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Revista Española de Enfermedades Digestivas

versión impresa ISSN 1130-0108

Rev. esp. enferm. dig. vol.106 no.7 Madrid jul./ago. 2014

 

REVISIONES

 

Tratamiento endoscópico de la obesidad y los trastornos metabólicos: ¿una realidad?

Endoscopic treatments of obesity and metabolic disease: Are we there yet?

 

 

Barham K. Abu Dayyeh1, Ray Sarmiento1, Elizabeth Rajan1, Enrique Vázquez-Sequeiros2 y Christopher J. Gostout1

1Developmental Endoscopy Unit of the Division of Gastroenterology and Hepatology. Mayo Clinic College of Medicine. Rochester, Minnesota. EE. UU.
2Unidad de Endoscopia. Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. Universidad de Alcalá, IRYCIS. Alcalá de Henares, Madrid. España

"Si lo puedes imaginar, lo puedes crear."
N.S. Navarro Jr.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

La obesidad y sus complicaciones representan un problema mayor en nuestra sociedad. Por este motivo se han empleado diversos tratamientos médicos, conductuales, higiénico dietéticos y quirúrgicos, con la intención de paliar o solventar este problema. En estos últimos años hemos visto aparecer múltiples tratamientos endoscópicos destinados al tratamiento de la obesidad y sus complicaciones, pero su utilidad real es poco conocida. La presente revisión tiene como objetivo realizar una puesta al día sobre las diferentes alternativas existentes para el tratamiento endoscópico de la obesidad, incidiendo en aspectos técnicos y en la evidencia existente en la literatura sobre su utilidad clínica.

Palabras clave: Obesidad. Endoscopia. Tratamiento.


ABSTRACT

Obesity and metabolic diseases represent a major problem for our society. For this reason, a number of medical, behavioral, hygienic-dietetic and surgical therapies have been used in an attempt to solve or palliate this problem. In these last years, we have seen a growing number of endoscopic therapies directly targeted to treat obesity and its complications, and its clinical usefulness is relatively unknown. The current review attempts to update what is known on the different endoscopic therapies for obesity, paying special attention to technical aspects and the existing evidence of their usefulness in clinical practice.

Key words: Obesity. Endoscopy. Therapy.


 

El problema de la obesidad

La obesidad ha alcanzado en estos últimos tiempos una prevalencia tan elevada que podríamos decir que alcanza casi el rango de pandemia. Según datos procedentes de estudios de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2010 (comparado con datos de 1990) la obesidad y sus complicaciones representan uno de los principales problemas de salud de nuestra sociedad, habiendo reemplazado en el caso de los niños a las enfermedades comunicables como la causa más frecuente (1,2). Paralelamente a este aumento en la prevalencia de obesidad, se ha observado un aumento de las comorbilidades asociadas con esta patología, incluyendo diabetes, síndrome metabólico y esteatohepatitis no alcohólica (NASH) (3). De hecho, se ha constatado que la prevalencia de diabetes ha aumentado más de un 50 % en las últimas 3décadas y se cree que la NASH afecta a los adultos y niños obesos en un 70 % y 50 %, respectivamente (4). De todos ellos, se calcula que aproximadamente el 5 % evolucionará a cirrosis y enfermedad hepática avanzada (5).

El problema de la obesidad es complejo y difícil de solucionar. Su origen suele ser multifactorial y corregir factores tan diversos como una dieta hipercalórica tipo comida rápida, un estilo de vida sedentario, el fácil acceso a alimentos modificados y con conservantes y el más difícil acceso alimentos frescos y sanos, o los factores genéticos subyacentes, es sin lugar a dudas una tarea que puede resultar desalentadora. El problema se puede complicar aún más, ya que una buena parte de los pacientes obesos presentan enfermedades endocrinas, cardiacas o pulmonares que limitan su capacidad para realizar ejercicio físico (6).

