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Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial

versión On-line ISSN 2173-9161versión impresa ISSN 1130-0558

Rev Esp Cirug Oral y Maxilofac vol.30 no.3 Madrid may./jun. 2008

 

CARTA AL DIRECTOR

 

¿Qué le puede pasar a la Cirugía Oral y Maxilofacial, a la Estomatología y a la Odontología con el desarrollo, quizá incontrolado, de las terapias implantológicas o similares así como de forma parecida a la medicina y a sus especialidades, en los aspectos que les correspondan a cada una de ellas?

What could happen to Oral and Maxillofacial Surgery, Stomatology, and Odontology with the development, possibly uncontrolled, of implantologic or similar therapies? Likewise, what could happen to medicine and its specialties?

 

 

Sr. Director:

Estamos preocupados por la irrupción en el ambiente clásico de la Cirugía Oral y Maxilofacial, de la Estomatología y en el de la Odontología, etc., de la "Ciencia Implantológica" y de sus numerosísimos "científicos".

Arropados la mayoría de ellos, por un voraz marketing, del que incluso, y es lo malo, no se dan cuenta probablemente ni ellos mismos, con lo que precipitan a otros, a un camino similar. Creemos que es nuestra obligación alertarles, para que no se aparten de las más elementales formas, de lo que verdaderamente son disciplinas y procedimientos básicos, sin duda altamente artesanales y de gran contenido, ahora sí, científico.

Nos referimos, y queremos dejar bien claro, que para nosotros, ser un buen Cirujano Oral y Maxilofacial, Otorrinolaringólogo, etc., y sobre todo, un buen Estomatólogo u Odontólogo, es mucho más difícil, que ser un, "buen implantólogo" (término éste en principio muy controvertido, al menos por nosotros, y sin connotaciones administrativas que conozcamos en el ambiente legislativo). Hoy día, parece que el que hace una buena historia y exploración clínica minuciosa y los tratamientos profilácticos y conservadores adecuados, está viviendo en el pasado y queremos advertirles modestamente, con esta carta, si es que a esa dirección le parece oportuno, a nuestros compañeros de profesión, que antes citábamos, que deberían ser prudentes y no apartarse de las bases, sobre las que se sustentan las especialidades referidas. Nuestra obligación, es ayudar a nuestros pacientes en la conservación de su salud, con los procedimientos más simples y elementales que, además, para general conocimiento y por si alguien no lo sabía, son precisamente e incluso más difíciles de hacer, en líneas generales, que el colocar uno o más implantes. Nosotros a lo que primero estamos obligados es a demorar, sin perjudicar, con los procedimientos convencionales, la instalación de implantes o medidas terapeúticas extraordinarias del tipo que sean. Pero insisto, para hacer esto, hay que ser muy, muy buen cirujano oral y maxilofacial, estomatólogo u odontólogo o médico en general y eso es muy difícil (siempre hemos dicho algunos de nosotros, casi desde estudiantes, que hemos conocido muy buenos médicos y cirujanos generales, pero casi ningún buen odontólogo o estomatólogo general y es porque es muy difícil, diríamos, que casi imposible, que una sola persona, pueda capacitarse con verdadera calidad en las diferentes y complejísimas disciplinas que comprenden el estudio y tratamiento de la patología dentaria y fíjense que decimos de la patología dentaria exclusivamente y encima, hoy día muy pocos profesionales parecen estar, por la labor. Vende más, el poner un implante que el hacer, una perfecta obturación y ya no digamos una buena endodoncia, o hacerse un baypas coronario por citar otro ejemplo, que dejar de fumar o lo que es mejor no haberlo hecho. Está claro, nos vamos a lo fácil, tanto el profesional, como el paciente, esto es, al implante… o al referido baypas. La corriente arrolla a ambos (pocos pacientes dicen que vienen del estomatólogo o del odontólogo contando que se han hecho un tratamiento conservador del tipo que sea, pero sí, que le acaban de poner un implante….también a veces todavía, que le han hecho una endodoncia, o que le han hecho una rehabilitación… sobre sus propios dientes, previamente tratados de manera conservadora o que le han colocado varios stens, etc.).

