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Revista Española de Enfermedades Digestivas

versión impresa ISSN 1130-0108

Rev. esp. enferm. dig. vol.104 no.1 Madrid ene. 2012

https://dx.doi.org/10.4321/S1130-01082012000100016 

CARTAS AL DIRECTOR

 

Respuesta de autores: Réplica: ¿Existe asociación entre los inhibidores de la bomba de protones y los pólipos glandulares fúndicos?

Authors response: Reply: Is there any association between proton pump inhibitors and fundic gland polyps?

 

 

Sr. Editor:

En respuesta a la carta enviada por Fernández y Viola a su revista acerca del artículo "Pólipos gástricos: Análisis de características endoscópicas e histológicas en nuestro medio" (1) en la que se cuestionaba la ausencia de asociación entre pólipos de glándulas fúndicas (PGF) y consumo de inhibidores de la bomba de protones (IBP) que se extrae de nuestros datos, querríamos hacer constar las siguientes puntualizaciones: a) nuestro estudio, aunque amplio (más de 6.000 gastroscopias revisadas) fue retrospectivo y con un número de PGF discreto (7,4% de los pólipos encontrados), aunque similar a otras series europeas, como señalan en su carta Fernández y Viola. b) Pueden existir, como ya exponemos en nuestro artículo, posibles sesgos derivados del tipo de estudio realizado (descriptivo, retrospectivo), del bajo número total de pacientes con PGF incluidos, y no ser la relación causal con IBP objetivo principal del trabajo, estando de acuerdo con los anteriores autores en que la ausencia de una asociación significativa en nuestra serie no es un dato concluyente para descartar su existencia. c) La relación causal entre la toma de IBP y la aparición de PGF es un tema polémico en la literatura, existiendo datos tanto a favor (2,3) como en contra (4). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las series publicadas no son homogéneas en cuanto a la duración del tratamiento con IBP, ni las características de la población estudiada (área geográfica, edad, etc.). Esto podría explicar en parte los diferentes resultados obtenidos por los autores, sin que estas divergencias se deban necesariamente a fallos en la metodología de los estudios. d) Asumimos que el trabajo de Zelter y cols. (5), aunque con menor número de endoscopias que el nuestro, al ser prospectivo y diseñado específicamente para buscar la relación entre PGF e IBP, sus resultados tienen, en este sentido, una relevancia notable. e) No obstante, también en su estudio, se consideró como objetivo secundario la relación de PGF e infección por Helicobacter pylori debiendo en este sentido sus hallazgos ser tomados con precaución; el no concretar número y localización de biopsias gástricas, ser este el único método diagnóstico de la infección efectuado y no confirmar si los pacientes llevaban al menos 15 días sin consumo de IBP en el momento de la realización de la endoscopia, hacen que la exclusión de la infección no cumpla los estándares requeridos (6,7). f) Agradecemos los comentarios de Fernández y Viola y creemos que estudios prospectivos bien diseñados acabarán de concretar la relación de los PGF tanto con el consumo crónico (¿más de 1 año?) de IBP y también de la controvertida relación con Helicobacter.

 

Francisco Javier García-Alonso, Rosa María Martín-Mateos y Juan Ángel González-Martín
Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid

 

Bibliografía

1. García-Alonso FJ, Martín-Mateos RM, González-Martín JA, Foruny JR, Vázquez-Sequeiros E, Boixeda de Miquel D. Pólipos gástricos: análisis de características endoscópicas e histológicas en nuestro medio. Rev Esp Enferm Dig 2011;103:416-20        [ Links ]

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5. Zelter A, Fernández JL, Bilder C, Rodríguez P, Wonaga A, Dorado F, et al. Fundic gland polyps and association with proton pump inhibitor intake: a prospective study in 1,780 endoscopies. Dig Dis Sci 2011;56:1743-8.         [ Links ]

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