Los cambios en el estilo de vida y las alternativas farmacológicas existentes hasta la fecha suelen conseguir una pérdida de peso moderada (5 kg de media) y su efecto a largo plazo suele ser malo en la mayoría de los casos (7). Las razones de este fracaso son por regla general multifactoriales e incluyen diferentes vías de regulación que actúan sobre la ingesta y el gasto calórico; así mismo, puede existir una respuesta contraproducente a la pérdida de peso, ya que a menudo esta se asocia con un aumento del apetito y un menor gasto calórico, lo que provocará finalmente una recuperación del peso perdido (8).

La cirugía bariátrica sigue siendo hoy en día la alternativa terapéutica más eficaz para el tratamiento de los pacientes obesos. Entre las opciones quirúrgicas se deben señalar las siguientes intervenciones (por vía laparoscópica o cirugía abierta): by-pass gástrico en Y de Roux (RYGB), gastrectomía tubular, banda gástrica ajustable, gastroplastia vertical anillada o con banda, cruce duodenal y derivación biliopancreática. En la actualidad, el RYGB es la cirugía bariátrica más empleada. En un meta-análisis que incluía 164 estudios y 161.756 pacientes, la RYGB consiguió una reducción del porcentaje de exceso de peso del 67,5 % al año de la intervención, además de una de-saparición de la diabetes, hipertensión, apnea del sueño y dislipemia en el 94 %, 80 %, 95 % y 72 % de los casos, respectivamente (9,10). A diferencia de los tratamientos consistentes en cambiar los hábitos de vida o utilizar fármacos, el efecto de la cirugía parece ser duradero en el tiempo. Los resultados de un estudio de pacientes suecos obesos demostraban que por término medio los pacientes operados (técnica quirúrgica: RYGB en el 13 %, banda gástrica en el 19 %, gastroplastia vertical anillada en el 68 %) tenían una pérdida de peso de -23 %, -17 %, -16% y -18 % a los 2, 10, 15 y 20años de la intervención, respectivamente (11).

A pesar de su probada eficacia, se calcula que menos del 1 % de los pacientes obesos que podrían ser subsidiarios de cirugía bariátrica se someten a este tipo de intervenciones (12). Estos datos discordantes podrían ser debidos al elevado coste de este tipo de cirugías y sobre todo a la morbimortalidad asociada con este tipo de intervenciones. Aunque la mortalidad de la cirugía bariátrica se ha reducido significativamente en estos últimos años y en la actualidad es comparable con la de la colecistectomía o apendicectomía (en centros especializados en patología bariátrica con un volumen alto de cirugías de este tipo), la tasa de complicaciones precoces o tardías sigue siendo un problema, ya que alcanza el 17 % y esto limita en gran medida su uso más generalizado (10). Entre las complicaciones precoces se incluyen las fugas a nivel de la anastomosis quirúrgica, las hernias internas, los fenómenos tromboembólicos, la obstrucción intestinal, la hemorragia gastrointestinal y las complicaciones de la herida. Las complicaciones tardías más frecuentes son la colelitiasis, las úlceras, la estenosis de la anastomosis, la herniación en la zona de la incisión quirúrgica, la fístula gastro-gástrica y el síndrome de "dumping" o vaciamiento rápido.

El conocimiento que tenemos sobre los mecanismos por los que actúa la cirugía bariátrica ha ido evolucionando desde los argumentos iniciales mecánicos (restricción y malabsorción tras cirugía), hasta conocer que la manipulación quirúrgica de la anatomía del estómago propicia una serie de cambios fisiológicos (modificación de las señales neuroendocrinas en el tracto digestivo, la motilidad gastrointestinal, las señales producidas a nivel del sistema nervioso autónomo, la producción y absorción de ácidos biliares y la flora gastrointestinal) que pueden condicionar la pérdida de peso y la resolución de la diabetes. En los últimos años han surgido diferentes técnicas endoscópicas que mediante accesorios endoscópicos intentan reproducir algunas de las alteraciones anatómicas creadas en la cirugía bariátrica, por lo que teóricamente podrían propiciar los cambios fisiológicos mencionados anteriormente y contribuir a un tratamiento eficaz de la obesidad y sus patologías asociadas (13). Los resultados iniciales de estas técnicas son bastante prometedores y sugieren que los tratamientos endoluminales endoscópicos podrían ser quizás el próximo gran avance en el tratamiento de la obesidad, proporcionando un tratamiento coste-efectivo que supusiera una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía bariátrica convencional, lo que ayudaría a tratar un mayor número de pacientes obesos o con sobrepeso, así como en los pacientes más vulnerables como son los niños y adolescentes o los individuos en riesgo de convertirse en "superobesos".