Se dice, que España, es uno de los países de Europa, donde se ponen más implantes. ¿Esto es para enorgullecerse, o más bien debería ser todo lo contrario?. Probablemente, esto se debe a la quizá pobre Estomatología y Odontología conservadora que se hace y de la que tiene mucha culpa la sociedad de consumo, que prefiere la rapidez, el riesgo y el gasto, del que forma parte, a la meticulosidad y buen hacer de un sacrificado odontólogo o estomatólogo, al que se le ningunea no sólo su trabajo, sino también sus compensaciones.

Pero esto, no sólo ocurre en el terreno bucal que nos ocupa, también y todos sabemos que España (una de las naciones más ruidosas), es de los países, donde se hacen más transplantes de riñón, de corazón etc., y donde hay más donantes… ¿Esto también es bueno….?, ¡nosotros creemos que no!, lo que verdaderamente hay que hacer, es educar, con más responsabilidad a la sociedad. Ésta tiene que ser consciente, que la salud, se la tiene que cuidar fundamentalmente, cada uno de los ciudadanos y que ningún gobierno debe asumir preferentemente en solitario, esa obligación primaria, que se tiene que hacer en cada casa y por cada individuo.

Otra cosa es, que el paciente pueda recibir de los ahorros obligatorios, que le ha ido entregando a la caja que custodian y administran los diferentes gobiernos, las prestaciones que precise, pero eso sí, siempre que se demuestre, que los aspectos elementales de la conservación de la salud, los ha cumplido. Si no lo ha hecho, debería gravársele de la forma que se determine y de la misma manera premiar, al que ha sido responsable con su salud. Sólo así, se podrá disponer, de una sanidad suficiente y adecuada, para aquellas enfermedades o situaciones de las que no tenemos culpa alguna, sin abandonar por supuesto a nadie que no se haya preocupado de conservar su salud, como es su obligación.

Y aquí, lo mismo que decíamos, para cuando hablábamos de los implantes, hay que apoyar y fortalecer la medicina y sanidad de primaria y darles a los pacientes y a los profesionales los medios, para que se informen y reciban una formación que pueda proporcionar una asistencia adecuada, en la prevención de las enfermedades primarias, que se deben enseñar y realizar como decíamos antes, en cada casa, en el colegio, en el trabajo, en la universidad e incluso en la calle, pero no en forma de campañas, sino como algo permanente en el día a día, y que así prevenidas, evitan se pase en la mayoría de las ocasiones a las patologías más graves, difíciles de curar y que ocasionan gastos y perjuicios extraordinarios y que a veces parece que sirven para capitalizar intereses personales o políticos. Hoy día, da la sensación a veces que prevalece premiar y airear a aquel Hospital o investigador etc., que ha hecho, la operación más sorprendente y maravillosa del universo ...o conseguido un posible adelanto... y en cambio se olvida, y se deja sin premio, al ciudadano que cuida su salud y al médico, que lo atiende, sin algarabías de ningún tipo.

Ciudadanos, profesionales y autoridades, cumplamos cada uno de nosotros con nuestras responsabilidades primigenias. Menos implantes, menos transplantes y más pura y buena sanidad y medicina primaria.

Si cumplimos estos objetivos, nos acercaríamos muy probablemente a la respuesta a la pregunta, que inicia esta carta.

 

Prof. Dr. F. Hernández Altemir1, Dra. Susana Hernández Montero2,
Profesora Dra. Sofía Hernández Montero3, Profesora Dra. Elena Hernández Montero4

1Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte Licenciatura de Odontología de Huesca.
Colaborador Extraordinario de la Universidad de Zaragoza. Licenciado Médico Estomatólogo y Médico Especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial
2Médico Odontólogo. Práctica Exclusiva en Endodoncia. Presidenta Nacional del XXVI Congreso de la Asociación Española de Endodoncia
3Directora Academia del Master Oficial de Implantología Dental y Prótesis Implantosoportada de
la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid. Licenciada Médica Odontóloga y Médica Especialista en Cirugía Oral y Máxilofacial
4Prof. Superior de Piano y Música de Cámara. Facultativo Médico Especialista en Otorrinolaringología del
Hospital de Viladecans y del Instituto de Neuro-Otología García Ibáñez de Barcelona.

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