavir; en nuestro estudio igualmente el 2,8% de los pacientes presentaba resistencias genotípicas antes de iniciar el tratamiento antiviral.

En los pacientes con infección crónica por VHB, la indicación de tratamiento se basa en la combinación de tres criterios, niveles de DNA-VBH mayores de 2.000 UI/ml, con la asociación de elevación de transaminasas por encima de la normalidad o la presencia de A2 o F2 en la biopsia hepática valorada con la clasificación de METAVIR (32,33). En nuestro caso la biopsia hepática es en ocasiones necesaria para decidir el tratamiento en pacientes que presentaban elevación de DNA-VBH mantenida durante al menos un año, con transaminasas no elevadas y en un número considerable se obtuvo información para poder decidir la iniciación de un tratamiento específico. Aunque también hay algún trabajo que recomienda realizar biopsia hepática para valorar lesión histológica siempre que presenten elevación de transaminasa con independencia de la carga viral (34).

Aunque en los últimos años se han desarrollado campañas de prevención y se ha implantado la vacunación en la infancia y en los grupos de riesgo, todavía la infección por el VHB es un problema de salud importante y seguimos diagnosticando pacientes nuevos en nuestras consultas, de forma especial en población inmigrante y en edades comprendidas entre 20 y 40 años. La infección crónica cursa frecuentemente con transaminasas normales, por lo que es importante concienciar a los médicos de atención primaria para que detecten los pacientes con AgHBs positivo, sobre todo en grupos de riesgo como: inmigrantes provenientes de áreas endémicas, adictos a drogas, individuos con conductas sexuales de riesgo, pacientes politransfundidos, pacientes en diálisis, internos en prisiones o instituciones cerradas y en ciertos profesiones de riesgo como sanitarios, bomberos, personal de instituciones penitenciarias o centros de acogida (15,35). La identificación de pacientes con AgHBs positivo es necesaria para que estos pacientes sean educados en medidas preventivas, valorados clínicamente y tratados si lo precisan, de forma que junto con la vacunación, permita un control y, si es posible, la erradicación de la infección en el futuro.

 

 

Dirección para correspondencia:
Elvira Poves Martínez.
Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Universitario Principe de Asturias.
Ctra. de Meco, s/n.
28805 Alcalá de Henares, Madrid
e-mail: epoves.hupa@salud.madrid.org

Recibido: 18-05-11.
Aceptado: 22-07-11.

 

 

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