Esta revisión se centra en los tratamientos endoscópicos de la obesidad que se encuentran ya disponibles para la práctica clínica o están en una fase avanzada de su desarrollo y comercialización. Con fines didácticos y para mayor claridad en su presentación diferenciaremos estas técnicas en "gástricas" y de "intestino delgado".

 

Intervenciones gástricas

La reducción del volumen gástrico, ya sea mediante la creación de un remanente gástrico como en el caso de la RYGB o la formación de una manga gástrica en las gastrectomías mediante manga gástrica, es importante para el éxito de las intervenciones bariátricas. De hecho, algunos estudios prospectivos y aleatorizados que se han publicado recientemente han mostrado una eficacia similar de la gastrectomía con manga (una cirugía cuyo único objetivo es reducir la capacidad gástrica un 75-80 %) y la RYGB, una cirugía que requiere múltiples cambios anatómicos en el estómago y el intestino delgado (14). Ambas cirugías han mostrado cambios similares en el sistema neurohormonal del tracto digestivo (15). Por este motivo, los tratamientos endoscópicos de la obesidad han ido dirigidos a reducir o restringir el volumen gástrico.

Balón intragástrico y otros utensilios diseñados para ocupar la cavidad gástrica

La implantación de un balón intragástrico por vía endoscópica (IGB) como tratamiento de la obesidad se introdujo en el mercado anglosajón en los años 80 con el balón tipo burbuja de Garren-Edwards (GEGB). Este tipo de balón presentaba múltiples complicaciones, sobre todo obstrucción del intestino delgado en caso de desinflarse el balón, lo que obligaba a su retirada endoscópica o quirúrgica. Además, en un estudio prospectivo, aleatorizado, doble ciego, con un grupo control de tratamiento endoscópico (tratamiento ficticio), que incluía 59 pacientes obesos y tenía un seguimiento de 9 meses, no se demostró que el GEGB fuera eficaz (16). Posteriormente se han ensayado nuevos y más modernos IGB como el BioEnterics Intragastric Balloon (BIB) (Allergan, Irvine, CA, USA) a principios de los 90 y el Heliosphere balloon (Heliosphere BAG) (Helioscope, France) desde el año 2004. El BIB es un balón esférico y elástico, hecho de silicona, que se rellena con 500 ml de suero salino y no requiere un endoscopio para su colocación; por el contrario, el Heliosphere es un balón que consta de una doble bolsa hecha con un polímero y recubierta por silicona. Este balón que se rellena con 650-750 ml de aire. En la actualidad disponemos de nuevos IGB que están dotados de sofisticados sistemas antimigración, implantación y extracción, que permiten incluso ajustar el volumen del balón (Tabla I). Los IGB pueden utilizarse como tratamiento principal para perder peso o como tratamiento puente previo a la cirugía bariátrica, reduciendo así el riesgo perioperatorio. Los IGB actuales están diseñados para permanecer en el estómago un máximo de 6 meses, antes de su extracción endoscópica.

 

 

Se han publicado varios estudios de reducido tamaño muestral, aunque de diseño prospectivo y aleatorizado, con seguimiento a medio plazo, en los que se demuestra la eficacia y seguridad de los BIB no tan sólo en la pérdida de peso (17-20), sino también en la mejoría del síndrome metabólico (17) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) (21). Al comparar los BIB (inserción de 1 o 2 balones de forma secuencial) (19), con intervenciones ficticias (20) o fármacos (18), se evidenció que a los 6-12 meses de la retirada del balón, los BIB mantenían un 10 % de pérdida de peso. Entre las molestias habituales tras la colocación de cualquier IGB conviene destacar las náuseas, el dolor abdominal, el reflujo ácido y los vómitos; sin embargo, la mayoría de estos síntomas suelen mejorar con el tiempo y con tratamiento médico, sin que sea necesario retirar precozmente el balón.

