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En recuerdo del Dr. Barberá Alacreu

 

 

El 8 de noviembre falleció el Dr. Barberá Alacreu tras 6 meses de Iucha contra la enfermedad. Para los que le conocimos y apreciamos, ha sido una pérdida muy sentida.

Comencé a trabajar con Dr. Barberá en 1990, pocos meses después de que llegará al Hospital General de Valencia. No fueron fáciles los inicios pues nunca habíamos trabajado juntos. Sin embargo, pronto comprendí lo que esperaba del Servicio: que trabajáramos con la misma entrega y dedicación que él. Y es que el Dr. Barberá era un trabajador incansable, estudioso como el que más, y sobre todo un hombre entregado a su labor: la neurocirugía.

Fue un enamorado de la cirugía raquídea, prácticamente desde sus comienzos como neurocirujano en el Servicio de Neurocirugía Hospital Clínico de Valencia. Su sistema de fijación raquídeo transpedicular es ampliamente utilizado entre traumatólogos y neurocirujanos así como la placa cervical ABC que diseñó conjuntamente con los doctores Ronald I Apfelbaum y Wolfhard Caspar.

Fue el primer discípulo de nuestro maestro, el Dr. J.L. Barcia Salorio, y también el más querido, y sin duda, el más brillante. A los 38 años ya era catedrático de Neurocirugía.

El Dr. Barberá no era un jefe a la antigua usanza. Antes bien, fomentaba la iniciativa personal, la responsabilidad particular y el desarrollo individual. Su autoridad no se basaba en la imposición, sino en el reconocimiento profesional que los demás tenían de él.

Era un neurocirujano bien formado, de discurso fácil, con una dilatada trayectoria profesional y una visión muy clara de la especialidad, y por encima de todo poseía un carisma fuera de lo común

Sé que le disgustaba la adulación y cosas similares pero pienso que es justo recordar sus cualidades, sobre todo ahora que las echaremos en falta.

 

Vicente Joanes
Neurocirujano

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Recibido: 12-2005