En series retrospectivas de mayor tamaño muestral se ha visto que se consigue una pérdida del exceso de peso (EWL) cercana al 32 % (22). Sin embargo, otros estudios retrospectivos con un mayor seguimiento de los pacientes han mostrado que la pérdida significativa de peso sólo se mantiene en una cuarta parte de los pacientes tratados (23). Estos resultados nos sugieren que los IGB no son un buen tratamiento primario para la obesidad, ya que es difícil conseguir una pérdida de peso significativa de forma mantenida en el tiempo sólo con un IGB. Por el contrario, los IGB son una buena herramienta para obtener una pérdida significativa de peso previa a la cirugía (tratamiento puente), reduciendo así el riesgo quirúrgico de estos pacientes.

Ponce y colaboradores evaluaron la seguridad y eficacia de la colocación del "doble balón" ReShape Medical (San Clemente, CA, USA) (24). Los dos balones están interconectados y se rellenan con 900 ml de suero salino (450 ml cada balón). Conceptualmente, la posible ventaja del doble balón es que por su diseño este tipo de balón puede ocupar más espacio de la luz gástrica y si uno de los balones se desinflara, el otro permanece hinchado y previene la migración del dispositivo. En un estudio europeo que incluía 30 pacientes, 21 de ellos fueron aleatorizados a recibir tratamiento con este doble balón; la media de porcentaje de EWL a las 24 semanas (momento en que se retiraba el doble balón) era del 31,8 %, comparado con el 18,3 % del grupo control. A las 48 semanas, 24 semanas después de retirar el dispositivo, el grupo de doble balón mantenía el 64 % del peso que habían perdido. En dicho estudio no se registraron complicaciones tales como fallecimientos, retiradas precoces, balones desinflados o migraciones (24).

Existen otros modelos de balón que no requieren de un endoscopio para su colocación. El Ullorex Balloon (Phagia Technologies, Inc. USA) es una cápsula de gran tamaño, rellena de ácido cítrico, que se ingiere por vía oral. Esta se infla automáticamente en el estómago en 4 minutos. Posteriormente, aproximadamente a los 30 días de su ingesta, el ácido gástrico degrada un tapón que tiene este tipo de balón, lo que produce que el balón se desinfle y se excrete finalmente con las heces. Existe otra cápsula denominada BaroNova (BaroNova therapeutics Inc. Foster City, CA) que también se hincha en el estómago tras ser ingerida y que se degrada en aproximadamente una semana (25).

Existen otros dispositivos que permiten ocupar espacio en la cavidad gástrica y que se encuentran todavía en fase de desarrollo. El TransPyloric Shuttle (TPS, BAROnova Inc.) es un aparato con forma de embudo que se libera en la luz gástrica y produce de forma intermitente una obstrucción del píloro con los movimientos peristálticos, lo que retrasa el vaciamiento gástrico. El SatiSphere (Endosphere Inc. Columbus, OH) es un sistema mecánico que se implanta con la ayuda del endoscopio y que está compuesto de una pieza o pilar central de nitinol y unas esferas de polietileno, acabando en un pigtail en ambos extremos. Se suele implantar bajo anestesia general y se coloca como si fuera una C, extendiéndose desde el antro hasta el duodeno (Tabla I). Los primeros ensayos con este dispositivo han evidenciado que este sistema tiene cierta tendencia a migrar y sus posibilidades de futuro son por tanto inciertas. El Full Sense™ (Sentinel Group Inc.) es una prótesis metálica recubierta que se coloca a través de la unión gastroesofágica por vía endoscópica y se cree que podría inducir saciedad y plenitud, sin necesidad de tener alimento en la cavidad gástrica; el mecanismo por el que se produciría este efecto sería por presión a nivel del esófago distal y el cardias.

Técnicas de gastroplastia (Fig. 1)

TOGA

La gastroplastia transoral realizada mediante el sistema TOGA (TransOral GAstroplasty; Satiety Inc, Palo Alto, CA, USA) es un tratamiento mediante el cual este sistema primero aspira y luego grapa con un "stapler· la parte aspirada del estómago. La manera en que funciona consiste en sellar o grapar de forma lineal con el stapler la curvadura menor del estómago en un intento de imitar la gastroplastia vertical con banda que realizan los cirujanos, restringiendo así la ingesta de alimento. Esta técnica no extirpa ninguna parte del estómago. En un estudio multicéntrico en el que se evaluaron 67 pacientes con un seguimiento de 12 meses, se evidenció una media de pérdida de EWL del 38,7 % a los 12 meses de la intervención, así como una mejora significativa en los parámetros de control de la diabetes (26). El procedimiento se toleró bien en todos los casos de este estudio. La compañía responsable, Satiety Inc. dio por terminada la técnica y se disolvió debido a los pobres resultados que observaron posteriormente.

 

 

TERIS

TERIS (Transoral Endoscopic Restrictive System; BaroSense, Redwood, CA, USA) es un sistema endoscópico que se implanta por vía oral e intenta restringir el tamaño de la cavidad gástrica mediante la colocación de un dispositivo de silicona (fines restrictivos) con un orificio de 10 mm que queda fijado a la pared por 5 anclajes de silicona que se ponen en forma de plicaturas transmurales realizadas desde la vertiente gástrica de la unión esófago-gástrica. El sistema intenta imitar los efectos de la técnica quirúrgica de la banda gástrica colocada por laparoscopia. De Jong y cols. publicaron su experiencia con 13 pacientes tratados con este sistema y seguidos durante 3 meses. La duración de la intervención fue de 142 minutos (mediana) y se realizó bajo anestesia general. Se registraron complicaciones graves en 3 pacientes (2 neumoperitoneo que requirió intervención percutánea y 1 perforación gástrica). Los investigadores realizaron posteriormente diversas modificaciones en su protocolo de trabajo (nuevos ajustes en el dispositivo que realizaba las plicaturas, insuflación con CO2) para mejorar la seguridad del sistema. La mediana de EWL a los 3 meses de seguimiento era del 28 % (27). A pesar de los esfuerzos y modificaciones, la compañía que fabricaba este aparato ha suspendido su producción.

EndoCinch

El EndoCinch es un sistema que se adapta al endoscopio y funciona mediante un mecanismo de succión (Bard/Davol, Warwick, RI). Fogel y cols. fueron los primeros en publicar su experiencia y resultados al crear una gastroplastia vertical endoluminal con el sistema de EndoCinch, lo que realizaron en 64 pacientes obesos como tratamiento primario de su patología. Este estudio se realizó de forma no controlada y en un único centro, y en el mismo se siguió a los pacientes durante 1 año. Las intervenciones se realizaron bajo anestesia general y duraban unos 60 minutos aproximadamente. El porcentaje de EWL publicado por los autores era de 58 ± 19,9 % y el perfil de seguridad de la técnica se demostró excelente (28). Por desgracia, la durabilidad de las plicaturas realizadas en el tejido no se analizó de forma adecuada en este estudio. En otro estudio denominado TRIM ("Transoral gastric volume Reduction as Intervention for weight Management" o "reducción del volumen gástrico por vía peroral como tratamiento de pérdida de peso") se utilizó una segunda generación del dispositivo EndoCinch para intentar crear una gastroplastia similar a la del estudio previo. El estudio estaba limitado por no ser ciego y tener una sola rama de tratamiento, pero era prospectivo y multicéntrico (29). En dicho estudio se estudiaron 18 pacientes con un seguimiento de 1 año. La media de EWL a los 12 meses era de 27,7 % ± 21,9 %; sin embargo, en este estudio se demostró que las suturas/plicaturas realizadas con este dispositivo no son duraderas y esto se pudo comprobar al repetir la endoscopia a los 12 meses de seguimiento y observar cómo se habían perdido.

Método POSE ("Primary Obesity Surgery Endolumenal" o "cirugía endoluminal de la obesidad")

El método POSE utiliza una Plataforma Quirúrgica sin Incisiones -(Incisionless Operating Platform™ (IOP) (USGI Medical, San Clemente, CA)-, que permite realizar plicaturas transmurales mediante un sistema de anclaje, con el objetivo de reducir la acomodación del fundus gástrico y el cuerpo distal. Esta plataforma es parecida a un sobretubo y dispone de 4 canales de trabajo que permiten introducir un endoscopio ultrafino de 5 mm y 3 instrumentos especialmente diseñados para trabajar con dicha plataforma: a) el g-Prox EZ® Endoscopic Grasper, que es una catéter flexible que dispone en su extremo distal de una especie de "garra" que permite aproximar los pliegues de forma transmural, juntando serosa con serosa; b) el g-Lix™ Tissue Grasper, un catéter flexible con forma de hélice en su extremo distal y que se usa de forma combinada con el g-Prox con el fin de capturar y retraer el tejido para realizar la miniplicatura transmural; c) el g-Cath EZ™ Suture Anchor Delivery Catheter, un catéter no flexible que está dotado de una aguja en su extremo distal y que se avanza a través de la luz del g-Prox, penetrando el tejido seleccionado y traccionado, implantado dos dispositivos de anclaje que vienen premontados (uno a cada lado del tejido) y que se aprietan uno contra otro hasta juntar serosa con serosa. Los resultados de un estudio prospectivo, realizado en un único hospital, sin grupo control, en el que se incluyeron 45 pacientes obesos (la mayoría con obesidad clase I y II), demostraron que esta técnica es factible y segura. En este estudio se realizaron una media de 8,2 suturas en el fundus y 3 en el cuerpo gástrico distal. La duración media de la intervención fue de 69 minutos y todos los pacientes quedaron ingresados en observación después de la intervención. Los pacientes perdieron por término medio 13kg a los 6 meses, lo que correspondía a un EWL del 49 %. La intervención se toleró bien por todos los pacientes (30). En la actualidad se están ultimando los detalles para la realización de un estudio prospectivo, multicéntrico, con grupo control, en el que se evalúe la utilidad real de esta plataforma de tratamiento.

Gastroplastia vertical "en manga"

En una publicación reciente, Abu Dayyeh y cols. lograron demostrar que es técnicamente posible realizar una reducción del volumen gástrico mediante el sistema de sutura Overstitch (Apollo Endosurgery, Austin, Tx USA), que ya está aprobado por la FDA y está disponible comercialmente en nuestro sistema sanitario (31). Este sistema se acopla a la punta del endoscopio y tras ser introducido por vía oral, realiza una reducción que intenta imitar a la gastrectomía "en manga" mediante la realización desde la luz del estómago de una serie de puntos transmurales siguiendo una técnica de manos libres y colocando las suturas muy próximas unas a otras desde el antro prepilórico hasta la unión gastroesofágica (31). Al contrario que las demás técnicas ensayadas hasta la fecha, en las que sólo se intentaba imitar la gastroplastia vertical con banda o la banda gástrica, sin reducir el antro o el fundus, esta técnica reduce todo el estómago (Fig. 1). En la actualidad existe un estudio multicéntrico que está evaluando esta nueva técnica y sus resultados iniciales parecen ser prometedores.

Tratamiento mediante aspiración (Fig. 2)

El tratamiento mediante aspiración es un nuevo enfoque terapéutico de la obesidad, que consiste en implantar en el estómago del paciente un tubo de gastrostomía de diseño especial (A-Tube™) y a través del cual se puede aspirar una parte del alimento ingerido por los pacientes obesos. La aspiración se realiza aproximadamente 20 minutos después de finalizar la ingesta y suele requerir unos 5-10 minutos aproximadamente. El dispositivo que permite la aspiración se denomina Aspire Assist (Aspire Bariatrics, King of Prussia, PA, USA). Esta estrategia terapéutica permite controlar de forma eficaz la cantidad ingerida, tal y como se ha sugerido en un estudio piloto de diseño prospectivo (32). En el mismo se aleatorizaron 18 pacientes, en una proporción de 2:1, a recibir un año de tratamiento mediante aspiración (AT) más intervención en los hábitos de vida (IMC = 42,0 ± 4,7 kg/m2) versus intervención en los hábitos de vida sólo (LIA) (IMC = 43,4 ± 5,3 kg/m2). A los pacientes del grupo AT se les ofreció la posibilidad de una vez acabado el año de tratamiento, poder continuar un segundo año. Siete de los 11 pacientes tratados mediante AT solicitaron seguir un 2.o año de tratamiento espirativo. Diez de los 11 pacientes del grupo AT y 4 de 7 del grupo LIA completaron el primer año de tratamiento. Entre los pacientes que completaron el año de tratamiento, los sujetos del grupo AT y LIA perdieron un 18,3 ± 7,6 % (49,0 ± 24,4 porcentaje de exceso de peso perdido [%EWL]) y un 5,9 ± 10,0 % (14,9 ± 24,6 %EWL) de su peso inicial, respectivamente. Los 7 pacientes que completaron los 2años de tratamiento en el grupo AT perdieron un 20,1 ± 9,3 % sobre su peso inicial (54,6 ± 31,7 %EWL) al final de esos dos años de tratamiento (32). En la actualidad existe un estudio norteamericano en marcha, de diseño multicéntrico, aleatorizado, controlado, no ciego, de 52 semanas de duración, cuyo objetivo es proporcionar información que ayude a obtener la aprobación de la FDA para su uso clínico.

 

 

Intervenciones en el intestino delgado

EndoBarrier (bolsa gastrointestinal) (Fig. 3)

La implantación endoscópica de una manga o bolsa de teflón con el fin de crear un by-pass duodeno-yeyunal (EndoBarrier, GI Dynamics, Lexington, MA) parece ser eficaz para el manejo de la obesidad y la diabetes asociada a ella (33,34). Cuando se libera en el bulbo duodenal bajo control endoscópico y radiológico, esta especie de manga de 60 cm de longitud, hecha de un compuesto de fluoropolímero que es impermeable y que se despliega por el yeyuno proximal, permite en teoría interactuar con el sistema insulínico enteral. Se publicaron varios estudios hace años que demostraban que era técnicamente factible la implantación de Endobarrier y que además era eficaz tanto para perder peso, como para mejorar las comorbilidades asociadas a la obesidad, especialmente la diabetes y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) (33-37). El perfil de seguridad de este dispositivo parece ser también aceptablemente bueno. En la actualidad se está realizando, por parte de la FDA de Estados Unidos, un registro prospectivo, multicéntrico de los resultados de esta técnica.

 

 

By-pass por manga gastroduodenoyeyunal

El by-pass por manga gastroduodenoyeyunal (ValenTx, Inc., Hopkins, MN, USA) es similar al sistema de Endobarrier, pero consta de una manga/bolsa de mayor longitud (120 cm) que se coloca con la ayuda de un endoscopio y un laparoscopio. El procedimiento se parece más a una RYGB, ya que se excluye con esta técnica y mediante la manga el estómago, duodeno y yeyuno proximal. En una serie de 22 pacientes, el %EWL a los 3 meses de tratamiento era del 40 %. El dispositivo tuvo que retirarse prematuramente en 5 pacientes (23 %) por presentar odinofagia en las primeras 3 semanas tras la implantación. Hay que destacar que entre los participantes en este estudio, aquellos que presentaban diabetes, mejoraban de forma significativa a corto plazo, requiriendo incluso suspender su tratamiento de diabetes (38).

 

Otras intervenciones

Marcapasos gástrico/estimulación del nervio vago gastric pacing/vagal nerve stimulation

Aunque este tipo de intervenciones se suelen realizar por vía laparoscópica, la posibilidad de realizarlo por vía endoscópica no es una opción excesivamente remota. La colocación de un marcapasos gástrico requiere implantar unas sondas a través de la capa serosa/muscular en el antro gástrico, e implantar en el tejido celular subcutáneo el marcapasos al que se conectarán las sondas (39). La idea de esta técnica es proporcionar una estimulación en la pared gástrica, de forma continua o en pulsos, con el fin de reducir el tiempo de vaciado gástrico y el apetito y aumentar la saciedad. Esto podría interactuar, al menos en teoría, con el eje neurohormonal que comunica el intestino con el cerebro, produciendo saciedad, reduciendo la secreción de enzimas pancreáticas e induciendo malabsorción.

La Unidad de Desarrollo Endoscópico de la Clínica Mayo ha aplicado su técnica de tunelización endoscópica de la submucosa (denominada originalmente como "submucosal endoscopy with sealant mucosal flap" o SEMF) para intentar implantar en la capa muscular y bajo control endoscópico directo las placas del marcapasos. Los resultados preliminares de estas investigaciones han demostrado que se puede acceder al tronco del vago mediante esta técnica. Sin embargo, aún no se sabe cuál es la técnica más adecuada para implantar y realizar la estimulación completa del nervio. El equipo de la Clínica Mayo demostró a finales de los años 80 que se puede realizar una vagotomía por vía endoscópica realizando un tratamiento ablativo con un láser transmural. Sin embargo, esta técnica se abandonó por su elevada tasa de complicaciones. El SEMF podría utilizarse de forma alternativa para destruir el tronco vagal y utilizarlo como tratamiento adyuvante de la obesidad.

 

Notes

El campo de la cirugía endoluminal híbrida, realizada a través de orificios naturales (NOTES), podría ser de gran utilidad a la hora de reproducir por vía endoscópica los cambios que produce la cirugía bariátrica. Itoi y cols. han publicado una serie de 5 cerdos en los que crearon una gastroyeyunostomía guiados por un ecoendoscopio (40). Esta técnica se ensayó inicialmente para tratar a pacientes con obstrucción gástrica, by-pass de lesiones gástricas o pancreáticas obstructivas. Posteriormente se vio que esta técnica es igualmente válida para tratar a pacientes obesos a los que se les realiza una gastroyeyunostomía que evita el paso por duodeno y páncreas, cerrando el píloro posteriormente por técnicas endoscópicas. Otros estudios experimentales han investigado la utilidad de insertar imanes por vía endoscópica con la finalidad de crear una gastroyeyunostomía, una gastroileostomía o incluso una fístula gastrocólica como tratamiento de la obesidad (41). Su utilidad real es aún desconocida.

 

Conclusión

La mayor parte de los tratamientos endoscópicos presentados en esta revisión son por regla general prometedores. Lo que aún está por resolver es saber si los tratamientos endoscópicos son igual de eficaces a largo plazo que sus "rivales" quirúrgicos. Sin embargo, a pesar de la eficacia probada de la cirugía bariátrica en pacientes obesos, no parece que existan suficientes recursos humanos y económicos para tratar de esa manera a todos los pacientes afectos de obesidad o síndrome metabólico. En nuestra opinión, las nuevas terapias endoscópicas de la obesidad van a significar un avance en el tratamiento de este tipo de pacientes, permitiendo desarrollar una amplia variedad de tratamientos endoscópicos que van a producir los mismos efectos fisiológicos beneficiosos de la cirugía bariátrica, pero de forma coste-eficaz y mínimamente invasiva. Esto ayudará a los médicos a hacer avances significativos en el tratamiento y control de esta epidemia.

 

 

Dirección para correspondencia:
Enrique Vázquez-Sequeiros.
Unidad de Endoscopia.
Servicio de Gastroenterología.
Hospital Universitario Ramón y Cajal.
Ctra. de Colmenar Viejo, km. 9.100.
28034 Madrid.
e-mail: evazquezse@gmail.com

Recibido: 30-05-2014
Aceptado: 27-05-2014

 

 

Bibliografía

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